(194) Balance de la crisis de Amoris laetitia -1: recontextualización doctrinal y eufemismo

La exhortación apostólica postsinodal Amoris lӕtitia fue dada «en Roma, junto a San Pedro, en el Jubileo extraordinario de la Misericordia, el 19 de marzo, Solemnidad de San José, del año 2016, cuarto de mi Pontificado», según la firma el Papa Francisco.
Es un documento extensísimo, de 325 parágrafos repartidos en nueve densos capítulos. El más controvertido de ellos, como se sabe, es el octavo, Acompañar, discernir e integrar la fragilidad. En este capítulo, se intenta fundamentar teológicamente, al margen del Magisterio previo y concretamente de Veritatis splendor, la posibilidad de acceso a la comunión de los divorciados en nueva unión. Esta fundamentación no se realiza de forma directa, sino indirecta y transversal, mediante referencias de carácter situacionista y un abundante uso de eufemismos, con una compleja clave de lectura oblicua.
En esta serie de posts haremos balance: analizaremos sus efectos y consecuencias, y comprobaremos cómo la publicación de Amoris lӕtitia ha supuesto para la Iglesia una auténtica crisis, cuya resolución todavía está pendiente.

Está de moda sospechar de la certeza de la fe. Está bien visto tener dudas y convivir con ellas normalmente. Porque, si como dicen confusamente muchos de nuestros pastores, ser cristiano no consiste en profesar una doctrina, pues entonces es normal una fe sin seguridades y con dudas. Nos quieren enseñar que tener seguridades es malo, que es bueno dudar, que la certeza es cosa de racionalistas y que creer es sólo confiar.
1.- Modernismo significa en estos momentos silenciamiento y minusvaloración de los males que produce la anticoncepción, destructora de matrimonios. 
1.- Un nuevo modelo de adulterio se impone a las masas católicas: el Islam es bueno y verdadero y no es cristofóbico.





