Alter Christus - Posibilidades y Limites
¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?
Esta es la pregunta que abre uno de los temas de estudio en un reciente foro de Catholic.net. Transcribo aquí mi respuesta, como extendiendo ese foro a estas páginas. Es posible que mi opinión, en este caso, se aparte un poco de la línea más devocional o espiritual, pero creo que de eso se trata en un foro, después de todo…
Mi convicción es que la realidad del ministerio ordenado es amplia y profunda–no estoy diciendo nada nuevo–y por ello mismo es difícil capturarla en una sola imagen o metáfora. En concreto, pienso que si no se toman adecuadas precauciones podemos cometer fácilmente dos errores:
1. Apropiarnos lo que en realidad pertenece a todos los cristianos. Aquello de “Es Cristo quien vive en mí” en la Carta a los Gálatas nadie dijo que era sólo para los ministros ordenados. Aquello de “somos uno en Cristo” (Gál 3,28) es también para todo el pueblo de Dios. Cuando se separa al ministro como el único que de veras es “otro Cristo,” ¿no se está consagrando un tipo de distinción que en realidad carece de sustento en la Sagrada Escritura y la Tradición?
2. Mi experiencia ha sido que la frase Alter Christus tiende a seleccionar sólo algunos aspectos de la vida de Cristo, típicamente: la vida espiritual, el ardor apostólico, la práctica de la caridad y la disciplina del celibato. ¡No es poco! Ciertamente, no lo es, pero crea ilusiones ópticas. ¿Dónde está Jesús en sus largos años de anonimato? ¿No dice eso nada al clérigo? ¿Dónde está la radical pobreza del Hijo de Dios, que no teniendo dónde reclinar la cabeza estaba en condición mucho peor que la sobriedad que parece suficiente como requerimiento eclesiástico actual? Perdón la ingenuidad, pero ¿dónde están los milagros de curación, y dónde, muchas veces, el fuego maravilloso de la predicación del Nazareno?
Aclarémonos: por supuesto que el ministro ordenado tiene como título propio ser, no otro, sino Cristo, cuando actúa in persona Christi, pero es sabido, igualmente, que esto sucede en momentos específicos. Fuera de ellos, el criterio creo que tiene que ser más lo que decía San Agustín: “Soy obispo para vosotros, soy cristiano con vosotros” (Sermón 340,1).
11 comentarios
Para efectos de esta artículo, y en general, yo trato como sinónimos sacerdocio ministerial y sacerdocio ordenado.
- El sacerdocio común de los fieles
- El "sacerdocio" protestante, que no es un sacerdocio ordenado ni sacramental, sino puramente ministerial en el sentido de que es un simple ministerio encargado por la comunidad y no algo que afecta al ser mismo de la persona que lo desempeña.
Ninguna de esas dos realidades, por supuesto, se puede identificar con el sacerdocio ordenado católico (al que también, a menudo, se llama "ministerial" en el catolicismo, como señala Fray Nelson).
Un saludo.
Bueno, no creo que muchos confundan sacerdocio ministerial con sacerdocio común, aunque uno nunca sabe...
En todo caso, este post se refiere solamente al sacerdocio recibido en el sacramento del orden, como lo entiende la Iglesia Católica.
Por supuesto, si deseas ampliar tu comentario a algún otro aspecto de lo dicho en el post, eres siempre bienvenido.
La pregunta se debe a que al tratar del primero de los errores que plantea Fray Nelson, parece que no se distinguiera entre sacerdocio común y sacerdocio ordenado.
Creo, sin embargo, que lo de ser Alter Christus corresponde a ambos, aunque por supuesto, si se trata de hacer presencia de Cristo como cabeza de la comunidad, ello sí es propio del ministerio ordenado.
Bendiciones!
Ya que me invita, yo señalaría otra forma especial que tiene el sacerdote de ser "Alter Christus".
Etimológicamente, Cristo, como Mesías, significa "ungido". El sacerdote ordenado ha recibido una unción particular del espíritu santo con su ordenación, ha sido ungido para una misión especial que Dios le ha confiado y que ha transformado su propio ser (el "carácter" que imprime el sacerdocio). Además, recibe gracias especiales del Espíritu Santo (la gracia de estado) para esa misión. Por otro lado, el sacerdote tiene el deber particular de identificarse con los sentimientos y el modo de actuar de Cristo Sacerdote, con lo cual también deberá asemejarse a él de forma especial (por ejemplo, en la confesión, si en la absolución sacramental está actuando in persona Christi, en los consejos que da personalmente debería intentar asemejar lo más posible sus sentimientos de misericordia y sus palabras a los de Cristo).
En ese sentido, el carácter de "alter Christus" del sacerdote es particular y diferenciado.
Aparte de eso, suscribo lo que dice de que todos los cristianos debemos ser "otros cristos", dejándonos transformar por Dios "a imagen de su Hijo".
Un saludo.
1. CV II, lumen gemtiun n. 10: "El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerárquico se ordena el uno para el otro, aunque cada cual participa de forma peculiar del sacerdocio de Cristo. Su diferencia es esencial no solo gradual. Porque el sacerdocio ministerial, en virtud de la sagrada potestad que posee, modela y dirige al pueblo sacerdotal, efectúa el sacrificio eucarístico ofreciéndolo a Dios en nombre de todo el pueblo: los fieles, en cambio, en virtud del sacerdocio real, participan en la oblación de la eucaristía, en la oración y acción de gracias, con el testimonio de una vida santa, con la abnegación y caridad operante."
2. Concilio de Trento, sesión XXIII: " por cuanto en el sacramento del Orden, así como en el Bautismo y Confirmación, se imprime un carácter que ni se puede borrar, ni quitar, con justa razón el santo Concilio condena la sentencia de los que afirman que los sacerdotes del nuevo Testamento sólo tienen potestad temporal, o por tiempo limitado, y que los legítimamente ordenados pueden pasar otra vez a legos, sólo con que no ejerzan el ministerio de la predicación. Porque cualquiera que afirmase que todos los cristianos son promiscuamente sacerdotes del nuevo Testamento, o que todos gozan entre sí de igual potestad espiritual; no haría más que confundir la jerarquía eclesiástica, que es en sí como un ejército ordenado en la campaña; y sería lo mismo que si contra la doctrina del bienaventurado san Pablo, todos fuesen Apóstoles, todos Profetas, todos Evangelistas, todos Pastores y todos Doctores."
Un saludo.
Cordialmente te invito también a regalarnos algunos aportes relacionados con el tema del post, que no es al distinción entre sacerdocio común y sacerdocio ministerial, sino el uso de la expresión Alter Christus.
Bendiciones!
A ver si te entiendo bien: el portal no sirve y yo ya me eché a perder.
Ahora explícame cómo es lo de la radicalización, por favor.
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