(389) Clasicidad, I: traditio, traición, revolución
1.- Clasicidad es la virtud de aferrarse firmemente a lo tradicional.
2.- Traditio es entrega del legado de las generaciones precedentes.
Ocurrencias, novedades y constructos no conforman legado.
Revolución es interrupción de la tradito en orden a la sustitución del legado por el artificio.
«La Tradición, en el sentido ordinario de transmisión de un determinado orden moral, político, cultural, etc., constituido por un largo proceso temporal congruente de generación en generación y dentro siempre de una comunidad más o menos amplia, incluso en la familia, es una acepción del concepto expresado por la palabra latina traditio, que pertenece al léxico técnico del derecho, y puede traducirse por “entrega".» (ÁLVARO D’ ORS, Cambio y tradición, Verbo, n. 231-232, 1985, pág. 113).
3.- El hombre tradicional es accipiens, recibe con agradecimiento el legado. En cuanto accipiens se sabe y siente hombre deudor.
4.- El hombre tradicional es tradens, entrega lo recibido fielmente. Y en cuanto transmisor del legado es exigente, se sabe y siente acreedor de un deber inexcusable. En cuanto tradens confronta la conciencia del presente.
«De las dos personas que intervienen en toda entrega hay una, aparentemente activa, que es quien entrega, y otra, aparentemente pasiva, que es quien recibe. Sin embargo, en la estructura real del acto de entrega se invierte la relación: el sujeto realmente activo es el que toma […]; el protagonista de toda traditio no es el tradens sino el accipiens». (Idem).
5.- El hombre moderno renuncia a su condición de accipiens y tradens.
La indignación de la causa segunda, molesta, furiosa porque no es causa primera, maldiciendo su necesaria condición de accipiens, constituye la ira fundacional de la Modernidad, y es la traición que rompe la traditio.
El hombre sin tradición no quiere deberse a un legado, quiere suplantar al Creador y crearse a capricho un orden nuevo ocurrente, artificial y autosuficiente.
El hombre moderno no cree en la tradición sino en la revolución.
David Glez. Alonso Gracián
3 comentarios
__________
A.G.:
Gracias Virginia. Es urgente comprender que todo ataque a la tradición es defensa de la revolución.
_________ _________
A.G.:
Afortunadamente surgen aires de restauración, y muchos laicos y parte del clero comprenden que sin tradición no hay salud.
Ya apenas hay nada contra lo que levantar la bandera de la revolución. Y la apostasía que sufre la Iglesia ha despejado el camino hacia el abismo para la Civilización occidental.
Dejar un comentario