(55) Que es urgente confiar.
Con la oración aumenta nuestra confianza en los auxilios del Señor. No debemos dejar de orar, para no desconfiar, para no desesperar.
Persiste, amigo, en la oración litúrgica de la Iglesia, por la cual el Cuerpo de Cristo orante te enseña el lenguaje de la divina confianza. A ella te mueve el Espíritu Santo, no lo dudes, con la potencia del Amor de Cristo. La Iglesia te muestra el esmero que pone el Señor en conducirte a su morada.
Recuerda la voz del salmista:
“Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu cayado me infunden confianza. (Sal 23,4)
Con la oración continua, pues, no dudará el Espíritu Santo mostrarte la pobreza de la Ciudad Terrenal, y la desconfianza permanente de una existencia replegada sobre la propia voluntad herida, insanamente apegada a las cosas del Mundo Caído.
Y es que realmente, en nuestra vida cristiana, la confianza en los auxilios del Señor, suscitada por el Espíritu Santo, es tan potente, que nos eleva sobre toda sombra de presunción y desesperanza, adelantándonos primicias de la Jerusalén Celestial. Es, en definitiva, como atravesar senderos del Monte de Perfección, allá donde moran las águilas.
Confía en la gracia.
__________
1.- Estate tranquilo y confía, que es el Espíritu Santo Quien te hace confiar. No le incordies.
2.- Si pretendes mejorar tu vida cristiana según tus propios criterios vas camino del fracaso
3.- Necio, que pierdes la vida sobrenatural y no quieres darte cuenta. Vuelve a confiar. Que tú no puedes, pero el Señor sí quiere que puedas, y para eso la gracia. Confía y calla.
***
4.- Existe una gula fantasmal que te devora por dentro como una tenia. Y es que donde se extingue el hambre de santidad, aumentan los manjares del diablo. Saciado de mentiras, dejas de confiar en la amorosa Providencia del Padre y te alimentas ya sólo de tiniebla. Saciado de ti mismo, sólo confías en tu sola voluntad y su ineficacia.
5.- La risa del diablo se convierte en carcajada cuando rechazas el divino auxilio y te preocupas en exceso por el día de mañana, como si no tuvieras Padre. ¡Ora y confía!
__________
6.- El Espíritu Santo te guía a través de toda podredumbre, para que permanezcas sin mancha en los caminos que el Padre preparó para ti, pensando en su Hijo.
7.- El espíritu de esta época está ciego a la adoración y la alabanza. Por ello la mente contemporánea se repliega sobre sí misma hasta el hastío.
***
8.- Tu Defensor te impulsa a no negar voluntariamente ninguna de las increíbles atenciones que tiene el Señor contigo.
9.- Parece imposible que exista un Dios tan cercano, que tus más íntimas emociones no son tan íntimas como los detalles que tiene contigo.
10.- Increíble el esmero que pone el Señor en sorprendernos con sus gracias providenciales. Agradécelas con gozo. Y no olvides que la gula de propia voluntad autónoma nos repliega sobre nuestra ingratitud, y abre la puerta a la desesperanza.
Tu bondad y tu gracia me acompañan
a lo largo de mi vida;
y habitaré en la Casa del Señor,
por días sin término (Sal 23, 6).
******
No dejes de orar, ¡que nunca es bastante!
LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI
Alonso Gracián
9 comentarios
Es, por cierto, el paisaje espiritual del Señor de los Anillos. Y es que en numerosos pasajes de la gran obra de Tolkien constatamos confianza, una gran confianza no fundada en la pequeñez de los propios medios.
__________
A.G.-- Gloria a Dios.
Un abrazo en el Señor, con su Madre, nuestra Inmaculada
__________
A.G.-- Roblete, me alegra mucho lo que dice. Gloria a Dios. Por supuesto, sin el Señor nada podemos (Jn 15, 5)
Gracias y un saludo en Cristo con su Madre Amantísima
Paz y bien
__________
A.G.-- Muy cierto, se pierde la fe, y se pierde el logos. Gracias por sus palabras. Gloria a Dios. Saludos en Cristo con su Madre.
__________
A.G.-- Me alegra mucho servir para ello. Gloria a Dios.
Gracias, y saludos en Cristo, con su Madre.
Desconfiamos del Arquitecto y nos afanamos en hacer las cosas fuera de Su proyecto. Le discutimos cómo sería mejor, que materiales emplear, donde ubicar los cimientos... Siempre, siempre, solos y por nuestra cuenta, nos equivocamos.
Hoy le agradezco que por este artículo me lo haya recordado. Nunca falla, ya sabe El cómo echar cemento para que no nos desmoronemos.
Gracias y DTB.
__________
A.G.-- Así es, Almudena, el Señor da el crecimiento. Suyo es nuestro querer y nuestro obrar (Fil 2, 13). Todo cuanto hacemos es vano, si Él no lo hace fecundo.
Gracias y un saludo en Cristo con su Madre Amada.
El hombre necesita nacer de nuevo del agua y del Espíritu Santo, pero está realidad sólo será posible mediante la oración y la comprensión interior de lo que es el Sumo Bien -Dios en nosotros -y el mal que también por nuestra naturaleza caida habita en nosotros.
Sin desarrollo interior, sin crecimiento del alma en la bondad y en la corrección, no es posible ningún cambio
La oración tiene una intención precisa que la luz de Dios nos corrija y nos haga ver nuestras deficiencias ,para convivir en armonía con nuestro Creador y Señor y además tenemos un Camino el Dios hecho hombre Jesucristo, que nos dice que" el Padre y Yo somos Uno," así los cristianos corregidos de su inclinación al mal, buscan la unidad entre ellos, almas unidas generan una convivencia santa en el único Espiritu Santo, la oración es cambio en nosotros para ver al mundo con Bondad y así se crearán asociaciones de fieles unidos en torno al Creador y a su Hijo Nuestro Señor. y la Jerusalén celeste desciende del cielo después de esta corrección transformación y crea un mundo nuevo junto a María
Bendiciones del Señor y siga iluminando a nuestras personas que caminamos en este mundo.
__________
A.G.--Eso es, María de las Nieves, si no nacemos de nuevo, nuestra vida es vieja como el Mundo Caído, no nacemos a la vida sobrenatural del Señor. Como muy bien has dicho, sin Cristo vivimos "sin posibilidad de salir de él por nuestras propias fuerzas"
Gracias por tu reflexión, y un saludo en el Señor con su bendita Madre de Gracia.
Que el Espíritu Santo te ilumine siempre.
__________
A.G.-- Gracias por leerlo, Beatriz Mercedes Alonso. Gloria a Dios.
Saludos en Cristo, con su Madre Purísima.
Dios lo desaprueba. Escribiendo sobre esto, son bastantes personas que se oponían, pero yo me guiaba por la Palabra de Dios y no me equivocaba, y también de la doctrina de los Santos Padres. Pues tampoco el Catecismo, con Santo Tomás de Aquino, haciendo una atenta reflexión sobre esto, y es muy interesante y necesario tenerlo en cuenta.
Los hijos de este mundo, como no quieren abrirse al Espíritu Santo, Fuente de verdadera felicidad, de alegría interior y permanente, a pesar de que también tenemos momentos de sufrimientos, la alegría que es lo que Cristo nos anima, que debemos tener. Pero como decía, los mundanos no lo aceptan, más aún, fue un pagano de la India, quien inventó la terapia de la risa, y muchos cristianos creen que eso que es bueno, pero no, eso también nos aleja de la vida de Gracia. Pero la "risoterapia" no es saludable, sobre todo es perjudicar nuestra fe. Pues lo veo como un vano remedio del diablo. Es la risa del diablo.
Antes de tomarme en serio la lectura y meditación de la Sagrada Biblia, me llegaba a reír a carcajadas, pues esto es un signo claro que lleva a la impiedad y a la locura. Pero Dios se apiadó de mí. Dejarnos ayudar por la Misericordia de Dios, entonces sí, tenemos una vida tal, que no podemos conocer si estamos en pecado mortal, la mundanidad también cierra esa posibilidad de la verdadera felicidad interior como he referido. Las carcajadas es un vacío de Dios en el alma.
Me temo que me he extendido en esto.
__________
A.G.-- José Luis, es importante esto que has dicho: "la mundanidad también cierra esa posibilidad de la verdadera felicidad interior".
Sólo viviendo en el Señor el Espíritu Santo cosecha sus frutos en nosotros. No se puede ser mundano y ser de Cristo, como el padre Iraburu recalca tantas veces. O de Cristo o del mundo.
Un sano sentido del humor es bueno. Y se opone a la superficialidad y a la mofa, a la burla de las cosas santas y a la necedad riente de los que se creen muy listos.
Saludos en el Señor con su Madre.
Dejar un comentario
