La Teología de la Liberación ha vuelto: sueño de una noche de verano (siempre que no sea de borrachera de verborrea...)
A veces hay realidades que parecen ser algo mágicas (pero de magia negra) Al parecer la Teología de la Liberación estaba extrañamente desaparecida y, ahora, ha vuelto a nuestras vidas.
El texto venía contenido en un artículo publicado en Religión Digital el pasado domingo, 31 de agosto.
Por cierto, que la imagen que muestra el artículo citado es bastante terrible por lo que supone de síntoma. Se trata de un abrazo entre el Presidente del Ecuador, Rafael Correa y el de Paraguay, el que fuera obispo, Fernando Lugo. Además, el poncho que visten es tan sospechoso de falsedad… tan nuevo en unos defensores de los pobres… da qué pensar.
Pueden juzgar los lectores de este artículo por el enlace que he puesto aquí mismo, en el párrafo anterior.
Así, puede dar la impresión de que, a lo largo de los últimos años, la Iglesia católica (o, más bien, la “jerarquía católica”, término que se suele utilizar para zaherir a las personas que les ha correspondido llevar a cabo el papel de pastores de la Iglesia católica en el nivel, digamos, de gobierno de la misma) ha venido tratando de hacer lo posible para que la Teología de la Liberación no asomase la cabeza porque es de pensar que no era demasiado positiva par la misma Esposa de Cristo.
A esto, según el citado artículo, Karl Rahner llamó “invierno eclesial” que es, más o menos, el que se ha abierto en contraposición a la “primavera de la Iglesia” que se desarrolló en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado.
Ni qué decir tiene que esta forma de manifestarse es algo manipuladora pues supone utilizar un lenguaje muy simple para caracterizar dos formas de entender el funcionamiento de la Iglesia católica y, sobre todo, el mensaje que, desde un punto de vista y el otro, se lleva al mundo.
En realidad, la base misma de la Teología de la Liberación, de fuerte raíz política izquierdista, lastra su propio funcionamiento y, más que nada, su futuro. Éste se ve unido, indisolublemente, a la opción política en la que se apoyó para crear su especial sentido de la teología y, evidentemente, cuando la opción política elegida se viene abajo, la Teología de la Liberación caer por sí sola.
¿Qué es lo que ha pasado ahora?
Pues muy sencilla es la contestación a la pregunta. No hay más que mirar al mapa político de América del Sur y adivinar, en el acto, que, digamos, los “suyos” (los partidos políticos indigenistas e izquierdistas) han tomado el poder que, aunque haya sido legítimamente (a través del voto, quiero decir), les ha traído (a los partidarios de la Teología de la Liberación) a la actualidad, de nuevo.
En realidad, otra cosa no ha sucedido.
Por tanto, lo que quiero decir con esto es que el propio nacimiento de tal teología les trajo su casi desaparición y, ahora, les trae lo que parece un resurgimiento de lo que casi murió (habiendo quedado las personas partidarias de tal teología como en un exponente del error perseverante)
Por otra parte, el texto al que hago referencia aquí hace unas afirmaciones un tanto curiosas:
1.-“Se trataría de una involución en las orientaciones de la jerarquía católica, que se ha operativizado en un creciente abandono de los compromisos en materia de derechos humanos, desarrollo y consolidación democrática en América Latina”.
Esto es un despropósito porque no hay quien se crea (a no ser que sean los ya convencidos de ello) que la Iglesia católica ya no se preocupa por los derechos humanos de América Latina y que, además, se opone a la consolidación de la democracia en aquellas tierras hermanas, es que, en verdad, está muy equivocado.
Aunque convenga decirlo desde el punto de vista político y teológico, no por eso tiene que ser verdad ni aceptado sin más como si lo fuera.
Lo que pasa es que, muchas veces, se tiene, por ejemplo, el sentido de que la democracia tiene el Presidente de Venezuela, o del de Bolivia, etc. O sea, que lo que no se cree es en otra cosa que no sea el poder del “pueblo” (¿?) y de “uno de los nuestros”.
2.-“Sin embargo, de forma paralela a este proceso intraeclesial, desde las esferas sociales y políticas emergen actores y discursos que recuperan de una nueva forma inesperada la herencia de la Teología de la Liberación”
Esto, dicho y leído así, no es más que una manifestación de querer que haya pasado tal cosa. En realidad la Teología de la Liberación no ha podido dejar ninguna herencia porque, en esencia, la sostienen las mismas personas que, digamos, la crearon. Es decir, que no ha muerto como tal sino que, de acuerdo a sus teorías (eminentemente políticas) cuando desaparecieron los actores que las hacían posibles, la Teología de la Liberación se escondió. Ahora, al haber renacido cierto izquierdismo en muchas naciones de América Latina, pues vuelven a lo suyo.
Pero, cuando en realidad se destapa toda la teoría que sostiene a la Teología de la Liberación es cuando se dice que “Aún es la teología de lo político para mirar desde los ojos de Dios las luchas de los pobres”.
Pues eso, que la Teología de la Liberación vuelve por donde solía. El problema es que ahora existen personas que, desde el poder político, les pueden apoyar y tal cosa les da la ilusión de que se renueva su idea.
Pero en realidad, ¿Cuándo desapareció?: Boff, Cardenal, Casaldáliga et alii siempre han estado ahí, sin dar su brazo a torcer porque es muy posible que crean, con franqueza, que lo que dicen tiene visos de ser aceptable. Es, por eso, una opción personal que no deberían querer imponer a las demás personas.
Pero, a pesar de las ilusiones y de las ganas que parece que tienen los teólogos de la Liberación y las personas que, desde la política e, incluso, la misma Iglesia católica, puedan apoyarles, la verdad es que a mí, particularmente, me parece que se trata, sólo, de un sueño de una noche de verano.
Y, ya se sabe que, tras el verano, llega el otoño y las hojas caen de los árboles al igual que alguna doctrina teológica, más podrida que otras, también caerá porque el haber sido inoculada con el virus de la izquierda política le causó, ya desde su origen, una fecha de caducidad que, aunque aún no se ha cumplido, ha de estar a punto de hacerlo (teniendo en cuenta que los tiempos, para Dios, son algo más dilatados que los nuestros, simples mortales).
En realidad, la “primavera eclesial” a la que se ha hecho referencia aquí mismo (término contenido en el artículo sobre el tema) no es más que una terrena, mundana y apagada luz que, incluso habiéndola sacado al exterior para que iluminara nunca debería haber salido de debajo del celemín.
Además, no he querido poner, aquí, más imágenes porque, en realidad, son siempre los mismos. No hay, pues, herencia alguna en la Teología de la Liberación porque aún no hubo defunción de tal teología. Muy al contrario, los mismos que la crearon siguen utilizando a los pobres como escabel desde donde ver el mundo espiritual desde su privilegiada posición de cabeza de ratón.
24 comentarios
Unos directamente han apostatado y los otros bajo la excusa de comunismo se han negado a seguir los pasos para crear una Iglesia verdaderamente comprometida con el pobre en su sempinterna lucha contra la opresión en todas sus formas y de esta manera liberar al hombre para que realmente llegue a Cristo.
Yo veo a la Iglesia muy influenciada por la burguesía. No ha de extrañar ya que durante el XIX la burguesía era la base del catolicismo, pero el problema es que en Occidente los valores burgueses han degenerado y lo que antaño era meritocracia, cultura del esfuerzo, familia como célula básica de la sociedad, pudor, convicciones religiosas....han desembocado en lo que ya sabemos de sobra.
La burguesía occidental se ha convertido en sinónimo de degeneración y de todo lo antievangélico que se nos ocurra. Asimismo Europa ya no es la base del catolicismo.
Por lo que la Iglesia deberá crear una Teología de la Liberación verdaderamente cristiana y reiventarse a sí misma dando lugar a una Iglesia multicultural,antiburguesa y anticapitalista.
De esta manera yo creo que podremos llegar a la tan ansiada primavera eclesial, que en absoluto es el socialismo científico.
Pero para ello deberemos deshacernos de lo que yo conozco como el "lastre del latín".
Yo creo que los católicos sí que tenemos una teología de la liberación: Cristo.
Sabemos que Jesucristo nos libera de los males del mundo, que, con Él, la mundanidad queda atrás; que, en realidad, la asistencia a la pobreza es parte indisoluble de la caridad cristiana.
Por eso, Juan Pablo II Magno predicó tanto contra el comunismo, por supuesto, como sistema que aliena al ser humano en defensa de una idea política y le quiere privar de Dios; y también contra el capitalismo salvaje que utiliza al ser humano como, casi, esclavo de su sistema.
Y todo esto lo hizo en nombre de Cristo. Por tanto es el Hijo de Dios Quien nos libera.
Lo otro, hacerse valer de una ideología izquierdista para tratar de salir en defensa de los pobres cuando la tal ideología no es muy favorable a la religión ni a lo religioso, sólo puede tener resultados nefastos que es, exactamente, lo que ha pasado con tal Teología de la Liberación.
Creo que Benedicto XVI, antes de querer ser llamado así, lo dijo perfectamente en la Instrucción sobre algunos aspectos de la Teología de la Liberación LIBERTATIS NUNTIUS, de agosto de 1984 (http://www.corazones.org/doc/libertatis_nuntius.htm):
"«Las «teologías de la liberación», que tienen el mérito de haber valorado los grandes textos de los Profetas y del Evangelio sobre la defensa de los pobres, conducen a un amalgama ruinosa entre el pobre de la Escritura y el proletariado de Marx . Por ello el sentido cristiano del pobre se pervierte y el combate por los derechos de los pobres se transforma en combate de clase en la perspectiva ideológica de la lucha de clases. La Iglesia de los pobres significa así una Iglesia de clase, que ha tomado conciencia de las necesidades de la lucha revolucionaria como etapa hacia la liberación y que celebra esta liberación en su liturgia».
Por cierto, podría explicarnos qué es, exactamente, el "lastre del latín". Lo digo, más que nada, para que sepamos qué es lo que debemos olvidar.
Como siempre, tienes razón.
Lo siento por lo del título. La verdad es que creo que me he pasado algún que otro pueblo.
Sobre lo otro, pues gracias.
Más bien se le podría llamar Teología de la Hibernación porque parece que están en tal estado hasta que vuelven a la vida en directo.
El marxismo o populismo que la impregna suele causar engaño en quienes entienden la Iglesia como un ornamento del mundo político, y no como el legado que el Señor nos dejó, (El Reino de Dios) así desgraciadamente los lideres políticos que siguen estas ideas se ocultan tras la fe, para cumplir a sus seguidores el milagro que Satanás pidió al Señor, convertir las piedras en pan, cosa que hacen y no por obra de milagro, a la inversa, convirtiendo los panes en piedras. Para evitar el engaño basta con acudir a la raíz como bien a dicho, a Cristo nuestro Señor, para ver con claridad que no hay mejor teología, que la que la ortodoxia nos ha conservado desde el principio hasta hoy. Saludos y Bendiciones.
Sí. Creo recordar que aquí mismo, en Religión en Libertad, se recogieron las disensiones entre los hermanos Boff. Siempre resulta conveniente que alguien, en las familias (si no son todos sus miembros) tenga sentido de lo que resulta conveniente para la persona.
Además, parece que la Teología de la Liberación olvida aquella frase tan conocida de "Dad al César lo que es..." porque supone, creo yo, no sólo la separación del Estado (como organización) y de la Iglesia, que también, sino una separación entre la política y la Iglesia. Si a esto añadimos que la política a la que se han arrimado para hacer teología es la marxista pues lo que queda es eso: nada.
Muy acertado tambien la frase sobre el César de nuestro Señor, Pues el fin de la Iglesia está más allá de toda política humana. Saludos y Bendiciones.
Siento no haber hecho mención a tal disensión.
Por otra parte, en la propia heregía puede haber heregías...
es su sino. Separarse de la ortodoxia trae tales consecuencias.
Considero la inculturación que hizo la Iglesia en el mundo pagana latino como un gran éxito, se hizo de manera tan sobresaliente que el Xtmo pasó de ser una religión marginal en Galilea a convertirse en la religión oficial en el Imperio.
Para ello la Iglesia no tuvo ningún problema en asumir como propios elementos de esa cultura. Pero en el 2008 podemos decir sin ningún miedo que vivimos en un mundo pos-greco-latino.
Por lo que toca proceder a una nueva inculturación para meter a Cristo en lo más hondo de la sociedad.
Por no hablar de todas aquellas zonas del mundo totalmente ajenas a Europa como China, India, Japón.....¿pretendemos evangelizarles con nuestro corsé latino? Pues poco vamos a hacer.
En esto son dignos de admirar los jesuitas indios que han conseguido tal inculturización en India que es su Provincia con mayor vocaciones.
Necesitaríamos un Anthony de Mello que no fuera tan New Age.
La verdad es que lo que Ud. llama "lastre del latín" puede hacer que, en determinadas ocasiones la Iglesia ueda parecer extraña allí donde va si a donde va la cultura era muy diferente a la nuestra (por ejemplo en China, India, Japón, por nombras las naciones citadas por Ud)
El mensaje es claro:
"Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándolés a guardar todo lo que yo os he mandado" (Mt 28: 19-20) y yo creo que la Iglesia católica trata de adaptar, no cambiar, tal mensaje allí donde va aunque, es cierto, que nuestra cultura, la greco-latina, ha de ser adecuada a los diversos lugares donde se lleva la Palabra de Dios.
En cuanto a Anthony de Mello no puedo decir nada más que dejar aquí la dirección siguiente:
http://www.churchforum.org/info/apologetica/notificacion_anthony_de_mello.htm
¿Pero dentro del Bautismo y la aceptación de Cristo como único camino de Salvación, se ha de incluir también una determinada manera de celebrar la Liturgia, un determinado tipo de Teología, hábitos de tal manera, oraciones (recordemos que la única oración legada por Cristo es el Padrenuestro) y un larguísimo etecetera?.
A eso me refiero. Ya había leído la notificación a Anthony de Mello, por ello defiendo que necesitaríamos otro que no fuera tan sincretista y relativista. Uno que tuviera más clara su identidad cristiana y que no la diluyera en leyendas orientales.
Creo que fue San Pablo quien dijo algo así como "escúchalo todo y quédate con lo bueno" (siento no recordar, ahora, la frase exacta) Por tanto, la Iglesía católica, sin cambiar lo que en ella es esencial, podrá adaptar la liturgía a las características propias del lugar donde vaya.
Esto no quiere decir que se tengan que cambiar los ritos y, digamos, las oraciones, etc. Sin embargo, no es posible pensar que la Iglesia católica pueda ser entendida, en muchos lugares, si aplica parámetros, exclusivamente, occidentales allí donde va.
Lugo pidió a venezolanos construir su revolución
Agemce France Presse 10-VII-2008
CARACAS
El presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, consideró ayer en Caracas que los venezolanos deben construir ''hasta el final'' la revolución que han comenzado, al igual que los cristianos deben construir el reino de Dios como predicó Jesucristo.
''La revolución venezolana ha comenzado pero no ha llegado a su plenitud. El gran desafío de los venezolanos es construir esta revolución hasta el final'', declaró Lugo, en el acto de entrega de recursos a consejos comunales, destinados a mejorar las condiciones ambientales y de vivienda en barriadas populares, en el que participó junto al presidente Hugo Chávez.
El presidente electo de Paraguay realiza una visita de dos días a Caracas, en la que también se reunió con miembros de la Iglesia católica venezolana y participó en una misa en un barrio popular de la capital.
''En la Iglesia nos han enseñado la resignación cristiana y en nombre de esa resignación, ¡tantas cosas hemos aguantado! Tenemos que aprender la indignación cristiana, ante tantas cosas que ocurren en este continente'', pidió Lugo.
Lugo aseguró que el reino de Dios predicado por Jesucristo, un reino de ''paz, justicia, equidad, solidaridad y verdad'' para construir una nueva sociedad, ''ya ha comenzado pero todavía no ha llegado a su plenitud'', al igual que la ``revolución venezolana''.
''Este reino que hemos comenzado no lo dejaremos atrás. De aquí, sólo para adelante, para atrás ni para tomar fuerza. ¡Adelante Venezuela, adelante América Latina!'', aseguró Lugo.
La frase que busca es "examinadlo todo y quedaos con lo bueno" (1 Ts 5, 21)
Por otra parte, la frase "durante el XIX la burguesía era la base del catolicismo" es, en mi opinión, absolutamente errónea. La realidad es, más bien, la contraria. Una gran parte de la burguesía era precisamente la que, poco a poco, se había ido descristianizando.
Un saludo.
Creo que algo de esto, o parecido, ya salió cuando escribí un artículo sobre Fernando Lugo.
Por desgracia, las cosas no apuntan bien porque el abrazo entre Lugo y Correa dice, por desgracia repito, muchas cosas que no van a ser buenas.
TEOLOGIA DE LA CRUZ: La cruz es el único medio de salvación y es atrvés de la misma que Dios salvó el mundo y es através de la misma que la iglesia lo salvará. Que significa esto? Pues que devemos personalment aceptar la cruz e ver la cruz que llevan los demás. Sobre esta segunda premisa, de ver la cruz de los que nos rodean, los ignorantes, los necesitados, los inútiles. los descapacitados, los mendigos, los pobres tanto económicos como em todos los sentidos, son los que nos muestran Jesus llevando la cruz y son los que preferentemente devem ser amados. Jeuss mismo lo dijo em Mt 24: tive fome....Concorda com esta teologia JP II cuando afirma que la ¨opción¨ preferencial deve ser sustituída por ¨amor ¨prefencial. Y Benedicto XVI cuando en lugar de la justicia coloca como opus primum el amor. Pablo dirá que el amor [la caridad] es lo único que es eterno. Jesus dirá que el único mandanto es amar a Deus y amar al prójimo es semejante y coloca como prójimo el que cayó en manos de los ladrones. Y Pablo encierra su teologia afirmando que solo quiere predicar Cristo crucificado (! Cor 1, 23).
Com a TL a caridad-el vínculo de la perfección- era sustitída por la justicia, que muchas veces se transformaba en venganza o cuando menos desquite y represalia. Es absurdo transformar um Dios que es amor, em um Dios justicia. Y es absolutamente ilógico trnsformar una Igleisa que debe proclamar el amor de Dios en una Iglesia que clame por la justicia que absuelve una clase y condena la otra. Porque el pecado para la TL só existe si es social.
(por alusiones)
Era yo, Eleuterio, quien decía la frase de San Pablo pero sin recordar, exactamente, la misma en su totalidad.
Muchas gracias por decirla citando la fuente de la Primera Epistola a los Tesalonicences.
Y esto, en verdad, aclara muchas cosas, porque el tener que examinar lo que esté, digamos, en contacto con la fe católica para ver si acuerda con ella o, al contrario, está en desacuerdo, nos permite hacer afirmaciones (a quien corresponda, quiero decir) sobre lo adecuado de, por ejemplo, la Teología de la Liberación de la que no todo, creo yo, ha de ser malo ni negativo.
Por tanto, tendremos que quedarnos, como dice San Pablo, con lo bueno que tenga tal Teología.
!Qué grandes verdades acaba de escribir Ud¡
Permítame que me guarde, para mí, personalmente, la definición que ha hecho sobre la Teología de la Liberación. Me ha parecido, digamos, muy aclaratoria de lo que ha sido y de lo que es.
Al contrario la Teología de la Cruz y la primacía del amor sobre lo demás es, esencialmente, el cristianismo de de discípulos de Cristo que entendieron y entienden su mensaje y su doctrina.
Otra cosa, una vez metida por medio la política, en este caso, de izquierdas, lo único que ha hecho y hace es mundanizar al ser humano, hacerlo, al fin y al cabo, materialista y, sobre todo, alejado de Dios en cuyo Reino la Ley fundamental es, precisamente, el amor, la caridad y donde no puede tener cabida ni la venganza ni nada por el estilo.
Además, existen tantos tipos de pobres materiales y espirituales que centrar el trabajo, exclusivamente, en los primeros es hacer de menos a Cristo y, por tanto, a Dios, olvidando a aquellos de los que Jesús dijo que no se podían escandalizar (aquellos pequeños que, a veces, somos todos en la fe)
Yo vivo más el Evangelio con los pobres que practicando el tantra que ofrecían las carmelitas del País Vasco.
Había mezclado dos comentarios.
En cuanto a lo que dices, creo que los documentos de la Congregación para la Doctrina de la Fe (y del entonces Cardenal Ratzinger), Libertatis Nuntius y Libertatis Conscientia, consiguieron poner en práctica muy adecuadamente esa frase de San Pablo, intentando distinguir las cosas buenas que podía tener esa Teología y las inaceptables para la Iglesia.
Un saludo.
Que razón tiene Ud. cuando dice eso del tantra que el otro día salió a la luz.
Ya se sabe que ciertos comportamientos que quieren hacerse pasar por religiosos se alejan, lo más posible, del mundo donde, precisamente, están los problemas.
Muchas gracias por la cita de los documentos de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
A mí también me ha gustado, como le he dicho, el comentario de Ignacio.
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