"El falso hereje", o "Todo patas arriba". (por Ignacio Camacho, en el ABC)
Vaya por delante, y lo quiero dejar meridianamente claro desde ¡ya!, que no conozco personalmente a Ignacio Camacho: no sé si es católico o no, si practica o no su religión, ni la formación que puede tener al respecto, ni sé de su competencia en temas de religión…
Simplemente me refiero a él por su columna en “honor y loor” de Hans Küng, tras su muerte. Por lo que escribe en ella: que es una suma de contradicciones, casi irreconocible en una persona de su valía y prestigio, y sembrada de despropósitos acumulados; y sin salirme una línea de su homenaje a: “El falso hereje”. Que así lo titula.
Y lo critico, dada mi condición de sacerdote, desde lo que es la Fe y la Doctrina, Católicas ambas, por supuesto. Más la coherencia de pensamiento y vida que lógicamente reclaman -la Fe y la Doctrina-, tanto en el orden intelectual, como en el orden moral y religioso.
Porque la Fe -con su correspondiente carga doctrinal-, que informa -debe informar, si es auténtica- la conciencia personal para que esta pueda informar a su vez la propia vida, se sitúa en el polo opuesto de aquel en que están situados, por ejemplo, los CHICLES.
El “chicle” se puede estirar, hacer bombas con él, masticarlo -sin tragar-, etc. Vamos, que vale para jugar y distraerse o para calmar los nervios, dicen.
Pero, ni con la Fe ni con la Doctrina se puede hacer lo mismo. Los Mandamientos de la Ley de Dios, por ejemplo, no son “trans": no se pueden cambiar ni de género ni de número, se ponga la gente, incluido el Hans, como se ponga. Ni la persona humana, regenerada además como hijo de Dios por el Bautismo es lo que es, hijo de Dios, y no lo que yo quiero que sea.
Lo mismo pasa con el pecado, con la “obediencia de la Fe” -expresión tan naturalmente explícita e incitadora; muy querida de los papas san Juan Pablo II y Benedicto XVI-, con los Sacramentos y su necesaria Disciplina.
Nada digamos respecto a lo que la Iglesia ES, y a lo que puede o no puede hacer: que no puede hacer lo que le dé la gana. Tampoco un Papa, por muy Papa que sea. Mucho menos los “teólogos” y/o asimilados.
Y vamos al artículo (pág. 5; ABC, 8-IV-2021).
Küng no es un “falso hereje”, como lo titula Camacho: es un HEREJE, simpliciter, apartado de la enseñanza católica por la Iglesia, que NUNCA hace estas cosas porque sí; al contrario: las estudia muy detenidamente, y habla reiteradamente con el interesado en un DIÁLOGO -sí, diálogo-, donde se busca delimitar lo que sí es católico y lo que no.
Si no hay acuerdo, se advierte al autor para estudie más detenidamente las cosas y, si es el caso, rectifique. Si lo ve claro, que vuelva a exponer las razones, caso de que sean “nuevas” a lo ya visto en el diálogo anterior.
Si este no lo hace, y se empecina en sus proclamas, pretendiendo defenderlas además como “lo católico fetén", y que la Iglesia “debe cambiar sí o sí, porque lo digo yo", se le amonesta. Y si no se aviene, se le sanciona según la cualidad de sus ERRORES.
Por cierto: desde hace muchísimos años no se declara “hereje” en la Iglesia Católica ni a los herejes con máster y pedrigrí; aplicándoles, como sería lógico, las sanciones que antes se urgían, se tramitaban y se comunicaban. Ahora NO; como mucho y no en todos los casos, “se les quita la potestad de enseñar como católico": en España hay unos cuantos casos de estos.
Pero como a nadie se le califica ya como tal, ni se dice por tanto públicamente, para bien de la Iglesia -en su Jerarquía y en sus hijos todos-, ya nadie se considera HEREJE… y, claro: siguen en lo suyo.
¡Flaco favor se ha hecho a la Iglesia, a los propios autores y a las almas todas con esta “política"! Bueno: lo dicen y presentan como “pastoral". Prácticamente ninguno ha rectificado, pues les sale gratis; es más: tal como está el patio salen ” súper prestigiados". La columna de Ignacio Camacho es un buen ejemplo. Y cobrando sus buenas perricas, los “prestigiaos” (sic).
Cataloga lo de Küng como “honrada búsqueda intelectual del sentido de la religión en la cultura contemporánea”.
Nada más falso. Y no me refiero a lo de la “cultura contemporánea”, que podría. Sino a lo de “honrada búsqueda intelectual… etc.". No puede ser honrado el que se enroca en sus opiniones; y menos, pretendiendo que sus “opiniones” sean los “nuevos dogmas".
Realmente no sé de dónde se saca estas intencionalidades tan “inocentes” y “honestas” del Hans: igual ha hablado Camacho con él, no sé. O se han carteado. Pero es lo que afirma sin pestañear.
Lo que sí sé es que, cuando un “teólogo” trabaja en su Ciencia correspondiente, para que su labor sea realmente TEOLOGÍA, y propia de un TEÓLOGO, debe hacerse “desde la Fe y para la Fe”. Y por lo mismo, debe hacerse “desde la Iglesia y para la Iglesia, en orden a la Salvación de las almas y a la Gloria de Dios". Ni es un deporte de competición, ni es escribir una novela, ni es dar “opiniones", ni es vivir del cuento, ni es echarse al monte…
Es sacar de la Revelación -Palabra de Dios, no “de teólogo"-, LUZ para el entendimiento y FUERZA para la voluntad, en orden a la personal CONVERSIÓN que engendra la personal SALVACIÓN, como consecuencia de la lucha, personal también, por ser SANTO.
En caso contrario, ya ni es ni hace de “teólogo", sino de “científico” -en el mejor de los casos, y por decir algo-, de las cosas de que trata la Religión y la Teología; que, por supuesto, pueden ser tratadas por otras disciplinas y desde otros puntos de vista: otra cosa es lo que aporten a la Fe; pero lo hace “desde fuera de la Teología", no desde dentro.
Y, como demuestra la experiencia de milenios, cuando se hacen las cosas “desde fuera” y tantas veces “para fuera” - vamos: “para la galería"; porque los aplausos siempre encandilan, además de las perricas-, uno mismo “acaba también fuera".
El mismo Camacho no duda en catalogarlo como “teólogo DISIDENTE”, subrayando que “era demasiado soberbio para asumir acatamientos"; palabras que, además de definir perfectamente al Küng en lo que era y hacía, y en cómo era personalmente, enmarca la entrevista que el papa Benedicto quiso tener -y consiguió tener, en un gesto de humildad que le honra-, con el tal sujeto, buscando una vez más, ¡desde la Iglesia!, “traerlo de vuelta": ayudarle a hacer de “hijo pródigo"; una figura que a los católicos siempre nos anima, nos convence y nos enamora: es Dios mismo quien nos da ESPERANZA y AMOR.
Küng, ni apreció el gesto: “se dejó” entrevistar, porque negarse lo hubiera dejado en muy mal lugar; pero ni quiso darse por enterado.
Por cierto, y para que lo sepa Camacho, la SOBERBIA es pecado; es más: en todo pecado hay soberbia porque procede de la soberbia y la engorda siempre. Nada que ver con “lo católico": la Fe, virtud teologal infundida por Dios es, desde uno, “la humildad de la Razón”. Y la Teología y la labor de los teólogos que se precian, también.
Camacho, fiel al título aunque no se sostenga, lo sigue alabando: “Era desde luego un reformista pero no cabe duda de su compromiso con la fe cristiana”. ¿? ¡Asombroso! ¡No se puede uno contradecir más profunda y radicalmente!
¿Se puede ser “disidente", “reformista", “soberbio", “heterodoxo" -pone en solfa la misma infalibidad del Papa, entre otras cosas-, “progresista” -las expresiones las tomo del artículo-, y estar a la vez “absolutamente comprometido con la fe cristiana”? ¡Es que “no cabe duda”! Pero hombre, Camacho: “te has `pasao´ varios pueblos".
Es una auténtica contradictio in terminis: o sea, ¡el mundo al revés! ¡Y “lo católico” por montera! Pero dice muy poco de la calidad intelectual y moral de quien se expresa de esta manera. Hablo desde el punto de vista católico. Si lo que hace Camacho es una “redacción” para un concurso, sin ánimo de “dar criterio” en las páginas de opinión del ABC, no he dicho nada.
¿Cómo puede estar comprometido “con la Fe cristiana” una persona -"teólogo” se dice: será con los budistas-, que ataca la Doctrina de la Iglesia sobre el respeto a la vida, sobre la Constitución de la Iglesia Católica, sobre puntos esenciales de la Doctrina… y, ¡cómo no!: pretendiendo echar abajo, como primera providencia, la doctrina sobre la sexualidad. Por poner unos ejemplitos, de libro.
Una pregunta: ¿por qué a todos estos de la progrez eclesial, en activo o fuera, les da siempre -¡pero es que a todos, oyes!- por lo de la cintura para abajo? Por cierto: en la civil sucede lo mismo.
Es como pretender catalogar “de religión” y de “religión católica", las páginas de RD que el Vidal, “veneno mortal", ensucia día sí y día también machacando a la Iglesia y a todos sus hijos, con especial preferencia si pertenecen a la Jerarquía… y no están a sus órdenes.
Pero es que además, Camacho, pretendes explicar lo que no tiene explicación; o mejor: están muy bien explicadas en esas palabras tuyas que acabo de recoger; porque tú mismo rematas la jugada: “se deslizó a menudo por una suficiencia temeraria ["el que juega con fuego, se quema", dice el refrán], una iluminación carismática [de los “iluminados” salen todas las herejías: no falla; lo de carismático, ni lo comento] que lo aproximaba a la rebeldía luterana”. ¡O sea: hereje, a lo Lutero! “¡Blanco y en botella!
Y llegas al punto álgido, cuando añades: “hasta entrar en conflicto con la autoridad jerárquica”. Lógico: ¿pretendía otra cosa el Hans?. Y él lo sabía perfectamente: el único problema fue lo que se tardó en retirarle su licencia de enseñar. Pues, como también apuntas, fue al encontronazo; incluso señalas: “parecía cómodo con su fama de heterodoxo”. Tan “cómodo” que vivía de eso.
No es mi caso: yo me debo única y exclusivamente a Dios y, por tanto, a su Iglesia y a las almas todas, empezando por las que quieren vivir conforme a Él y a la Fe que nos ha dado. Otra cosa es lo que pueda conseguir: pero lo intento, creanme. Por eso escribo con la libertad que Dios me ha dado. Y su Verdad.
En la Iglesia, lo vengo diciendo desde hace años, hace falta un esfuerzo intelectual-teológico y moral muy serio, COMPROMETIDO con la Fe, y al SERVICIO de la Salvación que Cristo nos trae. Lo que llevamos viviendo y sufriendo desde hace sesenta años en la Iglesia -en loor de una “pseudopastoral” emancipada de la Teología y alejada de la Doctrina, incluso de la Palabra de Dios más rotunda-, no aguanta así mucho más: está hecha unos zorros: “Todo patas arriba", señalo. Y cada día peor.
Y claro: se acaba alabando a H. Küng, como si hubiese muerto todo un héroe: ¡un inocente cervatillo perseguido y triturado por la maquinaria opresora, acusadora y humilladora! “¡Para qué quieres más, Juana!". Y no me refiero ahora solo a Ignacio Camacho, que también.
Y se pontifica de lo que se ignora; o se pontifica porque se ignora; o porque se quiere hacer daño, o para parecer lo que no se es, pero queda bien ante la progrez, civil y eclesial. El caso es “aparecer"; y “cuanto más al otro lado", mejor.
Pero siempre tendremos al Señor, que nos pone delante de la REALIDAD que SALVA. El tiempo de Pascua es precisamente el canto, hecho fervor, piedad y liturgia -desde la Fe-, de esta Salvación que Cristo nos trae gratuitamente: no en vano, la Resurreccion del Señor es el fundamento de nuestra Fe. Sabiendo que: el que crea se salvará, el que no crea se condenará. Así son, y así están las cosas, se crea o no en ellas.
Y para creer hace falta, como primera premisa, esa “humildad de la razón” que citábamos antes, que coloca a Dios y su Palabra muy por encima de todo lo que podemos llegar a “elucubrar” por nuestra cuenta: siempre la Verdad de su Revelacion estará en el lugar que le corresponde: el primero.
Y esta “humildad", ha de ser tanto a nivel personal como a nivel colectivo, de la propia Iglesia: que debe “volver en sí” -hacer también de hijo pródigo, desde y con su Jerarquía-, y, tras reconocer de dónde viene y para qué está, debe desandar el camino; y, compungida y humilde, volver “a la casa del Padre", de donde no debió irse -"salir", llaman ahora- NUNCA.
Si Ignacio Camacho es católico, y quiere ir de católico, con este artículo va más de “católico a lo Biden” que de otra cosa: o sea, que no sabe de qué va la fiesta; o sí, y por eso escribe lo que escribe. Si no es católico, o no lo pretende, se explica todo mucho mejor.
Pero, escribir bien, incluso brillantemente, no significa acertar. Mucho menos alcanzar y servir a la Verdad que nos salva. Ni siquiera a la verdad, con minúscula, que también nos ayuda a ser libres. Y salva también mucho, aunque en otro orden de cosas.
24 comentarios
Ignacio Camacho, como discípulo de hereje que es, hereje es.
Mejor le sería que se hiciese Testigo de Jehová antes que corromper más los bautizados en Cristo que han leído su burrada y se sienten alimentados con ella.
«Y cobrando sus buenas perricas, los “prestigiaos” (sic)»,
«No puede ser honrado el que se enroca en sus opiniones»,
« del Hans»,
«Ni es un deporte de competición, ni es escribir una novela, ni es dar “opiniones", ni es vivir del cuento, ni es echarse al monte…»,
« - vamos: “para la galería"; porque los aplausos siempre encandilan, además de las perricas-»,
«con el tal sujeto»,
«Küng, ni apreció el gesto: “se dejó” entrevistar, porque negarse lo hubiera dejado en muy mal lugar; pero ni quiso darse por enterado»,
«Por cierto, y para que lo sepa Camacho, la SOBERBIA es pecado»,
«Pero hombre, Camacho: “te has `pasao´ varios pueblos"»,
«Pero dice muy poco de la calidad intelectual y moral de quien se expresa de esta manera»,
«Si lo que hace Camacho es una “redacción” para un concurso»,
«Una pregunta: ¿por qué a todos estos de la progrez eclesial, en activo o fuera, les da siempre -¡pero es que a todos, oyes!- por lo de la cintura para abajo? Por cierto: en la civil sucede lo mismo», (ha pensado que tal vez la obsesion sea suya)
«que el Vidal, “veneno mortal", ensucia día sí y día también machacando a la Iglesia y a sus todos sus hijos, con preferencia si pertenecen a la Jerarquía… y no están a sus órdenes.»,
«lo de carismático, ni lo comento] que lo aproximaba a la rebeldía luterana”. ¡O sea: hereje, a lo Lutero! “¡Blanco y en botella!»,
«Y llegas al punto álgido» (por favor busque álgido en el diccionario y rectifique que es filólogo).
Y ya me he cansado y no sigo porque toda el artículo es igual. Menudo nivel y menuda manifestación de caridad para un sacerdote católico
Creo q para hablar d caridad, o del tema q sea, primero hay q saber d q' va eso. Incluso saber lo q es un sacerdote católico.
Hay que distinguir claramente la diferencia entre el trato de recuperación de alguien que se ha ido equivocado y queremos que se salve y se reconcilie -ojalá haya sido así- de mantenerse obstinadamente en una postura que el Canon 751 define "Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma" tomando su posta como un legado doctrinal válido porque la advertencia de Roma no solamente es subjetiva es también objetiva y obligatoria para quienes quieran mantenerse dentro de la Iglesia de Cristo.
Küng un sacerdote ordenado católico desde un escritorio sostuvo por escrito algunas cosas que fueron cuestionadas severamente por Pablo VI y Juan Pablo (me permito recordar a SS Pablo VI porque es el Papa del Concilio Vaticano II donde Küng tuvo participación), ya en 1975 la DOCTRINA DE LA FE observó 2 obras H. KÜNG donde negaba el Dogma de la Infalibilidad y tenía la opinión sugerida por Küng (libro La Iglesia) según la cual la Eucaristía puede ser consagrada válidamente, al menos en casos de necesidad, por los bautizados que no tienen el orden sacerdotal, temas que para el Palacio del Santo Oficio tampoco puede armonizarse con la doctrina de los Concilios Lateranense IV y Vaticano II, además en 1979 (SS Juan Pablo II) DOCTRINA DE LA FE agregó que en la doctrina de Küng se encuentran también opiniones en detrimento sin duda de varios puntos esenciales de la fe católica (por ejemplo, los relativos a la consustancialidad de Cristo con el Padre y a la Santísima Virgen María), ya que se les atribuye un significado diverso del que les dio y les da la Iglesia y por lo que concluyó que no puede ser considerado como teólogo católico y que no puede ejercer como tal el oficio de enseñar.
No sé qué entenderás por "pensador racionalista" y además con sentido positivo y encomiable. Personalmente, no me parece que arramblar con toda la Doctrina Católica se pueda alabar como "pensador racionalista no religioso".
Qué pedante eres, muchachote. Menos mal que eres listísimo y te lo disculpamos.
Hans Kung, ex-católico y anticatólico, no se desmarcó nunca de la Iglesia porque fuera de ella sería un don nadie, un enano intelectual y aburrido no escuchado por nadie. Pero "sin irse de la Iglesia" le fue útil a todos los medios enemigos de la Iglesia y de esto vivió este endoparásito. Peor que un ciego o un paralítico espiritual en camilla sin amigos que lo descolgasen por un tejado, era un muerto y piedra de escándalo.
¿Cómo un teólogo puede estar iluminado por el Espíritu Santo, Fuente de Luz, si ataca a la Iglesia que anima?
La fe es asomarse a un abismo desconocido agarrándose a la barandilla de la doctrina para no caer. Algunos se atreven a hacer “puenting” la emocionante experiencia les atrae porque creen estar en brazos de Dios y no sujetos por un arnés... El asunto es que los místicos son lanzados a lo profundo por el Señor que les lleva pero no les suelta, mientras que los teólogos van en busca de conocimientos, a pesar del vértigo y lo insondable, para ayudarse y ayudar en la fe. Pueden estrellarse, emocionarse con las vivencias, aprender sobre lo insondable, ver sobre lo divino y lo humano, lo espiritual y lo intelectual ...Pueden argumentar sus teorías y aprendizajes para enseñar , unos abrirán caminos de pensamiento y conocimiento y otros se equivocarán, pero el ser humano se asoma al misterio para conocerlo para bien no para peor. Por esto Dios nos comunica un Espíritu de verdad. El que el espíritu de la mentira haga juego sucio forma parte del plan, por eso tenemos que orar mucho y unos por otros para que la Luz anule las tinieblas. Orar y tener Caridad entre todos con todos, porque buenos y malos dependemos de Dios. Hans Küng , Jonás, todos estamos controlados por Dios para llevar a cabo un plan de salvación, cada cual se juzgue a sí mismo, se atenga a todos los mandamientos con santo temor...
Me parece que la expresión que utilizas -todos estamos "controlados" por Dios...-, oscurece más que ilumina: Dios no nos "controla", en el sentido que tiene en el lenguaje ordinario, sino todo lo contrario: Dios nos "hace libres", libérrimos; por eso puede decirnos: "el que crea se salvará, el que no crea se condenará". Si "nos controlase", todos se salvarían. Y no es así como van las cosas.
Por cierto, creo que Camacho y Herrera estan divorciados ambos y de nuevo juntamento. Eso aclara todo más que cualquier otra cosa
Por cierto, no olviden la X, COPE y 13tv, la que titulaba "polemico mitin de Abascal en Vallecas", se lo agradecerán
Gracias infinitas Padre José Luis.
Su artículo no tiene desperdicio.
Hay que leerlo a la luz de la verdad y de la salvación de las almas.....
Gracias Padre.
Le agradezco su corrección y explicación. Lo que pretendía decir es que Dios tiene cuidado de nosotros, nos da completa libertad, pero estamos necesitados de su ayuda, así que está pendiente de nosotros con amor para asistirnos en nuestras dificultades...
Nos ayuda mucho con sus aclaraciones y enseñanzas. Gracias.
Me explico. Parece ser que por sus posiciones fue retirado de la cátedra de enseñanza católica en la universidad. (¿en 1979, creo?).
Sin embargo, en los comentarios de bastantes medios de comunicación católicos, digitales, de papel y de radio, casi todo han sido elogios, parabienes y reconocimientos, incluídos los de algún profesor de facultad de teología. Aunque tengo algunos libros suyos, como no los he leído del todo, no voy a opinar sobre su pensamiento. Pero me da que pensar esto.
¿No serían muchas de sus intuiciones, planteamientos, posiciones teológicas, etc, compartidas por muchos creyentes incluso del mundo intelectual y docente? ¿qué está pasando entonces?
Ya digo que el asunto da que pensar.
Eso solo significa que el patio está como está: todo patas arriba, y hecho una pocilga, en relación a "lo católico" y a lo que la Revelación -Palabra de Dios-, y la Doctrina -Palabra de la Iglesia-, también Palabra de Dios: "Lo que atares en la tierra, quedará atado en el Cielo".
Pretender poner en marcha un "da qué pensar", para cuestionar a la Iglesia, su Fe y su Doctrina... pues como que NO.
Lo que piensen muchos o pocos, igual no tiene nada que ver con la realidad. Puede ser "fake" perfectamente.
2. El viento, hoy día, es para muchos nuestro ego.
3. ¿Cuando nos mueve el viento del Espíritu Santo? Juan 3,8-21.
4. Dios nos ha hecho racionales para buscar Verdad, Bien y Belleza. Ese es el único terreno de la libertad humana en relación personal con Dios.
5. La Fe católica no es sólo una virtud teologal infundida por Dios, algo privativo, pues de serlo no existirían los herejes y el periodista desnortado tendría razón en su artículo: ¿por qué? Porque Dios sería injusto por dar la Fe a unos si y a otros no. De hecho es blasfemo quien diga eso de Dios. Y el señor Hans Küng, en línea más con Judas que con el Señor Jesús, aunque Él es el único Justo Juez, y el señor Camacho podrían alegar que la Fe infundida no la entiende su razón, y han irracionalizado su discurso desde su "libertad" en la Mentira, el Mal y la Fealdad.
6. No se es Cristóforo si el viento del fuero interno sopla en la dirección del pecado: atacar a la Doctrina de la Iglesia sobre el respeto a la vida, sobre la Constitución de la Iglesia Católica, sobre puntos esenciales de la Doctrina… y, ¡cómo no!: pretendiendo echar abajo, como primera providencia, la doctrina sobre la sexualidad. El maligno ataca siempre con la sexualidad porque después de la religión viene el sexo en nuestro ser humano.
7. La Razón en el qué (física), en el por qué (metafísica) y en el para qué (teología). La humildad de la Razón se da cuando el oído oye ayudado por la Gracia, cuando libremente se acepta el Mensaje del Logos de Dios y la apertura de la Razón iluminada por la Fe originaria del Testimonio divino y Tradición Apostólica abre el acto meritorio de la voluntad que se une a la Voluntad del Padre y Dios nuestro (conversión). Y si no se está bautizado, se pide el Bautismo: Fe infundida como virtud teologal para ser santo como Cristo, perfecto como el Padre.
Excelente! Másclaro... agua!
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