(299) Que es este el momento, y no hay otro (Manual hispánico de Avisos para navegantes del Maelstrom, III)

7.- Puncto et in puncto, en punto y en un punto.— La emblemática hispánica representa este lema con una cruz levantada sobre un punto de la Tierra, como reinando sobre ella. Así figura no sólo el señorío de Nuestro Rey, sino lo efímero de nuestras penas. 

«Es que el mundo en que se vive no es mayor que un punto, y la vida, que en él se vive, aun no es tan grande como otro punto»,

explica Juan de Borja, concluyendo: 

«Siendo esto así, no acertará quien pusiese su confianza, ni en una cosa tan pequeña como es este mundo, ni en otra cosa tan corta como la vida» (Empresas morales, emblema 26, Amberes 1680).

 

—Nuestro cristianismo está a punto cuando mira hacia la eternidad

Nuestra tradición católica hispánica, esplendorosa en su Siglo de Oro, nos exhorta a interpretar el momento presente sub specie aeternitatis, bajo la perspectiva de lo eterno. Teniendo siempre, por cabecera, la cruz que debe señorear el mundo.

—Sólo así comprendemos cuán necesario es que el cristiano, en estos momentos críticos y abrumadores, viva en punto su fe, socorrido por la gracia y con varonil aliento. Y decimos por eso en punto, que es decir sin adelantos (pelagianos) ni retrasos derrotistas (luteranizantes).

Es este el momento preciso de la historia de la Iglesia en que el católico debe poner toda la carne en el asador, y no moverse ni un milímetro de la fe de sus padres; plantearse seriamente la perfección, plantearse seriamente la eternidad.

 

—Nuestro cristianismo está a punto cuando tiene identidad

Si queremos ser lo que no somos, no seremos nosotros, sino otros. De lo local a lo universal hay sólo un paso, querido por Dios. Por eso es este el momento, hermanos, de reinstaurar en nuestro pensamiento, junto al carácter bíblicotradicional universal de nuestra fe, la primacía de nuestra traditio particular.

Es este el momento de decir adiós a pensamientos extranjeros, a sofisticaciones y manierismos extraños, a decadencias y laicidades que nos vinieron de afuera, de la Modernidad post-luterana. Es la hora de recuperar lo nuestro, que viene de la Cristiandad. Es la hora de nuestra misión.

Lo nuestro no es perder el tiempo en fenomenologías, ni experiencias subjetivas de encuentro, sino extender, movidos por Dios, la soberanía de su Primogénito, con carabelas o a pie, o como Dios disponga. Preferimos, frente a moderados y buenistas, a quien pone en boca de la Iglesia:

«Fe santa, aunque estoy sitiada

envidiada y perseguida,

no puede ser escondida

mi luz eterna y sagrada.

Ciudad soy edificada

sobre la cumbre de un monte

con dilatado horizonte […]

Nave soy con perfección,

valor de mi Esposo cobro;

no peligro aunque zozobro.»

(Pedro CALDERÓN DE LA BARCA, Auto sacramental La Iglesia sitiada, c.1630)

 

—Nuestro cristianismo está a punto cuando es metafísico

Es la esencia de nuestro catolicismo la preminencia del ser. Y por consiguiente es distintivo del alma hispana un antisecularismo vital. Y esto conviene, y mucho, al momento presente. Como explica lúcidamente Alberto Caturelli:

«Desde los griegos y romanos basta la Edad Media cristiana y desde ésta al imperio español de aquende y allende el Atlántico, fue una verdad no discutida la primacía absoluta del ser sobre el pensar; esta simple afirmación de nuestra filosofía originaria, implica, por un lado, la humilde entrega de la razón a la realidad y, por otro, la disposición para la recepción de la Revelación cristiana con la consecuente relativización de los valores terrenos ya que el hombre es peregrino del Absoluto.» (Alberto CATURELLI, Verbo 219-220, Madrid 1983, p.1229)

Es este el momento de dejar lo que no heredamos, sino malamente importamos. No queremos teologías de la nueva cristiandad laica, ni las filosofías de su humanismo integral, que subordinan el ser a la voluntad, y el bien a los valores. Rahner, Maritain, Blondel, Mounier y tantos otros, son modernos, demasiado modernos para nosotros. Preferimos lo venerandum y lo tremendum de nuestras mentes recias y realistas. Preferimos a Santa Teresa, preferimos a Pereda, preferimos Lepanto, preferimos quemar las naves y que Dios disponga. Preferimos el realismo sano y vigoroso que nos caracteriza, al subjetivismo insano de la Modernidad.

«Todo el tiempo de la vida, comparado con la eternidad, es menos que un punto», recalca en el emblema Juan de Borja. Y es que en este punto del camino, por más aciago que parezca, Cristo sigue siendo poderoso, y eterna sigue siendo su ley.

 

David Glez. Alonso Gracián

 

6 comentarios

  
Soledad
Aquí estamos a lo que Dios disponga, a aceptar Su Voluntad con plena confianza.
Muchos no aceptan este momento histórico, se Le quita importancia a los hechos, otros se inquietan y pierden la paciencia, y tb porque no decirlo aparece el miedo, al ver como los cimientos de la Iglesia son atacados fundamentalmente desde dentro. Confieso que realmente todo esto pone a prueba mi fe. Confieso que siempre me pregunto :que puedo hacer? Y solo hay una respuesta:fidelidad.

Como se trata de recurrir a la tradición catolica
hispánica ahí va parte de una poesía de Sta Teresa de Jesús :
Vuestra soy, para Vos nací
Qué mandáis hacer de mi?
.....................
Dadme Calvario o Tabor
Desierto o tierra abundosa
Sea Job en el dolor
Juan que al pecho reposa,,
Sea viña fructuosa
estéril, si cumple así
Que mandáis hacer de mi?
Sea José puesto en cadenas,
De Egipto Adelantado.
David sufriendo penas,
y a David encumbrado.
Sea Jonas anegado,
libertado de allí.
Qué mandáis hacer de mi?
........................
.................

________ _______
A.G.:
Bien dicho, Soledad, a lo que Dios disponga y tenga merced, y decirle a Nuestro Señor: ¿qué mandáis haced de mí?, como diría Santa Teresa. Que maravilla sus versos, gracias por traerlos, son un tesoro espiritual. Leo su Vida constantemente, y sobre todo sus Moradas.
27/09/18 8:18 PM
  
vicente
nos corresponde obedecer a Dios siempre y por encima de lo que dicte el mundo.
27/09/18 10:30 PM
  
Ricardo de Argentina
Caturelli lo sintetiza magníficamente: LA PRIMACÍA DEL SER SOBRE EL PENSAR es la marca de fábrica tanto del filosofar clásico (ése que rigió entre los paganos en "la plenitud de los tiempos"), como la del filosofar cristiano.

Es curioso cómo cuando esta filosofía del ser, bien llamada "perenne", llega a su cima con el Aquinate, viene el Enemigo y siembra el nominalismo. El cual luego de siglos y siglos y cartesianismo mediante, ha parido a las actuales ideologías negadoras del ser, fuente que son del modernismo que atosiga y revuelve contra sí misma a la Iglesia.
28/09/18 4:14 AM
  
Otilio de Alba
Enorme, Alonso, enorme! DIOS NS te bendiga y muchos lean tu columna para reflexionar y reaccionar ante lo que estamos viviendo Te encomiendo.
28/09/18 7:17 AM
  
jaime astudillo
...he llegado al final de la batalla! He mantenido la Fe... Quien lo dijo no fue el creador de una "nueva teología" ni el fundador de un "nuevo pensamiento filosófico" ni tampoco el novedoso exégeta de lo que recibió por herencia. Gracias a él y a muchos otros que, llegada la hora de su muerte habrán dicho lo mismo en su corazón, podemos aprovechar el gran tesoro del Depósito de la Fe y la Doctrina de Cristo.
Gracias estimado Alonso Gracián, permítame felicitarle nuevamente por su trabajo, que además de ser impecable en erudición, es un bálsamo reconfortante para las heridas causadas por el neomodernismo reinante. Un abrazo desde Cuenca-Ecuador.
Continuar en la lucha! Resistir y Mantener la Fe Heredada!! Eso es Mandato de Nuestro Señor!! Lo demás es "paja"

__________
A.G.:
Muchas gracias jaime astudillo. Resistir y mantener la fe, esa es la clave.
28/09/18 7:56 PM
  
maru
Efectivamente es así como vd.dice, pero hoy todo el mundo se aferra al momento, como si no existiera el mañana y, mucho menos, la eternidad, pero ya el salmista dijo:''mil años en tu presencia , son un ayer que pasó...'' o ''el hombre es igual que un soplo, sus dias una sombra que pasa''. Y claro que es una verdad sin discusión.la primacía del ser sobre el pensar, pero es que hoy, la mayoria, ya ni piensa.
28/09/18 10:49 PM

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