(472) Perecer por falta de doctrina
«3.- ¿Quién es verdadero cristiano? - Verdadero cristiano es el que está bautizado, cree y profesa la doctrina cristiana y obedece a los legítimos Pastores de la Iglesia.
4.- ¿Qué es la doctrina cristiana? - Doctrina Cristiana es la doctrina que nos enseñó Nuestro Señor Jesucristo para mostrarnos el camino de la salvación.
5.- ¿Es necesario aprender la doctrina enseñada por Jesucristo? - Es necesario aprender la doctrina enseñada por Jesucristo, y faltan gravemente los que descuidan aprenderla.» (Catecismo de San Pío X)«[…] por no haber recibido el amor de la verdad que los salvaría. Por eso Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira y sean condenados cuantos, no creyendo en la verdad, se complacieron en la iniquidad». (2 Tes, 10-12)
«Perece mi pueblo por falta de conocimiento» (Oseas 4, 6)
«somos justificados por la fe, en cuanto esta es principio de la salvación del hombre, fundamento y raíz de toda justificación, y sin la cual es imposible hacerse agradables a Dios, ni llegar a participar de la suerte de hijos suyos» (Trento ses. VI, cap. VIII)
«864. ¿Qué es Fe? - Fe es una virtud sobrenatural, infundida por Dios en nuestra alma, y por la cual, apoyados en la autoridad del mismo Dios, creemos ser verdad cuanto Él ha revelado y por medio de la Iglesia nos propone para creerlo». (Catecismo de San Pío X, n. 864)
Los errores doctrinales producen falsas experiencias religiosas.
Dios permite que se difundan los errores y las heterodoxias, las ambigüedades y los disimulos conceptuales, para que queden al descubierto las malas intenciones de muchos corazones.
Los afectos religiosos están ciegos sin la guía de la fe y de la razón bajo el auxilio de la gracia. Porque el hombre está caído, y la experiencia espiritual es un obstáculo si no procede de la fe católica.
Jesucristo nos dio una doctrina para a través de ella tutelar y educar nuestra experiencia.
Dios revela una doctrina que trae la gracia, cuyo conocimiento es principio de salvación.
La fe es asentimiento a la doctrina ya revelada por Dios, doctrina que su Iglesia enseña y explicita a través del Magisterio, y que nos mereció Nuestro Señor en la cruz.
La fe se puede perder por culpa de malos libros. Y malos libros son los que enseñan mala doctrina.
La fe es el principio de la justificación.
La fe se sustenta en la autoridad de Dios, que no engaña.
Ser cristiano es nacer de nuevo para poder profesar la doctrina de Nuestro Señor, doctrina cuya luz es vida eterna.
La doctrina incluye verdades necesariamente conectadas con los datos revelados por Dios. Y esa conexión puede ser infaliblemente explicitada por la Iglesia jerárquica.
La doctrina conforma verdaderamente nuestra inteligencia con la realidad ontológica.
No hay mística verdadera que no haya sido preparada actual o potencialmente por la recta doctrina
Dios revela una doctrina que es luz y salvación de los hombres.
El hombre necesita conocer verdades morales y religiosas, naturales y sobrenaturales, para alcanzar su fin último que es Dios.