(441) Glosario babélico
Personalismo.- Filosofía que ha superado el objetivismo de Santo Tomás y ha conseguido con éxito autodeterminarse.
Moderantismo.- Degustación atemperada de la Revolución, de aspecto piadoso.
“Profundidad".- Oscuridad con que los neoteólogos encubren sus cavilaciones para protegerlas de toda distinción. Donde no se ve, nada se discierne.
Desescolástización.- Derribo de murallas en la Ciudadela para que el enemigo se sienta invitado a pasar, sin argüirle de falta.
Horticultura goecia- Extraer la pulpa del fruto sin aparentemente dañar la piel, y rellenarla con carne de otra especie, para que el nuevo zumo ocupe su lugar.
Retorsión ad hominem.- Apelar al prestigio personal del que yerra, para descalificar al que intenta advertirle de su error, devolviéndole su refutación cargada de sospecha, desactivándola.
Torcidismo teológico.- Manipular, sin que se note, la doctrina, para acomodarla a las necesidades de la pastoral.
4 comentarios
A partir de ahora ya voy a poder ponerle nombre a cada cosa, porque...hay que leer cada cosa!
Ciertamente, esta Babel no podrá ser destruida sin la adhesión a la sana doctrina, de la fe y la razón, y por lo tanto, tampoco se logrará sin combatir las falsas.
Y por eso mismo, el gran martillo que hechará a pedazos esta diabólica torre del error, no es otro sino el más grande doctor de la Iglesia: santo Tomás de Aquino.
Bien es verdad que todo esto depende de Dios, y es que, precisamente de esa dependencia de Dios, es que Dios lo hará por medio de esta nobilísima causa segunda, pues como dice el Catecismo de la Iglesia Católica en el numeral 308:
«Es una verdad inseparable de la fe en Dios Creador: Dios actúa en las obras de sus criaturas. Es la causa primera que opera en y por las causas segundas: "Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece" (Flp 2, 13; cf 1 Co 12, 6). Esta verdad, lejos de disminuir la dignidad de la criatura, la realza. Sacada de la nada por el poder, la sabiduría y la bondad de Dios, no puede nada si está separada de su origen, porque "sin el Creador la criatura se diluye" (GS 36, 3); menos aún puede ella alcanzar su fin último sin la ayuda de la gracia (cf Mt 19, 26; Jn 15, 5; Flp 4, 13).»
De esto se sigue que serán vanos todos los intentos de sacar agua del pozo si del pozo no fluye el agua; da igual cuantos esfuerzos hagamos.
Por esto, como siempre dice el estimado padre José María Iraburu: oremos, oremos, oremos.
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A.G.
En efecto, no hay solución a la Babel actual sin el magisterio de Santo Tomás, luz de la Iglesia en crisis.
Como bien apunta, el ser humano es criatura,causa segunda, no es un dios ni es causa primera, sino que necesita totalmente de su causa primera que es Dios, cuya acción causal benéfica podemos conocer con la razón iluminada por la fe.
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