Y están matando al hombre, también por lo eclesiástico. 1ª parte.

Debería parecernos una inmoral insensatez, cuasi un sacrilegio incluso, tal afirmación. Por eso, vamos a matizarla y a acotarla. Pero ahi se va a quedar porque hace falta: es real. En mi opinión, por supuesto.

Lo primero que hay que señalar es que, como nos dejó escrito y nos demostró con su vida san Juan Pablo II, “el hombre es el lugar de la Iglesia”. De la Iglesia Católica, se entiende; o debería entenderse. Y de modo absoluto.

Y, ¿por qué ‘el hombre es el lugar de la Iglesia’? Porque la Iglesia “nace” y “está” para el hombre. No está ni para sí misma -nunca lo ha estado, aunque ahora esté de moda decir lo contrario- ni, mucho menos, para “el mundo y sus máximas", incluido el “poder político". Que da la impresión de que más por ahí -los “huevos"-, que por los “fueros".

Pero las cosas, hoy, no son tan sencillas, porque se han complicado mucho. Y no solo por el entorno en el que tiene que desarrollarse su labor santificadora y salvadora; sino también desde dentro de la misma Iglesia con el caos “doctrinal” y práctico -"pastoral", se quiere dice y camuflar-, que se ha generado en y desde su interior.

Como es lógico, empezando por los primeros que deberían asumir su ministerio: los miembros de su Jerarquía. De hecho, este es el único problema real -de hoy, de siempre y de mañana- de la Iglesia Católica: que la Jerarquía esté a la altura… a la altura del Corazón de Cristo.

Porque, si la Iglesia no está para servir al hombre, no está para nada: simplemente, habría desaparecido como tal: habría dejado de ser lo que es y lo que debe ser siempre, mientras haya hombres sobre la tierra. Así la ha hecho Jesús, porque así la ha querido. Porque “así” se ha hecho Jesús: donación total y absoluta para el hombre; para todo hombre, especialmente para el pecador.

De hecho, Jesús mismo -Dios y Señor de “Su” Iglesia- nos ha dejado dicho de Sí mismo algo tan lineal y tan luminoso como: non veni ministrari sed minitrare: no he venido a ser servido, sino a servir. Así ha definido toda su vida sobre la tierra: servir a los hombres, y muy especialmente, vuelvo a puntualizar, a los pecadores: No he venido a salvar a los justos sino a los pecadores… que, arrepintiéndose, quieren salir de ahí. Por algo es el “Buen Pastor, que da su vida por sus ovejas". “En rescate por muchos": por todos los que se dejan rescatar.

Por tanto, en la Iglesia Católica, no hay ni puede haber otro igual; mucho menos con pretensiones de hacer algo “nuevo". Los demás hemos de buscar -cerciorándonos que lo buscamos realmente con todas las veras de nuestra alma-, ir pareciéndonos cada vez más a Él: aprendiendo siempre, y rectificando todo lo que tengamos que rectificar. Que no solo es de sabios: mucho más de SANTOS.

La Iglesia Católica, en consecuencia, ni tiene otro modo de ser ni puede tenerlo; porque solo puede dar -para eso está- lo que ha recibido: no tiene nada “propio". Y, por lo mismo, no puede hacer nada distinto. Y al jerarca de turno y/o de oficio, esté al nivel que esté, que no le guste su papel… que se dedique a la cría de vacas o a plantar nabos: dos ocupaciones dignísimas donde las haya.

¿Por qué digo que “se está matando al hombre, también por lo eclesiástico"? Porque está pasando. Se está haciendo. Consciente o inconscientemente; voluntaria o inocentemente; a conciencia o dejándose llevar… Pero se está haciendo. Está pasando. Desde la Jerarquía: la única institución ecclesial con poder para hacer y para dejar hacer.

Como es lógico, no me refiero a la muerte física: la Iglesia no tiene “gulags", ni “campos de reinserción", ni “clínicas de reeducación", ni mucho menos, “mataderos", al por mayor o al por menor. Todas estas cosas, conocidas, se han dado y se dan precisamente en el núcleo de las “democracias socialistas, marxistas y/o nazis", es decir, ATEAS y ANTICATÓLICAS por definición. Y están en el ADN de las “democracias liberales, y occidentales". Pero nada es casual, sino todo lo contrario. La Historia es la que es; y, aunque se intente reescribir, no funciona. Y menos hoy: todo se sabe.

No. Me refiero a la muerte intelectual, espiritual y moral que, de cara al hombre se ha producido: la Iglesia ha dejado de “vivir” para salvar al hombre para Dios y, por tanto, para el Cielo. "Se le deja a los pies de los caballos", porque o bien -muy mal- se le deja solo, o bien -mal- se le engaña miserablemente en los temas que más ayuda necesitaría, porque le bombardean con los contrario continuamente.

Por poner una fecha y un cénit que marca un antes y un después -proclamado y buscado así: cortando amarras con los veinte siglos anteriores-, ahí estaría el Concilio Vaticano II como punto de inflexión, que se ha interpretado como “hermenéutica de la ruptura” por muchos. A la vez que la “hermenéutcia de la continuidad” no cuadra -no se la ve- por ningún sitio.

Una inflexión que, precisamente en esta época nuestra, del s. XXI, está dando sus verdaderos frutos: una hecatombe casi universal, católicamente hablando, especialmente en el mundo occidental, “el primer mundo", que quiere ponerse a la cola de todos los demás porque ha renunciado a serlo.

Y ha renunciado a serlo, porque ha renegado de su raíces: específicamente católicas, movido por los poderes “facticos", masones en particular y muy eficazmente. Con las excepciones que haya que poner de relieve, que también las hay; u otros elementos que también forman parte de esas raíces, aunque no al mismo nivel.

Precisamente por esto, el mundo político, ha podido hacer lo que está haciendo “por lo civil": no ha encontrado a nadie enfrente, a pesar de las heroicidades de san Juan Pablo II y de Benedicto XVI, amén de otros miembros de la Jerarquía que les secundaron: porque la inmensa mayoría de los demás miembros de esa Jerarquía, a todos los niveles, los dejaron solos y a solas. Cuando no los combatieron, bajo cuerda, que también. Y eficazmente.

Solo se les permitió -no podían impedirlo: si hubiesen podido, lo habrían hecho-, que escribiesen, hablasen, diesen varias vuelta al mundo… y punto; pero “como el que oye llover y deja caer". Eso sí: sus escritos y sus hechos están ahí, y no pueden ser ni borrados, ni reescritos, ni reinterpretados… aunque los intentos para lograrlo también están ahí.

Seguiremos, que esto da bastante más de sí. Pero el panorama es desolador, humanamente hablando. Solo hay una salvedad y una Esperanza: Christus vincit! 

Pero no lo hace todo Él y, menos aún, a solas: cuenta con nosotros.

11 comentarios

  
Trieste
Precisamente esta mañana hablaba con un sacerdote de algo que me parece relacionado: el silencio atronador de la Jerarquía ante los acontecimientos históricos que se han vivido en el presente Pomtificado. por ceñirme a España y a lo más reciente , destacaré la profanación del Valle de los Caídos y de la tumba de Franco , y el acatamiento ciego ante las órdenes del Gobierno , cerrando templos y prohibiendo Misas públicas,respecto al coronavirus.
Creo que la Iglesia en España se ha ´"quasi" desvanecido en la irrelevancia, a fuer de silencios, oportunismo y no enfrentar al mundo.
17/03/20 7:25 PM
  
maru
Como siempre P. Aberasturi, estoy de acuerdo con todo lo que dice. Dios lo guarde, bendiga y ayude a seguir escribiendo así.
17/03/20 8:05 PM
  
Anacoreta
Este articulo y análisis certero de la realidad, estimado Padre Aberasturi, es un verdadero consuelo en estos tiempos de gélida soledad espiritual: la Eucaristía, la adoración Eucarística, el Sacramento de la confesión, en ausencia. El pueblo de Dios está solo y abandonado de sus pastores; en medio de una pandemia universal sin Dios, porque se tiene más miedo a la muerte física que a la espiritual. Con mi oración y filial afecto.
17/03/20 8:56 PM
  
Alejandro
Querido Padre José Luis, ¡gracias¡¡ . Que Dios le guarde siempre . Usted es sacerdote para siempre , y escuchará , por la gracia de Dios : bienvenido siervo bueno y fiel ; de parte de la Trinidad Beatísima . Nuevamente gracias por marcarnos El Camino Verdad y Vida. Y que María Santísima le guarde también (donde está Cristo , está María). Rezo por Usted , por Caridad hágalo por toda mi familia.



Rezaré por todos vosotros. Y muchas gracias por tus oraciones y por tus palabras de aliento.
17/03/20 9:06 PM
  
hornero (Argentina)
¡Que en la Iglesia hay aliento para rato!, que lo sepan el diablo y sus secuaces. Porque nuestra Madre y Reina no va a permitir que una pandilla de enemigos sigan mucho tiempo más con sus estragos en la Iglesia y en la humanidad. Por esto, el jinete del caballo bayo de la "Peste" está actuando (Apocalipsis). Y pueden suceder cosas peores, porque los hombres, dice el adagio, somos hijos del rigor.

“Pero el panorama es desolador, humanamente hablando. Solo hay una salvedad y una Esperanza: Christus vincit! Pero no lo hace todo Él y, menos aún, a solas: cuenta con nosotros.”
Y, de modo eminente, cuenta con Su Madre, a quien ha confiado la Iglesia y la humanidad toda. Ella, la Madre de Dios, la Omnipotencia Suplicante, ha recibido la Misión de pisar la cabeza del demonio. Lo ha ratificado en Fátima: “Al fin triunfará Mi Corazón Inmaculado en el mundo”. Los verdaderos cristianos estamos convencidos de que así será. Pero de esto no se habla.

18/03/20 4:34 AM
  
templario
A un sacerdote le supliqué que el domingo no celebrara a puerta cerrada, él me respondió: tengo que obedecer al cardenal.
Le contesté: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5,29). Si la autoridad eclesiástica ordena contra la ley divina, NO hay que obedecer. La orden dada está en contra del 3º Mandamiento.
En el caso actual y para NO contagiar a otros, se organizan turnos y varias celebraciones litúrgicas, para disminuir el aforo de los feligreses, como han hecho en Polonia.
Me respondió: el 5º mandamiento es mas importante que el 3º.
Le respondi: El Evangelio nos dice que el alma es mas importante que el cuerpo. Pero él no quiso seguir la conversación y se marchó.
Si cierran las Iglesias y no dan los sacramentos a los fieles, éstos se debilitan espiritualmente. Pero a los consagrados les falta entender el himno a la Caridad, relatado en 1ª Corintios 12,31: Y aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo para dejarme quemar, si no tengo caridad, de nada me aprovecharía…
Curiosamente suspenden las Misas cuando los políticos lo permiten en el articulo 11 del decreto ley. Es evidente que la mano del diablo está tras este asunto. Recemos por ellos.
El primero en dar la orden fue Bergoglio.
https://religionlavozlibre.blogspot.com/2020/03/prueba-de-que-fco-mando-cerrar-las.html
https://religionlavozlibre.blogspot.com/2020/03/sobre-el-cierre-de-iglesias.html
Non Nobis.
18/03/20 1:07 PM
  
Santi Casanova
Templario, eso que cuenta es agua de borrajas cuando algunos sacerdotes heresiarcas, sin miramientos, están difundiendo enseñanzas contrarias a las que de Jesucristo hemos recibido a través de su Santa Esposa, la Santa Madre Iglesia Católica...

... y hablamos de sacerdotes heresiarcas que tienen el apoyo de sus obispos y no sólo no son sancionados sino que se les protege y se les da todo los medios del mundo..

...como el jesuita José Mª Rodríguez Olaizola, el heresiarca Jesuita, el James Martin español, que, con más tiempo libre que nunca, vuelve otra vez a la carga para hacer de las suyas, ya saben, propaganda del lobby gay en la página web de los Jesuitas y en su canal de Youtube:

pastoralsj.org/ser/842-orgullo-gay

youtube.com/watch?v=0lH2q5STcrs
18/03/20 2:52 PM
  
pedro de madrid
Por desgracia, sólo hay un hecho, estar pendiente de las subvenciones y eso amarra, no se conjugan dos opciones. Ayer comencé la novena a San Roque, el que se deshizo de toda inmensa riqueza, aunque lo pasó muy, pero que muy mal, pero alcanzó la gloria, lo que desea Jesús
18/03/20 6:52 PM
  
rmartinhe
Esta semana he oído varias veces la palabra "surrealista" refiriéndose al momento que estamos viviendo como consecuencia del Covid 19. Y ha habido otra frase, escuchada en el trabajo, que también me impactó. Estamos aún en él como en estado de shock, de tensión constante, de incertidumbre; decía un compañero: "como pollos sin cabeza".
Pues creo que esto define bien la situación actual.
En mi cabeza desde luego no cabe que la Iglesia pueda cerrar sus puertas ante una situación de emergencia o calamidad, como no entendería que una madre dejara en la calle a su hijo enfermo o necesitado y en medio de la lluvia. Creo que existe un abismo inmenso entre permitir a los fieles participar de las Eucaristías, con las debidas precauciones que no se trata de ser imprudentes, y privarles incluso de esa posibilidad (que probablemente pocos aprovecharían dadas las circunstancias). E igual de desafortunada me parece la idea de suspender la Adoración Perpetúa "sin mí no podéis hacer nada", o dificultar el acceso a los Sacramentos.
Y lo peor es que ahora para todo se encuentra justificación y también es impresionante nuestra capacidad de adaptación.
Después hay intentos muy loables para tratar de paliar las consecuencias de este abandono. Se agradecen. Pero siento que es como hacer una brecha en las compuertas de un pantano y tratar después de recoger el agua perdida. Algo extremadamente difícil.
Ojalá estuviera equivocada porque este virus está causando mucho sufrimiento y lo que le queda. Y para que Dios nos escuche y nos ayude deberíamos empezar por el principio, por arrepentirnos de nuestros propios pecados.
El Salmo de la Misa de hoy decía: " Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios Sión, que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti". Dentro, no fuera.
Y San Juan Pablo II: "No tengáis miedo, abrid de par en par las puertas a Cristo". Eso le pido al Señor, que esta Iglesia suya no tenga miedo de abrir sus puertas.
Gracias por todo, padre. Que la Virgen María nos conduzca hacia Jesús.
19/03/20 1:59 AM
  
hornero (Argentina)
Según decía mi amigo, "la Iglesia debe ser un hospital de campaña", pero, ¡si al primer enfermo han cerrado las puertas! ¡Que dejamos para los otros hospitales! Arreglados estaríamos que siguieran el ejemplo. Igual con el Santuario de Lourdes: la Virgen vino allí para que, curando los enfermos del cuerpo, se curaran las almas. Ese Lugar santo pertenece a la Inmaculada Concepción, que es como se presentó.Pero los que se apoderaron de él han decidido cerrarlo. Si se atreven con Lourdes, es de temer se atrevan con Fátima y todos los Santuarios marianos. El demonio lucha contra la Virgen, porque "sabe que le queda poco tiempo" (Apocalipsis.).
Jamás hubiera imaginado un procedimiento tan sabio de la Misericordia divina, que sin estruendos bélicos, ha detenido al mundo en un instante. Cómo no agradecer a Dios que se paralice el aparato mundial del poder ateo-materialista-masónico-marxista.

No soy repetitivo, soy un convencido: BABILONIA DELENDA EST.




19/03/20 3:19 AM
  
gedeon
Siguen sin hacer caso, está bien consagrar los países pero es seguir sin obedecer a la Virgen. Lo nuclear del mensaje de Fatima es la Consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón y la conversión de los pecadores para que el mundo no sea castigado por sus pecados, como esta pasando. Hagan caso a la Virgen, consagren Rusia, abran las iglesias, prediquen la conversión, que lo de rezar el rosario ya lo organizamos los laicos.
26/03/20 8:37 AM

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