Opus Dei y Fesser: 2ª parte, tras el intermedio del fracaso
El día 30 de septiembre me vi en la obligación de escribir un artículo sobre la película “Camino” cuyo director es Javier Fesser.
Lo hice unas semanas antes de que se estrenara porque, según lo leído entonces, la cosa parecía sería (por lo que de manipuladora tenía)
Ahora, tras unos días pasados desde que se estrenó y, según parece, no haber obtenido el éxito propagandístico contra el Opus Dei y ¡Ay!, no habiendo obtenido el éxito económico para su director y para la empresa que lo haya financiado, el tal Javier Fesser ha vuelto al ataque enviando, es un suponer esto, una carta al mismísimo Opus Dei en el que arremete como sólo un ignorante en la materia podría hacer. Y lo hace.
Poco pollo para tanto aroz, para empezar, tengo que decir.
El individuo ha escrito una carta pero ¿Para qué?
Se dice que es, quizá, para volver a polemizar con la Obra fundada por San Josemaría y, así, acercar un poco al personal a las salas de cine donde, parece, que malvive entre otras producciones, sin haber conseguido nada de lo propuesto.
Eso, a mí, me da exactamente igual. Lo que no me da igual es alguno de los términos utilizados por Javier Fesser en la susodicha carta porque son, digamos con cierta caridad cristiana (de la que muchas veces se me acusa no tener o manifestar) poco presentables por lo falsos que son.
Después de buscar la citada carta, al fin la he encontrado en Tu Blog de cine página destinada a estos menesteres cinematográficos.
Son, éstas que siguen, tres perlas extraídas del vómito que Javier Fesser lanzó sobre el Opus Dei sin, por supuesto, dañar ni la historia de la Obra ni nada de su ejercicio.
1.-“Se reconocen de tal manera en el retrato que de ellos se hace, que no podrían aceptarlo sin echar el cierre al tinglado”
Un “”tinglado” es un “artificio”, un “enredo” o una “maquinación”. Y se refiere al Opus Dei cuando, en realidad, el tinglado es el que tienen montado los titiriteros españoles (algunos directores de cine, muchos actores, etc.) para sacar los cuartos de los bolsillos de los contribuyentes y ponerlos en los suyos; un artificio la vil monserga urdida por Fesser para sembrar polémica a costa de lo bueno y, por último, una maquinación es tratar de manipular la realidad en beneficio propio.
O sea, Javier Fesser y su película “Camino”.
2.-“El camino que proponen e imponen a miles de inocentes personas que por una cosa o por otra han terminado enredados en su viscoso entramado pseudoespiritual es un camino a ninguna parte”.
Dice, este individuo malcarado, que es falso el espíritu del Opus Dei y que el camino (el de verdad y no el título de su película) parece que es, también, falso. Eso debe ser porque está acostumbrado a ir dando tumbos por la vida sin destino alguno para la misma y, claro, no es posible que comprenda que haya personas que, a diferencia de él, saben qué quieren, qué sienten y qué aman.
O sea, Javier Fesser y su vaciedad mundana.
3.-“Qué curioso que en ésta película el Opus Dei salga mal parado y Dios no. ¿No eran la misma cosa? ¿No es el uno la obra del otro? Parece claro que no”.
¡Qué simple tanta simpleza!
Para que el Opus Dei saliera mal parado, Javier Fesser debería tener alguna autoridad para ofender y tal no es el caso; para que el Opus Dei viera capitidisminuida su fama de santidad Javier Fesser debería demostrar algo más que lo que demuestra y que no es otra cosa que es, al fin al cabo, el cazador cazado o el alguacil alguacilado.
Además, Dios es Dios y el Opus Dei es la Obra de Dios pero no son la misma “cosa” (que es, además, una forma burda de denominar a una realidad espiritual)
Y, sin embargo, a pesar de todo lo dicho, hay que tener pena de Javier Fesser aunque en este caso yo no soy capaz de decir que no sabe lo que hace. Y pedir por él… pues lo necesita.
Y todo esto porque, tras el intermedio del tiempo, el resultado ha sido un fracaso rotundo.
Pues bien merecido lo tiene.
NOTA: el cartel de la película no lo pongo por propaganda; lo pongo por lástima y para que se sepa quién es qué tipo de persona.
22 comentarios
No soy del Opus Dei pero me duele que se ataque de esa forma con el único fin de sacar cuartos y enemistar al personal.
Un saludo.
Efectivamente, como las personas que no estiman la fe ni la tienen por un verdadero componente de la vida del ser humano tienen la costumbre de atacarla sin más y, si eso es posible, además, obtener algún beneficio, siempre, económico, no está mal que se sepa lo que, de verdad, se pretende.
Además, tampoco siendo yo miembro del Opus Dei (si digo que tengo en muy importante, para mi vida, su espiritualidad) de ninguna de las maneras pueden quedar sin respuestas cosas como ésta.
Hoy, como siempre, lo provocador es seguir a Cristo.
A lo mejor lo que pasa es que a casi nadie le importa, así parece, que se ataque a la Iglesia por el clima relativista que impera (creo que,incluso, entre los mismos católicos)
Sin embargo, a algunas personas sí nos importa que se ataque a la Esposa de Cristo: en primer lugar porque se ataca a Cristo y, en segundo lugar (aunque sea, esto, egoísta) porque también se ataca a nosotros mismos, piedras vivas que la constituimos.
Aunque sea, sólo, por eso, no podemos callar.
Porque claro por muy poco que te guste el Opus, a ver quien es el guapo que da la razón a una manipulación tan burda e irrespetuosa para con una niña.
Ójala que algún día salga una película bien documentada acerca del Opus que nos muestre la realidad tal como es.
Ahora bien, los católicos en general no sienten la equivalencia opus=Iglesia en absoluto.
No creo yo que se haga la identificación Opus Dei=Iglesia. Eso
es lo que quiere hacer el director de "Camino" para criticar tanto
a uno como a otra.
Sin embargo, lo que sí se hace, al menos por mi parte, es criticar
lo que ha dicho Javier Fesser sobre el Opus Dei.
Las críticas a la Iglesia católica, llegadas desde determinadas personas, partidos políticos u otros organismos, no dejan de ser, la mayoría de las veces, burdos intentos de causar malestar dentro de la misma Iglesia y, de paso, si es posible, hacer que disminuya su fama de santidad.
Excelente post y muy buena la argumentación. Inmejorable.
Como ya comenté una vez, lo del "puterio" progre contra la Iglesia no tiene límites. Incluso tergiversando la historia de una niña santa.
Lo que les pasa a estos anticlericales es que no son capaces de aceptar que ellos no están en posesión de "la verdad" y por tanto atacan a quien sí la tiene, la Iglesia de Cristo, en este caso, en el carisma del Opus Dei.
No nos amedrentemos por estos subsidiados titiriteros y defendamos a la esposa de Cristo.
+Un saludo.
Pues bien, lo cierto es que los anticlericales estiman que tienen
la verdad en sus manos y tal verdad es, en realidad, una gran
mentira porque es la mentira de la mundadanidad y del relativismo.
De ninguna manera, por otra parte, vamos a amedrentarnos por
acometidas tan ridículos como ésta. Ni por ninguna otra porque
"Si Dios es mi Señor, ¿A quién temeré?", que dice el Salmista.
La única que puede decir si tal o cual movimiento, asociación, grupo de creyentes forman parte o no de la Iglesia Católica es la Santa Sede, a través de sus diferentes dicasterios.
No confundamos el todo con la parte.
Vuelvo a decir que, salvo las personas que tengan la intención de hacer daño al Opus Dei y a la Iglesia católica al mismo tiempo, el resto de personas no hacemos tal equiparación (que toda la Iglesia católica es Opus Dei).
Eso se hace, digamos, para "matar dos pájaros de un tiro" que es la forma de pensar de personas como Javier Fesser.
Por tanto, no hay, al menos por mi parte, confusión alguna sobre el todo y la parte.
He visto la película, como ya anuncié en otro post, porque mi novia se empeñó. A mi no me atraía especialmente.
A parte de que se hace algo larga creo que se puede señalar:
1)No se debería haber hecho una alusión personal a esa chica, Alexia. Eso me parece un eror pues la gente se puede creer que es un "biopic".
2) La película en sí creo que es una reflexión de Fesser sobre el absurdo del dolor y la muerte, desde un punto de vista ateo, claro.
Si un nazi y un comunista rodaran cada uno un filme sobre la batalla de Stalingrado, pues tendríamos dos películas y veríamos dos batallas distintas.
De la misma forma, un ateo no puede reflejar de otra forma la muerte dolorosa de una niña creyente, más que como la resignación de una criatura que al ver cómo Dios atiende sus rezos cuando se trata de ayudar a los demás, (por lo que ya en vida, o mejor dicho en agonía adquiere fama de santa) sin embargo no le hace caso cuando de acabar con su propio dolor se trata.
Estoy seguro que cualquier sacerdote encontrará explicación al asunto, y de hecho en el filme hay personajes que barajan las típicas respuestas de santificacion, testimonio, martirio,resignación, etc.
Seguro que cualquier director de cine creyente podría hacer un filme donde se reflejara una visión creyente de la enfermedad terminal de la futura beata.
Al olmo de Fesser no se le pueden pedir peras, y ya digo que sin la alusión personal, la película habría quedado como un ejercicio de reflexión para el que hubiera querido pagar para verlo...
¿Me gustó? Pues ni fú ni fá.
La verdad es que ni siquiera se trata de críticas, creo yo. Lo que se hace y pretende es difamar y hacer daño. Eso no es, precisamente, criticar porque en la crítica siempre se ha de buscar la mejora de lo criticado.
Entonces podríamos preguntarnos en sentido de las alusiones directas a la vida de Alexia.
Por otra parte, no yo creo que un ateo sea capaz (porque no puede entenderlo) hacer una película sobre algo que, en sí, es sobrenatural. Eso no es posible porque su alejamiento de la realidad es absoluto y no creo yo que se pueda hacer nada bueno con algo que no se entiende.
Por lo tanto, aquí lo único que hay es intento de medrar en su favor haciendo uso de realidades espirituales que ni puede alcanzar ni entender ni nada de nada.
Vamos, una tomadura de pelo pero que molesta bastante.
Que uno se cite a sí mismo como hablando de otra persona, y encima tomando lo que no es más que una opinión personal como verdad objetiva, es un signo de soberbia pedante. Malo es que lo hiciera Julio César. Que lo haga Fesser es ridículo.
Pasa mucho, seguramente ninguno estamos libres de hacer tal cosa, que nos citemos a nosotros mismos. Sin embargo, cuando se trata de trazar, es de suponer esto, una línea que separe lo bueno de lo malo no es demasiado presentable que la creencia de uno mismo se transforme, por arte de birlibirloque, en idea aplicable a todos.
Esto, más que nada es, creo yo, una forma algo infantil de actuar que, al parecer, no le ha dado demasiado resultado.
+Creo que la película es el resultado lógico de un ateo que trata el tema de la enfermedad terminal de una niña de familia creyente.
+ Y a fin de cuentas criticar algo puede tener efectos contrarios. Probablemente aparte de elpais.es seais la página web que más publicidad ha hecho del filme, y por otro lado la peli consigue que gente como yo se interese por la biografía de Alexia.
1) A Dios se le acusa de crueldad, de no cumplir sus promesas ("pedid y se os dará"), de ensañarse con los inocentes. En realidad, la película es un panfleto de propaganda atea: pretende que una mayoría de espectadores lleguen a la misma conclusión de aquel anarquista del XIX: "la única justificación para un Dios que permite el sufrimiento de los inocentes ... es que no existe". Lo escandaloso, lo ignominioso, es que, para este ejercicio de teodicea negativa, haya ido a utilizar precisamente la historia conmovedora de una niña santa que, durante toda su agonía, no gritaba "¡¿por qué Dios no me escucha?!", sino "Señor, quiero curarme; pero, si tú no lo quieres, que se haga tu voluntad, no la mía". Los creyentes vemos en esta actitud -que fue la del propio Cristo- una "respuesta" al arduo problema de la teodicea. A los ateos como Fesser, un hecho así les descoloca, les supera, les rompe todos los esquemas. Por eso necesitan convertir a Alexia en alguien que se rebela contra Dios; a la santa, en una niña normal que cuando llama a "Jesús" en realidad está suspirando por un noviete de su clase.
2) A la Iglesia se la ataca caricaturizándolos, desfigurándolos, ridiculizando la perspectiva creyente sobre el sufrimiento y su posible sentido.
3) Al Opus, presentándolo como una mafia de fanáticos indiferentes al dolor de la niña e interesados exclusivamente en conseguir como sea "una santa para la Obra".
La película es la expresión de un odio formidable (también, de un temor formidable a que la Iglesia pueda acabar teniendo razón). Lo del Opus es un mero pretexto: sabe que está socialmente "bien visto" denigrar al Opus, y se agarra a esa coartada. Pero Fesser no odia sólo al Opus: odia al cristianismo, y odia la idea de Dios.
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