Un amigo de Lolo - “Lolo, libro a libro” - Conciencia social
Presentación
Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.
Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.
Continuamos con el traer aquí textos del Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo. Lo hacemos ahora con “Mesa redonda con Dios”.
Conciencia social
“Pero lo que me abruma hoy es este tremendo misterio de los humilladores y humillados. Me da frío de tanta cabeza violentamente agachada como hay por todos los lugares del mundo o tantas rodillas como se doblan a golpes de furia y de latigazos. La burla de estos dos tizones que me queman las mejillas la quiero vivir de cara a los seres que están detrás de una alambrada, los que no enrojecen mendigando en las esquinas porque la sangre les niega las vitaminas para el rubor y los que son apaleados por la vergüenza de las chabolas, su insuficiencia de jornal o su miseria.” (Meda redonda con Dios, p. 45)
Es cierto y verdad que los hermanos en la fe que han acabado subiendo a los altares, lo han hecho por motivos espirituales que tienen todo que ver con su aceptación de la Voluntad de Dios y, claro, eso les ganó en vida fama de santidad y luego, la que está, digamos, certificada por procesos y documentos.
El caso es que, aunque el texto que hemos traído aquí pudiera parecer otra cosa (el mismo título, “Conciencia social”), la verdad es que tiene todo que ver, precisamente, con la Voluntad expresa de Dios a través de la boca de su Hijo, Jesucristo.
Es posible que haya quien, al leer estas palabras del Beato Manuel Lozano Garrido, pueda pensar que parecen dichas por algún sindicalista que se preocupa por los pobres. Y eso, quizá, pueda utilizarse en su contra como si eso nada que tuviera que ver con la labor espiritual que hace quien tanto sufrió en vida.
De todas formas, quien así piensa lo hace, digamos, equivocadamente en cuanto a eso del sindicato aunque le podemos reconocer que sí, que se trata del sindicato de Dios, de Aquel que defiende al más necesitado. Y esto por lo que ahora decimos.