La Palabra del Domingo - 1 de marzo de 2009 - "Se dejaba tentar por Satanás"
Mc 1,12-15. Se dejaba tentar por Satanás, y los ángeles le servían.
12 En seguida el Espíritu lo llevó al desierto, 13 donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivía entre las fieras, y los ángeles lo servían.
14 Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: 15 “El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia.
COMENTARIO
Dejar pasar la tentación
1.-Nos muestra, este texto del evangelio de San Marcos, todo un camino de la vida de Cristo que marcado por Juan, el Bautista, termina también con la misma persona que saltara de gozo en el vientre de Isabel cuando su prima María fue a visitarla y la llevaba, en el suyo, a Jesús.
2.-La tentación es, digamos, la peor de las situaciones ante la que podemos encontrarnos las personas que nos sabemos, nos reconocemos y nos vemos hijos de Dios porque supone, la mayoría de las veces, la proposición de alejamiento del Padre.
3.-Y, como para demostrar que Jesús era, en eso también, tan ser humano como el resto de la semejanza creada por Dios, también se ve sometido al acecho de Satanás.
4.-Ya sabemos qué es lo que pasó: Juan el Bautista bautizó a su primo venido al Jordán para recibir el agua purificadora. Cuando salió del río y oyó las palabras de Dios (“Este es mi hijo amado en quien me complazco”) tomó, por decirlo así, el camino del desierto.
5.-Las tentaciones de Satanás era puramente humanas y se centraban, todas ellas, al fin y al cabo, en la ostentación de poder, también, humano.
6.-Por otra parte, también a nosotros se nos tienta, de diversas maneras, para que tracemos una separación entre Dios y nosotros. Así, bien sea con la adhesión a los nuevos dioses baales (dinero, poder, tener sobre el ser, etc) o con la simple y llana ostentación de una cerrazón atea, Satanás, al igual que hiciera con Cristo, trata de llevarnos a su terreno.
7.-Y está en nuestra mano dejar de lado las diversas tentaciones que nos separan del Creador. Para eso disponemos de la oración que, sin duda, nos permite tener un acceso directo al corazón de Dios y, así, nos aleja de lo que pretende separarnos de la divinidad única que, en su día eterno, nos creó.
8.-Una recomendación nos dejó dicha Cristo en aquel momento recogida por san Marcos: convertirse y creer en la Buena Noticia, en el Evangelio.
9.-Nos habla de la conversión, como necesidad de no olvidar lo que somos, hijos de Dios, y, por lo tanto, no dejar de lado tal conocimiento y mediante la confesión de fe, darnos cuenta de que ya podemos disfrutar de su Reino en esta tierra.
10.-También nos habla de creer en el Evangelio. Otra cosa no se nos puede pedir que no sea poner nuestra confianza (que eso es creer) en la Palabra de Dios. Así resulta más fácil de llevar la vida porque nos reconforta, nos alivia y nos da fuerzas para caminar.
ORACIÓN
Padre Dios; ayúdanos a evitar las tentaciones y a reconocerte en nuestros corazones… para ser invencibles ante el mal.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto
El texto bíblico ha sido tomado del Servicio de Biblia de www.catholic.net
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