(435) Fantasmagoría del subjetivismo
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Sólo tenemos una filosofía confiable, la aristotélico-tomista. Fuera de ella todo es oscuro, ambiguo y problemático, con más o menos luces y sombras, pero siempre inseguro.
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Cuando el católico abandona la via tradicional, griega, romana y católica, y temerariamente abraza el numen moderno, se expone al subjevismo que lo nutre.
3
Fuera de la síntesis clásica, sujeto y objeto se confunden, lo real y lo imaginario se vuelven indiferenciables, verdad y error se hacen indiscernibles. Es entonces cuando se apela a la experiencia individual para intentar compensarlo.
4
El mal del subjetivismo, propiamente hablando, comienza en el nominalismo y se extiende durante la Modernidad, quebrando la armonía de la razón y la fe, amalgamando lo natural y lo sobrenatural, confundiendo el sacrificio redentor de Cristo, absolutizando el papel de la conciencia errónea, sustituyendo el ser por el devenir, entenebreciendo el concepto de libertad, entronizando el experiencialismo para malamente evitar ese agnosticismo en que por fin, sin poder evitarlo, se ha caído, como se cayó de la gracia.
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El neomodernismo, pretendiendo mantenerse católico al mismo tiempo que moderno, reemplaza lo teorético por lo teórico. Abandona la tradicional contemplación de los primeros principios y la abstracción de las esencias, por la moderna imaginación teorizadora. La religión es sustituida por una pseudomística individual, tan subjetivizada, que es incomprensible, extraña a la doctrina e inaprensible, comunicable, tan sólo, por una estética teológica.
El neomodernismo hace de la gratuidad una exigencia de la naturaleza humana y de lo creatural una gracia. Concede tanta apariencia de piedad al secularismo, que hace innecesario lo teologal. Basta, bajo su perspectiva, autodeterminarse a la gracia para ser salvos. Y para esto, opinan, es casi suficiente ser persona. Sólo hace falta, consideran, la ayuda de Jesús resucitado, que con la fuerza de su resurrección consigue que todo ser humano redescubra el potencial que tiene dentro y se salve. Todos, sin excepción. Porque para el neomodernismo en eso consiste resucitar; en descubrir el sentido de la vida en la propia subjetividad, y salvarse por ser persona.
10 comentarios
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A.G.:
Jeje, como poco. Para "evitar" el semipelagianismo siempre pueden sacarse de la manga el as de la ciencia media, y quedarse tan panchos.
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A.G.:
Ciertamente, jeje.
Increíble que el modernista no advierta que el símbolo por excelencia del Cristianismo es la Cruz.
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A.G.:
Ciertamente. La teología del misterio pascual ha sumergido el Sacrificio de Cristo en una bruma de confusión. No ha suprimido del todo la cruz, pero le gustaría. El peso de la justificación ha sido desplazado hacia la resurrección, que casi todo el mundo entiende, ya, como salvación. No hay más que escuchar la mayoría de los sermones dominicales.
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A.G.:
Gracias Palas Atenea.
Mi sensus fidei me advierte de que estas cosas socavan la doctrina: la Paciencia, otrora tan alabada, se ha convertido en tontorrona pasividad; la Fortaleza en rigidez, la templanza en mojigatería...y a cambio de las virtudes proponen conceptos sacados de no sé dónde que nunca fueron contemplados por la Iglesia pero que, según ellos, están implícitos de alguna manera.
Trato de razonar con ellos que la sensiblería no es evangélica pero los sentimientos personales han invadido todo el espectro del dogma de tal manera que es a eso a lo que se atiende preferentemente.
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A.G.:
Gracias por el sustancioso comentario, Palas Atenea, describe bien la realidad.
Gracias Don Alonso por este, y otros, artículo suyo. ¡Muy clarificador!.
Ciertamente sólo la filosofía Aristotélico-Tomista puede ser llamada "Philosophia Perennis".
Un saludo en Cristo y María!
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A.G.:
Gracias Hispanicus. En efecto, es la misma filosofía perenne, la veterum sapientia grecolatina y cristiana.
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A.G.:
Gracias. Sin duda alguna, el abandono de Santo Tomás, junto con el gusto por las novedades, son "el germen" (como Ud. bien dice) del desastre.
Hace unos años recuerdo, que leyendo la prensa, veía cosas que no casaban, estaban distorsionadas en el enfoque.La frase de "todo está del revés", era recurrente. A día de hoy pocas encuentras con sentido y objetivas. Las conductas por el mismo patrón. Digo esto, por el segundo comentario de Palas. Acertadisimo y dónde expone todo un "cuadro clínico", de como están las cosas, paralelas a lo que vemos en el mundo. Dicho lo cual, tanto similitud es para dejarte inquieta y desasogada. Y que útil es la objetividad para darle forma y razón de estas situaciones!!!.
Esto me recuerda mis clases de filosofía en el instituto. Mi fantástico profesor, que Dios pague su labor.... "las ideas configuran el mundo"... Añado de mi cosecha. "y las extrañas están minando la Iglesia"
Gracias Sr. Gracian. Su blog es un remanso de paz, aquieta el espíritu. La verdad siempre lo hace. Perdóne la "perogrullada". Un saludo
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