¡¡¡Monseñor Escribano, por favor...!!!

El flamante neonato para Zaragoza, procedente de Logroño -¡qué caramba!-, se ha estrenado a lo grande: armando ruido: “como un elefante en una cacharrería", según frase hecha.

Se ve que se le ha subido el ascenso; y, como pasa cuando buceas, que has de programar la subida con calma -mejor cuanta más profundidad, pues si no, te “emborrachas"-, le ha debido pasar algo así. Es lo que tiene subir rápidamente a base de no pesar nada…

Me refiero a su rajada sobre el “sacerdocio ¿femenino?” -una contradictio, no ya in terminis, que sería un mero lapsus intelectual, sino una contradictio versus Iesus: contradecir a Jesús mismo-, “arropado” como una “carta” en el bolsillo de la Iglesia, por si acaso…: no vaya a ser que, en un futuro, haya que echar mano de “eso".

O sea: ¡otra vez con las sacerdotas y las obispas a cuestas…! ¡Que ya son ganas de liarla!

Estos jerarcas que se autorreciclan con majaderías -nada católicas; antes al contrario: anticatólicas de libro… herético-, cómo y cuándo les da la gana, como les da el aire, como ¿creen? que “toca": ¡que ya es creer, oigan!…, son motivo de escándalo ante toda la Iglesia, y ante el mundo “normal“; por contra, todos los “anticatólicos” le aplaudirán.

¿Por qué “motivo de escándalo? Muy simple: no es que no acepten lo que Cristo ha establecido, sellado con su Carne y con su Sangre en la Cruz; es que pretenden enmendarle la plana, como si lo que ha establecido no les sirviera, ni a ellos ni, por tanto, a la propia Iglesia. ¡Que ya tiene bemoles, la verdad!

¡A estas alturas, Monseñor! Pero ¿qué le pasa? Se lo pregunto con todos los respetos del mundo.¿Ha dormido mal? ¿Le ha picado el covid? ¡Monseñor, por favor…! ¡Que es usted obispo de la Iglesia Católica! ¿Se le ha olvidado “ese pequeño detalle", casi insignificante quizá, dado el trajín del traslado, unido a las prisas por salir en los papeles?

¿No le servía decir, como Cristo: vamos a rogar al dueño de la mies que envíe operarios a su mies? ¿Las palabras del Señor ya no sirven, o dan dentera ya a estas alturas? ¿Hasta este punto hay que ser “moderno"?

El Breviario, en la segunda de las Lecturas de la feria de hoy [9-X-20], recoge unas palabras de san Vicente de Lerins, presbítero, que, si no la ha leído -no tengo la suficiente familiaridad con usted para saber si lo ha hecho o no-, se la recomiendo. Bueno: nos la recomienda nuestra Madre, la Iglesia Santa, a todos los que tenemos la obligación de rezarlo.

Y le copio, porque, además de no tener desperdicio, le aclaran perfectamente lo que debería ser su posición y su tarea como obispo/arzobispo de la Iglesia Catolíca. Vale también para sacerdotes, religiosos, y demás. Escribe san Vicente:

“¿Es posible que se dé en la Iglesia un progreso en los conocimientos religiosos? Ciertamente que es posible, y la realidad es que este progreso se da. (…)

Pero este progreso solo puede darse con la condición de que se trate de un auténtico progreso en el conocimiento de la Fe, no de un cambio en la misma Fe. Lo propio del progreso es que la misma cosa que progresa crezca y aumente, mientras lo caracterísitco del cambio es que la cosa que se muda se convierta en algo totalmente distinto.

Es conveniente, por tanto, que, a través de todos los tiempos y de todas las edades, crezca y progrese la inteligencia, la ciencia y la sabiduría de cada una de las personas y del conjunto de los hombres, tanto por parte de la Iglesia entera, como por parte de cada uno de sus miembros.

Pero este crecimiento debe seguir su propia naturaleza, es decir, debe estar de acuerdo con las líneas del dogma y debe seguir el dinamismo de una única e idéntica doctrina. (…)

Los miembros de un recién nacido son pequeños, los de un joven están ya desarrollados; pero, con todo, el uno y el otro tienen el mismo número de miembros. Los niños tienen los mismos miembros que los adultos (…), de tal forma que nada llega a ser realidad en el anciano que no se contenga como en germen en el niño.

No hay, pues, duda alguna: la regla legítima de todo progreso y la norma recta de todo crecimiento consiste en que, con el correr de los años, vayan manifestándose en los adultos las diversas perfecciones de cada uno de aquellos miembros que la sabiduría del Creador había ya preformado en el cuerpo del recién nacido.

Porque si aconteciera que un ser humano tomara apariencias distintas a las de su propia especie, sea porque adquiriera mayor número de miembros, sea porque perdiera alguno de ellos, tendríamos que decir que todo el cuerpo perece, o bien que se convierte en un monstruo o, por lo menos, que ha sido gravemente deformado.

Es también esto lo que acontece con los dogmas cristianos: las leyes de su progreso exigen que éstos se consoliden a través de las edades, se desarrollen con el correr de los años y crezcan con el paso del tiempo.

Nuestro mayores sembraron antiguamente, en el campo de la Iglesia, semillas de una fe de trigo; sería ahora grandemente injusto e incongruente que nosotros, sus descendientes, en lugar de la verdad del trigo, legáramos a nuestra posteridad el error de la cizaña.

Al contrario, lo recto y consecuente, para que no discrepen entre sí la raíz y sus frutos, es que de las semillas de una doctrina de trigo recojamos el fruto de un dogma de trigo; así, al contemplar cómo a través de los siglos aquellas primeras semillas han crecido y se han desarrollado, podremos alegrarnos de cosechar el fruto de los primeros trabajos”.

Creo que sobran las explicaciones. Con todo, si alguna parte de lo que nos ha dejado -en herencia católica- san Vicente de Lerins, no se entiende a estas alturas, me ofrezco a explicarle todas sus dudas a todo el que las tenga. 

No puede ser -¡¡no puede ser de ninguna de las maneras!!-, que un miembro de la Jerarquía Católica “se distancie” con esta soltura, rayana en la desfachatez y el desapego de la Doctrina de siempre, al respecto, tanto a nivel teológico como magisterial. Es una burla auténtica a toda la Iglesia Católica. Después de ser un desprecio al mismo Jesucristo. De las almas, ni hablo: pues da la impresión de que ya no les importan siquiera. ¡Y se llaman PASTORES!

Monseñor: si todo lo que podíamos esperar de usted es lo que ha declarado sobre las “sacerdotas",  estamos más que apañados. Porque se ha puesto en evidencia, públicamente y con publicidad; y no solo en Zaragoza, sino ante toda la Iglesia en España.

Pero es que no acaba aquí el escándalo bien profundo que ha procurado, consciente o inconscientemente, con estas declaraciones: sus palabras han llegado a un montón de fieles, no solo de Logroño o de Zaragoza, sino del resto del pais.

Por tanto, si el resto de obispos y demás no dice esta boca es mía, por mor de no se sabe bien qué “sindicalismo de clase", lo que le va a quedar a la buena gente, junto con su profundo y particular sufrimiento, es que lo de la Iglesia es un cachondeo; a la gente menos buena, es que aquí cada uno se lo monta como le da la gana; y a la gente desarraigada de su Fe… se confirmará en su desarraigo.

Por esto, creo que es obligación moral grave de los Pastores legítimos salir al paso de esta rajada, recordar la doctrina y la praxis eclesial y, de este modo, confirmar en la Fe a su fieles. ¡Qué ejemplo nos darían, y cuánto bien nos harían a todos!

Tienen una ocasión de oro para confirmar en la Fe, que es su primera misión; para dar Doctrina, que hace más que falta; para defender a sus ovejas de los mercenarios, profesionales o aficionados; y para salir de la personal modorra, caso de que a alguno le haya entrado.

Si callan, no solo otorgan: apalancan los desatinos, y confirman en la descritianización que estas cosas traen consigo. Necesariamente. ¡Es hora de HABLAR! Y, si hace falta, también de GRITAR. En primer lugar los Pastores, si quieren ser fieles a Cristo, el Buen Pastor.

Rezar, lo doy por descontado.

Mons. Escribano: si tuviese la amabilidad de salir a la palestra y decir sencillamente: “me he  equivocado con mis declaraciones”, se lo agradeceríamos infinito. Nos habría dado, además, un ejemplo de lo que debe ser un obispo, en estos tiempos tan perversamente retorcidos. Crecería ante nuestros ojos, no solo en humanidad, sino también en vida interior. Y, me atrevo a decir con absoluta seguridad: el Señor le aplaudiría también.

Rezamos por usted.

16 comentarios

  
Gece
Muchísimas gracia por este artículo, es realmente consolador.
Y sobre el asunto, cunado menos desconcertante, algo tan elemental.
Que San Braulio nos asista a él y a todos los diocesanos.
11/10/20 3:56 PM
  
Cristián Yáñez Durán
Es admirable su paciencia y perseverancia, Padre. Evidencia de que su gracia de estado opera.
Qué desalentador que un obispo sostenga herejías.
Es asombroso que ni siquiera se detengan ante la única sentencia en que consta que Juan Pablo II habló ex cathedra.
Dios y la Virgen nos den más sacerdotes como usted.
11/10/20 4:35 PM
  
Sam
Conozco a Escribano desde que era solamente mosen y no todavía monseñor. Es muy astuto, y eso en si mismo no es malo pero se puede utilizar mal. Veremos cómo resulta, rezo por él.
11/10/20 4:41 PM
  
Rafa Gomez
La Iglesia no la van a conservar los obispos y el resto de la jerarquía. Además de custodiada por Cristo, se queda en manos de sus "sacerdotes de a pie" y sus fieles. Más que nunca habrá que aprender y dar la doctrina de siempre.
11/10/20 5:26 PM
  
Néstor
Hay que anunciar el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. Para eso se es bautizado, sacerdote y Obispo.

Saludos cordiales.
11/10/20 5:49 PM
  
Millán
Yo creo que lo comentó casi así de pasada y con ironía. Es como si hubiese pensado vaya medios de comunicación preguntando lo mismo y más si es el periódico de la Rioja. Este periódico antes era más serio, procedía del mundo católico con mayúsculas pero desde que está en Vocento le gusta mucho el amarillismo, jugar al falso progresismo y en materia religiosa pues le hace la ola al francisquismo sin saber ni siquiera lo que es.
Más me preocupa que diga que todavía en su antigua Diócesis hay curas de momento para cubrir los pueblos. Le diría que falta mucha disciplina, el no pasar de todo y la falta de gobierno en muchas Diócesis pequeñas como la suya.
No se puede pedir dinamismo si nombramos de curas a no se quién que viene de fuera excardinado de todos los sitios, con pocas ganas de nada y que deje varias parroquias de pueblos arrasada como si fuese un erial y parece ser que sin enterarse de nada.
Reducimos misas, el Covid es excusa para no pegar ni golpe, no nos sentamos a confesar nunca, nos nombran para otro destino y dejamos de decir misa total para qué que por televisión o internet se puede seguir (explícito salido de la boca de un sacerdote de esa diócesis). En vez de la crónica de un cura párroco podemos escribir la crónica de un vago parroquial.
11/10/20 6:43 PM
  
Juan Mariner
Los de arriba piensan casi todos lo mismo que Escribano. Se eligen ellos mismos, por eso vamos como vamos.
11/10/20 8:02 PM
  
Miguel Antonio Barriola
Se reedita la historia y nos encontramos con un nuevo "Pablo - Aberasturi",
que se enfrenta con un mitrado, que en lugar de apacentar a sus ovejas,
hace las veces de "lobo rapaz".
¿Y qué decir de la inmensa mayoría de obispos, sacerdotes y laicos "nibelungos", que siguen empecinados en el derecho de la mujer al sacerdocio? ¿Y nadie sale a aclarar tanta neblina desde otros altos cargos, sino el valiente y siempre esclarecedor P. Aberasturi?
Gracias, por aportes siempre fortalecedores de la fe.




Muchísimas gracias.
11/10/20 10:45 PM
  
Tony de New York
Y la DUDA y CONFUSION, siguen siendo PROMOVIDA por los obispos.
12/10/20 1:38 PM
  
Javier Paredes
Ante el gravísimo escándalo de este obispo, como parte de la Iglesia que somos no podemos permanecer callados. Hace usted muy bien en exigir al obispo de Zaragoza que rectifique y en pedir al resto de los obispos españoles que hablen. Me uno a su solicitud. Ha llegado el momento de poner pie en pared.
12/10/20 1:42 PM
  
maru
Muchas gracias por esta aclaración P. Aberasturi. A veces, ya no sé que religión aprendí, aprendo y profeso. Unos dicen una cosa, otros otra, otros omiten proclamar el evangelio en su totalidad, debido a la misericorditis existentes, a que todos nos vamos a salvar, a que no.hay ni existe infierno, etc etc. En el evsngelio de ayer, para mí es muy importante la última parte, cuando el dueño de la casa, ve que hay un invitado que no lleva el traje de fiesta, pues me quedé de piedra, cuando en la misa del sábado, vispera del domingo, el sacerdote omitió leer esta parte y ayer, domingo, en otra parroquia, sucedió lo.mismo. Ambos terminaron cuando el evangelio dice que ''la sala se llenó de comensales'', y así lo indica, no el leccionario ni el evangeliario, pero sí el evangelio 2.020, de la editorial Edibesa, que tiene ''licencia eclesiástica'', pero como hay quien no quiere hablar de infierno, de cruz etc.etc. , dejan las palabras de los evangelios a medias. La eucaristia es unbanquete y nada más, no hablan para nada de la muerte y resurrección de Cristo. Una verdadera pena y vergüenza. Por cierto, hoy hay otro ''alemán'', que dice lo mismo que el susodicho de Zaragoza. Cada dia estoy más perpleja!! Bendito sea Dios que aún quedan sacerdotes fieles a Cristo, pero cada vez quedan menos y abundan los que están con el mundo.
12/10/20 3:31 PM
  
Perplejo
Gracias, P. Aberasturi. Es usted valiente. Su articulo hacia falta, máxime ante la postura de los obispos hermanos de monseñor Escribano, de no abrir la boca en este y en otros temas que tanto confunden a los catolivos de a pie. Rezo por usted
12/10/20 5:35 PM
  
Carmen L
Creo que al obispo, en mención, le ha faltado soltura, podría, de ser más canchero, como dicen en Argentina, salir con una repuesta sin responder, por ejemplo, "me preguntas mi opinión acerca de mujeres en el sacerdocio, pero mi opinión es la misma que tiene la Iglesia". Salir del paso, no enrollarse innecesariamente. O contestar con sus prioridades, o como bien ha puesto, don José Luis, oremos todos al dueño de la mira, y ahí mismo hacerles decir a todos los periodistas un Padre Nuestro por esa intención. Ya lo digo, falta cancha. Y tenerse un ayudante con tarjetas, con el Padre Nuestro impreso, y decir, he observado que entre ustedes, muchos no se lo saben, y luego introducir a un par de diáconos a repartir las tarjetitas, tantas cosas que podría hacer para salir airoso de ese tipo de preguntas. Ya di algunas ideas, no cobro por ellas.




¡Has estado magnífica, Carmen!
12/10/20 5:42 PM
  
carlos
Y yo me pregunto, ¿ quién ha nombrado a este monseñor , que sabe perfectamente lo que dice , y cuándo y como tiene que decirlo, para seguir atacando a nuestra Santa Madre iglesia Católica?.

Como todos sabemos quien le ha nombrado, prefiero callar, y que cada persona deduzca lo que estime pertinente.
12/10/20 11:41 PM
  
_canali
Mejor: Contradictio versus Iesum.
13/10/20 8:49 AM
  
Dolores
La boca habla de lo que piensa. NO TIENE FE. No hay que darle más vueltas al asunto
16/10/20 2:43 AM

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