Sin bebés, por favor
En los delgadísimos cuerpos de las modelos de ropa y moda, no cabe un bebé.
En la carrera deportiva de las atletas de alto rendimiento, un embarazo arruinaría muchos meses de entrenamiento y campeonatos.
En las agendas apretadas de las ejecutivas a las que todos aplauden, hay muy poco espacio para problemas de niños.
En la vida “espectacular” de las grandes actrices y celebridades, no cabe la monotonía de un hogar sin espectadores, sin likes y sin torrentes de comentarios.
Con sincronizada univocidad, los medios y las redes sociales imponen a las niñas y jovencitas de hoy la imagen de una mujer que sonriendo dice: SIN BEBÉS, por favor.
Y luego, como si fuéramos ingenuos, nos preguntamos por qué hay avance imparable de las leyes de aborto; crisis demográfica por déficit poblacional; colapso del sistema pensional; abandono de los adultos mayores; desastres y manipulación en las políticas de migración…