Editorial San Pablo: en este particular caso, Verdad o negocio
NOTA DE ÚLTIMA HORA
Como resulta conveniente rectificar cuando a uno le demuestran que se ha equivocado, en demostración de que, es muy posible, haya cometido un exceso en el título del artículo, quedará de la siguiente forme:
De: Editorial San Pablo: entre Verdad y negocio hay que escoger
A: Editorial San Pablo: en este particular caso, Verdad o negocio
El resto queda igual, es decir:
El pasado miércoles, 17, publicaba Religión Digital una entrevista clarificadora de muchas cosas y, sobre todo, de muchos comportamientos porque siempre los mismos se arriman a los mismos.
El subdirector de la editorial San Pablo, don Pedro Miguel García, responde a una entrevista en la que dice cosas muy sustanciosas pero, también, de bastante calado progre porque se refieren a la presentación del libro “Coloquios nocturnos en Jerusalén”, escrito a la limón entre el Cardenal Carlo Maria Martini y Georg Sporschill.
Responde, entre otras cosas, que “Lo que hace el libro es hablar de la reforma necesaria de la iglesia. Y se dice que la fuerza de la renovación debe venir desde dentro. También se habla de que la iglesia tiene miedo a esa reforma”
Ya sabemos lo que se quiere decir cuando se habla de “reforma”. Es el lenguaje ordinario de los progres que, dentro de la Iglesia católica hay y pululan por doquier. Lo que, en realidad se quiere decir es que se prefiere una Iglesia light que se adapte al mundo y que aparte, de su pensamiento, la aplicación de la doctrina cristiana porque, en realidad, la evolución de las modas (políticas, sexuales, etc.) no conviene a una institución que defiende lo mismo desde hace algunos siglos. Eso no conviene sino, al contrario, ser muelle más o menos vistoso.
Y, para rizar el rizo, entiende que “Él tiene grandes recuerdos de Pablo VI, pero dice que la Encíclica en la que trata este tema la redactó solo, sin tener en cuenta otras voces más aperturistas. Y pide una relectura de ese documento”
Aquí se refiere a Pablo VI y a su Encíclica Humanae Vitae relativa, en concreto, a la regulación de la natalidad.
Pues Martini ya había dicho, en otra ocasión, sobre el texto de Pablo VI, que “Muchos ya no toman más en serio a la Iglesia como interlocutora o como maestra. Sobre todo nuestros jóvenes que ya casi ni recurren a la Iglesia por temas como la planificación familiar o la sexualidad” y que, por eso, lo mejor “Hubiese sido mejor guardar silencio” sobre temas como, por ejemplo, la sexualidad.
Y no. Lo que no hay que hacer es dejar que las cosas vayan por el camino mundano que están siendo llevadas. Guardar silencio por parte de la Iglesia Católica sería, sobre todo, una cobardía, además, de una dejación de funciones que no podría ser admitida.
Sin embargo, donde se borda lo absurdo es cuando cree, el subdirector de la editorial San Pablo (debe creer esto que dice, claro) que “Pero sobre todo, es la opinión reformista de la mayoría de los cristianos. La iglesia del siglo XXI debería seguir a Martini”
Sabemos que el cardenal Martini ha mantenido, siempre, unas opiniones algo ligeras de pensamiento y que suelen tender hacia la ruptura con la Iglesia católica. No sé yo si, como dice el subdirector de San Pablo, no se trata de nada herético lo que dice Martini. Sin embargo, no se puede negar que, en los puntos esenciales que siempre suele tocar, cuando habla o escribe, se aparta bastante de la doctrina de la Iglesia católica a la que pertenece aunque, a veces, no lo parezca.
Por tanto, decir que en el siglo presente la Iglesia católica debe seguir a Martini es decir algo que está fuera de lugar y que está más cerca del esperpento que de otra cosa.
Sin embargo, tal cosa lo dice una persona muy importante dentro de una editorial católica muy importante y eso debería preocupar por lo que supone de síntoma negativo de podredumbre espiritual (pues no resulta conveniente confundir lo imaginativo con lo que es una aportación buena a la vida de la Esposa de Cristo)
Y, para rubricar lo extraño a la pregunta sobre si el cardenal Martini es la tercera vía (¿?) dentro de la Iglesia, responde el responsable de la Editorial San Pablo lo siguiente:
”Podría ser. No es una postura radical progresista, ni ultraconservadora. Pero sobre todo, es la opinión reformista de la mayoría de los cristianos. La iglesia del siglo xxi debería seguir a Martini”
Y, claro, así, las cosas, no pueden ser y, además, son imposibles porque la nueva vía de Martini es, simplemente, una vía muerta.
Por otra parte, el pasado mes de mayo, el diario El País elogiaba al Cardenal Martini al escribir sobre el mismo libro que, entonces, se presentaba en Alemania.
Y es que, por desgracia, a veces, acudir, con el Maligno al encuentro del mundo, con determinadas personas, suele traer tales consecuencias, pues hay elogios que matan.
De todas formas, al fin y al cabo, y si atendemos a lo dicho por don Pedro Miguel García, subdirector de la editorial San Pablo, parece que Martini no es ni chicha ni llimoná. A eso, en las Sagradas Escrituras se le llama ser tibio. Y ya sabemos lo que hace Dios con las personas tibias.
NOTA FINAL: espero sean aceptadas mis disculpas por el daño, quizá excesivo, que haya podido causar a la editorial San Pablo o a aquellas personas que, en su corazón, se hayan podido sentir dolidas.
16 comentarios
yo tampoco estoy de acuerdo con muchas de las cosas expresadas por Mons. Martini en ese libro, pero de ahí a sugerir que roza o está dentro de lo herético, o que es tibio, va un abismo. Para mi la figura de Mons. Martini, humana e intelectualmente hablando, merece todos los respetos.
Un saludo.
Yo no he dicho que sea herético lo que dice Martini y así lo expreso en el artículo.
A mí también me merece respeto como persona el cardenal Martini, faltaría más.
Sin embargo, muchas de las cosas que dice o, ahora, escribe, no están de acuerdo con la doctrina de la Iglesia católica a la que pertenece. Y eso no lo digo yo porque le tenga manía ni nada por el estilo sino que, muy al contrario, se deriva, exactamente, de lo mismo que dice o escribe.
Y no crea que no lo siento porque siempre se espera, en un cardenal de la Iglesia católica que la labor que desempeña sea acorde con la misma.
Y yo creo que es tibia una persona (ahora lo digo en general) que no es ni una cosa ni otra, como dice, precisamente, en la entrevista, el subdirector de la editorial San Pablo.
Feliz Navidad tengan Ud. y los suyos.
1º Te fijas tan solo en un libro y no en el conjunto de la edición. Por ejemplo, este año se han editado:
Dos libros de Benedicto XVI, uno de ellos con las catequesis sobre los apóstoles y el otro con todos los discursos y mensajes del papa durante lo que llevamos de año paulino.
El libro "Los Rostros de la Biblia" con comentarios a los domingos de los tres ciclos, de Gianfranco Ravasi, que preside el Pontificio Consejo parala Cultura.
Los dos primeros volúmenes de la nueva colección "Libros Magnificat", vinculada a la muy buena revista Magnificat, y con un primer título estupendo "Palabra de Dios para domingos y fiestas" de David Amado.
o un nuevo libro de Mons Berzosa o el último cd de Martin Valverde "Pablo intimo"...
Puedo entender que no te parezca bien el libro de Martini, podría entender que hubieses titulado tu artículo "entre la Verdad y el error" (que es entre lo que nos movemos todos los pecadores)pero no me parece justo que a toda una labor evangelizadora la tildes de burdo negocio.
Un par de detalles más:
1º En justa correspondencia deberías criticar que la editorial Planeta junto a Planeta Testimonio edite La sonrisa vertical. Supongo que me dirás que desde luego te parece mal, pero el post por menos se lo haces a San Pablo y mira por donde no se lo haces a Planeta.
2º Algunos podríamos pensar que todo esto tiene que ver con que San Pablo contratase la publicidad de la gira San pablo de Martin Valverde y Rogelio Cabado con Religión Digital (y no con RenL). Siento pensar mal, pero me imagino que aquel que juzga que San Pablo se vende al negocio admitirá que se pueda dudar también de algunas intenciones.
Estas son mis razones que seguramente también están entrelazadas con una relación de cariño hacia los paulinos.
Y como siempre, me es grato participar en este blog donde se puede disentir en lo pequeño sabiendo que estamos unidos en los más grande.
Saludos fraternales
Yo no digo que la Editorial San Pablo sea, así dicho, herética ni nada por el estilo. Esto sería una gran tontería si yo dijera eso porque yo mismo, como Ud.comprenderá, tengo algunos libros de tal editorial.
Qué voy a decir yo que he escrito unos cuantos artículos sobre los conciertos de Martín Valverde, Rogelio Cabado y el Mesías que ha organizado, en el Año Paulino, la editorial San Pablo.
Lo único que he querido decir es que, por mucho bien que se haga (que se hace, por supuesto) también se puede hacer algún mal (ni siquiera quiero decir mucho) Por eso me duele tener que escribir esto.
Por otra parte, sobre eso que Ud dice de la publicidad en Religión en Libertad le tengo que decir algo:
1.-A mí me extrañó que, en la gira de Valverde y Cabado y, también, en el concierto de El Mesías la publicidad se limitara a Religión Digital. Así lo dije en algún comentario o, no me acuerdo ahora si se lo dije, directamente a Luis Fernando Pérez Bustamante. Pero no lo dije, yo, por el negocio que pudiese haber en tal publicidad sino porque, para mí, era extraño que sucediese tal cosa. Pensaba yo, de buen corazón, que, a lo mejor había algún problema entre la editorial San Pablo, libertad digital o algo por el estilo.
Tal extrañeza, le digo francamente, se la indiqué al mismo Pérez Bustamante porque no entendía que pudiese pasar una cosa así. Pero, por mi parte, intenciones económicas, cero.
2.-La economía de Religión en Libertad ignoro cuál es (aunque algo ha dicho Pérez Bustamante al algún artículo suyo) Por lo tanto, no quisiera que se pensase, lo digo con franqueza, que las críticas a tal libro de Martini tienen ningún tipo de intención escondida.
Puestos a hablar con franqueza, cuando vi esto del subdirector de la editorial San Pablo y del cardenal Martini pensé que era otra buena ocasión para seguir haciendo la labor que hago en mi Blog que no es más que la denuncia de lo que yo pueda, humildemente, creer que va contra la fe católica. Y esto va en contra de algunas partes de la fe católica como, por otra parte, ya he escrito sobre Martini y es que, como se dice en valenciano, "quan més sucre, més dolç" o, lo que es lo mismo, cuanto más azúcar, más dulce (o, en este caso, más amargo)
Por otra parte, lo que Ud. dice de la editorial Planeta no lo entiendo porque aunque tal editorial tenga alguna sección religiosa no creo yo que sea especialmente religiosa la misma como sí lo es la editorial San Pablo.
Sin embargo, como creo que parte de razón tiene Ud. voy a cambiar (cosa que no he hecho nunca, que recuerde) el título para centrar un poco más la crítica, para que no pueda decirse, quizá con razón, que soy, en exceso extremista.
1. Muchas gracias por el matiz que has incorporado.
2. Constato que siempre se puede discutir sana y sosegadamente contigo
3. Por favor, no me trates de vd.
Un fraternal saludo
Creo que no hay nada mejor que reconocer los errores. Siento lo del usteo (si se dice así, claro)
Por otro lado los "paulinos", como la mayoria de las ordenes religiosas, en muchas ocasiones alientan posturas muy poco ortodoxas, además distribuyen libros hereticos sin ningun pudor.
Como no también libros muy rectos de doctrina, solo faltaba.
Pero su linea es la comentada por su subdirector.
Pues a mí lo que dice Ud. me da pena porque supone, como pasa con otras órdenes religiosas, algo triste y que nunca entiendo.
Segundo.- Martini está amargado. Lleva muy mal que un tipo tan "listo" como él no sea el Papa de Roma. Y así adoptó la postura de la dama cornuda y ofendida: se fue a holgar a Jerusalén.
Tercero.- Martini es un escritor mediocre y un obispo de nivel bajo, muy bajo. Su leyenda procede solamente por haberse erigido en el "apóstol de los progres de ahora".
Martini está totalmente amortizado. Hablar de él tiene las mismas resonancias que hablar de Artajerjes III.
Bastante de acuerdo con Ud.
Lo de la editorial San Pablo a lo mejor hasta es verdad.
Lo de Martini ha he dicho en más de una ocasión lo que pienso.
Por otra parte, yo creo que decir algo de quien dice lo que dice dentro de la Iglesia católica, no puede estar mal del todo aunque, reconozco que la resonancia no sea muy grande. Al fin y al cabo es llamar a las personas por su nombre.
"yo no he dicho que sea herético lo que dice Martini y así lo expreso en el artículo".
Pues leyendo el siguiente párrafo, la verdad es que lo parece, aunque sea insinuado más que explícitamente dicho
"Sabemos que el cardenal Martini ha mantenido, siempre, unas opiniones algo ligeras de pensamiento y que suelen tender hacia la ruptura con la Iglesia católica. No sé yo si, como dice el subdirector de San Pablo, no se trata de nada herético lo que dice Martini. Sin embargo, no se puede negar que, en los puntos esenciales que siempre suele tocar, cuando habla o escribe, se aparta bastante de la doctrina de la Iglesia católica a la que pertenece aunque, a veces, no lo parezca".
No tengo afán de polemizar...simplemente las referencias a Mons. Martini me parecen excesivas, por más que en muchos puntos no esté de acuerdo con sus planteamientos.
A Blanca, decirle lo mismo. Me parece muy grave decir que Mons. Martini ha escrito un libro herético (aunque luego venga con el tema de "no podemos juzgar a las personas, pero sí a sus obras"). Si es tan herético lo que ha escrito Mons. Martini, peor es entonces la actitud de la Congregación para la Doctrina de la Fe que no lo dice...o quizá no lo dice precisamente porque no es herético (aunque sí discutible).
Por eso decía yo que la editorial Planeta podrá tener alguna colección de carácter religioso pero es bastante más grave que editoriales que sí son católicas hagan cosas que no deben hacer.
Lo único en lo que yo hago incapie es, precisamente, en los desacuerdos. Lo demás, lógicamente, no es referido aquí.
Me parece que es una cuestión de justicia.
Por favor contestame en este post o por e-mail personal (lo dejo a tu elección)
Un fraternal saludo
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