Fe y aborto según un sacerdote progre
La llamada corriente “Somos Iglesia de Andalucía” publicó, en su página web algo así como una intervención, artículo o como diantre pueda llamarse eso, de un sacerdote.
El nombre del susodicho es, para que se sepa, Benjamín Forcano.
Empezamos bien (o sea, mal) cuando de él se dice, como para abrir boca, que es “sacerdote y teólogo progresista”.
Por tanto, bien podemos hacer extensivas sus opiniones, que son algo más que personales por el espacio internáutico en el que se han producido, a todos aquellos que dentro de la Iglesia católica están sin, por desgracia, darse cuenta de lo que eso significa.
Pues si empezamos bien, diciendo que es un sacerdote progresista, podemos decir que seguimos mejor, pues dice que: “La fe no sirve para resolver el problema del aborto”
¿Y esto lo dice un sacerdote?
Sostiene, además, que la defensa de la vida “desde el primer instante de la fecundación”, que hace la Iglesia católica, no es más que “una teoría discutible, no un dogma”
Si lo que quiere decir es que no es algo que se haya sido establecido como verdad no discutible, es posible que tenga razón. Sin embargo, la doctrina de la Iglesia católica es clara al respecto.
Por ejemplo, sabemos que “dogma” es, también, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua el “Fundamento o puntos capitales de todo sistema, ciencia, doctrina o religión”.
Entonces… ahí va algo sobre esto.
Juan Pablo II Magno, en su Carta Encíclica Evangelium Vitae, dejó dicho que se hace necesario respetar “el valor sagrado de la vida humana desde su inicio hasta su término” y que cada ser humano tiene derecho a “ver respetado totalmente este bien primario suyo” (EV 2)
¿Cuál es, pues, el inicio de la vida?
También dice, Juan Pablo II Magno, en la misma encíclica, que “servir el Evangelio de la vida supone que las familias, participando especialmente en asociaciones familiares, trabajan para que las leyes e instituciones del Estado no violen de ningún modo el derecho a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, sino que la defiendan y promuevan” (EV 93)
Pero, por si no fuera eso, ya, suficiente, Pablo VI, en su Carta Encíclica Humanae Vitae dice que “En cuanto a los ‘medios’ para la procreación responsable, se han de rechazar como moralmente ilícitos tanto la esterilización como el aborto” (HV 14)
Y ahora mismo, dice la Iglesia católica lo siguiente:
Instrucción “Dignitas personae”, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, número 4:
“Conviene aquí recordar el criterio ético fundamental expresado en la Instrucción Donum vitæ para valorar las cuestiones morales en relación a las intervenciones sobre el embrión humano: ‘El fruto de la generación humana desde el primer momento de su existencia, es decir, desde la constitución del cigoto, exige el respeto incondicionado, que es moralmente debido al ser humano en su totalidad corporal y espiritual. El ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de ese mismo momento se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser humano inocente a la vida’”
¿Qué es lo que no se entiende de lo, hasta aquí dicho de lo aportado por la Iglesia católica?
Sin embargo, como Benjamín Forcano, sacerdote “progresista”, se ha de adherir, siempre, a lo moderno y nunca a lo clásico, no duda en decir que, si nos adecuamos a la teoría “moderna” que determina que el ser humano no es ser humano hasta unos días o semanas después de haberse producido la fecundación, podemos “ “sostener razonablemente que la interrupción del embrión antes de la octava semana no puede ser considerada un atentado contra la vida humana, ni pueden considerarse abortivos los métodos anticonceptivos que impiden el desarrollo embrionario antes de esa fecha”.
Es decir, que un sacerdote de la Iglesia católica dice que puede manipularse el embrión hasta, simplemente, acabar con él (llámese aborto o manipulación genética) o que, también, cualquier método abortivo se puede permitir porque, en realidad, no hay nada que proteger.
Es curioso, por otra parte, que cuando se dice que, en realidad, no está demostrado si la vida comienza en el instante de la fecundación o después se pretenda (dice que científicos como Diego Gracia, defienden que “no es fácil decir cuándo aparece la sustantividad humana, pero esto tiene que producirse en algún momento de la orogénesis llamada secundaria, no antes”; o sea, que no es fácil) que la Iglesia católica esté de acuerdo con el hecho de que no hay vida hasta después de unos días (14) o algunas semanas.
Por tanto, resulta extraño que se diga que “los católicos deben asumir las verdades científicamente avaladas”.
Deben ser las contradicciones de la progresía o, simplemente, que lo que quieren personas como el sacerdote Benjamín Forcano es que, simplemente, la Iglesia católica deje de ser lo que es.
34 comentarios
Saludos
Efectivamente, no es posible creer que, en cuanto se produce la fecundación y el cigoto, digamos, aparece, como una naturaleza distinta de la madre que lo lleva dentro, el proceso de "aparición" del nuevo ser humano, por arte de birlibirloque, se pare unos cuantos días o semanas porque mientras tanto, según entienden los partidarios del aborto o la manipulación genética utilizando tan extraña teoría, parece que no es "nada".
Eso es tan absurdo como creer que el Universo se creó por generación espontánea sin la intervención de Dios.
Y es que aquí, como en nada, no existen las casualidades que es una forma muy curiosa que tienen, ciertos científicos y sus seguidores de llamar a algo cuando no saben qué fue lo que, verdaderamente, pasó.
La Iglesia de B.Forcano no es mi Iglesia
Benjamin, esto es ya personal por si lees el blog:
He leido algunas de tus obras,y,si me ayudaron en tiempos,hoy no puedo decir lo mismo.Estamos en Cuaresma,¡ conviértete y cree en el evangelio,no creas en tí,o te perderás!.
Santa Cuaresma para todos.
Creo que no es necesario, por otra parte, declararlo como dogma de fe, pues este individuo, permitiendo con sus declaraciones el aborto, ya incurre en pecado mortal.
Y volvemos al debate de siempre, ¿pero que hace este pájaro que no ha sido inhabilitado por su obispo para ejercer el sacerdocio? Pues en esas seguimos, que viene cualquier iluminado borracho de ideologia "progre" a resolver el mundo, y lo peor es que parece como que tuviera razón. Basta ya de distinguir entre progres y rancios dentro de la Iglesia. Están los fieles a la Palabra, el Magisterio y la Tradición, y luego los, digámoslo así, herejes, que pretenden convertir las enseñanzas de Jesucristo en un mejunge de ideología barata y al servicio de lo políticamente correcto.
+ CREDO IN UNUM DEUM
Verdaderamente tengo que decir que yo no conocía a Benjamín Forcano. Eso es parte de mi ignorancia. Y lo digo por los libros que dices has leído de esta persona.
De todas formas, parece que, como suele decirse, lo has calado a tiempo; o sea que te has dado cuenta de que lo que dice no es muy correcto, que digamos.
La declaración de tal dogma provocaría, al menos, una creencia más arraiga en la doctrina de la Iglesia católica.
Aunque, francamente, no sé yo el efecto que eso podría tener en los progres y disidentes... la verdad es que sería bueno para todo católico reconocerse en tal dogma.
De acuerdo con lo que dices.
Sin embargo, en eso de no llamar progres a los progres y llamarlos herejes no sé yo si tal término puede extenderse a lo que hacen y dicen.
De todas formas si es así pasaría a llamarlos herejes en vez de progres aunque este terreno es bastante resbaladizo, creo.
Lo único que cabe hacer es pasar a la acción por parte de la jerarquía y echar de todos sus cargos en la Iglesia, suspender a divinis, excomulgar y todo lo demás que sea del caso a los que promueven el aborto y demás crímenes contra los concebidos no nacidos.
Por supuesto, estoy en contra del aborto, pero sí que mantengo que no es necesaria la fe. Si fuera así, ¿podríamos hablarles a los no creyentes de la vida, de la necesidad de cuidarla y preservarla desde el primer instante?
Ahora bien, toda persona que sea favorable al aborto, se enfrenta al magisterio, y se opone a la fe de la Iglesia. Eso es cierto ya, sin necesidad de dogmas. De hecho, creo que toda persona que favorezca el aborto y se considere católica debe saber que eso se opone a la enseñanza de la Iglesia.
Ahora bien, repito, no es necesaria la fe para estar en contra, aunque cuando uno tiene fe, por supuesto que tiene importancia, puesto que no podemos dejar de lado la fe, cuando la tenemos, para hablar de cualquier tema.
Es cierto, pero no estará de más afirmar, dogmáticamente, lo que se cree. Y, sobre todo en un tema tan importante como éste.
A mí también me gustaría que quien corresponda hiciera algo.
Totalmente de acuerdo con lo que Ud. dice.
Es una pena, por otra parte, que personas como las aqulí citadas no entiendan lo que parece tan obvio.
Es cierto que puede decirse que sin fe también se puede no defender el aborto.
Lo que no se puede decir es que con fe se puede defender el aborto.
De todas formas insisto en que desde la fe ciertas cosas no se puede decir.
Cualquier persona sin necesidad de fe sabe que eso es un asesinato, el italiano que está proponiendo la moratoria del aborto no es creyente.
Eestoy de acuerdo con Eleuterio en que la fe ayuda a ver las cosas con otra perspectiva y que si se tiene fe no se puede aceptar el aborto y mucho menos un sacerdote
No sé como le llamaría el exministro Corcuera al interfecto Forcano, ni si es más pringoso o menos pringoso, ni me parece que vaya yo a comprar sus libros en un futuro; pero la verdad, que hay personas (incapaces) que odian la vida. Y Dios es la Verdad y la Vida. Y lo hemos elegido como Camino. La jerarquía de la Iglesia: tiene una responsabilidad. Si no quieren la carga que dejen el cargo. Y no me quiero darme el gusto de alargar el comentario.
Hola a todos. En la línea de lo que dice ugl1820, aconsejo este libro:
"LOS PRIMEROS QUINCE DIAS DE UNA VIDA HUMANA", de Natalia López Moratalla, Ed. EUNSA.
ISBN: 978-84-313-2214-4
Se pueden encontrar muchos artículos y entrevistas de esta científica, interesantísimos, por Internet.
El problema no es cuándo comienza una vida humana, que eso ya lo sabemos gracias a los conocimientos que nos aporta la ciencia. El problema es qué argumentos justificarían que en una determinada etapa de la vida de una persona, algunos de sus semejantes puedan decidir acabar con ella.
No existe ninguna razón científica para considerar no-persona a un embrión y sí-persona a un feto, simplemente porque pasen una barrera arbitraria de 14 días.
La realidad es que en nuestra sociedad el más desvalido es el no nacido, amenazado de muerte por su propia madre, a instancias de un cultura política y social que implanta el culto a la muerte como un bien y el asesinato del propio hijo como un derecho. Y ya sólo los católicos defendemos a los más débiles. Excluyendo a los autodenominados católicos que no lo son (masiá, Forcano, Tamayo, etc) y juegan a despistar.
Forcano no se apoya en verdades científicas, sino que se opone a ellas. Forcano desbarra, Forcano hace política, Forcano sirve a la ideología anticristiana progresista, en aquello que le pida. Forcano dirá mañana que no es anticristiano decir que el sol sale por el Oeste si sus amos masones le dicen que eso es así. Sigue el dictado de los que le pagan. Dejemos ya de considerarle sacerdote de la Iglesia de Cristo, y comencemos a llamarle lo que es: un infiltrado del anticristo en la Iglesia, un agente dañino, un sacerdote apóstata. Por la salvación de su alma, le convendría que sus superiores le enviaran a un monasterio con un buen director espiritual para que le ayudara a reencontrar el camino de Dios.
Odiar la vida desde un punto de vista cristiano no es sólo triste sino, además, algo en lo que de ninguna de las maneras se puede caer.
Sus superiores, como tantas veces pasa, seguramente no harán nada. Pensemos que es para que pueda recapacitar y llegue a la conclusión de que se equivoca.
Aunque, francamente, no sé yo si esto llegará a pasar.
Yo he leído artículos de la persona de la que Ud. leer. Sin duda es una científica que lo tiene claro y sabe, a la perfección, dónde empieza la vida humana.
Sí, sí y sí a todo lo dicho por Ud.
Aunque, vuelvo a insistir en que sus superiores no harán nada en contra de Forcano.
Quizá lo mejor es, como se debería hacer, es hacerles comprender (a Forcano et alii) que se equivocan. Si no hacen caso... entonces tendría que entrar en juego las reglas, precisamente, del juego que son bien sencillas: si el desacuerdo entre la doctrina católica y un fiel católico es tal que bien puede decirse que tal persona no profesa la misma religión... pues entonces la puerta de la Iglesia ha de estar tan abierta para que entre quien quiera como para que salga quien lo merezca.
Pero eso sí, en primer lugar tendría que haber intento de reconvención.
Puedes estar de acuerdo o no estar de acuerdo o no con el P. Forcano. Pero no. No señor. Tú no llevas razón. Lo que el P. Forcano ha dicho es que la "animación" inmediata no es un dogma de fe. Y, aunque tú lo ignores, efectivamente, no lo es.
Es más, si atendemos a los padres y a los doctores de la Iglesia no encontraremos ningún motivo para oponernos en contra del P. Forcano. Por ejemplo, para Agustín de Hipona y para Tomás de Aquino el "alma humana" no se introduce en el cuerpo hasta los 40 días de haber sido engendrado, eso en el caso de los varones y de 80 en el caso de las mujeres
(La distinción no es mía. Es de Tomás)
De todas formas, aquí lo que se trata es que, en realidad, cuando se pretende decir que, al fin y al cabo, un ser humano no es persona sino hasta determinado momento, se está tergiversando la verdad.
Y, por cierto, que Sto. Tomás de Aquino diga eso de los 40 días tiene fácil refutación: ha avanzado mucho la técnica como para saber desde cuando se es persona (lo digo por si lo del "alma humana" se puede equiparar a ser persona)
No vale, creo yo, apoyarse en las personas ilustres de la Iglesia católica para defender las ideas de uno (o, en su caso, de una) cuando es evidente que han cambiado mucho las cosas desde que viviera San Agustín o Sto. Tomás de Aquino.
Resulta, además, bastante simple (y muestra de ser bastante brutito) servirse de tan endebles argumentos.
Un saludo.
Anda, deja de hacer tonterías. Tira por la ventana el ordenador (¡pero antes mira a ver si pasa alguien!) y vete a la iglesia a pedir perdon por el tiempo que llevas haciendo el gamberro a cuenta de la Fe y la Religión.
Ya esta bien, caramba. Deja de vivir de la fe y comienza a vivir en la fe.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.