Leonardo Boff: sobre balances y difíciles cambios a mejor

“Una relectura de mi vida a los 70 años”

Tal es el título que Leonardo Boff, teólogo de la Liberación, ha dado a un escrito que, sobre su vida (cumplía 70 cuando lo escribió pues nació un 14 de diciembre de 1938) que ahora ha publicado Nueva utopía 2009.

Siempre está bien hacer un balance de lo que ha sido la vida de uno cuando han transcurrido esos años. Puede ofrecer una perspectiva de lo hecho y realizado y ver, si eso es posible, hasta dónde hemos podido equivocarnos.

Se hace muy bien un resumen de lo dicho y hecho por Leonardo Boff acudiendo a una de las fuentes más importantes de difusión de su pensamiento. Por ejemplo, en Koinonia publica, cada semana, una columna.

Tres “perlas” han de ser más que suficientes:

1.-En el artículo titulado “Los silencios reveladores de Benedicto XVI” dice que “Melancólicamente vuelve siempre al mismo estribillo: no a los anticonceptivos, no al divorcio, no a la unión homosexual, no a la modernidad, y sí a la familia tradicional, sí a la rígida moral sexual, sí a la disciplina. Esos demasiados ‘noes’ vuelven antipático el mensaje, como si no hubiese otros temas urgentes a tratar”

A él, al contrario, todo debería ser sí: anticonceptivos, divorcio, unión homosexual, modernidad… en una actitud totalmente light y acomodada al mundo.

2.-En el artículo titulado ”Foro Mundial de Teología y Liberación” dice que “De las burocracias eclesiásticas nunca salen místicos, santos ni mártires, sino solamente mediocres reproductores del establishment religioso”.

Al parecer sólo salen místicos y santos de aquellas personas que se oponen a lo que dice la Iglesia católica a la que pertenecen o, también, de entre aquellas personas que hacen mofa y escarnio de lo que dice el Santo Padre y cosas por el estilo.

3.-En el artículo titulado ”Cuando el Cielo se casa con la Tierra” dice que “Hoy el papa actual vive repitiendo la sentencia medieval, superada por el Vaticano II, de que ‘fuera de la Iglesia no hay salvación’. Para él es la única religión verdadera y las otras son tan sólo brazos extendidos al cielo, pero sin la certeza de que Dios acoja esta súplica”.

¡Qué curioso que quien dice pertenecer a la Iglesia católica pueda sostener otra cosa¡

Verdaderamente el desnortamiento de Boff es absoluto y total.

Y por entrar en opiniones subjetivas que pretenden pasar por muy generalizadas, es curioso que Leonardo Boff manifieste la tendencia a despreciar lo que hace Benedicto XVI.

Por ejemplo, en el caso del levantamiento de las excomuniones de los 4 obispos ordenados por Marcel Lefebvre, sus críticas fueron tremebundas: “Esta decisión del Papa me parece despreciable, entre otras cosas porque tengo fundadas sospechas de que los lefebvrianos no se van a contentar con esta victoria, sino que pronto pasarán al ataque y exigirán más, hasta llegar a una revisión del Concilio Vaticano II”

Pero, claro, si vemos que, a veces, se hace acompañar, en sus críticas, por medios de comunicación tan “neutrales” en lo religioso como el diario laicista “El País” no me cabe la menor duda de que va por un camino, a sus 70 años ya cumplidos, bastante equivocado.

Aunque también es posible que, ahora que ha pasado tan prudencial tiempo para reflexionar lo hecho y dicho, cambie de rumbo, se convierta a la fe que perdió y esté, lo que le quede de vida en la Tierra, pidiendo perdón por lo torticero que ha podido llegar a ser.

¡Ah!, por cierto, ¡Feliz cumpleaños¡

Aunque sea a toro pasado, más vale tarde que nunca.

Como sería su conversión.