(171) Del odio a la razón católica
Comienzo del Catecismo de San Pío X:
3.- ¿Quién es verdadero cristiano? - Verdadero cristiano es el que está bautizado, cree y profesa la doctrina cristiana y obedece a los legítimos Pastores de la Iglesia.
4.- ¿Qué es la doctrina cristiana? - Doctrina Cristiana es la doctrina que nos enseñó Nuestro Señor Jesucristo para mostrarnos el camino de la salvación.
5.- ¿Es necesario aprender la doctrina enseñada por Jesucristo? - Es necesario aprender la doctrina enseñada por Jesucristo, y faltan gravemente los que descuidan aprenderla.
1.- La minusvaloración de la doctrina es heredera del odio a la razón, que es el afecto paradigmático del modernismo. Un pseudopiadoso y desconfiado creer que la doctrina cristiana enseñada por Cristo y los apóstoles, no es la misma que la doctrina defendida por la Iglesia —que la expone con razonabilidad, aun siendo en parte supra-racional.
2.- Existe un odio a la razón natural que es un odio fideísta.
3.- El ataque a la doctrina es, ante todo, ataque al hecho fundacional de la razón católica: es decir, que el logos de la criatura sea consistentemente iluminado por el Logos divino.
4.- La toxina de la crisis eclesial es el pirronismo: la negación de la razón católica. Y en sus múltiples formas, una de ellas la reducción pastoral del sensus fidei en pos de un encuentro personal con Cristo. Este es el drama de la situación actual.
5.- La moral cristiana no es itinerario de discernimiento de valores, no es movimiento sin fin hacia un nueva etapa, siempre inconclusa de maduración; sino participación absolutamente universal, y por ello eficazmente particular, de la Razón divina.
6.- Toda crisis de la razón deviene en Babel, que es ruina del lenguaje de la fe, e incomunicación con Dios y con los miembros de su Cuerpo.
7.- Amanece la apostasía y atardece la razón.
8.- No la razón, sino la razón católica: universal, en armonía con la fe, capaz de universales y de ley eterna.
9.- Dios es Logos católico. Porque la doctrina católica es Su doctrina, por Él mismo revelada y entregada a la Iglesia para su custodia. Dios tiene doctrina propia y es la doctrina católica.
10.- La fe no puede crecer sin racionalidad.
21 comentarios
Es una lúcida explicación de la triste actualidad de nuestra Iglesia.
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Esto es tan cierto, pero tanto, que quien se atreva a decir que "Dios no es católico", /EDIT/
Así que al que le calce el sayo...
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A.G.:
Amigo Ricardo, jeje, seamos prudentes....lo edito, que prefiero evitar alusiones personales.
Gracias
Si me permite comento sobre el punto 1.
Odian la razon catolica de siempre, su fundamento y su caracter supra-racional que ha sido expuesta 2000 años con razonabilidad 1Ped 3:15, pero esa respuesta razonable a sido inspirada por el Espiritu Santo que a habilitado a los apostoles haciendola supra-racional.
Se han revelado contra ella, haciendola parecer vacia y casi filosofica en cuanto a su destino.
Despachan incendiariamente el deposito de la Fe al punto de verla que es incapaz de solucionar los problemas haciendola irracional.
En ese enfoque no se dan cuenta que manifiestan sus temores aferandoce a su propio vacio mental, aliniandoce a la nada.es es su seguridad: la nada de su propio Yo, la subjetividad intracendente, insegura y dudosa incapaz de ser para siempre pero que en el fondo aspiran tal conocimiento supra-razional.
Una pastoral asi, seguira haciendo todo sin hacer nada y nada por querer hacer el todo de la nada.
Saludos y felices pascuas de resureccion.
"-Señor, ¿qué he de hacer para heredar el Reino de los cielos?
- Elegirme como tu salvador personal."
De paso hacemos ecumenismo con el mainstream hereje evangélico.
Lo que ocurre es que venden como encuentro personal con Cristo algo que en muchas ocasiones no pasa de ser mero emocionalismo.
Pongan a los fieles a adorar a Cristo sacramentado y verán los resultados...
Nos confundiremos si buscamos nuevas formas (re-formas), en lugar de presentar de nuevo (re-novar) los medios de encuentro con Jesucristo en los que lo importante es Su Presencia, independientemente de lo que sintamos.... (oración, Sacramentos, Palabra, servicio, vida comunitaria, ayuno, penitencia, ....)
Efectivamente, pongamos de nuevo a adorar a Cristo sacramentado y veremos Su fecundidad, porque las ideas se empiezan a comprender cuando se viven y se dejan de entender cuando se dejan de vivir.
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A.G.:
Gracias Antonio. Como bien dices, un verdadero encuentro con Cristo sólo es posible si lo hay también con Su doctrina.
El odio a la razón es el mismo que el odio a la Verdad y el Bien por efecto de la soberbia, que no acepta el lugar en que la verdad nos coloca y nos dice lo que es el Bien: lo tenemos que hacer y nos lleva a la felicidad -en esta vida y en la otra- y lo que es el Mal, que nos lleva a la infelicidad.
La soberbia dice: "yo se lo que es mi bien y mi mal, porque mi verdad es otra. Lo de Cristo es de otra época, todo cambia, todo es relativo.
Quiere ignorar que los actos malos son pecado y el pecado es un error fruto de la ignorancia de recta conciencia y la doctrina cristiana y una falta de voluntad que lleva desde un punto de vista vital a la infelicidad y la perdición y desde el punto de vista sobrenatural a la pérdida de la Gracia, que es la VERDADERA unión con Cristo. Lo primero es la consecuencia de lo segundo.
Pero el soberbio piensa: "Yo lo quiero todo: quiero ser rico, respetado, tener varias mujeres y además ser santo" Por que no? Basta con un "encuentro personal con Cristo" Cierro los ojos fuerte y aprieto el abdomen, digo "Cristo, acuda a caja 3!" pongo cara de santo abrazo a al projimo, mejor si es homosexual-adultero-immigrante-musulman y vualá, mis pecados son perdonados, Ese es el protestantismo y esa es la protestantización que está destruyendo la Iglesia.
Pero los pecados del soberbio moderno que se rebela contra la razón no son perdonados y siente los mismos remordimientos y eso se traduce en mas odio a la recta doctrina. Igual que el adultero o el homosexual practicante achacan su infelicidad a su "educación" católica y no al tormento su propia conciencia que le dice que eso está mal. Y no quiero sacar mas consecuencias.
Encuentro en la Liturgia y encuentro en los pobres.
El problema no es ni siquiera el emocionalismo, SINO el subjetivismo.
¡Ahí le has dado! Lo has clavado.
Antes de encontrarme -de verdad, de la buena- con Jesucristo, mi opinión sobre la Iglesia era de lo peor... Y Él me llevó de nuevo a ella y a interesarme por la doctrina, la fe y su depósito, por los Santos Padres, por los santos, por la oración -incluyendo el rezo del Rosario-, por la lectura meditada de la Biblia, por la 'lectio divina', por acudir a las celebraciones, por la historia de la Iglesia...
Y como digo siempre: 'Déjenme al menos saber que soy un pecador, porque si no... ya estoy derrotado'.
Saludos y bendiciones
Hay cosas que me pueden...
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A.G.:
Seguro no te pasa tanto como a mí, jeje
El mal espíritu que planea sobre el pretendido "encuentro", es el mismo que lleva a algunos a decir que se confiesan directamente con Cristo, cuando lo que hacen en realidad es confesarse... consigo mismo.
En estado de Gracia, no es uno el que vive en si mismo, sino que es Cisto quien vive en él. Mas encuentro, imposible.
Alonso, gracias una vez más por tan luminosas palabras. Leyendo su artículo, me parece innegable que el desprecio por la razón es desprecio por el hombre. Reducir la razón al terreno de lo sensible y de lo emocional significa una 'insectización' de lo humano, una deturpación del hombre al más insignificante grano del polvo de la tierra de la que fuimos corporalmente hechos, menospreciando una grandeza que nos viene del hálito insuflado por el Creador en nuestra naturaleza.
Al leer lo que dice vd sobre la doctrina, no he podido por menos que recordar algunas frases del Señor: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado». El Señor, que es la luz, dice de Sí mismo: 'Yo soy la Verdad'. Y en San Pablo encontramos una frase que debiera hacer temblar a todos los herejes que en el mundo son: 'la Iglesia [es] columna y fundamento de la Verdad' (1 Tim 3, 15). Menospreciar a la Iglesia y su doctrina es menospreciar a Cristo. 'Mis pensamientos no son vuestros pensamientos', dice el Señor por boca del profeta Isaías. Y el pensamiento de Dios, como vd nos recuerda, es pensamiento católico. También lo dice San Pablo, que señala con meridiana claridad que todo cuanto ha hecho el Padre en Cristo y por Cristo lo “entregó a la Iglesia”.
Gracias una vez más, Alonso. Cristo Resucitado y María Inmaculada, la Virgen del Encuentro, le bendigan
Llega ud a una verdadera, y muy dramática, conclusión: el desprecio por la razón es desprecio por el hombre. Así nos lo ha demostrado no solo la apostasía, sino su sistematización en regímenes totalitarios que apelaban a la razón para romper la subordinación del ser humano a Dios, y de su razón a las verdades reveladas.
De esa insectización que dice, que procede del odio a la racionalidad de la criatura, se han encargado los pensadores católicos, o en proceso de conversión al catolicismo (como Ernst Jünger, bajo influencia de los escritos de León Bloy). Y han demostrado que el pensamiento técnico-mágico, que es el substitutivo antropocéntrico de la razón, ha devenido en masificación y absolutismo técnico despersonalizadores, que en eso consiste la insectificación que ud dice.
Era el sueño de los humanistas renacentistas, como Campanella o Pico de la Mirandola, que sin embargo aún tenían algo de cristianos.
La gran afirmación de la Iglesia como custodia de la doctrina revelada por Cristo, 1 Tim 3, 15, me ha acompañado siempre, casi como un lema, desde que comencé a dedicarme a escribir por la reforma de la Iglesia, según enseña el P. Iraburu: reforma o apostasía.
Gracias amigo. Laus Deo Virginique Matri.
Acabo de ver con mi esposa "Los 10 Mandamientos", la película de Hollywood que había visto de niño recién estrenada (mira si tendré años...).
Cuando cae la última de las plagas, el granizo ígneo, el Gran Sacerdote no puede con su miedo y le pide al Faraón que acepte dar la libertad a los judíos, a lo que le responde el rey algo así como: "La religión sólo sirve para embaucar al pueblo a fin de tenerlo dominado. No seré yo quien se rinda ante el maldito sortilegio de los esclavos".A lo que el Gran Sacerdote no respondió ni mú.
Lo que ha hecho el guionista de Hollywood es mostrarnos, con ropajes egipcios y haciendo abuso de la creatividad artística, una realidad muy actual: la alianza del Liberalismo con el Progremodernismo religioso, a fin de instaurar la más atroz de las Tiranías. Cuyo nombre (y esto cae pesado a algunos estómagos, y yo lo sé, y no obstante no me cansaré de decirlo) es Democracia.
Democracia que se edifica sobre una presunción fundacional de matriz liberal, es decir masónica: los dioses sirven a la política para motivar a los pueblos, como la zanahoria al burro. Han cumplido ya su función histórica y ahora deben ser reemplazados.
Por ejemplo con el ateísmo, como enseñó Marx (un sofista paniaguado por la Revolución Industrial inglesa). O también, como tú lo acabas de expresar con precisión, reemplazados con : "... el pensamiento técnico-mágico, que es el substitutivo antropocéntrico de la razón, (el cual) ha devenido en masificación y absolutismo técnico despersonalizadores, que en eso consiste la insectificación..."
Un ejemplo de ello, lacerante y actual, es la Ideología de Género, que es comida transformada en vómito que los tiranos han arrojado al pueblo para que éste la consuma, mientras ellos se divierten y se dicen entre sí: "Éso es lo que les gusta, éso es lo que se merecen".
Vuelvo al guión de la película, que en esto también es actual: sólo Dios podrá liberarnos de la tiranía democrática.
Sólo Dios podrá liberarnos de los liberales masones que -por derecha o por izquierda- nos aturden con desinformación, guerras, ruido, sexo y drogas.
Sólo Dios podrá liberarnos de los traidores seudo-pastores, políticos con mitra pero sin fe, que sin rubor tiran su incienso a la tiránica democracia.
Sólo Dios.
pongo como ejemplos a Abrahán, a san José, a la Virgen María.
La humanidad ha retornado a la triste profecía de Isaías recogida por Jesús: "Viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden...porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos y han cerrado sus ojos;...
Imposible razonar así, ciegos, sordos y mudos.
(Parafraseo en parte al Cardenal Sarah en su último libro, La Fuerza del Silencio, que recomiendo vivísimamente).
Yo creo que la cuestión viene de lejos, del siglo XIII y el nominalismo.
O quizás desde Adán, que quiso ser como Dios. O desde antes aún, cuando un ángel se negó a servir a su Creador.
La Metafísica sirve para razonar sobre la esencia de las cosas: el hombre, la naturaleza, Dios. Es un puente que nos lleva a la Trascendencia, al Dios Creador. Pero Dios manda, ordena, pone límites. Eso al hombre adánico le molesta porque pretende ser dueño de la naturaleza (y si puede, también de su prójimo) sin cortapisas.
¿Qué ha hecho entonces? Comenzó por romper el puente de la Metafísica, haciendo creer que la esencias son pura imaginación (Occam). Con eso consiguió resquebrajar el pensamiento cristiano, basado en la trascendencia, sembrando dudas sobre las certezas arraigadas (Descartes).
Acto seguido y mientras la cosmovisión cristiana era ferozmente combatida (Humanismo renacentista), proponen un sistema alternativo: el Idealismo (Kant, Hegel). Según esta cosmovisión el hombre está "porque sí", solo y abandonado en un universo del que puede apropiarse a su antojo. Es la mente del hombre, la "idea", la que crea la realidad, la clasifica, la ordena y la somete a su capricho. ¡El Hombre es el Rey y Dueño del Universo!¡Ha muerto Dios!.
La doctrina cristiana, finalmente, ha sido reemplazada por el Antropocentrismo y el Voluntarismo.
Hoy en día casi todos los gobiernos occidentales participan de esa cosmovisión. La cual se está colando también dentro de la mismísima Iglesia, a ojos vista.
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