Nueva Era: “Revista Fusión”. 3.- “Dios y el hombre”

Serie: Nueva Era

Nueva Era

!AVISO!: lo que van a leer aquí no es producto de una imaginación calenturienta. Es pura, y peligrosa, realidad.

Todo esto se dice para evitar, en lo posible, que personas que desconozcan el fondo de medios de comunicación como, en este caso, la Revista Fusión, puedan caer en la sutil trampa que se tiende para capturar a personas desprevenidas.

Dios y el hombre

Si hay algo que la Nueva Era tiene en cuenta para tergiversar la realidad es establecer, digamos, una relación con Dios algo sui generis; es decir, como les viene bien y les conviene para alcanzar sus torcidos intereses.

Dentro de las propuestas “para un mundo diferente”, que es la forma que tienen en la Revista Fusión de manifestar sus grandes ansias de que todo cambie para mal, la que se refiere a la relación del hombre con Dios es, sin duda, de las más destacadas porque supone, en realidad, el eje a través del cual se ha de conducir todo lo demás.

Como era de esperar, en este concreto apartado el ataque a la religión es claro y evidencia lo que sería un cambio de rumbo de la que denominan Era Cristiana y que vendría a ser sustituida por la Era de Acuario (tantas veces repetido esto)

Para que no se crea que, en realidad, esto que digo sea algo de poca importancia y que, al fin y al cabo, se trata de cosas de personas que estamos alejadas de la realidad, unos ejemplos tendrían que ser suficientes para deshacer tales impresiones:

1.-“Las religiones han sido el epicentro de todo. No ha existido gobernante que no estuviera vinculado o aconsejado por algún sector religioso o espiritual, del signo que fuese, y siempre con evidentes intereses de acumulación de poder, de ocupar lugares de privilegio”.

Se parte de una realidad que es cierta como aquí, por ejemplo, la importancia que han tenido, a lo largo de los siglos, las religiones para, acto seguido, dejar caer sobre las mismas (la católica más que nada) un baldón que las aprisione contra el suelo. Aquí se trata de establecer que las religiones tienen, en sí mismas, un objetivo no bueno: la acumulación de poder.

Al parecer, nada de lo que se hace, por ejemplo, desde la Iglesia católica, tiene importancia porque, según la Nueva Era, la única pretensión es acaparar el mayor poder posible para no se sabe qué.

Y eso no está muy de acuerdo con la realidad.

2.-“Los grupos religiosos se han fanatizado aún más, aferrándose a sus áreas de poder, compitiendo entre ellos y manteniendo postulados y creencias que en el ciudadano un poco inteligente causan rechazo y alejamiento”.

Eran, ya, fanáticos los grupos religiosos porque se dice que se han fanatizado “aún más”. Por tanto, no cabe entender que crean que son buenas las religiones porque son fanáticas, de principio.

Además, a las personas que nos consideramos creyentes y no seguimos las ideas de la Nueva Era nos llaman “poco inteligentes” porque no somos capaces de darnos cuenta de lo que pasa y no rechazamos las religiones ni nos mostramos alejados de ellas.

Y eso no está muy de acuerdo con la verdad.

3.-“Solucionar los problemas más urgentes que, curiosamente, son provocados en gran medida por la actitud egoísta e interesada de los otros, de los que hablan constantemente de Dios, de los que se dicen representar a Dios o se creen que Dios les eligió para hacer algo diferente”.

Aquí, como se dice popularmente, se les ve el plumero a los partidarios de la Nueva Era en versión Revista Fusión. Ellos son diferentes a “los otros” que son, evidentemente, los creyentes de las religiones. Además, estos últimos tenemos un problema añadido: hablamos constantemente de Dios y eso a ellos no les ha de gustar mucho porque entienden una relación con Dios, a ser posible, inexistente (porque también aquí las apariencias engañan)

Y eso no está muy de acuerdo con la evidencia de tal existencia.

4.-“Con todo ello, desde Fusión entendemos que la Nueva Era que comienza está marcada por el hundimiento de las religiones, quienes se apropiaron indebidamente de la idea de Dios y la prostituyeron para satisfacer sus más bajos y mezquinos intereses

Retrato para incautos:

Buscan, efectivamente (¿Quién lo dudaba?) que las religiones (entre ellas, y sobre todo, la católica) se hundan porque creen que nos hemos apropiado de la idea de Dios y, además, la prostituimos.

El caso es que Dios no es, así, una “idea”, como algo etéreo que puede no existir. Al contrario, Dios existe y bien que lo podemos observar en cada persona y en cada realidad creada por el Padre. Y eso no lo creen en la Nueva Era sino todo lo contrario.

Y eso no está muy de acuerdo con el cristianismo.

5.-“La búsqueda personal e individual de Dios a través de la entrega a los demás es el único camino válido y es lo que, en medio de tanta confusión, está emergiendo en la sociedad por medio de muchos grupos que, pasando de lo establecido, de lo dogmático, de la simple retórica, hacen de su vida una permanente lucha por una humanidad más auténtica, más justa”.

No admiten, por lo tanto, que las religiones existan porque no son necesarias: cada cual busca a Dios, como le viene en gana y como le parece.

Limitan la posibilidad de encontrar a Dios a tal realidad: entregarse a los demás. Y para eso se ha de huir de todo dogma porque, efectivamente, cada cual hace lo que le parece para buscar a Dios (no caben dogmas)

Y eso es, exactamente, puro relativismo (todo es posible) porque no otro nombre puede recibir el hecho mismo de hacer que cualquiera busque a Dios de cualquier forma.

Y eso no está muy de acuerdo con el sentido básico de la creencia en Dios.

Terminan afirmando, como suelen hacer, que lo que se dice sobre, en este caso, la relación entre el hombre y Dios, que es lo que se quiere alcanzar, algo que está en camino, algo que rompe con lo que hay. Así, aquí se dice que “esa es la base sobre la que se levantará el proyecto de Dios para el futuro, para el hombre nuevo, para desarrollar un mundo diferente”.

Y, efectivamente, sería un mundo diferente; es más, no sería nuestro mundo sino una simple aberración en manos de mentes enfermas que, manipulando el pensamiento de muchas personas, las adscriben a sus, al fin y al cabo, ateos y peligrosos proyectos.

4 comentarios

  
Eleuterio
paseante


Lo siento pero la profundidad de lo que ha escrito tengo que tomármela con calma.

Le comentaré más tarde.

Lo digo esto para que no vaya a pensar que no le tengo en cuenta.

Gracias, de nuevo.
04/10/08 1:45 PM
  
Eleuterio
Paseante

Francamente, no he leído nada del tal Ferlosio y sólo lo conozco por el nombre.

Ya sé que esto debe suponer un gran reconocimiento de ignorancia por mi parte pero si atiendo a lo que Ud. dice de él, creo que no me he perdido nada bueno y que, por lo tanto, he hecho bien en no haber dejado perder el tiempo con tal persona.

Por otra parte, la verdad es que el tal Obama parece, digo yo, un Zapatero a la americana. Utilizando el lenguaje que utilizar (el que he podido entender porque el inglés no es mi fuerte) es el lenguaje bobalicón políticamente correcto que, hoy día, funciona muy bien porque hay muchas personas que están dispuestas a atender lo que sea con tal de que no se les moleste en su buen vivir. Y eso es una gran pena.

Además, qué decir de El País que no haya dicho yo en este blog y que, seguramente, tendré que decir en otra ocasiones porque se merecen tantas cosas...

Por otro lado, cuando El Mundo se une a El País en determinados conceptos es que, evidentemente, tienen los mismos. Eso es, creo yo, bastante terrible porque nos pone, a muchas personas, a los pies de los caballos.

Y eso, en verdad, también forma parte de la Nueva Era aunque no lo parezca.

Gracias, de nuevo, por su inteligente comentario (siento no poder estar a su altura en el mío)

04/10/08 7:21 PM
  
JCA

Siempre me ha parecido que el periódico El Mundo desprende un tufillo liberal decimonónico más o menos anticlerical. Sin embargo, es lo suficientemente abierto como para acoger muy diversas sensibilidades, y eso, a mi entender, lo salva. De El País, sin embargo, me abstengo hasta de usarlo como papel higiénico: cualquier otro es mejor; al menos con Mundo Obrero te echabas unas risas, y con Noticias del Mundo no digamos.


Respecto a la Nueva Era, tengo bien claro que es un experimento sociológico que pretende sustituir las religiones, en especial la Católica, que es la más coherente y sólida, por una especie de religión sincrética de "todo a cien", expresamente llena de conceptos vagos y difusos pero sutilmente cercanos, mediante manipulación o sustitución semántica, a conceptos religiosos comunes para poder manipular y aborregar a las masas a conveniencia; en resumen: un auténtico "opio del pueblo", justo lo que se reprocha en esos ambientes de las otras religiones. El precedente más grotesco de manipulación (por los ritos y festividades que se inventaron) ocurrió durante la Revolución Francesa: se dieron cuenta que posiblemente sería más fácil dominar al pueblo (en minúscula, claro; el "Pueblo" ya se sabe que eran los de la Convención) si lo hacían mediante una religión ad hoc.

06/10/08 3:41 AM
  
Eleuterio
JCA

Efectivamente, lo que dice Ud. es cierto. Lo pretendido por la Nueva Era (que es más importante de lo que pueda parecer) lo que es, exactamente, que las religiones (más que nada la católica que, a lo mejor, no se aviene a ningún tipo de componendas con lo "nuevo") desaparezcan pero, sobre todo, porque lo que quieren es que la "suya" (no siendo religión, precisamente, al no acercar al hombre a Dios, al no re-ligar) pase a ocupar el lugar que tienen las que sí lo son.

Sin embargo, creo que con el adecuado conocimiento de tal realidad, no lo conseguirán aunque reconozco que tiene una gran fuerza (a nivel,incluso, musical)
06/10/08 8:05 AM

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