Ian Gibson el dinamitero
“Desde luego…. pondría una bomba”
Esto no lo ha dicho ningún terrorista profesional sino un terrorista de la palabra.
Son sílabas dichas por Ian Gibson, el supuesto hispanista, que en entrevista televisiva publicada en Religión Digital el pasado 25 de septiembre, dice lindezas como la trascrita aquí.
Pero, de lo dicho, sólo me voy a ocupar de lo referente a la cruz (porque lo que dice sobre política es bastante patético y errado), la cual, para Gibson, sería conveniente quitar de en medio de la forma tan expeditiva como allí dijo.
Dice el tal hispanista que “Haría volar la cruz del Valle de los Caídos porque me ofende como hombre procedente de una cultura cristiana”.
Yo no sé lo que quiere decir cuando espeta eso de que procede de una cultura cristiana aunque creo que el sentido que tiene del cristianismo es algo extraño porque, por ejemplo, si, en realidad, tuviera algo de cristiano, jamás de los jamases hubiera dicho que haría destruir el símbolo más importante del cristianismo: la cruz.
No es, por supuesto, cristiano, quien no sabe distinguir entre la cruz (como significado) y la utilización que se pueda hacer de la cruz por determinadas ideologías. Cristo murió dando la vida por todos nosotros y tal realidad (física y espiritual) está mucho más allá de lo que cualquiera persona pueda entender que es tal símbolo. Por eso es algo extraño que quien procede “de una cultura cristiana” diga tal barbaridad y sandez.
“Esa cruz me ofende a mí” y “no es la cruz de Cristo”. Esto también
Dice Giovanni Papini, en su “Historia de Cristo”, refiriéndose a la cruz, que “los escarnecedores no han muerto. Su estirpe es longeva. Los bisnietos de Caín y de Caifás no han cesado de infamar ni de burlarse. La locura de la cruz es un escándalo demasiado fuerte para su prudencia”.
Y esto retrata, a la perfección, la actitud de Gibson, el presunto hispanista que cree que, por venir de una cultura cristiana, se ha impregnado, quizá de forma mágica, del sentido del cruce de maderos de donde pendió Cristo.
Sin embargo, estoy de acuerdo en una cosa que dice. El tal hispanista entiende que “La derecha, que se dice católica…”, como dudando de que lo sea.
Pues, efectivamente, cierta derecha (véase el Partido Popular, por ejemplo) sí que parece que sólo lo sea porque no demuestra que lo es. Ni en actitudes ni en acciones en defensa de los valores cristianos se manifiesta como católica.
Por otra parte, y abundando en lo nefasto, en un momento de la entrevista dice Gibson que Lorca creía en Jesucristo, pero “no en el Dios castigador de la Biblia”.
Yo no sé qué tipo de Dios conoce el supuesto hispanista pero en la Biblia, así dicho, en general, el Dios castigador no es el común sentido que del Padre se tiene. Es más, si Lorca creía en Jesucristo debería saber (más aún Gibson) que el Hijo de Dios no representaba, no era, precisamente, a ningún Dios castigador sino todo lo contrario: a un Dios-Amor.
Lo que pasa es que Ian Gibson, el supuesto hispanista, cree que Dios es, eso, un Dios castigador porque ignora quién es Dios.
Y para que quede claro el sentido de tal entrevista, en Religión Digital repiten dos veces lo de la bomba y lo de cruz. Y la última vez lo hacen, exactamente, cuando acaba la entrevista.
Será para que no se olvide la voluntad deicida de Gibson, el dinamitero porque ¿Qué buen hijo querría destruir al Padre aunque fuera en imagen o escultura?
Un buen hijo, no. Y ¿Quién se ensañaría repitiendo tal cosa? Otro buen hijo, tampoco; uno que lo sea de boquilla y de fachada, sí.
Y es que el hispanista, el que quiere hacer volar la cruz del Valle de los Caídos no se da cuenta de que lo que importa es que es “Cruz” y el apellido (Valle de los Caídos) tiene una importancia relativa.
Aunque le debe dar igual, a Ian Gibson, el deicida.
12 comentarios
Creo no haber exagerado mucho porque oída la entrevista se nota que le gusta aterrorizar con su verbo cortante.
Vamos, un asquito.
La verdad es que no sé si entender eso que dice Ud. es ironía o qué es exactamente. Ahora que si es tan cierto como deduzco de sus palabras, la verdad es que ahora entiendo por qué es tan subjetivo el Sr. Gibson.
«Me parece que la Iglesia católica mantiene una actitud deleznable, repugnante, inaceptable, ruin y miserable [al no pedir perdón]. Es una actitud inadmisible en gentes que se dicen cultas y maduras. Lo que ha dicho Rouco me parece incluso grotesco a fuerza de ser cosas crueles y mentirosas. Yo lamento los asesinatos de los curas, porque estoy contra la pena de muerte, pero la Iglesia fue la que sembró la semilla del odio y la violencia. Tienen la obligación de pedir perdón y no son capaces. Son menos humildes que su propio jefe, el Papa; son cobardes y traicionan el mensaje de Cristo».
Es que, al parecer (y según lo leído en los comentarios) el Sr.
Gibson no tiene una visión demasiado acertada de la Iglesia
católica y eso le hace decir la barbaridad que supone que fuera la
Iglesia católica la que sembró la semilla del odio y la violencia.
Para ser, es de suponer, historiador, ha de tener una visión
de la historia algo "selectiva".
Ahora, lo que no acabo de entender es la manía que tiene de
utilizar a Cristo para ponerse en contra de los cristianos.
Con respecto al Valle de los Caidos, me parece desafortunadas las declaraciones del señor Gibson, pero asi como no me gustaria ver dinamitada la Cruz, tampoco me gustaria ver mas, brazos en alto, ni 18`s de julio, ni recordatorios de épocas nefastas,ni exaltacion de "ideologias" de dudosa cristianidad, sino que de una vez por todas el Santuario sea lo que esta llamado a ser, un lugar de Comunion y Reconciliacion para todos los españoles de bien...y los que no.. también....
En cuanto a lo primero, por ejemplo, partidos políticos (a los que ya he hecho referencia en otros artículos) como Familia y Vida o AES-Alternativa Española representan a aquellos que estamos de acuerdo con una serie de valores cristianos los cuales, por cierto, parecen haber sido callados en el Partido Popular.
En cuanto a lo segundo, no se pueden, creo yo, hacer equiparaciones porque aquí no hay nada que equiparar. El Sr. Gibson ha sido que pondría una bomba en la cruz del Valle de los Caídos. No hay nada con lo que compararlo porque no es, éste, el problema de ahora sino el de la cruz del Valle de los Caídos.
La abadía de la Santa Cruz, es hoy un lugar de encuentro con una comunidad benedictina acogedora, siguiendo el espíritu de San Benito hospitalaria y atenta al huesped.
La Santa Cruz símbolo de reconciliación.
La cruz preside todo, es la cruz, que debe ser venerada, porque allí estuvo clavado Aquel que nos amó hasta el extremo, Aquel que está por encima de ideologías.
En la basílica se celebra a diario la Santa Misa, rogando por todos.
¡Cristo Señor, ten misericordia de nosotros!.
Todo lo que Ud. dice está cargado de razón: espiritual y material.
Sin embargo, no creo yo que importe mucho, al Sr. Gibson, las verdades espirituales porque actúa, como he dicho, como un terrorista de la palabra y, por eso, todo lo demás debe ser, para él, algo accesorio, que no tiene importancia.
Sin embargo, para nosotros sabemos que tiene mucha importancia y sabemos, con certeza, que la Santa Mis que, a diario, se celebra en la basílica sirve, al menos, para reconciliar a Dios con el mundo aunque, a veces, el mundo, ciertas personas, no quieran que tal realidad espiritual suceda.
No obstante sucede con la Santa Misa, pues es el Espíritu Santo quien intercede incesantemente ante el Padre.
Gibson es una persona cargada de rencor, "un dinamitero", oportunista de lo "politicamente correcto", un historiador reduccionista y partidista.
Pero el Señor Jesús ya nos advirtió que rezásemos por nustros enemigos, y ante el Padre que perdónase a algunos porque no saben lo que hacen (de estos había entonces y ahora.
Por supuesto que es necesario rezar por aquellos que son, como es el caso, enemigos de Cristo, de la Iglesia de Cristo y de los fieles de la Iglesia de Cristo.
Sin embargo, no está de más desenmascarar a todos aquellos que, como es el caso, hacen mofa de la cruz y de lo que significa para nosotros.
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