Bendiciones a parejas en situaciones «irregulares»
¿Podemos tener un poco de contexto?
- Desde el comienzo de su pontificado, el Papa Francisco ha insistido en la misericordia como eje central del Evangelio y por lo tanto de la vida y la misión de la Iglesia. Su manera de expresarse sobre la misericordia enfatiza la acogida mientras omite o deja en la penumbra el llamado directo a la conversión. Este llamado queda reemplazado por la expresión “proceso de acompañamiento", que se supone que debe empezar por lo que una corriente actual de teología moral llama “el bien posible". Según esa opinión, las personas que están en situaciones “irregulares", como puede ser en adulterio o conviviendo como pareja con personas del mismo sexo, deben ser acogidas y después acompañadas, si así desean, partiendo de lo que es su realidad y su bien posible, es decir, lo que de modo realista pueden hacer en las condiciones en que se encuentran.
- Vivimos en un tiempo de intensa difusión y penetración de la “ideología de género“, en sus diversas expresiones. Esta penetración global parece difícil de explicar si no es por la existencia de amplios acuerdos y apoyos entre sectores muy potentes de la política y de la economía mundiales. A esta realidad de interconexión se le suele llamar “Nuevo Orden Mundial", aunque hay que admitir que resulta bastante ópaco el termino, en la medida en que desconocemos quiénes son los auténticos impulsores y cuáles son sus agendas últimas. Si bien el Papa Francisco se ha pronunciado en contra de esta ideología de género, su actitud con respecto a la práctica misma de la homosexualidad parece estar marcada ante todo por la idea suya de misericordia que se ha expuesto antes.
- Entre tanto, hay hechos pastorales, o de aspecto pastoral, que se han dado en diversos países, particularmente en Alemania, Luxemburgo y Bélgica, entre otros. En concreto, se trata de la convocación abierta a parejas del mismo sexo para que vayan a las iglesias y reciban bendiciones de sacerdotes y, en algunos casos, de obispos. Esta práctica se ha hecho al margen de cualquier aprobación previa de la Santa Sede, y de hecho, en abierta oposición a un documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, del 15 de Marzo de 2021, que expresamente decía: “no es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo". Es importante notar que ese documento de 2021 inscribe las “bendiciones” dentro de la praxis de los “sacramentales", como de hecho ha sido la manera tradicional de obrar y enseñar de la Iglesia.
Si ese documento del 2021 es tan claro, ¿por qué una nueva declaración?
- La doctrina tradicional sobre el matrimonio: “son inadmisibles ritos y oraciones que puedan crear confusión entre lo que es constitutivo del matrimonio, como «unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos», y lo que lo contradice. Esta convicción está fundada sobre la perenne doctrina católica del matrimonio. Solo en este contexto las relaciones sexuales encuentran su sentido natural, adecuado y plenamente humano. La doctrina de la Iglesia sobre este punto se mantiene firme.” En este mismo contexto, sin embargo, la Declaración contiene una imprecisión de cierta gravedad, conectada con el asunto central, que, como se dijo, son las bendiciones. Leemos en efecto en el n. 6: “en el caso del rito del sacramento del matrimonio, no se trata de una bendición cualquiera, sino del gesto reservado al ministro ordenado. En este caso, la bendición del ministro ordenado está directamente conectada a la unión específica de un hombre y de una mujer que, con su consentimiento establecen una alianza exclusiva e indisoluble.” La imprecisión está en que la bendición del ministro ordenado (que se da ordinariamente pero no siempre es posible) no es constitutiva del sacramento del matrimonio pues, como es bien sabido, los ministros de este sacramento son los mismos contrayentes. Otorgar carácter de constitución sacramental a la bendición (que, siempre que sea posible, da el ministro ordenado), es un error que resulta extraño en un documento de tal categoría. En todo caso, la doctrina tradicional sobre el sacramento del matrimonio se mantiene en la cita da Declaración.
- Está Declaración del 18 de Diciembre de 2023 reafirma también la realidad de pueblo necesitado y peregrino que todos los seres humanos compartimos. En esta materia es suficientemente elocuente el número 20: “Quien pide una bendición se muestra necesitado de la presencia salvífica de Dios en su historia, y quien pide una bendición a la Iglesia reconoce a esta última como sacramento de la salvación que Dios ofrece. Buscar la bendición en la Iglesia es admitir que la vida eclesial brota de las entrañas de la misericordia de Dios y nos ayuda a seguir adelante, a vivir mejor, a responder a la voluntad del Señor.”
¿Por qué entonces esta Declaración se considera polémica?
¿Y qué queda de la misericordia?
La respuesta al dubium propuesto no excluye que se impartan bendiciones a las personas individuales con inclinaciones homosexuales, que manifiesten la voluntad de vivir en fidelidad a los designios revelados por Dios así como los propuestos por la enseñanza eclesial, pero declara ilícita toda forma de bendición que tienda a reconocer sus uniones. En este caso, de hecho, la bendición manifestaría no tanto la intención de confiar a la protección y a la ayuda de Dios algunas personas individuales, en el sentido anterior, sino de aprobar y fomentar una praxis de vida que no puede ser reconocida como objetivamente ordenada a los designios revelados por Dios.
¿Qué deben entonces hacer los sacerdotes?
- Hemos de “des-franciscanizar” este tema, así como muchos otros. Lo que está en juego no es si estamos a favor o en contra del Papa Francisco. Todo auténtico católico sabe que sólo hay un camino: estar a favor del Papa, que debe entenderse como acompañarlo con la oración, los sacrificios de penitencia por él, y la súplica ardiente para que, más allá de cualquier limitación personal, sea fiel a la misión que ha recibido: confirmar a sus hermanos en la fe verdadera. Nuestra tarea no es justificar todo lo que el Papa diga ni tampoco atacar todo lo que haga o diga. Nuestro papel, el de cada uno, es orar y trabajar para que la verdad y la caridad del Evangelio brillen más y más en todo y en todos. La misma consideración hay que hacer con tantas etiquetas que son frecuentes en nuestro tiempo: que si tal sacerdote es muy “de Derecha” o “de Izquierda"; que si es del “ala conservadora” o del “lobby progresista". Lo que realmente interesa es: ¿dónde está la verdad del Evangelio, según la ha vivido y practicado la Iglesia y lo ha enseñado de modo coherente su magisterio?
- Ha llegado el tiempo de dar máximo valor a la propia conciencia formada, y esto vale en particular para el sacerdote. Desde esa conciencia formada el sacerdote sabe que delante de Cristo no puede bendecir una unión o cualquier forma de relación que sea objetivamente contraria a la fe o a la ley natural. Por consiguiente, el sacerdote acogerá siempre con respeto y consideración a todos pero conservando para sí mismo la claridad de que no está obligado a estar de acuerdo con todos ni mucho menos tiene que obedecer a los deseos de todos. Mi sugerencia específica frente a una solicitud explícita de una pareja (o grupo) en “situación irregular", sin que importe en qué pecado, sexual o no, estén involucrados, es esta: recíbelos, escúchalos, enséñales o recuérdales la enseñanza tradicional de la Iglesia destacando la esperanza de vida nueva que trae la gracia de Dios. Luego, y solo si están dispuestos, haz oración por cada uno en particular, expresándole, si así te inspira el Señor, las palabras que puedan a la vez darles consuelo e impulso para avanzar en su camino de renuncia a todo pecado para llevar una vida según Dios. Sugiero también que se evite toda ceremonia pública de tales oraciones o bendiciones individuales.
- Está el tema del escándalo y confusión que sufren muchos fieles frente a algunas enseñanzas contradictorias que emanan de la Santa Sede en este tiempo. Mi sugerencia: no hay que subrayar todo el tiempo estas situaciones ni convertirlas en tema predilecto de predicación. En particular, nuestro lenguaje explícito o implícito sobre el Papa debe conservar el tono de oración y sincero afecto filial propio de quienes reconocemos la misión en extremo difícil que tiene sobre sus hombros. No hay, pues, que obsesionarse con estos errores o incoherencias pero tampoco hay que disimularlos o taparlos. Nuestra gente, Pueblo de Dios, tiene derecho a conocer el Evangelio íntegro. Nosotros, por nuestra parte, debemos estar dispuestos a exponer con serenidad la sana doctrina y hemos de orar e invitar a orar a todos por la conversión de todos en la Iglesia, incluyendo por supuesto nuestras propias vidas, siempre necesitadas de la luz y la gracia del Señor.
22 comentarios
Cuando lo leí vi cierta ambigüedad. *no cambio nada, pero…* Son cosas que hacen pensar…
En si no se acepta el matrimonio a los homosexuales, pero se abre y a la vez se cierra la puerta… es confuso, y se tiene más preguntas que aclaraciones.
Saludos, Diego Fernando García Ochoa.
¿Errores o incoherencias? Son ataques reales del Anticristo a una Iglesia ya metastática focalizados en aniquilar las iglesias domésticas con esto de las "nuevas formas de familia" bendecibles.
Esa Declaración es palabra de hombres, no de Dios, que la conocemos muy bien desde nuestra infancia. Jesús acoge amorosamente a la adúltera pero no bendice su adulterio sino que la exhorta a no volver a él.
Yo se lo dije cuando usted apoyó Traditiones custodes: estos tipos son peligrosos y van contra toda resistencia ortodoxa. No era una cuestión de puntillas y latín o, como dice usted, "exoticismos" (a la misa que celebró la Iglesia durante siglos, que cosas). Es una cuestion de doctrina. Son los tradis, acertada o desacertadamente, los que han resistido desde el principio a este pontifice. Le señalé que no se hacia nada con Alemania que era mucho más grave. Usted dijo que mi comentario era solo desahogo. Pues ahí tiene el desahogo.
Le sigo diciendo lo mismo que entonces. No son confusiones, lo hacen a propósito. Van a por todo lo que sea relativamente ortodoxo y promocionan la herejia. Pero, claro, decir esto es muy duro, porque la realidad es muy dura.
Rezo por usted, porque difícil misión tiene
Gracias a Dios encontró el punto clave; que Dios jamás y nunca bendecirá una unión homosexual o adúltera, doy muchas gracias a Dios y en breve cuando le visite en el Sagrario se lo diré, muchísimas gracias Fray Nelson de corazón por su santísima fidelidad a Cristo, que gusto tenerle. Vamos adelante 🙏 y sigamos orando por el Papa para que confirme en la fé y lleve a buen pasto al rebaño. Y sigamos atento que mientras llega el fin de los tiempos no faltarán trampas, ya vió usted la finura de esta trampa vendrán otras más finas hasta que lleguen a la Eucaristía ahí se detendrá todo y vendrá el Señor (así lo creo).
A ver si me aclaro:
Usted afirma que el documento " En todo caso, la doctrina tradicional sobre el sacramento del matrimonio se mantiene en la cita da Declaración "
Y si atendemos al punto 31 de la declaración la praxis de tal bendición consiste en:
1. Informar a la pareja homosexual que la bendición nunca va dirigida legitimizar su status; es decir que su unión es ilegítima.
2. Que se trata de una bendición ascendente donde se imploran Gracias actuales a Dios para salir del desorden en que viven.
Con esta praxis Cristo con su Gracia actuará en los corazones de esa pareja homosexual que se ha acercado a la Iglesia.
Dónde está realmente el problema ? Esto es justificativo de tanto insulto y desprecio público por parte de algunos hacia el Papa y el Prefecto ?
Cabría también recordar lo siguiente:
CATECISMO
2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta.
Nota de fray Nelson: Yo estoy de acuerdo con lo tuyo. Pero en Fiducia supplicans veo ausencia de tu punto 2.
Como no puede darse la absolución a quien no desea salir del pecado.
Pecar está mal, y no hay un hombre que no peque. Pero al que sabe que esta mal y desea corregirse se le puede y debe bendecir. Nunca al que considera que su pecado es bueno y que merece una bendición. A éste como bien dice el padre debe invitarsele a la conversión y que sea consciente de que no está en Gracia de Dios, pues el que no es consciente de que está enfermo jamás podrá curarse.
Disfrazado con palabras bonitas .
La misericordia a la que constantemente alude, no es la Misericordia de Cristo, es un barniz de buenisimo, muy en consonancia con el nuevo puritanismo que se está dando en Occidente. Este puritanismo es perverso, en esencia, consiste en ser más buenos que Dios.
Yo también repito lo que dice Penc: amo al Papa pero mucho más a Cristo. Que El nos asista en está hora mala
!! Muchas gracias fray Nelson!! Que el Señor lo bendiga
Los comentarios están cerrados para esta publicación.