Masiá y otros equivocados ya tienen Instrucción a la que acogerse
El Portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino en un artículo publicado en Zenit viene a mostrar lo que muchos no son capaces de entender: la Iglesia católica dice “Sí a la dignidad de la persona y a la biomedicina”.
Lo bien cierto es que los manipuladores profesionales de la vida de la Esposa de Cristo siempre han tenido, como predilecta, la difamación referida a la intención de aquella de manifestarse, siempre y conscientemente, en contra de todo avance científico y, además, en el campo de la biomedicina, mucho más.
Pero, como suele pasar, esto también es falso.
Sin embargo, muchas personas, dentro de la Iglesia católica, también se han opuesto (activa o pasivamente) a lo que la doctrina legítima de aquella dice.
Son estas personas, bastante equivocadas, las que deberían tomar nota a raíz de la publicación de la Instrucción Dignitas personae.
¿Qué dirán, por ejemplo, personas como Juan Masía Clavel sobre temas de bioética? Para él, en esto no hay dogmas. Ni en casi nada.
Sin embargo, sí hay doctrina porque la Dignitas Personae es, precisamente, un instrumento válido de la que lo es de la Iglesia católica pues bien dice su Introducción que se trata de “una nueva Instrucción de naturaleza doctrinal”
Por eso extraña que los sectores más retrógrados de la sociedad española como, por ejemplo, el diario “El País” se manifiesten en contra, tan en contra como pueda estarlo, por ejemplo, Masiá, de la Instrucción vaticana; o, también, como el diario “Público” que quiere transmitir la especie de que la Iglesia quiere frenar el avance científico.
Aunque, en realidad, no nos ha de extrañar tanto porque ya sabemos que ciertas personas dentro de la Iglesia católica y ciertas organizaciones izquierdistas tienen mucho más en común de lo que, en principio, deberían tener porque les mueve el mismo interés: la destrucción de la Iglesia católica y la sustitución de la misma por alguna asociación, digamos, de tipo, patriótico.
Como aquí no se va a hacer un análisis de la Instrucción Dignitas Personae, aunque se recomienda encarecidamente su lectura, sí que nos queda por decir que es, sobre todo, un aviso para ciertos navegantes que se dedican a remar contra la corriente de la Iglesia católica porque así creen que están a favor de otra que deben considerar moderna y más actual.
Es una pena que, para su desgracia, todo esto ya está dicho desde hace muchos siglos aunque ellos no se hayan enterado del todo o se hayan enterado mal.
Será eso.
18 comentarios
"El magisterio ordinario del papa se ejerce en sus escritos y alocuciones. Pero hoy en día lo que dice el papa no es de ningún modo aceptado como autoritativo por todos los teólogos católicos. Un artículo de la revista Concilium concita tanto respeto como una encíclica papal. La decadencia del Magisterio constituye uno de los sucesos más significativos de la Iglesia posconciliar."
La verdad es que, a lo mejor, en algunos espacios de la Iglesia
católica quizá se tenga la sensación de que lo que diga el Papa,
o como es el caso un organismo del Vaticano, tenga poca importancia
y que, lo mejor, es pasarse por el forro de sus caprichos tales
palabras como si no tuvieran importancia.
Por eso es cierto que no todo los teólogos católicos aceptan lo que
dice el Papa o las instituciones vaticanas.
Sin embargo, mientras no se demuestre que lo que dice el Papa
o las instituciones vaticanas es equivocado o que va contra la
Verdad, lo que diga el Papa o las instituciones vaticanas va,
como se dice, a misa. No aceptar lo que dice el Papa o las instituciones
vaticanas es mantenerse al margen de la Iglesia católica.
Aunque sé que estar al margen proporciona cierta, digamos, alegría
del corazón (porque, al fin al cabo, uno se siente, privilegiado
en la imaginación y en la contestación) no es menos cierto que para
pertenecer, de verdad, a la Iglesia católica, la tibieza hay que
dejarla atrás y lo que es verdad es verdad lo diga Agamenón o aquel
porquero que tenía.
Ahora bien, yo no diré que se vaya nadie que no esté de acuerdo
con lo que dice el Papa o las instituciones vaticanas. Lo que sí
digo es que, ciertamente, resulta bastante triste tener que estar,
siempre, en contra porque supone, sobre todo, una falta de fidelidad
a la Iglesia fundada por Cristo.
In cordis Iesu
El Papa deberìa aclarar, "modo theologico" y de modo extensivo qué doctrinas deben contar con asentimiento catolico. Explicando bien el alcance de los documentos del magisterio. Y trazando una lìnea definitiva entre la ortodoxia y lo que queda afuera.
No sé si se puede, ese es otro problema
Es posible que la culpa esté repartida.
Sin embargo, no es menos cierto que lo dicho en el documento en cuestión
es, cristianamente, algo bueno y aceptable y no creo yo que vaya
en contra de Dios ni de su Ley.
Por otra parte, sí que sería conveniente que los términos de lo que ,
definitivamente debe aceptarse sin posibilidad de modificación
a título singular, deberían estar mejor definidos. Eso sí es cierto. .
Esto sí que sería un debate interesante que, es muy posible, nos
llevara a alguna conclusión de la que aprender.
Además y sobre todo, el Vaticano II ha dejado bien en claro qué obediencia se debe también al "magisterio ordinario" em LG, 25.
Creo que Ud. se refiere a esto:
"Esta infalibilidad que el Divino Redentor quiso que tuviera su Iglesia cuando define la doctrina de fe y de costumbres, se extiende a todo cuanto abarca el depósito de la divina Revelación entregado para la fiel custodia y exposición.
Esta infalibilidad compete al Romano Pontífice, Cabeza del Colegio Episcopal, en razón de su oficio, cuando proclama como definitiva la doctrina de fe o de costumbres en su calidad de supremo pastor y maestro de todos los fieles a quienes ha de confirmarlos en la fe (cf. Lc., 22,32). Por lo cual, con razón se dice que sus definiciones por sí y no por el consentimiento de la Iglesia son irreformables, puesto que han sido proclamadas bajo la asistencia del Espíritu Santo prometida a él en San Pedro, y así no necesitan de ninguna aprobación de otros ni admiten tampoco la apelación a ningún otro tribunal. Porque en esos casos el Romano Pontífice no da una sentencia como persona privada, sino que en calidad de maestro supremo de la Iglesia universal, en quien singularmente reside el carisma de la infalibilidad de la Iglesia misma, expone o defiende la doctrina de la fe católica. La infalibilidad prometida a la Iglesia reside también en el cuerpo de los Obispos cuando ejercen el supremo magisterio juntamente con el sucesor de Pedro. A estas definiciones nunca puede faltar el asenso de la Iglesia por la acción del Espíritu Santo en virtud de la cual la grey toda de Cristo se conserva y progresa en la unidad de la fe".
Pues, siendo así, por mi parte, me quedo más tranquilo porque es una forma de evitar discusiones inútiles aunque siempre sea posible obtener algo bueno, como díría San Pablo, de examinarlo todo y quedarnos con lo bueno.
Gracias, pues, por su observación.
"Y si los Sumos Pontífices en sus constituciones de propósito pronuncian una sentencia en materia hasta aquí disputada, es evidente que, según intención y voluntad de los mismos Pontífices, esa cuestión ya no se puede tener como de libre discusión entre los teólogos."
Fue suprimida. Se puede decir que está implícita en el texto apuntado de LG, pero está "vaciedad" es a la que se aferran los disidentes, que de estar de forma explícita no podrían albergar ninguna esperanza.
De todas formas, siempre téndrán algo a lo que aferrarse porque puestos a criticar cualquiera cosa es posible (desde su punto de vista, claro)
Por favor, luis, perdone me ignorancia pero ¿le importaría abundar más en lo dicho sobre Michael Davies y Romano Amerio? (prefiero ponerme rojo una vez diciendo que ignoro quiénes son tales personas que cien amarillo disimulando que lo sé y quedarme con la duda)
Gracias.
http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/176565?sp=y
Michael Davies es un tradicionalista catolico, que no acompañò a Monseñor Lefebvre cuando la ordenacion de obispos. Escribió un monumental estudio sobre los manejos progresistas en el Concilio "El Concilio del Papa Juan". Amigo del cardenal Ratzinger, advirtió a sus amigos tradicionalistas que Ratzinger haría un gran bien por la restauracion de la liturgia si llegaba la oportunidad.
Si le interesa, hay una edicion on line de "Iota Unum", obra jamás refutada ni observada. Creo que muy leída hoy en día.
Feliz Adviento
Todas las gracias que le dé son pocas.
Gracias, pues, por completar, digamos, mi formación.
Pues, efectivamente, la Instrucción de la que aquí tratamos clarifica algunos temas que, digamos, podían llevar a engaño a ciertos sectores.
Por eso, no es poco cierto que debería servir de punto de partida e, incluso, de llegada para aquellos que han ignorado, por activa y por pasiva, lo que ha dicho, hasta ahora, la Iglesia católica.
También mi felicitación por el Adviento (por lo que queda de él) y, también, por la Navidad.
El Magisterio es, digamos, obra de los hombres (y no me refiero, ahora, al sexo masculino sino a la especie humana) Sin embargo, no es menos cierto que no se ha formado por capricho de nadie sino con sometimiento a la Verdad.
Por tanto, cuando hay oposición al Magisterio lo que se hace, al fin y al cabo, es oponerse a la Verdad, por muy duro que pueda parecer esto.
Y no quiero decir, con esto, que el Magisterio tiene la Verdad sino que se basa en ella para llevar a cabo su labor.
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