Rogelio Cabado: una fe Paulina
Ayer mismo publiqué un artículo sobre Martín Valverde, costarricense universal y apóstol moderno que, a través de la música, lleva la Palabra de Dios por las tierras de la Tierra.
Pero, como no podía ser menos, también vale la pena prestar atención al otro cantautor cristiano que, desde tierras españolas, se dirige, desde una fe Paulina, al santo mundo de Dios.
Hoy mismo, 31 de octubre, en el Colegio Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, de Valencia, se llevará a cabo el primero de los conciertos que llevarán a Martín y a Rogelio a hacer presente a Pablo entre nosotros para que, sobre todo, no olvidemos su labor de evangelizador y, así, la misma esencia de su mensaje.
Así, los conciertos serán, además del de Valencia, hoy mismo, 31 de octubre, el de Madrid, el 1 de noviembre y el de Sevilla, el 2 de noviembre.
Al igual que hice con Martín Valverde, también le he planteado, a Rogelio Cabado, un número corto de preguntas para que, desde su especial punto de vista, hiciera manifestación de lo que, desde el punto de vista Paulino, es el amoroso, aunque dificultoso, mundo de la Fe y la creencia en Dios.
Así, las preguntas (y respuestas) son las que siguen:
Eleuterio Fernández Guzmán/ReL: ¿Qué es la fe para Rogelio Cabado?
Rogelio Cabado: “Para Rogelio Cabado, la fe es la fe de la Iglesia y es una fe personal, asumida, vivida, amada y sufrida. Es no sólo creer en Dios o en Jesús de Nazareth, es más que eso, es asumir que El actúa en mi vida, que soy inmensamente amado por El, elegido y protegido, cobijado por su infinita misericordia; la fe para Rogelio Cabado es un total abandono en la voluntad de Dios, un deseo de agradarle y de dejarme hacer por El”.
Aquí cumple, Rogelio Cabado, la Espiritualidad Paulina en la que Jesús es maestro, es camino, es verdad y es vida como ya dijera el Mesías (Jn 14:6) Pero es una fe que no se tiene como algo teórico ni alejado del mundo sino, al contrario, como lo que, verdaderamente, rige la vida y el camino a seguir.
Por tanto, abandonarse a Dios, a su voluntad, no es, sino un acercarse a su misericordia para comprenderse dentro de ella porque, como Verdad queda iluminada nuestra mente; como Camino es la guía de nuestras acciones y como Vida es, a la vez, nexo de unión con los hermanos en la fe.
EFG/ReL: ¿Que nos diría Pablo y qué nos dice la Familia Paulina sobre la transmisión de la fe hoy día?
RC: “Nos diría lo que nos ha dicho, justamente lo que tenemos en sus escritos. Sus textos hoy son tan actuales o más que nunca. Sus palabras no han muerto, no pertenecen al pasado, siguen vivas en la Iglesia. Si pudiésemos preguntar al mismo Pablo que en dos breves líneas respondiese a esa pregunta, tengo la impresión de que nos invitaría a tres cosas: Entusiasmarnos con Jesucristo desde la relación personal y directa con El; Sentir y vibrar con la extensión de la Buena Nueva queriendo hacer felices a los hombres y mujeres de nuestro tiempo; y finalmente… permanecer en esa tarea hasta el último respiro de vida. La familia paulina no nos dice otra cosa con su labor eclesial,… llegar a los lugares más recónditos con los medios modernos que nos ofrece la civilización, que Cristo lo impregne todo y el hombre nuevo sea revestido de El, que es Camino, Verdad y Vida”.
Pablo vive. Y, por eso mismo su espíritu acompaña nuestro camino cumpliendo con lo que dijera el fundador de la Familia Paulina, el Padre Santiago Alberione y que no es otra cosa que “hay que llevar la Palabra de Dios a los hombres de hoy con los medios de hoy” porque sólo así se llegará a los corazones de los alejados pero, también a los de los que no lo están pero, en realidad, lo parecen.
Pero se puede sentir, en lo dicho por Rogelio Cabado, una relación que se estrecha con Cristo: Cristo, hermano nuestro, nos impele a transmitir la Palabra de Dios y, también, nos acompaña en tal trascendental viaje.
EFG/ ReL: ¿Cree Rogelio Cabado que la Fe está hoy en peligro ante/ en el mundo?
RC: “La fe en si misma nunca ha estado en peligro y menos en peligro de extinción. Somos nosotros los que estamos en peligro de perder el tesoro de la fe. La consoladora frase del Señor “yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” es una motivación y una llamada a la esperanza. Es clave leer en los tiempos modernos, pues el Espíritu, conocedor y diseñador de la historia de los hombres, a pesar de las grietas de la humanidad, es quien esboza la historia redimida por Cristo, contando con la libertad y con la miseria humana. Debemos ser todos, los que abracemos la responsabilidad de invitar a los hombres y mujeres que viven a nuestro lado a vivir en plenitud, a ser felices en plenitud y a recorrer el camino de la vida en plenitud, desde la transmisión de los valores humanos y cristianos. El peligro no está en la fe, está en la fragilidad de nuestra vida, de nosotros los creyentes. El tesoro de la fe también depende de cada uno”.
Es bien cierto que, estando Cristo con nosotros siempre y siendo Dios nuestro Padre (¿A quién temeré? dice el salmista) no es la Fe la que, ciertamente, está en peligro sino, mejor, nuestra actitud, la que, muchas veces, nos aparta del camino trazado por Cristo; la que nos aleja de la Verdad y la que, al fin, nos priva de la Vida.
Al fin y al cabo nosotros somos voluntarios en el ejercicio de la Fe, cumplidores con nuestra obligación de Hijos de Dios de transmisión de Su Palabra pero, al fin y al cabo, expresión de la libertad donada por Dios.
EFG/ReL: ¿En qué vive hoy Saulo, dónde puede encontrarse?
RC: “Si la pregunta es sobre Saulo (antes de su conversión) la respuesta es en todo hombre o mujer que está a nuestro lado y que tiene una sed inmensa de felicidad, de infinito, en definitiva una sed inmensa de Dios. Si la pregunta es en qué vive hoy San Pablo, podría decir con el disco “Saulo vive hoy”, plenamente en sus escritos, desde sus cartas, auténticos pilares de teología, espiritualidad y humanidad; Desde sus hijos, esto es, la familia paulina que siguiendo la espiritualidad del P. Alberione, hace lo indecible para llevar al mundo el evangelio como lo hacía Pablo, utilizando los medios mejores, metidos en el mundo, en las mismas estructuras y evangelizando desde ellas. Ese era Pablo y esa es la familia paulina. Hoy San Pablo lo encontramos encarnado en personas concretas: el misionero, el laico que trabaja en su grupo o diócesis, el/la catequista, el joven que invita a sus amigos a los sacramentos, pero en definitiva a Pablo lo encontramos en la Iglesia, auténtica fuente de espiritualidad y de amor a Jesucristo. Ahí está Pablo.
Y como no…. a Pablo lo encontramos en la música, por ello quiero invitar a descubrirlo en estas canciones cargadas de vida paulina, espiritualidad y juventud, como la vida misma".Valga la invitación que hace Rogelio Cabado de tratar de descubrir a Pablo entre nosotros, en cada hermano en la fe y también, claro, en cada gentil (siendo, Pablo mismo, apóstol de los gentiles, nada mejor que tal recomendación) haciéndolo presente.
No es, por eso, lejano ni pasado de moda Saulo, aquel que fuera llamado Pablo y luego santo. Con su actitud recia y llena de la esperanza que su encuentro con Jesús le produjo, cambió el corazón (de piedra) por uno de carne. Así es como podemos conformarnos nosotros: a todos para que, al menos, alguien pueda encontrar el camino de la salvación.
Por eso, cuando se tiene un sentido de la fe que es, digamos, tan arraigado en la verdad y en una verdadera vivencia de la misma, nada mejor que manifestarla, al mundo, de la forma en que lo hace Rogelio Cabado.
Y nada mejor, tampoco, para nosotros, que admirar, viéndolo y oyéndolo, tan especial sentido.
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