10.12.20

J.R.R. Tolkien - Entre Bloemfontein y Bournemouth- Capítulo 2: Un niño llamado Ronald (niñez)

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“Y allí tenemos al niño John Ronald Reuel, de vuelta (sin haber ido… si ustedes nos entienden) de su inesperada aventura africana.”

Así terminamos  el primer capítulo de esta, esperamos, fructífera y humilde biografía de J.R.R.Tolkien. Porque nuestro amigo y escritor ha ido (lo de volver lo decimos en sentido figurado) al lugar que sería, podemos decir, su verdadera patria chica porque África fue, de todas formas, un lugar sólo para venir al mundo pero su relación con aquellas tierras fue simplemente esporádica.

Ronald había venido de África con la impresión, en su memoria, de algunos paisajes de aquellas tierras como, por ejemplo, el de la cordillera Drakensberg cuya nombre significa, nada más y nada menos, que “Cordillera del dragón”, seres cuya importancia en su obra no hace falta ser dicha aquí. Y aquello, junto con el episodio de la tarántula ya citado en el Capítulo 1… en fin, fueron haciendo cierto bagaje en su corazón que, en su tiempo, se manifestaría.

Why Aren't There More Conservative Anarchists? On Recovering a Consistent  Philosophy of Conservative Anti-Statism - Front Porch Republic

Si bien en 1895 Mabel, madre de los Tolkien (John y Hilary, dos años menor que nuestro autor) se había traslado desde África a Birmingham, en 1896 se trasladaron, de alquiler, a Sarehole Mill, en el campiña inglesa, donde vivirían por un período de cuatro años. Y aquel fue otro episodio de su vida que le influenció notablemente pues se suele apuntar a que aquel ambiente, aquel paisaje, fue lo que sería, con el tiempo, La Comarca, su Comarca.

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8.12.20

Inmaculada: ¿pudo ser de otra forma?

 

La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen | Arte y demás historias  por Bárbara Rosillo. Doctora en Historia del Arte.

Es bien cierto que se podría decir que el tema de la Inmaculada es uno que es tratado muy a menudo y, sobre todo, que lo es cuando llega esta fecha, el 8 de diciembre, que es cuando recordamos una circunstancia así.

Ciertamente, esto es así porque merece la pena que no se olvide la fecha a la que nos referimos, hoy mismo, pero que, sobre todo, no se olvide lo que significa la misma, a quién nos referimos y el sentido que tiene todo eso porque, sin duda alguna, lo tiene.

Hay quien se rasga las vestiduras cuando se habla de la Virgen María como Inmaculada o, lo que es lo mismo, que no cayó sobre ella el pecado original como cae sobre todo ser humano que viene al mundo, reconozca o no reconozca una verdad como ésa. Diera la impresión de que eso no puede ser posible, simplemente, porque no entra tal idea en determinados esquemas mentales.

Es cierto que todo católico puede decir que se trata de un dogma… ¡y ya está!, que cree en eso porque lo dice la Santa Madre Iglesia. Y, podría decir alguien, así se queda tan ancho sin ir más allá…

Sin embargo, la cosa no es así de simple. Bueno, quizá sí…

Resulta curioso que esto es, sí, muy simple y está al alcance de los más sencillos en la fe que es lo que, en una ocasión dijo el Hijo de Dios dirigiéndose a su Padre del Cielo en el sentido de que, en efecto, había reservado determinadas verdades para los más sencillos y no se las había revelado a los que la sociedad (y ellos mismos) se consideraban sabios (dígase fariseos, escribas, doctores de la ley de Dios, etc.)

¿Es que Dios les tenía una especie de manía a tales personas?

No. Sin duda que el Todopoderoso no les tenía manía ni nada por el estilo sino que ellos mismos se habían manifestado como ciegos voluntarios ante lo que su Hijo decía y hacía. Y así, lo más difícil de entender pasaba a ser comprendido, eso, por los más sencillos que, a su vez, eran los que tenían el corazón más preparado. ¡Cosas de Dios y de su Voluntad!

Esto lo decimos porque el tema de que aquella joven llamada María que iba a ser la Madre del Hijo de Dios y, pues, de Dios mismo hecho hombre, no recibiera el pecado original, es lo más sencillo del mundo. Y, sobre esto, ni siquiera vamos a recurrir al “Dios podía hacerlo, Dios quería hacerlo y Dios lo hizo” que fue el argumento con el que se acabaron convenciendo muchos que no andaban, precisamente, por la labor de aceptar que María era Inmaculada.

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5.12.20

La Palabra para el Domingo - 5 de diciembre de 2020

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Como es obvio, hoy no es domingo 6 sino sábado, 5 de diciembre de 2020. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.  

 

 

Mc 1-1-8

 

“1 Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. 2 Conforme está escrito en Isaías el profeta: = Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino. =  3     = Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas, = 4 apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados. 5 Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 6       Juan llevaba un vestido de pie de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre.7 Y proclamaba: ‘Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa  de sus sandalias. 8 Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.’”

      

 

COMENTARIO

 

Juan, el Precursor, el último profeta del Antiguo Testamento

 

Como el Antiguo Testamento, llamado así por haber sido escrito basándose en la alianza que Dios llevó a cabo con el hombre antes de la venida del Mesías, se recoge aquello que ha de venir, aquello que ha de suceder cuando llegue al mundo el Hijo del Todopoderoso, el evangelista Marcos empieza su evangelio, precisamente, haciendo referencia a un profeta, Isaías, y a lo que el mismo escribió. 

En aquel entonces el profeta que tan bien describió lo que sería la Pasión de Nuestro Señor, escribió acerca del primo de Jesús, Juan, hijo de Isabel y Zacarías. Tenía que cumplir una misión muy importante. 

Dios enviaba un profeta delante de su Hijo. Lo hacía así para preparar el camino que, luego, alfombraría con su sabiduría y conocimiento de la Ley del Padre, Quien iba a nacer de una mujer joven llamada María que supo denominarse, justamente, “esclava del Señor” porque se había entregado a Dios desde bien temprana edad y su virginidad era una flor que no es iba a marchitar nunca por voluntad del Todopoderoso. 

También debía Juan enderezar los caminos. Y es los mismos andaban muy torcidos y aquel que Dios escogió para ser su pueblo no andaba como debía andar hacia su definitivo Reino sino que se había torcido, saliéndose de la santa Ley y haciendo de su capa un sayo. Y aquello también correspondían a quien refería Isaías, y ahora Marcos, llevar a cabo. 

La misión, pues, estaba asignada y debía cumplirse según era la voluntad del Creador. 

Juan bautizada y perdona los pecados. Estaba autorizado por Dios para ello. Además, lo hacían con un ánimo claro: la conversión de los pecadores, el pasar a tener un corazón de carne y no de piedra… 

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3.12.20

J.R.R. Tolkien - Entre Bloemfontein y Bournemouth- Capítulo 1: venir al mundo en África

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Por qué Sudáfrica tiene tres ciudades capitales? │ elsiglocomve                   

                                                                      

Era el 3 de enero de 1892. En el Estado libre de Orange, ahora Sudáfrica, muy lejos de Inglaterra fuente de todas sus ilusiones y sus sueños de persona y escritor, vino al mundo un niño. Sus padres, a saber, Arthur Reuel Tolkien y Mabel Suffield le pusieron por nombre hasta tres antes del apellido paterno: John (por parte de su abuelo paterno), Ronald (porque su madre, de haber sido una niña le hubiera puesto el nombre de Rosalind y el de Ronald valió, digamos, de sustituto de la idea original) y Reuel (este, como podemos ver, por su padre y que, además, en antiguo hebrero significa “próximo a Dios”) que, por cierto, también sería el que llevarían los hijos de nuestro autor, a saber, John, Michael, Christopher y Priscilla (la única que aún vive) e, incluso, su propio hermano, Hilary, que nació el 17 de febrero de 1894 también en Bloemfontein.

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Al Estado Libre de Orange (al que se le reconoció la independencia el 23 de febrero de 1854),en concreto a Bloemfontein fue destinado el padre del autor de El Hobbit, El Señor de los Anillos, etc., pues, al contrario de su familia, decidió no trabajar en el comercio de pianos sino que dedicó su vida (corta, por cierto, 1857 a 1896) a la banca. Y en virtud de su profesión llegó a Bloemfontein para trabajar en el Banco de África en Sudáfrica donde llegó a ser su director. 

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1.12.20

Beato Manuel Lozano Garrido - “Lolo, libro a libro”- ¿A que así se trabaja mejor?

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Continuamos con el traer aquí textos del Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo. Lo hacemos ahora con “Mesa redonda con Dios”.

¿A que así se trabaja mejor?

 

“La oración del trabajo, esa que se componen de ocho horas y que tiene como reclinatorio los martillos perforadores, las teclas de una máquina, el auricular de un teléfono, la mesa de operaciones o los pupitres de una clase, es la voz que más sobrepasa la barrera del sonido cuando se dirige hacia las alturas, porque navega empujada por el espíritu de superación del alma y del cuerpo, las ansias íntimas y el sacrificio de los brazos, la fatiga y ese sudor de las sienes que empalman redentora y gloriosamente con los de Getsemaní”. (Mesa redonda con Dios, p. 54)

 

Nosotros hacemos, en el título, una pregunta que, a lo mejor, puede resultar fuera de lugar porque ¿acaso se puede trabajar mejor leyendo algo, sea lo que sea?

Si hay alguien que sostenga que eso es así, sin duda alguna, equivoca mucho el tiro porque es verdad, y más que verdad, que sí, que leyendo determinadas palabras, es posible trabajar mejor. Y ya no nos referimos, siquiera, a estas de Lolo sino a otras muchas aunque, claro, estas también nos sirven y valen, las dos cosas.

Empieza el Beato de Linares (Jaén, España) poniendo las cartas sobre la mesa y dejando las cosas claras. Es que, según nos dice, el trabajo es, a su manera, una oración.

Cuando Lolo dice eso ha de querer decir que con el mismo nos dirigimos, a Dios, lo mismo que cuando oramos o rezamos, por ejemplo, el Padre Nuestro. Y eso es un gran misterio al que nos interesa, y mucho, acercarnos.

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30.11.20

Noviembre Santos y Difuntos – Un necesario Epílogo: un gozoso mes de noviembre

Los Santos nos enseñan a orar por las Almas del Purgatorio – Misioneras de  la Divina Revelación

Esto último debe ser como una especie de Epílogo, un necesario y anhelado Epílogo que, como es el caso, se pone aquí porque ha terminado un mes muy especial. El mes de noviembre lo es por lo que sabe cualquiera que sea católico y no lo sea sólo de bautizo y poco más…

Hemos dedicado todos los artículos publicados en este mes que hoy termina (a excepción del comentario del Evangelio del domingo) a los Santos y a las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio. Y es que creemos que vale más que mucho la pena tener en cuenta tanto a los que han alcanzado el Cielo (sea con proceso de derecho o sin él) como a las almas que pasan por el estadio intermedio que es el Purgatorio-Purificatorio a la espera de estar presentables ante Dios.

Ciertamente, hay artículos que, por decirlo así, se escriben solos por lo obvio que es su contenido. Sin embargo, no por eso vamos a dejar pasar la oportunidad para hablar, eso, de este mes pasado y de lo que hemos pretendido con lo publicado en esta santa casa.

El caso es que, quien esto escribe, ansía tener muy cerca a los que han mostrado y demostrado que se han ganado un lugar en el Cielo y ocupar alguna de las moradas que está edificando el Hijo de Dios, como dijo él mismo en una ocasión (cf Jn 14,2) Y lo ansía porque sabemos que pueden hacer mucho por nosotros pues Dios está muy cerca de ellos. Pero también ansía tener muy cerca a las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio, al menos, en la oración por ellas, en el ofrecimiento de lo que se pueda ofrecer a Dios en su beneficio y, en fin, de esa forma tan cercana que es la de las almas que han sido creadas por el Todopoderoso y que quisieran encontrarse en el Cielo.

Es casi seguro que haya quien no crea ni en los Santos ni en las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio. Sin embargo, nosotros sabemos que tantos unos como otras son Voluntad de Dios que existan y que nos sirvan de ejemplo: los primeros para saber qué debemos hacer; las segundas para lo contrario, para procurar no ensuciar nuestra alma y que no se vea la misma soportando el fuego, sí, purificador, pero fuego al fin y al cabo, del Purgatorio-Purificatorio. Y por eso todo esto escrito y publicado a lo largo de estos días, de estas semanas, de este mes de noviembre.

De todas formas, cuando mañana pasemos la hoja del calendario (como se hace cuando tal es la forma del mismo), arranquemos la del 30 noviembre (si tal es el caso) o cuando cualquier dispositivo electrónico indique que es 1 de diciembre (que es no es mal mes porque en él esperamos la llegada del Mesías y eso no es poca cosa sino mucha y más que mucha) no deberemos olvidar que tanto los Santos como las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio siguen estando ahí y que unos pueden interceder por nosotros y otras necesitan de nuestras oraciones.

Y sí, es cierto que el tiempo va pasando pero no es menos cierto que nuestras necesidades espirituales son siempre las mismas y se centran en una sola realidad: la salvación, nuestra salvación. Y, para eso, nada mejor que acordarse siempre de los que están en el Cielo como de las almas que están tocando la Bienaventuranza.

¡Bendito mes de noviembre y bendito sea Dios que nos ha regalado la oportunidad de no olvidar quiénes somos y hacia dónde vamos!

 

Eleuterio Fernández Guzmán

……………………..

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Un mes para orar porque nos conviene.

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

28.11.20

La Palabra para el domingo - 28 de noviembre de 2020

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Como es obvio, hoy no es domingo 29 sino sábado, 28 de noviembre de 2020. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.  

 

Mc 13, 33-37

 

“33’ Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento.34 Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena  al portero que vele; 35 velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada. 36 No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos.37     Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!’”

 

 

COMENTARIO

 

¡Hay que velar!

 

A lo largo de su predicación Jesús es muy claro que aunque muchos no lo entienden, otros no quieren entenderlo. Seguramente los primeros son los pequeños en la fe y, probablemente, los segundos son los conocidos como “sabios” de su tiempo (fariseos, etc.) que, por ser, precisamente, “sabios”, creen que se las saben todas. Y eso lo demuestran muchas veces a lo largo de las Sagradas Escrituras. 

De todas formas, nunca se cansa el Hijo de Dios de poner las cosas sobre la mesa para que nadie se lleve a engaño pero, sobre todo, porque sabe que es importante que así lo haga. Para eso ha venido al mundo.

Una y otra vez habla de lo que ha de venir. A eso muchos podían llamarlo ser cenizo porque no profetizaba nada bueno. Pero muchos entendieron que Quien hacía lo que hacía sólo podía decir verdades tan grandes como el Tempo de Jerusalén. 

El caso es que Jesucristo había venido al mundo para salvar lo que estaba perdido: lo perdido por voluntad propia o lo perdido por desconocimiento de la Verdad. Pero había venido a eso y, claro está, a que se cumpliera la Ley de Dios y a que su Palabra se la conociera en todo el mundo, entonces, conocido. 

¿De qué, pues, tanto avisa Jesús? 

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27.11.20

Noviembre de Santos y Difuntos – Un anhelo más que gozoso

Los Santos nos enseñan a orar por las Almas del Purgatorio – Misioneras de  la Divina Revelación

Nosotros, que somos muchos,

los venidos a este mundo,

muchos los que se fueron

y muchos los que vendrán,

tenemos ciertos anhelos

que no podemos olvidar.

 

Si es que creemos en Dios,

que es Padre y es Todo,

si somos fieles a eso

y no lo olvidamos pronto,

estaremos más que seguros

y no nos equivocamos

y la vida apostaríamos

y hasta la daríamos con gozo

de cumplirse la Voluntad,

que de Dios es lo obvio,

estaríamos junto a Él,

bienaventurados y todo.

 

Seguros de haber nacido

para volver a la Casa,

al lugar en que Cristo

moradas nos prepara,

luchamos codo con codo,

alma con alma lo hacemos

porque llegar al Cielo

es, en fin, lo que queremos.

 

Como podemos ver, decir esto que apenas se ha dicho en las palabras anteriores es algo más que una ilusión porque es un anhelo que, justamente, llena nuestro corazón de esperanza que nunca muere.

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25.11.20

Noviembre de Santos y Difuntos – Siervos de Dios – Venerables – Beatos y Santos

Los Santos nos enseñan a orar por las Almas del Purgatorio – Misioneras de  la Divina Revelación

En no pocas ocasiones, cuando se quiere representar el camino hacia el definitivo Reino de Dios, llamado Cielo, se hace de dos modos distintos: como si se tratase de una carretera que allí sube o de unas escaleras que ascienden, poco a poco, hasta donde Dios nos espera y donde la Bienaventuranza se hace realidad así también como la Visión Beatífica.

En realidad esto es, digamos, algo pictórico, con intención de expresar que el Cielo está, digamos, arriba y nosotros, desde abajo debemos acometer un camino para llegar al mismo, que no es fácil la cosa y que esfuerzo, lo que se dice esfuerzo, vamos a tener que realizarlo (recordemos aquello que dice Cristo de que debemos tomar el camino estrecho y lo otro del camello y el ojo de la aguja… para navegantes despistados y para los que crean que la cosa va a ser sencilla y todo eso que se suele pensar cuando se está lejos de la Verdad)

Pues bien, es cierto esto: es difícil llegar al Cielo, así, por las buenas aunque haya creyentes que, por su bondad y por sus buenas, lo alcancen sin intermediaciones purgatorias o purificatorias y se presenten ante Dios con el alma más limpia que la nieve… en fin, como que para el más amplio grupo de creyentes la cosa no es así por cómo somos…

De todas formas, hoy vamos a hablar (resulta curioso que se diga siempre que vamos a hablar cuando lo que se hace es escribir…), aunque sea brevemente, de un proceso que es camino que es camino porque está inscrito en un proceso: el que lo es de aquellos creyentes que, por sus propios medios (y con la ayuda de Dios, faltaría más) han alcanzado el Cielo, digamos, de forma oficial, procesal y completa.

Digamos que sus escaleras tienen nombrela primera se llama ser “Siervo de Dios”; a la segunda se le denomina ser “Venerable”; a la tercera se le otorga el nombre de “Beato” y, por fin, a la última de ellas, la de “Santo”. Y no es que, por decirlo así, sólo quien ha subido el último peldaño espiritual esté en el Cielo sino que concurren, en tal alma, todas las características que Dios y su Esposa tienen por convenientes que concurran en el caso.

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23.11.20

Noviembre de Santos y Difuntos – Ser santos, hoy

Los Santos nos enseñan a orar por las Almas del Purgatorio – Misioneras de  la Divina Revelación

En realidad, es un anhelo que, suponemos, debemos buscar todos aquellos creyentes católicos; también es una meta a la que se llega por un camino no siempre fácil o, más bien, difícil, por según cómo somos.

Sin duda, nos referimos a la santidad que es el modo más directo, la forma más certera, la mejor expresión de fe, para alcanzar el definitivo Reino de Dios, llamado Cielo.

Podemos decir que, para esto, nada mejor que un santo al que se le ha llamado “de lo ordinario” como es San Josemaría que, como tal expresión indica, se dio cuenta (desde que fundara el Opus Dei) que la santidad está en la vida común de los creyentes y que, por tanto, ser santos es cosa, puede ser, cosa de muchos y no de unos pocos a los que, en efecto (como lo llegaría a ser él) se les reconoce tal estado espiritual.

Es cierto y verdad que podemos pensar que eso está muy bien y que es lo que debería ser pero, en realidad, muchos son los obstáculos que, a lo mejor, impiden que alcancemos la santidad como, al parecer, podríamos alcanzar si…

Ese “si”, en este caso, resulta de todo crucial porque supone que nosotros ponemos de nuestra parte lo que debemos poner de nuestra parte. Y entonces nos viene a la cabeza y al corazón aquella frase tan conocida de San Agustín que dice algo así como “Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti”.

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