Y Omella también ha hablado. Bueno, escrito
Tras la declaración oficial del Portavoz, ha aparecido en La Vanguardia (21-IV-20), la declaración oficial del Presidente de la CEE, Omella. Por supuesto, en la misma línea de la oficialidad imperante, por lo civil y por lo eclesiástico. Tampoco se podía esperar mucho más. El que esperase algo, claro…
Estos dos comunicados en dos días seguidos, significan algo, qué duda cabe. Y voy a intentar entrar ahí, aunque solo sea por “alusiones": bien que no se me cita nominalmente, por supuesto. Pero, como he sido uno de esos a los que el sr. cardenal descalifica, al ser autor de “algunos artículos en los que se critica duramente” el cierre de templos, ahí voy.
En primer lugar aclaro que, por mi parte: NUNCA he criticado a los “sacerdotes que no han abierto los templos", como señala el sr. cardenal en su articulito de LV. NUNCA es NUNCA. Por una razón de peso: ellos no han tomado esa iniciativa: se les ha impuesto. Estoy convencido de que a ningún sacerdote español se le habría pasado por la cabeza semejante medida. Se les ha impuesto desde la cúpula de sus Diócesis.
Y como no creo que el sr. cardenal haya tenido un lapsus: él sabe perfectamente contra quiénes hemos alzado la voz; habrá que entenderlo como un “no darse por aludido", ni él ni ninguno de los responsable que han seguido la propuesta de cierre empresarial, pretendiendo o escondiéndose tras los sacerdotes diocesanos, a los que nadie ha criticado, que yo sepa. Por algo será. Y lo es.
Por tanto, ninguno de los que hemos criticado la medida -inaudita, inesperada, inmisericorde, injusta y sin ninguna justificación, antieclesial, antipastoral e inmoral- hemos roto la “comunión sacerdotal” al hacerlo, como acusa falsamente el buen cardenal.
Por cierto: famosísimo “concepto” el tal “comunión sacerdotal", al que se acude cuando conviene: cuando un sacerdote o religioso va por libre o “se echa al monte” rompiendo, a modo y conciencia, la “comunión sacerdotal", no he oído a ningún obispo denunciar nada de eso.
Ni siquiera hemos roto la “comunión con los obispos", pues lo que hemos intentado es servirles en bandeja “otra forma, plenamente coherente con nuestro ser Iglesia Católica” de hacer las cosas; a esos mismos obispos a los que nos debemos, por supuesto. Lo mismo que ellos a nosotros, como mínimo. No hemos pretendido nada más. Al menos, en lo que a mí respecta.
Por este motivo, mis artículos han ido siempre contra quienes han dado la orden y en ella se han reafirmado, pues tienen toda la responsabilidad. En exclusiva. A la vez, siempre he alabado a los Obispos que no habían actuado de esa manera, plenamente coherentes con su ser cabeza de la Iglesia Católica en su Diócesis, o “Iglesia local". [Expresión que deploro, por cierto, porque me parece que oculta más que explica: empequeñece, más que engrandece]
Por supuesto, deploro también “el dolor y perplejidad” -según expresión presidencial- que les haya podido causar: faltaría más; porque no era mi intención. Con todo, ya se sabe que para “curar” hay que limpiar las heridas, y eso escuece. Pero no hay más remedio si lo que se pretende es sanar.
También el cerrojazo de las parroquias ha causado muchísimo dolor; y, supongo, en muchísima más gente: obispos no hay tantos. Supongo que son conscientes de ello. Y un dolor de los más profundos, pues nace del núcleo de su más grande y viva unión con Dios: la unión Sacramental: sin Sacramentos no puede haber, y no hay, unión con Él. Esta es la unión más fuerte, porque no es humana: no viene de nosotros hacia Él, sino de Él hacia todos nosotros, Así nos asocia a Él: con los Sacramentos, nos hace y nos eleva a miembros de su misma familia divina: “a esa familia pertenecemos". ¿Se les ha olvidado a estas alturas?
Así me lo han declarado tantos y tantos: ¡es que he visto llorar a más de uno! Y esta es la mejor gente, por supuesto, aclesialmente hablando.
Sigue diciendo el buen cardenal: “no es tiempo de críticas". ¡Anda: igualico que el otro presi, el civil! ¿Cómo que no? Siempre es tiempo de críticas. No en cuanto a criticar por criticar, que no lo digo por eso. Sino que, como Pedro y los demás Apóstoles, non possumus non loqui… “no podemos dejar de hablar…" del Señor, de la Iglesia, de su Doctrina, de su Revelación, del Evangelio, de la Gracia, del pecado, de la Salvación, de la Muerte, del Cielo, del Infierno y del Purgatorio…, se queje el que se queje. Como dicen en Aragón y lo entenderá muy bien el sr. cardenal: “el que se pica, ajos come”.
Y añade: “la actividad y el servicio espiritual no han cesado gracias a las nuevas tecnologías". O sea que, después de dejar al personal sin Misa y sin Sacramentos -no hay servicio espiritual ni mayor ni al margen de este para un Sacerdote; de los obispos ya no oso asegurar nada-, porque NADA puede sustituirlos en el alma de los fieles: el mayor don de la Gracia, pues son sus divinos canales. Nada de esto, subraya, “ha cesado gracias a las nuevas tecnologías” ‘Toma nísperos, Ramona!
O sea, y para entenderme y entendernos. ¿Una Misa en TV es lo mismo que una Misa in situ? ¿Se puede comulgar por internet? ¿Y confesar por videoconferencia, como afirma su colega portugués? ¿Y Bautizar por ZOOM?
¿Pero de qué estamos hablando? ¿Y desde dónde se habla? ¿Y qué se pretende diciendo estas cosas? ¿Justificar lo injustificable? ¿Vendarse la herida -¡falsa!- del “dolor y perplejidad"?¿Vendernos, con el mismo desparpajo de un políticucho cualquiera, la burra matada?
Les han debido llover tal cantidad de críticas, a estos buenos jerarcas que nos (DES)gobiernan en la Iglesia de España, que ya empiezan hasta a pedir perdón -Omella lo hace-, por si acaso se han equivocado; o por una pizca de educacion ciudadana, que aún les debe quedar, parece…
Incluso ya empiezan a hablar de que “iniciaremos una nueva etapa de progresiva apertura [igual que el Gobierno civil: van “agarradicos"] (…) de dejar abiertos los templos… para que quien lo desee pueda entrar a rezar, a hablar con un sacerdote o recibir el sacramento de la confesión (…)". Nada de Misas, por supuesto, que de eso ni se sabe: ni se lo han debido plantear siquiera. Están a la espera de lo que vaya diciendo y haciendo el bienhechor tandem Sánchez-Iglesias.
¿Y había que prohibir todo esto, a rajatabla, sin otra consideración que “el bicho” desde hace ya más de un mes? Pero, sin prisa alguna: que nadie se emocione: todo se va a desarrollar en un “lento camino hacia la normalidad"… ¡Clavao con el Sánchez!
Y remata con dos perlitas, que no me resisto a recoger… y “criticar” -con permiso-, en comunión, espíritu constructivo y afán de servicio sacerdotal y espiritual.
La primera: “No estamos solos. Dios nos acompaña". Seguramente, y convencidos totalmente de eso, han cerrado la mayor parte de las iglesias: es que no necesitamos ya ni el Sagrario: todo por internet.
Y remata en la misma línea: “el Señor nos invita a hacer de este mundo una anticipación del mundo que nos espera": Eso sí: de momento, sin Sacramentos siquiera. ¡A pelo! [perdón por la expresión]. ¿Habrá Dios en ese mundo futuro? Para la “nueva iglesia", que ya está en marcha, pues se está demoliendo sillar tras sillar de la “de siempre", Dios sobra incluso aquí. Del allí, ni se lo plantean.
Por si alguien tiene alguna duda, he escuchado, en la COPE, las declaraciones de un sacerdote, religioso por más señas, que está acudiendo a reforzar la atención [supuestamente: luego lo explico] sacerdotal en un hospital para los enfermos del “bicho". Y se ha explayado en sus funciones allí, adonde acude dos días por semana: TODAS sus palabras, todas y cada una de ellas, las podía haber dicho, tal cual, un asistente social o un psicólogo…, y hubiese estado perfectamente a la altura de su especialidad y función.
En esto ha quedado ser “sacerdote” y “religioso” en la “nueva iglesia": que se está instalando, sí o sí. Como se han instalado sí o sí las “democracias liberales totalitarias” en Occidente. O sea: marxistas. Con marxismo, por supuesto. ¡Que se lo pregunten a Sánchez! Y a nosotros, que padecemos las consecuencias -nos mojamos porque “nos mojan"-, aunque digamos que “llueve".
En la segunda perlita, nos anima a "reconstruir Europa tras las dos grandes Guerras Mundiales". Aquí reconozco que me he perdido totalmente. No pillo la “parábola". Pero, ¿a q’ viene esto? ¿Acudir a estas alturas a las 2 GM? Como no explica más, no sé por dónde pueden ir los tiros. Supongo que él lo sabrá. O no.
Hermosa declaración del sr. cardenal. Espiritual, intensa, motivada, pastoral, teológica, doctrinal, positiva y esperanzada… Lo dejo aquí, porque cualquier cosa que dijera siempre sería poco.
Amén.
35 comentarios
Primero, agradecerle sus artículos, para mi han sido foco de luz, estoy "hasta el gorro" de que se me quiera vender una burra, que ni quiero, ni necesito, es decir, seguir sin recibir los sacramentos y sin poder asistir a la Sra Misa de manera presencial.
Quiero decir con esto, que como así seguí los oficios de Semana Santa, por internet, esto ya se pasa de castaño oscuro. La "gestión civil" es nefasta. Posiblemente salgamos a la calle sin saber la realidad epidemiologica a día de hoy. Una ruleta rusa. Además sin medios de prevención y sin unas mínimas seguridades científicas.
Esto va a suceder tb en nuestras iglesias. Es decir, la seguridad no la tenemos, ni antes, ni ahora, ni posiblemente el próximo otoño e invierno. Que medidas piensan implementar?, hablo de las humanas, de las sanitarias.
Se va a seguir con estas medidas?me parece demencial.En casa. Se sale por el pan, por el vicio (tabaco), por la necesidad física (perros y niños), por la económica (trabajo, ayer hasta los jardineros estaban a ello), y Dios?.... Rey y Señor de todo lo creado, en una pantalla. Que hay quien llora. No me extraña
Hoy la primera lectura de la Misa deberíamos de meditarlo y sacar consecuencias.
Yo sirvo a Dios con mi cabeza, mi corazón y mi voluntad. Traducido:con las medidas pertinentes sanitarias, con la fe en su Providencia y con el culto que El tuvo a bien darnos, y con mi libertad.
Asistimos a un total disparate. Encierro como medida, que no se puede mantener en el tiempo, el "sucedáneo" de la TV, y, siento decirlo, la negación de no poder recibir las gracias, que vienen por los conductos que Cristo estableció.
Deberíamos, como decía, meditar la primera lectura de hoy en misa. Dios es el mismo ayer, hoy y mañana.
Termino:
Humildemente les pido a nuestros pastores que pongan los medios para normalizar nuestra vida espiritual.
De nuevo :gracias.
Y los mercaderes, como buenos funcionarios de la mutltinacional vaticana, que no de la Iglesia, gruñen cuando los buenos pastores o fieles o alguien dice las verdades del barquero.
Parecen políticos más que pastores.
Yo no soy ni el más creyente ni el más santo pero creo que tiempo ha un tipo de Nazaret se preguntaba si quedaría fé a su regreso. Muchos Obispos, Cardenales, Jesuitas y demás funcionarios vaticanos deberían hacerse esa pregunta delante del espejo.
PD: Padre, si no le gusta el tono de mi respuesta no la publique. Entiendo que no es la más calmada ni la más educada.
Vi las desastrosas consecuencias de esta falsa iglesia que se extendía por todas partes. Había herejías de todo tipo en la ciudad [de Roma] . Los clérigos de esta ciudad eran cada vez más tibios, grandes tinieblas la envolvían… Entonces la visión me hizo contemplar lo que iba a pasar en otras partes. Comunidades católicas enteras eran oprimidas, acosadas, confinadas y privadas de su libertad. Muchas iglesias acabaron estando cerradas, por todas partes grandes sufrimientos, guerras y derramamiento de sangre. Una turba salvaje e ignorante se entregó a actos violentos. Pero esto no duró mucho tiempo. ” (13 mayo 1820)
Con mi oración Padre Aberasturi y mi filial afecto.
Les han escrito. Y s les han quejado.
Pero, como he sido uno de esos a los que el sr. cardenal descalifica, al ser autor de “algunos artículos en los que se critica duramente” el cierre de templos, ahí voy.Pues esa descalificación es honra para usted; su recompensa es grande en el Reino de los Cielos. Hay que agradecer a Dios que nos ha dado un sacerdote de su parresía y que el Señor le de fuerzas para que continúe no callando, aun si su voz llegara a ser solo la de uno que clama en el desierto (aquí en Argentina, en materia de culto estamos igual o peor que España). Dios lo siga bendiciendo.
Siento desengañarle, D. Juan Luis, pero vivo en una Diócesis (Cádiz) en la que el Obispo dispuso que se mantuviera el culto público, a pesar de lo cual no pocos sacerdotes optaron por cerrar los templos o reducir el culto a la mínima expresión. Y lo peor es que el Obispo no ha tomado ninguna medida por la desobediencia.
Pase lo que pase, digan lo que digan, usted y los que como usted piensan no están solos. Nos encontraremos en la catacumbas.
Si leemos o escuchamos a otra persona sentimos resonancia.
Hoy los creyentes católicos queremos escuchar que será posible recuperar nuestro hogar amplificado el templo donde mora el Señor.
Y la realidad que se presenta ante nuestros ojos es que de momento no va a ser así.
Los templos se pueden abrir para más fieles más adelante; pero los mayores tendrán q seguir en sus casas y arbitrar como llegar los Sacramentos.
Toda protección es necesaria para sacerdotes si tb acuden a los hogares.
Mientras debemos vivir en las virtudes de Fe esperanza y Amor.
El Señor nos ha dicho. El cielo y la Tierra pasarán; pero mis palabras no pasarán.
Mantenernos en su Persona Divina y en su Palabra meditando la SEscritura e invocarlo por su Sagrado Nombre lleno de Espíritu Santo Divino y El nos irá revelando lo que cada uno desde su misión debe hacer.
Es tiempo que El nos sondee y veamos nuestros errores y como hemos vivido.
Está experiencia vital y existencial debe marcar un gran cambio.
Es tiempo de orar por los que partieron; por los que hoy trabajan a todos los niveles para dar de comer y salvar nuestras vidas.
Por los sacerdotes ministros del Señor que expusieron su vida y debemos tener un día la Iglesia en nuestras calles portando a nuestro Salvador Yahshua Invoquemos su venida su presencia ;Su Parusía.
Gracias Padre Aberasturi oro por Ud y tenganos presente en su Santa Misa Sacrificio Perpetuo.
Si no queda más remedio lo entiendo como cualquier ciudadano pero ha pasado ya mucho tiempo y claro vemos que la situación de irresponsabilidad y caos es terrible.
O sea no se puede ir a Misa cumpliendo con las normas que el propio Decreto permite, con poquísma gente en algún templo que ocupa dos otres manzanas y se permite ir a trabajar al andamio sin saber si tu compañero tiene coronavirus porque nadie le ha hecho un test, o se permite ir a un plató de cotilleo, vanalidad y telebasura sin mascarilla ni nada porque se ve que la telebasura es esencial. Los abortorios abiertos, y en las residencias de ancianos de Cataluña donde es cardenal-arzobispo de Barcelona dejando morir a ancianos sedados en lo que es una avanzada de la eutanasia delante de sus narices. ¿No tiene nada que decir?. O es muy normal que su clero y el flamante nuevo arzobispo de Tarragona, se dediquen a pedir el indulto para los presos políticos en vez de a lo que les atañe. Omella es presidente de la CEE, pues que hable para toda España no a escondidillas en la Vanguardia, para eso mejor que fuera candidato a presidir la Conferencia episcopal catalana independiente en vez de la española. Donde tenía que estar en vez de en estas chorradas, y en contarnos cuentitos para niños de tres años es en la defensa de propios compañeros obispos a los que han suspendido misas de una forma no muy legal. O que cree que a Sánchez y compañía con chistecitos de marianico el corto le va a parar en su agenda laicista y liberticida y les van a consentir sus clases de religión, y todo lo demás si son incapaces de mostrar un mínimo de hombría y competencia en defender sus templos que es un lugar sagrado.
Aconsejo que no hablen tanto y menos en tiempo de x en la famosa casilla, que muchos fieles estamos hasta el gorro.
Muy querido D. José Luis:
¡Cristo nos pastorea si de verdad vamos tras Él, y eso es así para nuestro consuelo y descanso!
Gracias de nuevo por su artículo y por ayudarnos a obedecer a nuestros Sres. Obispos con un corazón consciente y libre, no con rebeldías infantiles ni con servilismos ciegos.
Dios nos pide que le obedezcamos únicamente a Él y de ahí aprendemos a vivir la verdadera obediencia dentro de su santa Iglesia y dentro de la sociedad.
Un abrazo muy fuerte:
José Mari, franciscano
Las palabras coinciden, la forma coincide, el fondo coincide todo va dirigido con una gran uniformidad para llevarnos a la nada y nada bueno para nuestra salud espiritual. Yo creo que no se descarta otra guerra mundial, como da a entender creo yo, el presidente de la CEE pero no sería como nosotros entendemos las guerras sería encubierta pero mås malignas que las otras , por que sería profundamente ESPIRITUAL.
Gracias por su fidelidad a Cristo y su ejemplo padre.
Me temo que los señores obispos no tienen idea ninguna de la función que tienen que cumplir en realidad. Llevan muchos años pensando, y ejerciendo, de políticos protectores (como sindicalistas) de escuelas concertadas y de conventos medio vacíos que no tienen ni gente ni dinero. Les pasa como a los alemanes: no se atreven a despojarse de las "riquezas", es decir, de sus compromisos materiales, mundanos. Estoy hasta el moño de todos ellos.
No, no lo oí, aunque no me extrañaría nada que fueran disparates. ¿Dónde se puede oír?
Quizás el efecto más perverso y en el que aparentemente nadie ha caído en la cuenta de las misas televisadas es la concentración en pocas manos, y por lo que se ve poco recomendables —empezando por el vértice—, del mensaje cristiano en homilías muy dudosas, siendo bondadosos. Es un fenómeno muy parecido a la concentración de medios informativos actuales. Es en parte por ello que me empeñé en que en la parroquia, aprovechando el vídeo de una cámara de seguridad y añadiéndole el audio de la megafonía, retransmitiera la misa, que además es de las pocas con asistencia de fieles de la diócesis —siempre respetando las disposiciones del art. 11 del Decreto de Alarma—. La otra razón es que muchas de las viejecitas parroquianas se podría decir que están “secuestradas” por sus hijos por miedo al contagio y estaban realmente desconsoladas.
Por otro lado, un efecto beneficioso aunque probablemente inesperado es el aumento considerable de la oferta de misas Vetus Ordo. Incluso Novus Ordo pero ad orientem (que algunos obispos en EEUU se han empeñado en prohibir). Ignoro el seguimiento real que tienen y si en números globales se ha incrementado mucho, pero también ignoro la evolución de la audiencia de las misas “oficiales”, en particular desde el Vaticano (yo, en particular, ni me molesto). Como soy mal pensado me barrunto que el cuestionario de la CDF (dirigida por Ladaria, jesuita al menos criptovaldense) a todos los obispos sobre la implantación de Summorum Pontificum de hace pocos días —del que todavía no ha informado este portal—, que contiene algunas preguntas muy inquietantes (¿buscando a quiénes aplicar Misericordina™?) para colmo enviada poco después de la actualización del Propio de los Santos y nuevos Prefacios para la misa tradicional (lo que se suponía que había de ser el trabajo de la Comisión Litúrgica del CV-II, pero con 50 años de retraso) es porque no se están cumpliendo espectativas y está preocupando a “liturgistas” actualmente con mucha influencia como el desorejado Grillo. Pueden ver el cuestionario en:
BREAKING - IMPORTANT - Summorum Under Threat? - Holy See sends survey to Bishops on Summorum Pontificum (Exclusive)
rorate-caeli.blogspot.com/2020/04/breaking-important-summorum-under.html
Aunque quizás no tiene nada que ver, en la asistencia técnica de las retransmisiones en Youtube para las misas tradicionales de otro grupo (con muchas carencias técnicas por hostilidad del clero) me estoy topando con reclamaciones abusivas y/o fraudulentas de Gestoras de Derechos de Autor por cantar en directo himnos de como mínimo cuatro siglos como Pange lingua y Regina Cœli (el acólito tiene muy buena voz) y no resuelven los recursos internos. Corremos el riesgo de que nos cancelen el canal, con el perjuicio al apostolado que conlleva. Aunque éste se ha convertido en el sistema de censura más socorrido en el mundo occidental, muchos youtubers informan que también podría tratarse de una estafa generalizada de gestoras y discográficas para apropiarse de las ganancias por anuncios (que en nuestro caso está desactivado). Como afecta gravemente al patrimonio musical de la Iglesia Católica, ¿sabría a qué dicasterio —que funcione, claro está— habría que denunciarlo? ¿Sería competencia de la Congregación del Culto Divino (al menos ahí está el cardenal Sarah)? ¿A quién habría de dirigirse, y cómo?
https://youtu.be/HZRLDqGvzcs.
Sería bueno que se hiciera viral.
Recuerdo un obispo indígena que estuvo en un campo de concentración comunista en un país de Indochina y se mantuvo en la fe al rezar todos los días y tener en su cabeza todo para celebrar Misa todos los días.
Hay que fijarse en los santos que tenemos unos cuantos y rezar por el tal Omeya (sic), el tal Blazquez, el tal Osoro, el tal Cañizares y que Monseñor Munilla y los demás fieles al Evangelio para que no pierdan la fe.
Feliz sabado de nuestra Madre.
- Solidaridad en vez de caridad
- Acompañamiento telefónico en vez de Confesión y unción de enfermos
- Problemas socio-economico-políticos en vez de vida de sobrenatural
- Y un largo etc
¿Alguien sabe cuántos fallecidos en esta pandemia han recibido los sacramentos antes de morir?. ¿A cuántos se les ha hablado de ello?. Esto a mí me tiene francamente preocupado. No sé si seré un exagerado o tonto, pero no veo esta preocupación por ninguna parte.
También convendría sentir dolor y perplejidad por otras muchas cosas: críticas de los enemigos tradicionales de la Iglesia, aborto, pecados varios, etc. y no veo que se manifiesten esos sentimientos que parecen tan nobles.
En cualquiera de los casos, el futuro de la Iglesia creo que está en los laicos y sacerdotes corrientes y molientes que quieren vivir cristianamente.
No parece razonable que la jerarquía no se haya adelantado.
«¿Alguien sabe cuántos fallecidos en esta pandemia han recibido los sacramentos antes de morir?»
Pues me consta por testimonio directo que en el Hospital de S. Pablo, participado por el obispado de Barcelona, el de Omella, se impide hasta a los capellanes del hospital ingresar en la UCI para administrar los sacramentos.
En general, creo que los sacerdotes están respondiendo de forma excelente.
Ahí lo dejo.
Pedro de Madrid, usted aprovecha la coyuntura para introducir una píldora o cuña anticatalana, pero lo que pasa en Cataluña, en diez años, sucederá en el resto de España (veo banderas españolas en los presbiterios); y no tema tanto por sus "enemigos independentistas o secesionistas" porque también formarán parte, por la cuenta que les trae, de los nuevos pactos de la Moncloa (Pujol y Roca estuvieron en los primeros), que, si no lo remedia Europa, arrasarán con toda una clase política y económica que malgobierna España desde hace decenios.
Los santos son los testigos vivientes de esta realidad. Ellos han sufrido en el seno de la Iglesia las mayores traiciones y persecuciónes ; aunque la gran mayoría de estas traiciones y persecuciónes se hayan materializado fuera de ella.
El obispo de Alcalá de Henares está sufriendo la mayor incompresion de propios y extraños ; por haber abierto las puertas de las iglesias de su Diócesis.
Puedo dar fe de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Torrejon de Ardoz. Todos los días hay misa , mañana y tarde ; y con tres repiques de campanas por misa.
Un cordial saludo : Paz y Bien.
https://www.hispanidad.com/la-resistencia/omella-dolido-perplejo_12018001_102.html
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Me parece que los obispos no se dan cuenta de que vivimos en el siglo XXI; que los fieles sabemos leer y escribir y hasta tenemos internet; que podemos buscar el Real Decreto para ver lo que permite el Gobierno y enterarnos de que los templos los han cerrado los obispos, no la autoridad civil.
Si el servicio espiritual no ha cesado, ya que nos vemos obligados a la comunión espiritual únicamente, vamos a hacer donaciones "espirituales" también: agitamos delante de la tele un billete de 10 euros y que den por hecha la colecta. (Luego los dineros reales ya los mandaremos al sacerdote que nos parezca oportuno)
Está resultando muy doloroso para mi ver la actitud de algunos sacerdotes, de los que tenía un gran concepto. Incluso alguno dentro de este portal, en contra de los que piden la vuelta de las Misas.
Me siento profundamente dolido con sacerdotes que conozco, que han prejuzgado a los que pidieron públicamente la Eucaristía.
Sacerdotes que se indignan porque los fieles les pidamos hacer lo que es su deber, negando el derecho canónico de todo católico en estado de Gracia a recibir la Eucaristía. Además difaman a los que lo piden públicamente.
Han establecido una falsa dicotomía, entre pedir la Eucaristía y practicar la caridad.
Dar de comer al hambriento es un mandato de Cristo porque aquello que hacemos con uno de los pequeños a Él se lo hacemos. Pero el Señor también nos dijo: «No sólo de pan vive el hombre».
No deberíamos caer en el activismo semipelagiano porque la Iglesia no es una ong.
Todo impulso hacia el bien procede de Dios, «no hago el bien que quiero y hago el mal que no quiero». El Sacramento de la Eucaristía es el alimento de la Gracia para hacer el bien. Sin Él no podemos hacer nada. Nada. La Eucaristía es el Sacramento de nuestra Fe.
No creo que sea imposible celebrar la Santa Misa, los sacerdotes tienen obligación de hacer lo imposible por oficiarla (de uno en uno tras una confesión, oficiando 12 misas al día, lo que sea).
El Cardenal Van Thuan mantuvo la Fe y dio testimonio a los carceleros mientras sobrevivió aislado décadas en una celda vietnamita porque podía consagrar con una miga de pan y una gota de vino.
Santa Teresa de Calcuta adoraba al Santísimo a diario antes de salir a recoger a los más pobres de los pobres de la India.
Hay una línea muy delgada entre el católico y el activista cuando no se valora el Sacramento de la Eucaristía.
Si seguimos ese razonamiento ¿Qué sucede con las Órdenes contemplativas?¿No tiene valor su vida porque no reparten comida?
El verdadero tesoro de las monjitas no es que se pongan a hacer mascarillas (Dios las bendiga por ello) sino adorar todos los días y rezar por todos los hombres.
Es posible que ellas sean quienes nos mantienen con vida porque Dios ve que aún queda Fe en esta Sodoma moderna.
Pedir la Eucaristía y el Sacramento de la Confesión no impide un practicar la justicia. Difamar al pueblo de Dios que pide el verdadero Pan de Vida causa un profundo dolor y es muy difícil recuperar la confianza en aquellos sacerdotes que así han obrado.
Fdo.: Un pobre pecador deudor de la Gracia de Dios.
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