(175) Elaborando un Mapa de la Crisis, I.- Duda sistemática y modernismo
Con esta nueva tanda de aforismos pretendemos contribuir a la confección de un mapa de la crisis. Es fundamental saber orientarnos en la intrahistoria de la decadencia de la mente católica occidental, eso que eufemísticamente se llama secularización, y que no es más que una autodescomposición. ¿De qué? De la esencia grecorromana y cristiana de Occidente. Nosotros, por eso, no lo aplicamos talmente a la Iglesia en cuanto tal, sino a la mente católica.
Es la tesis que venimos exponiendo, desde hace tiempo ya, en este blog, a través del estudio de tres grandes síntomas que hemos denominado:
La Gran Impostura, la Gran Reducción, y la Gran Fragmentación, y que se pueden resumir perfectamente con una poderosa imagen, que escribimos así:
BABEL NO SE CONSTRUYE EN UN DÍA.
En pocas palabras, y simplificando mucho: la crisis de la mente católica (nominalismo) produjo una crisis de la mente occidental (cartesianismo, racionalismo y sus metástasis: empirismo, positivismo…) que influyeron, como en un círculo vicioso, en la mente católica (modernismo).
Es importante, pues, saber quién es quién en este proceso de descomposición. Que enmarcamos en el contexto de la brutal batalla producida entre la via antiqua (la Escolástica tradicional) y la via moderna (el nominalismo voluntarista). Ya sabemos que esta guerra la ganó, y la sigue ganando, la vida moderna. Su victoria en la mente occidental dio lugar a lo que conocemos como secularización de Occidente, descristianización, y aún más, por extensión, secularización eclesial, descristianización eclesial.
Y esta crisis tiene un nombre, como decimos: MODERNISMO. Alma tanto de la modernidad como de la posmodernidad.
Es duro decirlo, pero es la realidad. Reforma o apostasía.
Por tanto, a la pregunta: ¿adónde van los pedazos de la mente occidental? Respondemos: a la Nueva Babel, a la crisis eclesial actual. Esos pedazos son piedras de la torre de la división de la gran comunidad cristiana, donde entenderse es difícil, donde se hablan lenguajes conceptuales, filosóficos, teológicos, distintos, tan opuestos, en ocasiones, como molinismo y tomismo, por ejemplo.
Ilustramos, pues, este post, con un recopilatorio de imágenes de Babel. Cuando las iba dibujando, tenía en mente la crisis eclesial en que nos movemos y existimos actualmente. En este post veremos cómo la duda sistemática, en cuanto tiene de burguesa y antitradicional, prepara el camino del futuro Modernismo. La crisis fue preparada. BABEL NO SE CONSTRUYE EN UN DÍA.
1.- La mente moderna.- El nacimiento de la Modernidad en Europa fue como el descubrimiento de nuevos planetas. De pronto se alcanza un mundo extraño, de pronto ese mundo extraño comienza a colonizarse, de pronto ese mundo extraño se vuelve el mundo común, el mundo de siempre, el mundo acostumbrado. Y lo que antes era lo propio, se volvió lo extraño.
—El enajenamiento en lo novedoso y lo extraño a lo tradicional es una de las características esenciales del Modernismo.
2.- Mente moderna y burguesía.- En el proceso de descomposición hubo fuerzas enfrentadas, que respondían a la misma toxina, como diversos síntomas de una misma afección. Lo ha expresado genialmente Nicolás Gómez Dávila (1913-1994), en poderoso escolio:
«TRES personajes, en nuestro tiempo, detestan profesionalmente al burgués: el intelectual —ese típico representante de la burguesía; el comunista —ese fiel ejecutante de los propósitos y los ideales burgueses; el clérigo progresista —ese triunfo final de la mente burguesa sobre el alma cristiana.»
El catolicismo reducido encuentra aquí sus tres adjetivaciones burguesas: es intelectualoide, es hegeliano (a la derecha o a la izquierda), y es progresista (a la derecha o a la izquierda): en definitiva: es moderno.
—El intelectualismo dialéctico historicista es una de las características esenciales del Modernismo.
3.- La duda sistemática burguesa, alma de la modernidad.- Cuando René Descartes (1596-1650), coronando el voluntarismo de Ockham, instituyó la duda como criterio de verdad, no incluyó su propio pensamiento en ella, demostrando así que en vez de duda era rechazo de toda autoridad y, más aún, de toda verdad recibida autoritativamente: esto es, de la Tradición. Al rechazar las verdades grecorromanas, los preámbulos de la fe, y la tradición cristiana, se rechazaba la esencia misma de Occidente. Y así, no dudó en clavar sobre la puerta de la mente europea su tesis antitradicional, que en su Discurso del método se formula del siguiente modo:
«No admitir cosa alguna como verdadera, sino a condición de ser conocida su verdad con evidencia por nuestro pensamiento: con respecto a la verdad, el pensamiento humano debe ser libre de toda autoridad, y sólo debe someterse a la evidencia como regla única de verdad y certeza»
Fácil darse cuenta de cómo esta tesis representa el rechazo de todo saber heredado, incluida toda cultura fundada sobre la transmisión generacional y cultural de la ley moral. Y por extensión, de la Tradición misma. No dudo en afirmar que este principio es uno de los axiomas de la decadencia de Occidente y el principio fundador del modernismo.
El P. Ceferino González O.P. (1831-1894), en su monumental Historia de la Filosofía, comenta acerca de este principio:
«Excusado parece advertir que esta máxima, fecundada, o, mejor dicho, esterilizada por la duda universal y combinada con el menosprecio y la hostilidad hacia la Filosofía cristiana tradicional, encierra, no ya sólo el germen, sino la substancia y la esencia completa del racionalismo. Es, pues, incontestable que el principio racionalista es el carácter dominante, es la nota característica de la Filosofía cartesiana, y no sin razón lo han reconocido así generalmente católicos y no católicos, amigos y enemigos del cartesianismo.»
Y prosigue:
«No pondremos término a esta crítica de la Filosofía de Descartes sin llamar la atención otra vez más sobre lo que ya dejamos insinuado, a saber: que su teoría sobre la omnipotencia y la libertad en Dios con respecto a la contingencia de las relaciones esenciales de las cosas y de las verdades metafísicas o eternas, no solamente abre la puerta al escepticismo en el orden científico, sino que lleva consigo la negación del orden moral, siendo, como es, evidente que semejante teoría es incompatible con la necesidad e inmutabilidad de la ley moral. […]
A causa del fermento racionalista que palpita en su seno, la Filosofía cartesiana puede considerarse como la mayor de ese silogismo inmenso que representa el proceso general de la Filosofía anticristiana y negativa de los tres últimos siglos. Nada se debe admitir como verdadero, dijo Descartes, sino lo que lleva el sello de la evidencia, y el siglo XVII no hizo más que comentar, desenvolver y aplicar esta tesis cartesiana. Vino después el siglo de Voltaire y de la Enciclopedia, y estableció la menor del gigantesco silogismo, diciendo: es así que nada de lo que hasta entonces había enseñado la Teología y la Filosofía acerca de la religión, de la moral cristiana, de la vida y muerte eterna, etc.,llevaba el sello de la evidencia. De donde infiere hoy nuestro siglo, combinando las dos premisas anteriores, que nada debe admitirse como cierto y verdadero, sino lo que nos dicen los sentidos y lo que se refiere a la materia.[…]
Por lo demás, Descartes ni siquiera tiene el mérito de la originalidad real y efectiva en esta materia, por más que su nombre haya servido de bandera visible a la Filosofía racionalista en sus diferentes manifestaciones. Porque la verdad es que Descartes fue aquí eco, y eco relativamente inconsciente, de las ideas y tendencias racionalistas y anticatólicas que flotaban entonces en la atmósfera europea, gracias al choque producido en los pueblos y en los espíritus por el libre examen del protestantismo, que se había infiltrado a la callada por todas partes y en todos los órdenes de ideas.»
—La desconfianza racionalista hacia todo lo tradicional del catolicismo es una de las características esenciales del Modernismo.
4.- Duda metódica y voluntarismo ockhamista.- La Modernidad ha recibido como criterio de juicio la duda sistemática de Descartes. Pero atención: esta duda sistemática, que en realidad no es más que antropocentrismo, o más aún, yoísmo —pues Descartes duda de todo menos de su propio pensamiento— es el sofware del pensamiento burgués. Lo diagnosticó con claridad León Bloy (1846-1917). En definitiva, el yoísmo burgués consiste en la subordinación del entendimiento a la voluntad. Es decir: el voluntarismo moderno. La crisis de la mente occidental procede, pues, de la crisis de la mente escolástica. Descartes es el heredero del voluntarismo de Ockham. Con gran acierto lo reconoce Juan Fernando Sellés en La sombra de Ockham es alargada:
«La pregunta pertinente para nuestro propósito es: ¿por qué Descartes depende de Ockham?, ¿qué hay de tardomedieval en el método y tema cartesianos? En cuanto al método, recuérdese que el motor del filosofar cartesiano es la duda, y que ésta no es ninguna operación cognoscitiva, sino voluntaria. Téngase en cuenta también que la tarea del filosofar es, para Descartes, analizar y juzgar. Ahora bien, pero tanto el análisis como el juicio son considerados por el pensador francés como actos propios de la voluntad, como lo era el conocimiento superior, la intuición para Ockham. Además, para el pensador galo la voluntad es la cara activa del espíritu, siendo la razón la cara pasiva del mismo.En rigor, Descartes mantiene la misma clave metódica que la filosofía de Ockham: la voluntad es superior a la inteligencia.»
—La invasión de voluntarismo egocéntrico, sentimental y escéptico, es una de las características del Modernismo.
5.- Lo revolucionario de la via moderna.- En toda la filosofía nacida de la duda sistemática, late un espíritu revolucionario, un deseo de liberarse de la opresión del espíritu de Occidente en general, tanto de los preámbulos de la fe, como de la Tradición y las tradiciones. Victor Cousin (1792-1867) por ejemplo, líder del eclecticismo, en su Historia de la filosofía, comentando el axioma mencionado, califica el sistema cartesiano como deseo de liberación:
«De esta suerte y por esta máxima, caen de un solo golpe todas las autoridades, cualesquiera que sean, ya sean dominaciones temporales ante las cuales se inclina el mundo, ya sean dominaciones religiosas y científicas, consagradas por la veneración o la admiración de los siglos, a no ser que estas diversas autoridades se tomen el trabajo y encuentren el secreto de hacernos evidente, y evidente con una evidencia irresistible, la verdad que nos anuncian… nuestro derecho y nuestro deber es no someternos más que a la verdad reconocida y sentida, y no a la verdad obscura todavía y como extranjera, que no nos toca y no brilla en nosotros.
»El precepto de rendirse solamente a la evidencia es, pues, un precepto de libertad: hace libre al espíritu humano en todos los órdenes de conocimiento, y el primero que lo proclamó pudo ser apellidado con justicia el libertador de la razón humana.»
—El deseo de liberación de los preámbulos de la fe y de la Tradición, esencia del espíritu de Occidente, es una de las características del Modernismo.
6.- La duda sistemática de toda verdad heredada es una duda burguesa, es una duda intelectualoide, es una duda voluntarista, es una duda sentimental, que encubre idolatría.- La verdad de la ley moral, que es inmutable, es esencialmente metahistórica, es decir, está más allá de la historia. Pero al des-centrar de ella la religión, ésta se centra sobre un nuevo centro: la propia voluntad.
—Es decir, se absolutiza la duda, se absolutiza la propia evolución, se absolutiza el propio itinerario de maduración (¡eh, que Häring es esto, y no otra cosa!) Se absolutiza la propia historia personal como si fuera la historia misma de la verdad.
—Y en esto consiste, esencialmente, el modernismo: en dudar sistemáticamente de lo inmutable de la religión revelada y, más aún, de la ley moral, para ensalzar lo mutable, lo individual, lo propio, lo pensado y lo vivido por mí y no por otros.
El pensamiento moderno, por tanto, se vuelve mostruosamente historicista. Substituye la Tradición por la diosa Historia y deviene en revolucionario. Es una de las esencias constitutivas del Modernismo.
46 comentarios
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A.G..
Así es, una cuestión vital.
Por eso es importante conocer a fondo al enemigo, sus orígenes, sus patrones mentales, los factores que suscitaron su aparición. Babel no se construye en un día.
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A.G..
Esta división desde luego no es más que crisis de fe. La pérdida de un sistema fundamental de pensamiento, que armonice razón y fe, ha tenido nefastas consecuencias. Y esta crisis, como bien dices, llevaba mucho tiempo siendo contruida.
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Lo que siempre me llamó la atención es que la Iglesia no condenara a Descartes. Porque en esa parte de su tesis, que es central en su "Discurso del Método", se opone frontalmente a las enseñanzas del Evangelio:
"Yo soy el Camino, la VERDAD y la Vida"
Si NSJC ES la Verdad, lo es autoritativamente.
Nos enseña LO QUE DEBEMOS CREER, incluso en contra de la EVIDENCIA terrenal.
Tengo entendido que Descartes zafó en su momento porque argumentó que sus tesis se referían a las ciencias de las naturaleza, y por lo tanto no afectaban a la teología ni a la filosofía. Y desde la Iglesia quisieron creerle. Craso error que permitió que la bola de nieve nominalista se siguiera agrandando con el idealismo, la muerte de la metafísica y la consecuente separación entre la razón y la fe.
Por supuesto que las ciencias de la naturaleza se basan en las evidencias y en las comprobaciones experimentales, eso jamás se discutió. Ni antes ni después de Descartes. Pero lo que hizo éste fue generalizar ese método particular de tal modo, que abrió las puertas para que después de él, el racionalismo más feroz hiciera trizas a la filosofía y a la teología.
De ahí a la demolición de la Fe hubo un paso.
En todo el proceso que describe el artículo está presente el non serviam. La reclamación de autonomía moral de Adán y Eva. No aparece por ningún lado la paternidad de Dios.
Mis ovejas escuchan mi voz.
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A.G.:
Sin duda, Manuel, la fe es una obediencia.
La desobediencia a Dios, la infidelidad en general, o más bien la apostasía como desobediencia a la verdad revelada, es desde luego lo que parece estar en el trasfondo de todo este proceso de secularización. Por eso todo el proceso desemboca en crisis de fe.
La razón es don de Dios para que el hombre le busque, pero necesita la virtud de la humildad para "andar en verdad".
Así pues, como se ha señalado, el pecado de la soberbia es el origen de un Modernismo que, arteramente, se disfraza de sencillez, de tolerancia, de filantropía.
Gracias por su artículo.
Si y sólo si se niega prevismentw la inteligencia.
Es el "res, non verba" llevado a sus últimas consecuencias. Es la "praxis" marxista que pretende imponerse por sí misma para sustraerse a las críticas racionales que no puede responder. Es el "cambio por el cambio" mismo, hoy tan en boga.
Es, en síntesis, el voluntarismo nominalista que lleva a la muerte de la razón.
No veo la primacía de la voluntad ahí. Diría más bien que la duda es una "función" del intelecto.
Por otro lado, la filosofía cristiana siempre se debatió entre la primacía de la voluntad y la primacía de la razón. No es resultado del genial Occam. Suponer una identidad occidental tan homogénea es una ficción ideológica. Como identificar a la esencia de occidente como la relación entre fe y razón sintetizada en el siglo xiii.
Tampoco santo Tomás es tan intelectualista como la lectura dominica posterior lo quiere hacer pasar. Y casi que su solución es recordarnos a todos que, en Dios, voluntad y entendimiento coinciden.
Saludos!
El voluntarismo occamista es novedoso en la Escolástica y más bien significa el fin de la misma y el comienzo de otra cosa distinta, porque va unido al nominalismo y la negación de las esencias de las cosas y las Ideas divinas.
En Dios todas las capacidades y atributos se identifican realmente con la Esencia divina y entre sí, por la Simpliciidad divina, pero eso no quiere decir que no haya en Santo Tomás una clara primacía del intelecto sobre la voluntad, desde que el primero entra en la definición de la segunda como "apetito racional", dependiente por tanto del intelecto, y no a la inversa.
Saludos cordiales.
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A.G.:
Gracias Néstor por aclararlo con tanta precisión.
Saludos cordiales.
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A.G.:
Muy cierto, es una verdad fundamental. A exponerla, por cierto, se dedicó Bloy, que consideraba el combate contra la mente burguesa como su apostolado principal.
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Juan Manuel, ¿podrías mencionar alguna filosofía cristiana que postulase la primacía de la voluntad por sobre la razón?
El tomismo, seguro que no.
Yo sería el primer sorprendido que tal filosofía "cristiana" existiese.
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Si los que se han enriquecido a costillas del prójimo, logran hacerse de los resortes de la política y hasta de la moral de la sociedad, eso se llama tiranía.
Léase democracia.
Tengo a bien su respuesta. Yo también creo, como dice usted, que la posición de Tomás es que "simpliciter" prima el intelecto (aunque relativamente, prima la voluntad: ver Quaestio disputata de apetito bonu). Y además, le doy la razón a nuestro santo en eso. Ahora bien, la posición del Doctor Angélico es por lejos mucho más moderada que la mayoría de sus comentadores posteriores, y a la de muchos contemporáneos. A tal punto es moderado en este aspecto Tomás, que otros comentadores lo anotan directamente en el bando voluntarista (estoy pensando en Quiles, por ejemplo). Y hay textos de Tomás que les sirven de apoyo (aunque insisto, yo estoy con ustedes).
Por otro lado, la "escolástica" es más bien un modo de proceder e investigar filosóficamente, no una escuela ni una serie de tesis a las que hay que pertenecer. Occam es escolástico en ese sentido (que es el único que hay).
Y ahora, respondo a Ricardo: el debate entre la primacía de la voluntad y la primacía del intelecto existía antes y después de Tomás. No es un invento de Occam. San Pedro Damián, San Bernardo de Claraval y en ciertos aspectos, San Buenaventura, son autores donde prima la voluntad por sobre el entendimiento. Y el más importante de todos los "voluntaristas": San Agustín. Era un debate común también entre franciscanos y dominicos. No sé, qué quiere, yo prefiero que el carnet de catolicismo dependa de bautismo y el credo, no de las cosas que los sabios suelen y deben disputar.
Todos son, si se quiere, realistas, y por eso, se distinguirían de Occam, como señaló Néstor. Pero de repente nos encontramos con que Descartes no es nominalista, sino que cree en las esencias de las cosas y en nuestra capacidad de conocerlas. Y sin embargo también en él podemos encontrar un primado de la voluntad (no en la duda, como quiere Néstor, sino en desarrollo del problema del error).
Creo recordar de De covitaye Dei (¡ay, en esos tiempos era teólogo y filósofo de avión!) que la gracia de Adán y Eva era precisamente la que permitía un orden jerárquico en el ser humano en el que el intelecto estaba sobre la voluntad y sobre el instinto, y sobre este intelecto estaba Dios. La idea me sonó muy platónica, pero claro, cuando leí a Platón era yo filósofo de los recreos y de las convivencias de adolescentes y puedo estar confundido.
A lo mejor por voluntarismo agustiniano se entiende que pensara el Doctor que somos atraídos a Dios (en el estado de caida) primariamente por la fruición de la voluntad. Pero esto es mero reslismo psicológico.
Pobre Descartes.
Gracias a él no seguimos en pleno medievo siguiendo la física de Aristóteles y de Aquino, pero en fin,....hoy toca machacarlo.
Y respecto a la duda, evidentemente., el católico Descartes tenía más razón que un santo.
Si uno no duda de sus teorías jamás las mejora.
La ciencia, y la metafísica, siempre han avanzado porque alguien dudó de la explicación previa. Si Aristóteles no duda de Platón, apaga y vámonos.
Y si no se duda, pues uno se queda como un hamster dando vueltas y vueltas en su rueda-juguete particular, en eso que se llama tradicionalismo neotomista, cuando B16 ya nos dejó claro que la tradición es viva.
¿Duda metódica? Por supuesto que sí. La duda es un instrumento. Y uno muy bueno, por cierto.
Aplicada la duda metodológicamente contra el cristianismo, como éste es verdad, lo hace avanzar.
Aplicada la duda metodológicamente contra una ideologìa, es decir, contra una interpretación errada de la realidad, la duda destruye dicha ideología, porque esta última es mentira.
Los cristianos usaron muy bien la duda contra las ideologías paganas. San Agustín era un crack en esto de usar la duda contra los paganos.
La duda es Gracia. Mal que no lo entiendan algunos, todo es Gracia, incluso la duda.
Quien aplica la duda metódica hasta duda de la utilidad de la duda. Le pone límites a la duda, y eso que la duda es Gracia.
Y no digo nada de Ockham porque me censuran, a pesar que fue rehabilitado por los Papas, y le negáis el pan y la sal.
Hala Celta.
Y la segunda es que pretendes que se te crea por argumentos de autoridad: es así porque tú lo dices, ya que no pones ninguna cita.
Así que me perdonarás, pero seguiré en mis trece.
Así que te dejo con tus dudas, que yo sigo con mis certezas.
(Ya dio a entender Néstor que si Descartes, en un ataque de coherencia -que nunca tuvo- hubiese aplicado a todos sus escritos la duda que él pretendía (y consiguió) sembrar en el edificio de la Filosofía Católica, se hubiese dedicado a plantar zapallitos).
La fosilización evidente del tomismo con una fisica impresentable ineludiblemente tenia que concluir en una crítica de la metafísica tomista.
Ockham ya os lo había advertido , pero los tomistas lo persiguieron y tuvo que escapar para salvar la vida. Fue rehabilitado por un Papa de las tropelías que sufrió en vida, y eso es algo que todavía los tomistas no han olvidado y persiguen su memoria, a pesar que el si que defendio la Concepción Inmaculada de María.
Pero aquel que defendio a la Inmaculada no se le perdona que navajeara a los aristotelicos.
Hoy toca machacar a Descartes, mañana a Ockham, pasado a Galileo, ...etc, pero nunca hablais de los errores de santo Tomás y si uno los trae a colación, censura que te crió.
A que no...
La pregunta no es retórica, es q el metro no me da para tanto.
La vinculación física-metafísica en Aristóteles NO es tan esencial. Lo que él vincula es metafísica-biología, o eso pensaban algunos husserlianos devenidos realistas y católicos como Hedwig Konrad-Marthius.
Pero no sé, lo mismo el problema es que Aquino no había estudiado a Plank, porque entiendo que el modelo físico que tenemos en la cabeza no es el de Newton, ¿o sí?
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A.G.:
Jejeje muy agudo Tulkas
Kant a Aristoteles son lo que Einstein a Newton.
No se puede comparar la física de Newton con la de Santos Tomás porque las diferencia el método, como tampoco podemos comparar la filosofía de Homero con la de Aristoteles.
Ni Homero hacia filosofía ni Aristoteles física.
Y por supuesto que en la biología hay física. Y si en la biología de Aristoteles hubiera habido física, Aristoteles habría habido un científico que aplica un método científico.
Por eso Descartes hablo de un método.
Así que a pensarlo otra vez.
T_Paz: Occam se veía a sí mismo como el verdadero aristotélico. Y adscribía a la física aristotélica.
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Eso ya lo sé. Occam acabó con esa manía que tenían los filósofos cristianos de acuñar palabras para esconder bajo un concepto vacío un problema de falta de conocimiento.
Desde entonces solos los tomistas y los neotomistas lo siguen haciendo. Así hablan de deseo elícito, naturaleza pura, y demás zarandajas.
Occam no fue contemporaneo de Descartes, Galileo, Bacon, Kepler, ... vamos, ni de Copérnico, y vivía subsumido en aquella cultura precientífica, en cuanto que no tenía método ciéntífico.
Entre Occam, Petrarca, y Galileo, liquidaron la escolástica de corte aristotelizante.
T-Paz: lleno de lugares comunes. Ya el otro día comentaba alguien: "la ciencia para Aristóteles NO es solamente los Analíticos Postreros sino también los Tópicos y la formulación de hipótesis".
Yo voy a defender a Aristóteles en un punto: su método científico es rusimentario como puede serlo en el siglo V antes de Cristo y, sin embargo, es empírico y científico. Que el de sus seguidores NO lo sea es otro problema.
"Kant a Aristóteles": escepticismo sistémico frente a optimismo. Lo que no le gusta a Usted de Aristóteles es el optimismo sobre el ser y el entender de su filosofía.
"Einstein a Newton". Le he mencionado a Plank, complicando el problema pero no le interesa ir por ahí.
Me cae bien Descartes, pero lo que tiene de bueno ya lo había leído en Contra academicos o De libero arbitrio y lo que tiene de malo es que la diferenciación entre res cogitans y res extensa es un callejón sin salida total.
Creo, por otro lado que la filosofía actual de ls ciencia (Popper se llama?) ha abandonado la duda metódica y ha vuelto a la recolección continuada de datos empíricos cuyo acúmulo progresivo, y no la duda, es el motor único del avance del conocimiento empírico. ¡Vaya, esto está más cerca del viejo Estagirita a quién según la leyenda Alejandro le traía animales desconocidos de tierras lejanas que de René! ¿Verdad que sí?
"Si ergo absit ut sit iniquitas apud Deum; sive quando adiuvat, misericorditer facit; sive quando non adiuvat, iuste facit: quia omnia NON TEMERITATE, sed iudicio facit."
Tratados de san Juan LIII párrafo 6 todo él.
No recurre Agustín a la voluntad u omnipotencia de Dios sino a su "sabiduría y conocimiento" y cita Romanos 11,33 que en su versión dice "O altitudo divitiarum sapientiae et scientiae Dei!"
Por tanto yo creo que Agustín no es teológicamente voluntarista. ¿Lo será antropológicamente?
Me parece bien que defiende a Aristóteles en un punto, pero aquí nadie está discutiendo si Aristóteles aportó o no en su momeneto, sino que su física (y su metafísica) fueron un freno, hasta que Descartes, entre otros, inventaron el método científico, que incorpora la duda metodológica, y la ciencia despegó. Se acabaron las causas finales y las formales para estudiar la mecánica de fluidos o la relatividad general.
Al católico Descartes se le cruje en ambientas católicos tomistas y yo no paso por ahí.
Usted presupone cosas. Yo no descarto a Aristóteles. Lo que digo es que en la filosofía moderna hay mucha verdad, empezando por Descartes y llegando hasta Kant. Se supone que Aquino fue grande porque fue capaz de integrar a Aristoteles. Lo que hace falta es otro Aquino que sea capaz de integrar la modernidad.
Evidentemente esto es imposible si a católicos que murieron católicos y los que se persiguió bastante como Occam o a Descartes, en vez de acogerlos como lo que son, grandes lumbreras católicas, se le despacha diciendo que son la raíz del mal porque eran críticos con Aristóteles y Aquino.
No sé qué pinta Plank en todo esto. El método científico aplica a la relatividad especial y a la general, a la mecánica cuántica y a la electrodinámica, ...etc etc.
Plank posibilita un cambio de paradigma dentro de la física, pero el método científico de Descartes, Bacon, Galileo, Kepler, lo que posibilita es la ciencia en sí. O más bien la ciencia de los objetos, por ponernos kantianos.
Si usted quiere ir por Plank vaya, pero en esta discusión no tocaba.
Y con respecto a que se ha abandonado la duda metódico le diré que como se nota que usted no trabaja en el departamento de calidad de cualquier empresa de sector automovil donde los defectos los contamos por partes por millón.
Si usted cree que esa calidad no se obtiene después de dudar de todo cuando se da un fallo lo mejor es que lo experimente. Por cierto,cuando te detectan un fallo te piden que le des la causa en raíz en dos días, y un plan de acción para que no te vuelva a ocurrir en 15 días.
Como para no dudar metódicamente. Y si no das el nivel cambian de ingeniero y luego de proveedor.
Ese es el mundo real.
En todo caso es error sistemático y aleatorio, nada nuevo, y que en terminología platónica es "doxa".
Pero de todas formas¿qué quiere adoptar de la filosofía de la Modernidad? ¿Qué el único conocimiento real/posible/cierto es el empírico?
Bien. ¿Qué es exactamente ser conocimiento posible/ser real/ser cierto?
Me congratula que sea Vd ingeniero. Yo soy médico. Estimo su preocupación por los errores sistemáticos y aleatorios. Imagínese la mía.
No puedo estar más en desacuerdo. Primero, la duda metodológica no se parece en nada al proceso que usted nos describe con respecto a la tarea del ingeniero. La duda sistemática consiste en dudar de todo hasta hallar eso de lo que no cabe dudar, es decir, la propia existencia descubierta por el "cogito", para pasar a aquello segundo, a saber, Dios, y tercero, recuperar las nociones de la matemática. Porque aunque Descartes hace de cuenta que sí, lo cierto es que nunca recupera los datos de los sentidos, ni la experiencia, etcétera. Si no es por referirla directamente a Dios.
Segundo, el método científico actual no es el de Galileo, Kepler, Bacon y Newton. Sin duda, tiene un parecido de familia mayor con estos que con Aristóteles, pero ciertamente son distintos. La más "populares" filosofías de la ciencia, ya Popper, Feyeraben o mi simpático Kuhn con su idea de los paradigmas y la estructura de las revoluciones científicas no se sentirían muy a gusto con sus afirmaciones, más propias del victorianismo típico del NatGeo. Por dar el ejemplo que más me divierte: la posibilidad del azar. Que el azar es causa, que hay estrictamente hablando, casualidades, es algo que el "moderno método científico", o mejor, los paradigmas científicos actuales tienen que considerar. Cosa que ya consideraban Aristóteles y Tomás de Aquino (¡y Occam!) y que Descartes o Newton consideraban una blasfemia (¡y Kant!).
Tercero, no le veo sentido a intentar una integración de la filosofía moderna con el cristianismo, entre otras cosas, porque la filosofía moderna se acabó. La filosofía analítica, los distintos proyectos fenomenológicos, hermenéuticos, existencialistas y otras yerbas, tienen hacia Aristóteles y la Edad Media en general, muchas veces más respeto que el que pareciera tener usted. Y suelen ser, muchas veces, más despiadados con la Modernidad de lo que son los blogueros de InfoCatólica.
Saludos!
PD: Lamento Tulkas, aún no me he podido sentar decididamente delante de los libros. Atiendo a la cita que trajiste. Admito también que estoy a pasos de arrepentirme de haber dicho que Agustín era el más importante de los voluntaristas. Se verá... ya que no lo encuentro yo directamente, tal vez intente entender porque lo dice Gilson (Introduction a l'etude de San Agustin, París, 1929 // en relación a su doctrina de la felicidad).
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Esto es nominalismo en estado químicamente puro.
Traducido: Quienes no comulgan con la tesis de que las esencias no existen, son unos ignorantes.
Y el soberbio soy yo...
Traducido: Quienes no comulgan con la tesis de que las esencias no existen, son unos ignorantes.
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Yo he puesto unos ejemplos tomistas : dese elícito, teoria de la naturaleza pura, ..etc etc.
La diferencia entre ustedes y yo es que yo veo en qué se equivocó Occam y en qué se equivocó Aquino.
Ustedes no. Ustedes a Occam no le reconocen nada y, pero en cambio celebran los fallos de Aquino y sus epígonos.
Esa escolástica deductiva cerrada sobre sí misma acuñando conceptos inexistentes - deseo elícito, teoría de la naturaleza pura,...etc etc - que saltó por los aires con Occam, el primer crítico moderno del lenguaje y de sus sofistas.
Como explica Gilson la filosofía moderna solo tiró abajo los últimos escombros de la escolástica, entre ellas la tomista.
Eso lo empieza el beato Duns Scoto, y lo continua Occam. Por cierto, ambos defensores de la Inmaculada Concepción, contra los tomistas.
Confundes el método científico con los cambios de paradigma dentro de la ciencia.
Aristóteles no tuvo un método científico. Ni para tratar lo determinista ni lo estocástico.
Homero no tenía un método filosófico. Homero no hacía filosofía. Eso no quita que en las obras de Homero aparezca reflexiones más o menos filosóficas.
Lo mismo ocurre con Aristóteles. No tenía un metodo científico, aunque reflexionara sobre el azar. También Homero reflexionaba sobre reflexiones filosóficas, pero no por ello está considerado entre los filósofos.
Puedes hacer toda la arqueología científica que quieras pero los hechos es que la ciencia despega con todas aquellas lumbreras. Si no hubieran dispuesto de un método lo científico no hubiera emergido.
Lo mismo ocurrió con la filosofía en Grecia. Aquellos presocráticos iban a la búsqueda de un método filosófico como los Descartes, Galileo, Bacon, Kepler iban haciendo lo mismo con la Ciencia.
Entonces apareció Sócrates y la mayeutica, y se hizo en la filosofía. Entonces apareció Newton, y se hizo la luz en la física.
Estos son hechos ,porque la producción filosófica o la científica explosiona después de la aparición del método, o cuando este se está conformando.
Da igual que Newton no concibiera el espacio-tiempo, o la mecánica relativista, el caos, las teorías de la complejidad, ...etc etc.
A esos nuevo conceptos cientificos no se llegó ni por Aristóteles, ni por Aquino, ni por Occam, porque no tenían método.
Los hechos, por favor.
Últimamente he leído de Hans Joachim Störig la "Kleine Weltgesichte der Philosophie".
Dedica unos párrafos a la nueva metafísica, realismo crítico y neotomismo. El alemán apóstata de Ser y Tiempo cuyo nombre no recuerdo no va aquí, sino en "Existencialismo".
¿Esta nueva metafísica que tiene "concordancias (Übereinstimmungen) dignas de mención y no casuales (Störig)" con el neotomismo vale para usted como filosofía moderna o no?
¿O es que la filosofïa moderna es, acaso, eso que se estudia en COU: Kant, Nietzche, Sarte?
Sobre la duda metódica.
Mire, creo que usted está confundido en esta cuestión que le voy a escribir su párrafo literalmente para que encuentre su error. Le pongo una ayuda.
"No puedo estar más en desacuerdo. Primero, la duda metodológica no se parece en nada al proceso que usted nos describe con respecto a la tarea del ingeniero. La duda SISTEMÁTICA consiste en dudar de todo hasta hallar eso de lo que no cabe dudar, es decir, la propia existencia descubierta por el "cogito", para pasar a aquello segundo, a saber, Dios, y tercero, recuperar las nociones de la matemática."
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Además del error, le recuerdo que una cosa es el método y otro la aplicación que hizo Descartes con el método.
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Por último, respecto a mí falta de respeto por Aristóteles o por la Edad Media, informarle que no es tal.
Sí estoy en contra de aquellos que por defender el tomismo tiran contra Occam, Scoto, Descartes o Galileo, ... etc etc y los hacen los responsables de la desaparición del tomismo aristotelizante.
La filosofía está en crisis. Resolver la crisis no es posible sin el Realismo. Pero resolver la crisis solo con el Realismo tampoco es posible.
¿Cómo vamos a resolver la crisis si todavía los neotomistas no reconocen lo bueno que hay en Descartes, en Occam, en Scoto, en Galileo, ..... en la filosofía moderna y en la posmoderna?
Los tomistas no solo no reconocen lo bueno que hay en estos pensadores sino que los ponen a parir. Dicen que son la raíz del mal de la decadencia tomista-católica de la Edad Media.
Que no. Que no. La filosofía cristiana de la Antiguedad se las tuvo que ver con filosofías de todo pelaje y condición, las absorvió, y las acabó derrotando.
Si el tomismo, bueno, utilicemos el término correcto, la filosofía cristiana, que es algo mucho mayor que el tomismo, no derrota a las filosofías comtemporaneas es porque no están absorviendo lo bueno que hay en ellas para derrotarlas.
¿Pero cómo vamos a asumir lo bueno que hay en ellas si solo nos fijamos en sus errores, y en cambio en tomismo, es decir lo que pensamos, está libre de error?
Eso es un dogmatismo. Y yo a los dogmas de fe es a lo único que no aplico un método cartesiano de duda, como hizo Descartes que era católico. A todo lo demás hay que meterle un ácido corrosivo, pues lo único capaz de derrotar al ácido es la Verdad.
Yo no tengo nada con los medievales. Lo tengo con los posmodernos que se creen medievales, y que por tanto toca machacar a Occam, a Descartes,.Galileo, ..etc etc.
Es tirar piedras contra el propio tejado. Ya empezaron los tomistas con Occam en su momento y desde entonces no han parado.
Esto último es lo que denuncio. Todavía no le han dado las gracias por acabar con la manía que tienen los tomistas para acuñar conceptos vacíos u erróneos: teoría de la naturaleza pura, deseo elícito.
Además, no soporto la censura. Y en eso los tomistas han resultado ser insuperables.
Últimamente he leído de Hans Joachim Störig la "Kleine Weltgesichte der Philosophie".
Dedica unos párrafos a la nueva metafísica, realismo crítico y neotomismo. El alemán apóstata de Ser y Tiempo cuyo nombre no recuerdo no va aquí, sino en "Existencialismo".
¿Esta nueva metafísica que tiene "concordancias (Übereinstimmungen) dignas de mención y no casuales (Störig)" con el neotomismo vale para usted como filosofía moderna o no?
¿O es que la filosofïa moderna es, acaso, eso que se estudia en COU: Kant, Nietzche, Sarte?
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No entiendo su confusa redacción. No sé si se refiere a si Störig apostató de Heidegger, o si Heidegger apostató, o si ambos apostataron, Así que haré lo que pueda:
Lo que sí sé es que Heidegger era un genio, y que ese giro que le dio a la metafísica, en la que la existencia precede a la esencia, le hizo entrar con letras de oro en la historia de la filosofía.
Pero no se confunda, el existencialismo de Heidegger es una metafísica, lo que ocurre es que no es una metafísica esencialista o realista, como es la tomista, sino que es una metafísica existencialista.
Los tomistas no tienen la exclusividad de la palabra ¡Menos mal!, y por supuesto, también había metafísica antes que Aristóteles, que tampoco tiene la exclusividad.
Volviendo a Storig. No citó a Zubiri en su libro, muy típico entre alemanes, pero Zubiri le dió una buena actualización a Heidegger y añadió que si bien la existencia precede a la esencia, algo esencial debe haber antes para que la existencia trabaje sobre ello. Es decir, Zubiri fue el primero en explicitar la relación simbiótica entre la existencia y la esencia. Gibraltar español.
Claro, esta interpretación Heideggeriana / Zubiriana, mejora la aristótelica / tomista, en la que la existencia es simplemente el despliegue de la esencia que es previa.
La descripción de Zubiri es mucho mejor que la de Aquino, pues la de Santo Tomás, él la aplica a todos los seres, incorrectamente, pues incluye erróneamente al hombre. Lo que dice Santo Tomás solo es válido para las los entes con la excepción del hombre.
En cambio, Heidegger, pero especialmente Zubiri, se dan cuenta que el hombre se construye su propia esencia en la vida, precisamente en las determinaciones que toma durante su existencia. El hombre no nace con una esencia que lo predetermina sino que se construye su esencia, lo que quiere ser en la vida.
O si lo prefiere ver en términos teológicos. El hombre nace criatura porque por el pecado original no es hijo de Dio, sino Hijo de hombre.
Pero por el bautismo, se empieza a hacer hijo de Dios por adopción divina, algo que tendrá que hacer contra la esencia de hijo de hombre con la que nacemos.
Ahí está Zubiri perfeccionando a Heidegger. La primera esencia es ser hijo de hombre. Pero por un acto existencial como es el bautismo, el hombre empieza a cambiar esencialmente y empieza un proceso, contra su naturaleza de hijo de hombre, por la cual tiene que caminar, buscar la verdad, y vivir el amor, para que lo formen como un hijo de Dios por adopción filial, es decir, conseguir la esencia de hijos de Dios, con la que debería terminar nuestra vida.Y Si uno se queda corto: purgatorio.
Zubiri superior a Aquino, pero es que es normal. Porque el genial Zubiri vivió 700 años después que el genial Aquino.
Con respecto a las concordancias de los neotomistas y los realistas críticos le diría que depende. Porque se puede también concordar en el error, ¿eh?.
Precisamente, ese es el error de tomistas y neotomistas. Concuerdan entre ellos en el error, y cuando se lo dices, censura que te crió. Usted no sabe bien en la cantidad de blogs de infocatólica en la que me han censurado. Como a Occam. No me queman ,porque no están al timón del barco del Santo Oficio.
Mire, lo importante no son las concordancias. Si usted y yo concordamos pues no aprendemos nada uno del otro. Es mejor disentir, eso sí, si no es por tocar los mondongos. Porque en el disenso, si ambas partes consiguen resolver la contradicción, pues se aprende algo nuevo.
Con respecto al libro de COU de filosofía no puedo ayudarle. Creo que mi padre cursaba ese plan de estudios. Cuando vuelva el sábado de marcha, porque voy a un concierto de Jarabe de Palo a Pontevedra, y le pregunto a la vuelta.
Con respecto a mis fuentes no puedo darle muchas. Hay personas que leen y luego piensan, si tienen tiempo. Yo intento pensar primero, y luego leer, porque me falta tiempo.
Perdóneme que no comparta su afición por la lectura, pero recuerde que yo no soy tomista pata negra. Ya sé que le sonará herejía, pero yo soy de los que cree que la voluntad sobrepuja a la inteligencia, la existencia a la esencia, la acción a la contemplación, y el pensamiento a la lectura.
No llego a ver el error, salvo tal vez, porque diga a veces sistemática, o metodológica. Lo qué gustés, pero la duda cartesiana, la duda expuesta en "El discurso del método" consiste y se aplica de la manera que resumí. Me parece distinto de la idea del método científico que tienen Bacon o Galileo, o Newton (o los científicos hoy en día).
Con respecto a los "hechos", hay hechos que vos estás olvidándote a la hora de reducir el despegue científico: los hechos materiales. Las condiciones sociales de producción favorecieron la inversión y el desarrollo en tecnología, además de que impusieron ellas mismas su necesidad. No digo que no sean causas del despegue científico las genialidades de los genios de la época, pero, en historiografía, voy más por el lado de las condiciones sociales y económicas (¿me estaré volviendo marxista?) que propician los cambios. Explicame, de qué serviría el método científico en el feudalismo o el esclavismo, qué va.
Las nuevas condiciones sociales y económicas que impulsaron los desarrollos técnicos, implicaron además la independencia del discurso científico, cada vez más, de la filosofía. Si vos me preguntás si la filosofía es ciencia, te diría que no, al menos no como se entiende modernamente hoy la ciencia (¿casi que nos parecemos, no?).
Ahora, eso no desmerece a los anteriores, ni implica que no tuvieran ciencia. Tenían otra distinta (los paradigmas delimitan qué es ciencia, y qué no... ciencia como la nuestra, no tenían, tenían la suya. Ahora, nuestra ciencia tiene la particularidad de ser tan compatible -o incompatible- con la metafísica aristotélica que con la metafísica moderna).
Yo, y lo podés comprobar con mis comentarios anteriores y en otras entradas, soy particularmente amistoso con los que vos llamás "lumbreras". Descartes no me simpatiza, ni la Modernidad en general, pero ciertamente sí Occam (y las filosofías posmodernas que te nombré y que también empatizan muchas veces con las medievales).
Por cierto, Occam ni criticó a Tomás de Aquino, ni fue censurado por los tomistas. Fundamentalmente, porque la influencia de Tomás fue inmediatamente desplazada, y recién reivindicada en el Concilio de Trento y nuevamente en los siglos XIX-XX. Si se hila fino en el texto de Occam, está criticando el hiperrealismo de Escoto (y a veces ni hay que hilar fino, el tipo te dice directamente que ataca al Doctor Sutil).
Por último, me sigue pareciendo trunco tratar de hacer una integración entre la fe cristiana y la filosofía moderna, porque la filosofía moderna ya pasó. Creo, sí, que hay elementos valiosos en ella. Pero sinceramente, en muchas cuestiones, prefiero a Tomás,o a Occam (o a Pearce, James, Frege, Quine, Krypke, Wittgenstein, Foucault, y un largo etcétera de autores que me ocupan).
Un saludo, creo que a esta conversación no le queda mucho más, porque bueno, así son las conversaciones en internet (pronto -sino está sucediendo ya-) todos los implicados vamos a estar repitiendo una y otra vez los argumentos. Leeré, eso sí, si decide responder.
Tampoco quiero fastidiar a Alonso.
Un artículo ha de criticarse por los errores que contiene pero no porque le falta, porque un artículo ha de ser breve por definición. Por el contrario, un libro no solo ha de criticarse por lo que dice sino por lo que no dice.
Usted, por su carácter, abre un montón de temas, pero que en esta entrada no toca. Otros si, pero esto ya se alarga demasiado.
Mi tesis está claro. Es erróneo creer que Aquíno no cometió errores graves y es erróneo no ver lo importantes aciertos de Occam, Descartes, Galileo, Erasmo....etc.
Y que algunos estamos hasta los mondongos que los del mazo - los tomistas - vean siempre la paja en los otros y nunca la viga en el propio.
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A.G.:
Ha quedado más que clara (y expuesta de sobra) su preferencia por otros sistemas de pensamiento y su desdén por los tomistas, entiendo que incluido un servidor, que por cierto ha publicado sus opiniones. Creo que ha ud expuesto con libertad lo esencial de sus puntos de vista. Por lo cual doy por cerrado el tema de sus disentimientos, que diría Azorín.
Le sugiero que se busque otro lugar donde atacar al tomismo.
Es usted poco original. Y no me intimida sugiriendo que leo y no pienso.
"Heiddeger dio un paso más al pretender que era necesario profundizar en la compresión del ser por el hombre a fin de captar la significación del ser; al ver la razón de la posibilidad de esta comprensión en la finitud del hombre, notó que el fundamento de la Metafísica podría descubrirse en una discusión sobre la finitud del hombre. Contra la opinión de Heidegger se pueden presentar dos objeciones:
1-en la Metafísica se trata del sentido del ser en general y no sólo del ser humano. Quien omite la cuestión del significado del ser -haciendo a un lado la comprensión del ser mismo- y, sin cuidarse de ello, "esboza" la comprensión del ser por el hombre, se expone a apartarse de la significación del ser; y, según puedo ver, Heiddeger ha sucumbido a este peligro.
2-He aquí la segunda objeción: la comprensión del ser no forma parte de la finitud en cuanto tal, puesto que existen seres finitos que no poseen la comprensión del ser. La comprensión del ser forma parte de lo que diferencia al ser personsl y espiritual de los demás seres. En su área habría que distinguir entre la comprensión del ser por el hombre de la de otros seres finitos, y entre toda comprensión finita del ser y la conprensión infinita (divina) del ser.
Para saber qué es la comprensión del ser es necesario aclarar qué es la significación del ser. Así, el tema primordial del fundamento de la metafísica sigue siendo siempre el tema de la significación del ser."
Edith Stein, Endliches und ewiges Sein.
Menos aún al autor del blog que casi no me ha censurado. No puedo decir lo mismo de otros infocatolicos, si bien Luis Fernando tampoco me ha censurado jamás.
Con lo que no estoy de acuerdo es que en numerosas ocasiones son muy censores porque no admiten críticas a aspectos del tomismo.
He escrito más arriba que sin el realismo no hay solución pero con el realismo solo tampoco. Yo no descarto a Santo Tomás.
Y que no estoy de acuerdo con esa visión que siempre señala los errores de los otros pero nunca de los míos.
Si se quiere criticar a Descartes hagase. Pero olvidar lo bueno que hay en el, en Occam o Erasmo o Montaigne o Scoto , para solo recordar lo negativo es un error gordo.
Pero que Santo Tomás sea el más santo de los sabios y el más sabio de los santos es una opinión particular suya que no es de fe. La Iglesia tiene 34 doctores. Muchos de esos doctores contradicen a Santo Tomás y no pasa nada. No por eso son menos doctores ni menos santos ni menos sabios.
Los grandes sabios no lo son solo por sus aciertos sino por sus errores. Aquíno es tan tan grande que todavía estamos desentrañando sus errores teológicos y filosóficos 8 siglos después. Animense.
Pero creer que la teología no avanza y que lo esencial se dijo ya en el siglo XIII no lo puedo admitir. Y que lo que vino después sea solo terrible tampoco.
A mi esto de los ismos me repatea. Que unos sean de Zeus y otros de Apolo me parece un error.
Y no estar de acuerdo no es faltarle al respeto a nadie.
Por último para Tulkas. Me alegro que no le intimide. Eso es que no me ve amenazador, por lo que le alabo por ese rasgo de empatía. Yo también le quiero como amigo.
Tulkas, por favor, leame mejor. Yo no he sugerido que usted no piensa. Lo que he dicho es que usted es de los que primero leen y luego piensan.
Usted no ha discutido lo que he dicho de Zubiri o Heidegger. Ha preferido leer a Stein primero, luego ha reflexionado sobre ello, le ha convencido y luego lo ha puesto por escrito.
Usted primero lee y luego piensa.
No es algo malo.
Usted es así.
San Alberto Magno era también asi, como tu.
Que una persona primero piense y luego lea, que es mi caso, tampoco es malo.
Yo no he leído en mi vida a Stein pero le voy a decir donde creo yo que se equivoca, pues yo soy de los que primero piensan y mañana, si tengo tiempo, leeré sobre Stein, que tengo entendido que era tomista.
Y ojo, que yo ya critique a Heidegger con Zubiri, al tiempo que reconoci al primero su giro metafísico.
Stein se equivoca al no ligar la comprensión a la finitud. Esa conexión si existe. La limitación o la finitud de nuestro cerebro recorta nuestra comprensión, como es evidente. La comprensión solo aparece en aquellas mentes inmateriales que precisan un cerebro para pensar. Los Ángeles no precisan comprender pues intuyen, al no precisar de un cerebro material para su mente inmaterial.
Lo que es de seres personales y espirituales es la intuición intelectiva. La comprensión aparece en el hombre por el pecado original.
Los dones de naturaleza como la inteligencia no se pierden por el pecado. Lo que se pierde por el pecado son los dones de la gracia.
El pecado original no obscurecio la mente humana porque la inteligencia es un don de naturaleza. Los demonios siguen inteligiendo exactamente igual que antes de su pecado, porque los dones de naturaleza no se pierden.
Si usted o yo, lamentable pecamos, no por eso perdemos la comprensión.
Luego hay que explicar nuestra actual capacidad de comprension de una manera radicalmente distinta a como Aquino o Agustín la pensaron, y por ejemplo pensarlo como lo hace la Iglesia oriental.
La comprensión es algo que se ha ganó por el pecado original porque algo se ganó por el pecado original, porque ese fruto sigue dentro de nosotros, y entre otras cosas lleva asociado algunos dones, por ejemplo la comprensión.
Pero Adan tenía ciencia perfecta antes del pecado original. Cómo es un don natural de Dios no se ha perdido. Esta dormida. Otra cosa ocupa su lugar. El modo de conocer angélico se da en el espíritu y es propio de los hijos de Dios. El modo de conocer de hijo de hombre se da en el alma.
Somos cuerpo, alma y espíritu como dijo San Pablo y dicen los orientales. No tenemos ninguna alma espiritual, concepto que no está en el Génesis ni en toda la Biblia.
Lo espiritual no es un adjetivo accidental del alma. El espíritu es algo sustantivo.
Otro error de los tomistas. Y no falto al respeto. Otros santos y doctores creían esto.
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A.G.:
Le he publicado este último comentario,en que vuelve a repetir su misma idea. Por tanto, creo que ha quedado expuesta ya más que suficientemente, y por eso no voy a volver a publicarle más comentarios incidiendo en lo mismo.
Lee usted inglés.?
Si me da su dirección postal le envío un libro de Amazon desde EEUU de un padre ortodoxo oriental que tiene los textos patrióticos.
Los ortodoxos, al ne tener magisterio papal, son muy buenos en tradición.
Envíame un correo con sus datos a [email protected] y con gusto se le regalo. Es un libraco de casi 800 páginas pero le servirá para entender que diferente piensa San Agustín respecto a los doctores griegos respecto a la naturaleza humana de antes del pecado original, porque cambio de opinión para defenderse de los pelagatos
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