Criaturas laicistas: Peces Barba, Gregorio, contigo non possumus (tampoco)
Advertencia previa:
El que esto escribe, tras un periodo de más de un mes escribiendo en Religión en Libertad ha llegado a una conclusión (llevado tanto por la experiencia propia de escritura como por los comentarios que a los artículos aquí publicados ha recibido) que es la siguiente:
La fe, propia de las personas que se reconocen hijos de Dios y saben lo que tal realidad espiritual supone para ellas, lleva a plantearse la misma desde distintos puntos de vista. Por eso, teniendo en cuenta que las cosas pueden verse desde el prisma de cada cual (aunque a veces esté, éste, equivocado) y que, dentro de la fe, hay que aplicar una serie de valores y doctrinas necesarias en la vida de relación con los demás, en lo sucesivo, voy a aplicar la siguiente línea de actuación:
1.-Con los hermanos en la fe: misericordia, caridad y ortodoxia.
2.-Con los enemigos de la fe: implacabilidad y defensa de la fe.
Y, como ejemplo de lo segundo, el artículo de hoy lunes, 18 de agosto de 2008 es el titulado:
Criaturas laicistas: Peces Barba, Gregorio, contigo non possumus (tampoco)
El texto venía contenido en un artículo publicado en el diario “El País” el pasado 15 de agosto, día que, además, era muy adecuado para una publicación laicista.
Para ser justos, tengo que dar las gracias a Religión Digital que recogió el texto al día siguiente, 16. Sin eso, el que esto escribe, no se habría enterado de nada.
Ya, para empezar, publicar un artículo como el que allí se contiene el día de la Asunción de María es, simplemente, un ejemplo de estulticia (en cuanto a supuesto clásico de terquedad y de porfía en el intento de denigrar a la Iglesia católica)
Pero es que el texto se las trae como, conociendo al personaje que lo escribe, era de esperar.
Su título: “Versión laica del ‘non possumus’”
Veamos, por ejemplo, mentiras y simplezas que contiene el mismo en el que, además, ha equivocado el título porque querría decir “Versión laicista” y no laica. Debe haber sido para despistar a quien quiera dejarse engañar, claro.
Pero, bueno, vayamos con lo nuestro.
Mentiras:
1.- “La Iglesia reclama un derecho de veto frente al contrato social, a los acuerdos de las mayorías, y la idea de soberanía popular. Son los signos más evidentes del carácter antimoderno de la Iglesia católica que quisiera para sí lo que está institucionalizado en países como Irán, donde un poder religioso está por encima del poder de un presidente de la República elegido por sufragio”
Cuando Peces Barba escribe de “contrato social” ya está diciendo demasiado de su pensamiento. El “contrato social”, como forma de pensar está, digamos, bastante caduco y trasnochado porque ampara políticas, digamos, iluministas con las que parece estar de acuerdo Peces Barba.
Pero, hablando del tal “Contrato social”, como aquí nos conocemos todos, voy a copiar una parte del libro de tal título del revolucionario francés, Juan Jacobo Rousseau que muestra, a la perfección, lo que ha de creer Peces Barba: “Pero quien intente decir: fuera de la Iglesia no hay salvación, debe ser arrojado del Estado, a no ser que el Estado sea la Iglesia y el príncipe el pontífice. Tal dogma sólo es bueno en un gobierno teocrático: en cualquier otro es pernicioso” (del apartado titulado “De la religión civil” de “El Contrato Social”)
Aunque es de pensar que ni Rousseau entendía lo que eso quiere decir ni Peces Barba quiere prestar atención a lo que significa.
2.- “Desde esas coordenadas intelectuales antimodernas que desconfían del impulso social y político desde la idea un hombre un voto, se puede afirmar la difícil coexistencia y la más difícil lealtad de la Iglesia con la democracia, que no actúa desde la ética de la verdad sino desde la difícil ética que se mueve entre la dialéctica de dudar y decidir”
Mentira que la Iglesia desconfíe del impulso social y político a no ser que se quiera decir que tanto uno como otro dependan del capricho político del gobernante de turno que legisla a su gusto y entendimiento independientemente de las consecuencias que tenga su legislar.
Por tanto, si por impulso social y político se quiere decir la elaboración de normas que van en contra del ser humano y que la Iglesia católica no puede admitir, no es que se trate de un ejemplo de ir contra tales impulsos porque no hay tales impulsos sino meras normativas partidistas y tal cosa no puede considerarse, jamás, positiva. La oposición eclesial es, además, obligatoria.
También es incierto que la Iglesia no actúe desde la ética de la verdad porque la mueve la Verdad misma y tal Verdad, emanada de Dios, ni puede ser falsa ni lo es.
Simplezas:
1.-“No sólo el Vaticano ni el Papa, también la Iglesia institucional española ha repetido en innumerables ocasiones que es depositaria de verdades que están por encima de las coyunturales mayorías y de la soberanía popular”
Es evidente que existe una Ley Natural que es superior, y está por encima de la normativa humana.
Así, los Derechos Fundamentales están estrechamente relacionados con el que lo es Natural.
Sin embargo, no es menos cierto que al Derecho Natural (DN) se le puede achacar el estar atacado de una falta de suficiencia como norma aplicable. O lo que es lo mismo, que el DN no es apto para regular las relaciones sociales, lo que, desde el positivismo, determinaría su innecesariedad.
Cierto es que de la aparente abstracción de los derechos naturales, la falta de sanción adecuada de la ley natural, las exigencias de la seguridad jurídica (que ha de ir más allá de las meras declaraciones filosóficas que se puedan derivar del DN) podría deducirse una falta de adecuación con la realidad. Sin embargo, como ya dijera Sto. Tomás de Aquino “Toda ley tiene razón de ley en tanto en cuanto se deriva de la ley natural. Si en algo se separa de la ley natural no será ley, sino corrupción de ley“.
Por eso, la positivación del DN y su reflejo, a modo de sombra platónica, del que lo es verdaderamente esencial. Sin embargo, de esta necesaria fijación por escrito de los principios del DN en normas aplicables no se ha de derivar, necesariamente, una preterición de lo que significan aquellos ni, tampoco, un elemento sustentador y justificador de la supremacía de lo positivo (por contemplado en leyes escritas) sobre lo que le da origen y que no es otra cosa que la Ley Natural, pues el mismo Sto. Tomás dice que la ley propuesta por los hombres ha de respetar los derechos inalienables de cada persona.
Estoy de acuerdo con Oscar Fdez. Espinosa de los Monteros cuando dice, con relación al sentido de aquella que es “el conjunto de leyes racionales que expresan el orden de las inclinaciones naturales a los fines propios del ser humano, aquel orden que es propio del hombre como persona“. Nada más lógico que estas normas que emanan de la razón humana (entendidas, como ya hiciera Sto. Tomás de Aquino, como participantes de la ley divina en la criatura racional) tengan su imagen en el orden establecido por el hombre en el devenir social.
Esto, que parece estar meridianamente claro, queda muy alejado de ese relativismo imperante en la sociedad actual, lejos del “todo vale” tan defendido por personas como Gregorio Peces Barba (al menos, el relativismo)
2.-“Frente a toda esa cultura institucional católica que niega la modernidad, es necesario ese non possumus, para señalar lo que desde la cultura democrática no se puede aceptar de las posturas de la Iglesia”
Esto es una simpleza porque es de ser muy simples argumentar que se trata de una cultura “institucional católica” la que se “opone” a la democracia. Esto, que en sí mismo, es, además, una gran mentira supone tomar a los españoles por tontos porque se trata, simplemente, de poner en el ojo del huracán a la llamada “jerarquía eclesiástica” (que no es otra que tal “cultura institucional” de la que habla el representante de Educación para la Ciudadanía y antiguo perseguidor, desvergonzado y vergonzante, de las víctimas del terrorismo -¡Vamos, una joya!-)
Pero lo más curioso del asunto que hoy traigo aquí es lo que sigue.
Lo que yo no entiendo es qué manía tienen los laicistas de construir un universo paralelo al religioso. Exactamente igual establecen ceremonias laicas para el bautismo, para la comunión y, ahora, para la fórmula del “non possumus”.
Yo, la verdad, no puedo, por menos, que esbozar una sonrisa de comprensión hacia tal simpleza y, sobre todo, hacia tan inutilidad profunda porque ¿Acaso creen que van a prevalecer a Dios?
Y es que la ignorancia, verdadera, en lo referido a Dios, puede llegar a ser tan atrevida…, y cuando, además, de trata de personas tan “ilustradas” en la ciencia del hombre… (¡Ja!)
Pero lo que en verdad (y esto debe de saberlo don Gregorio) es cierto es que la frase que refleja el tal “non possumus” viene expresada en el episodio que sufrieron los cristianos de Abitinia (en el año 304) cuando dijeron, al ser sorprendidos celebrando una Eucaristía (penada con la muerte tal práctica) aquella famosa frase: “Sine dominico non possumus” o, lo que es lo mismo, sin el Día de Señor no podemos vivir.
Pero esto, para alguien que tanto tergiversa la realidad, como es el poco ínclito Peces Barba, le debe quedar muy lejos, a tanta distancia como nos separa de aquel año 304 después de Cristo.
Y es que, además, y para su desgracia, Jesucristo sigue presente en el mundo y no pueden con él ni los Peces ni los Barbas que en el mundo (ahora en España) son. Ni por esas, laicistas patrios.
Porque ya he dicho que contra el enemigo de la fe sólo cabe la implacabilidad porque con implacabilidad persigue a la Iglesia católica.
Pues eso, que ya va servido el laicista amigo del mal porque con él tampoco possumus, tampoco.
Eleuterio Fernández Guzmán
27 comentarios
(De todas formas resulta mas leído el formato de libertad digital. Yo he pasado a estas páginas por pura casualidad, tras dos años de lectura de libertad digital)
AES, Alternativa Española tiene un proyecto constitucionalista, democrática, coherente y sin complejos que defiende la vida, la familia, la libertad y nuestras raíces. ¿A que estamos esperando? Los medios no nos ayudan, más bien apoyan a Rosa Díez pero daremos una sorpresa.
Les recomiendo la lectura del blog
La verdad es que estaría muy bien que quien tuviera datos lo suficientemente probados los hiciera públicos. A mí, personalmente, me gustaría mucho que se hiciera tal cosa al respecto de Peces Barba y de otras personas que, por el estilo, utilizan su poder para beneficiarse de él (quien lo haga, claro)
El que esto escribe hace lo que puede dentro de mis posibilidades.
Ronald
Precisamente hoy he estado viendo las páginas de Alternativa Española y la de Familia y Vida por un artículo de Luis Fernando que se refería, como posibilidad de voto, a tales opciones políticas. Las dos me han gustado bastante y creo que serían dos posibilidades de que los católicos diéramos, de verdad, un paso adelante en defensa de nuestra fe.
Reconozco, sin embargo, que me ha gustado más la página de AES por lo que dice y, sobre todo, por el mayor calado que parece tener su propuesta.
Pero, sin duda, algo de esto habrá que hacer para que no sigan medrando, o lo hagan menos, individuos como Peces Barba.
Por cierto, acabo el blog tuyo y me ha gustado mucho. Gracias por tal trabajo.
Por supuesto que es Dios, el Único, el Creador, el que recogen las Sagradas Escrituras, el origen del Derecho Natural, de la también llamada ley moral.
El sentido que tiene el Derecho Natural es hacer vinculantes sus principios a la Ley, digamos, del hombre.
Para mejor explicación de lo que yo quiero decir, el Compendio de la doctrina social de la Iglesia lo dice con bastante claridad:
396 La autoridad debe dejarse guiar por la ley moral: toda dignidad deriva de ejercitarla en el ámbito del orden moral, “que tiene a Dios como primer principio y último fin”. En razón de la necesaria referencia a este orden, que la precede y la funda, de sus finalidades y destinatarios, la autoridad no puede ser entendida como una fuerza determinada por criterios de carácter puramente sociológico e histórico: “Hay, en efecto, quienes osan negar la existencia de una ley moral objetiva, superior a la realidad externa y al hombre mismo, absolutamente necesaria y universal y, por último, igual para todos. Por esto, al no reconocer los hombres una única ley de justicia con valor universal, no pueden llegar en nada a un acuerdo pleno y seguro”. En este orden, “si se niega la idea de Dios, esos preceptos necesariamente se desintegran por completo”.Precisamente de este orden proceden la fuerza que la autoridad tiene para obligar y su legitimidad moral; no del arbitrio o de la voluntad de poder y tiene el deber de traducir este orden en acciones concretas para alcanzar el bien común.
397 La autoridad debe reconocer, respetar y promover los valores humanos y morales esenciales. Estos son innatos, “derivan de la verdad misma del ser humano y expresan y tutelan la dignidad de la persona. Son valores, por tanto, que ningún individuo, ninguna mayoría y ningún Estado nunca pueden crear, modificar o destruir”. Estos valores no se fundan en “mayorías” de opinión, provisionales y mudables, sino que deben ser simplemente reconocidos, respetados y promovidos como elementos de una ley moral objetiva, ley natural inscrita en el corazón del hombre (Cf. Rm 2, 15), y punto de referencia normativo de la misma ley civil. Si, a causa de un trágico oscurecimiento de la conciencia colectiva, el escepticismo lograse poner en duda los principios fundamentales de la ley moral, el mismo ordenamiento estatal quedaría desprovisto de sus fundamentos, reduciéndose a un puro mecanismo de regulación pragmática de los diversos y contrapuestos intereses.
398 La autoridad debe emitir leyes justas, es decir, conformes a la dignidad de la persona humana y a los dictámenes de la recta razón: “En tanto la ley humana es tal en cuanto es conforme a la recta razón y por tanto deriva de la ley eterna. Cuando por el contrario una ley está en contraste con la razón, se le denomina ley inicua; en tal caso cesa de ser ley y se convierte más bien en un acto de violencia”. La autoridad que gobierna según la razón pone al ciudadano en relación no tanto de sometimiento con respecto a otro hombre, cuanto más bien de obediencia al orden moral y, por tanto, a Dios mismo que es su fuente última. Quien rechaza obedecer a la autoridad que actúa según el orden moral “se rebela contra el orden divino” (Rm 13, 2). Análogamente la autoridad pública, que tiene su fundamento en la naturaleza humana y pertenece al orden preestablecido por Dios, si no actúa en orden al bien común, desatiende su fin propio y por ello mismo se hace ilegítima.
Por otra parte, es cierto que la interpretación y fijación por escrito de la Ley Natural es, en muchos aspectos, poco real y, muchas veces, absolutamente nula. Pero eso no quita que la Ley Natural sea homogénea aunque el ser humano la interprete, muchas veces, como le venga en gana.
Sobre todo esto, Antonio Fernández Galiano, en su libro "Derecho Natural. Introducción filosófica al derecho" nos dice que "de conformidad con la doctrina iusnaturalista tradicional, que el derecho natural es fundamento del positivo es afirmar la subordinación de éste respecto de aquél /.../ Las leyes humanas incorporan la justicia de la ley natural para aplicarla alas concretas relaciones de la convivencia social, pero oda su fuerza la reciben, precisamente, de esa referencia a la ley natural, de tal suerte que un precepto positivo que la contradiga podrá tener la apariencia externa de ley, pero no lo será realmente por carecer de la ‘esencia’ de ley”.
Gracias por su aportación.
La animadversión de Peces Barba es algo extraña.
Además muy torpe o senil debe andar cuando él fue ponente de la Constitución donde se habla del respeto a la educación de los hijos en consonancia con las convicciones morales de sus padres, no de la mayoría parlamentaria, y además se habla explicitamente de la Iglesia Católica y de las "demás confesiones".
Es sencillamente demoniaco este odio en concreto a la Iglesia Católica. Un odio a la fe que me reafirma más y más en Cristo y en la Iglesia Católica Una Santa Postólica y Romana.
Lo bien cierto es que personas como Peces Barba no son, siquiera, lobos con piel de cordero sino lobos, directamente, que muerden a la Iglesia católica con saña y, en verdad, con enfermizo proceder. Han de saber, seguro, que no han de prevalecer a Dios y por eso tratan de imponer, a los hombres, sus perversas ideas acerca del mundo en el que vivimos.
Sin embargo, de nada les va a servir porque, al igual que ha pasado a lo largo de la historia del cristianismo, Dios siempre vence y Cristo sigue con nosotros porque ya lo dijo Él mismo: "Estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos".
Y ante esto ¿Qué podemos hacer?. Pues, sencillamente, seguir denunciando lo que pasa para que el mayor número de personas se den cuenta de las personas con las que tratan, por si aún no lo saben.
Y qué cierto es lo que dice Ud. sobre la Constitución y Peces Barba. Entonces, o mintió entonces o miente ahora; o, las dos cosas.
Y yo también me reafirmo en mi fe católica, y en la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica.
¿Qué mas nos hace falta?: nada.
Perdone la tardanza, pero anoche era un poco tarde para acabar de contestar a su comentario (o, mejor dicho, a acabar de contestar a su primer comentario)
En primer lugar que el tanto por ciento que Ud. determina (seguramente, por cifras, será cierto), el 85, de la población mundial no sea cristiana no ha de querer decir que las demás personas no tengan, en su corazón, la Ley Natural. Ya lo dice San Pablo en su Epístola a los Romanos: “En efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley;
como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón, atestiguándolo su conciencia, y los juicios contrapuestos de condenación o alabanza”, en 2:14-15.
Por lo tanto, el resto de la población mundial que no es cristiana también cumple, si la cumple claro, la Ley de Dios (al igual que los cristianos, como es lógico y normal)
En segundo lugar, lo que Ud dice, por ejemplo, como principios a tener en cuenta como de la Ley Natural lo son, efectivamente.
Pero le digo que, en general, por ejemplo, como aquello que el Derecho Natural defiende y que, no puede negarse, es absolutamente fundamental para la existencia humana (en todos sus aspectos) son los denominados Derechos Fundamentales pues es en aquel donde se encuentra su misma esencia. Así, la vida, el conocimiento, la sociabilidad (o la amistad) y, por ejemplo la religión (libertad religiosa)
Pero, para mí, que no soy filósofo sino, sólo, un simple laico de la Iglesia católica, lo que me parece (a Ud. le puede parecer algo tonto esto que le voy a decir) verdaderamente Derecho Natural es lo contenido en los 10 mandamientos: no matarás, no robarás, no darás falso testimonio, etc.
Creo yo que esto, que puede parecer una simpleza plantearlo así, es lo que, verdaderamente, está en el corazón del hombre y es lo que la ley positiva debe proteger y, en su caso, sancionar cuando no se cumpla.
Es evidente que tales derechos, principios o valores, han sido muy tergiversados a lo largo de la historia de la humanidad pero también es evidente que eso no quita importancia al Derecho Natural porque una cosa es lo establecido para ser cumplido y otra, muy distinta, es lo que hagan las personas a las que va destinado la Ley Natural, pues no puede depender lo que sea una norma (si es importante y decisiva para el ser humano) del cumplimiento que se haga de ella porque, entonces, algunas habría que, a pesar de ser buenas y dignas de ser cumplidas, no valdrían nada.
Por tanto, el Derecho Natural es, francamente se lo digo, el único que se puede llevar a cabo a pesar de la dificultad que, a veces, puede haber, en positivizarlo o, lo que es lo mismo, en hacerlo efectivo para el ser humano y que pueda cumplirlo sin poder argumentar que, por ejemplo, el Derecho Natural es “abstracto”.
En tercer lugar, el Derecho Natural no es lo que la jerarquía eclesiástica diga que es porque es algo superior a la misma y a todo el género humano. Eso está claro y, por supuesto, no voy a caer en la trampa de decir que sí lo es porque, sobre todo, la Ley Natural (que no es nada fantasmagórica, como Ud. dice sino, muy al contrario, real) es eterna y el hombre, con sus, muchas veces, pobres comportamientos, no va a cambiarla y, menos aún, a adaptarla a sus circunstancias.
Y es que, al fin y al cabo, la Ley Natural es la que es.
Y lo digo en el sentido estricto de la palabra "relativizar": se hacen "relativas" a las circunstancias históricas. Hasta el "no matarás" la propia Iglesia lo relativizó según en qué momentos y causas.
Y en cuanto a las palabras finales de javier, cuando habla de "más de uno descubriría con sobresalto que forman parte del derecho natural asuntos como subordinación de la mujer o la persecución cruenta del discrepante" no tendrás gran cosa que oponer. Empezando prque AUN HOY defendéis la subordinación de la mujer.
La ley natural que defiende la Iglesia es una petitio principii constante y sobre ella sólo se pueden hacer argumentos circulares: existe una ley natural porque lo dice Dios, ¿cómo se sabe?, porque vinene en la Escritura, ¿quién lo interpreta así?, la Iglesia, ¿cómo lo sabe la Iglesia?, porque es infalible, ¿por qué es infalible?, porque lo dice la Escritura...
Y vuelta a empezar. Todao para concluir que la mujer está subordinada al varón, o cualquier noirma de bnecesidad circunstancia histórica... que luego cambia, claro. Ergo era relativa.
"Y es que, al fin y al cabo, la Ley Natural es la que es"
Lapidariamente contundente, eh.
Haber empezado (y terminado) por ahí.
Digo que es la que es no en el sentido de decir: !y ya está¡
sino en el que, de verdad, es: es ley divina y, por tanto, no
podemos hacer nada para cambiarla sino, simplemente, cumplirla.
No quería, por tanto, parecer excesivamente rígido sino decir lo
a mí me parece que es.
Y, por cierto, la ley natural que defiende la Iglesia la defiende
porque está dentro de su, digamos, jurisdicción, defenderla. Una
vez haber dicho, yo, que las demás personas también tienen, por
así decirlo, la Ley de Dios en sus corazones, aquí se trata de
lo que dice la Iglesia basado en las Sagradas Escrituras inspiradas
Por Dios al ser humano, etc. Por tanto, se trata de tema de la
Iglesia y lo que piensen personas que no pertenecen a la misma
podrá ser muy razonado y estar muy bien pero, al fin y al cabo,
corresponde a otro campo religioso.
Por ejemplo, a mí me importa muy poco que se critique cuando
la Iglesia católica reconocer que una persona sea mártir (por
ejemplo, el la Guerra Civil española) porque lo hace la Iglesia
católica según sus normas. Lo que digan desde fuera, repito, a mí
me da exactamente igual porque yo no opino si, por ejemplo, el
Islam considera profeta a alguien de su religión ni nada por el
estilo. A mí, estando ahora en las Olimpiadas chinas, ni fu ni fa
(esto es una broma claro)
Lo que quiero decir es que cada cosa ha de estar dentro de cada
cosa.
Tales cosas no pueden formar parte del Derecho Natural porque son, en efecto, perversiones del hombre. Por tanto, no pueden haber dejado de formar parte de la Ley Natural porque no han formado parte nunca.
Y sí, la Ley Natural es eterna. Lo que no es eterno es el comportamiento de los seres humanos que es, muchas veces, demasiadas, volandero y pegado a sus propios intereses.
Pero eterna... la Ley Natural es eterna, por supuesto.
Gracias.
Sabiendo que lo edita Rialp, estoy seguro que será un buen libro.
Y tales prejuicios, que se notan especialmente siempre que toca el tema de la Iglesia católica, convierte lo que dice en algo caduco y fuera de lugar; algo que, en verdad, sólo pueden admitir sus absolutos incondicionales que, por desgracia, seguro hay muchos en España.
Muchas gracias por sus apreciaciones que tendré en cuenta en lo
sucesivo.
Y no lo digo, esto, para no polemizar con Ud. sino que, al
contrario, haré lo que le digo sobre lo que me ha hecho notar.
Perdón pero he olvidado decirle que, de todas formas, cualquiera
que no piense como yo he manifestado en este artículo tiene
argumentos más que suficientes para polemizar aunque, eso es
cierto, siempre procuro cortar tal posibilidad porque lo que
pienso suele estar, muchas veces, muy cerca de la verdad.
Y esto lo digo por si alguien se pica y quiere polemizar un
poco.
Gracias, de todas formas.
Muchas gracias por la invitación pero, tenga cuidado, no vaya a ser que nos presentemos todos de golpe.
Comprendo esa insistencia en exigir la enumeración de los asuntos que forman parte de la "Ley Natural". Ya lo definía bastante bien el articulista e Criaturas laicistas....y otros Peces. También comprendo que es para contestar a renglón seguido que antes o despues esa "Ley ha sido trangredida por católicos,árabes, judíos...etc.etc, eso sí por todos menos por masones, socialistas, comunistas, laicistas y demócratas varios......aún no he leido ningún manifiesto de excusa o perdón de esta última serie de personas, será que no han roto nunca un plato.
Efectivamente católicos y no católicos, o or englobar a todos: religiosos y ateos, creyentes y no creyentes, siendo todos hombres y mujeres, han transgredido alguna ley y algún precepto de lo que llamamos "Ley Natural", que, por cierto ya actuaba desde tiempos inmemoriales, siendo connatural al hombre y por tanto válida mucho antes que el derecho positivista de los "Peces" y compañía.
Siempre ha habido asesinatos, pero no por eso han anulado la "Ley Natural".
Todos los decretos de la Ley Natural, expresados como muy bien se ha dicho en la Ley de Dios, los 10 mandamientos que espero conozcan Vds., son materia grave. Otra cosa es considerar cumpable o no a quien los comete, porque, como en su derecho positivo también existe, depende ya de "circustancias humanas".
Está muy claro que es punible saltarse un semáforo en rojo: Puede ser mortal. Pero una ambulancia, con la debida precaución, si lleva enfermo grave que depende del tiempo....puede saltarselo y no por ello será sancionada.....
Existe una Ley que se llama de la "gradualidad". Es muy razonable pensar que no se puede aplicar igualmente la Ley a un niño de 3 años que ha empujado a otro por el balcón con resultado de muerte que al compañero normal de 35 años que,furioso, arroja a su compañera desde el 6º piso con resultado de muerte.
Hay circustancias "razonables" atenuantes. Así pasa también en diversas "épocas". Pero en todas la "Ley es Una" y entera. Es decir no existe la "gradualidad de la ley", aunque sí como ya he dicho la "Ley de la gradualidad.
Por tanto, díganme Vds. si "matar" a los niños no nacidos es "permisible" como dicen los positivistas, laicistas, relativistas y los que se asocian a sus mismas crencias "democráticas" y "solidarias". ¿Hay alg mas antidemocrático?. ¿Acaso hay algo mas insolidario?. El niño concebido y no nacido es el mismo Señor Peces Barba. Porque el niño no nacid es igual que el Sr. Peces Barba, porque Peces Barba fue antes como él. Y el niño concebido será como Peces Barba...., semejante claro, si Peces lo deja Navegar por el mar de la existencia hasta Nacer.
Hay un "principio natural", que recorre toda la "ley" que quereis os detallen, espero que sea para tratar de cumplirla...y es este: Ama a tu prójimo, porque él es como tú. Cualquier Ser humno es como tú. b¿Por qué as de hacerle algún daño?. El niño concebido es un ser humano, si decís vosotros que no lo es, como dirá Peces, entonces decidme: ¿Qué es?. Así pues, este principio engloba todos los otros, si bien forma parte integrante del primero: Amarás a Dios sobre todas las cosas. Así nos los enseña la Iglatólica desde que nació: por que si no amáis al projimo que ves, que es como tú, tampoco podéis amar a Dios, a quien no veis.
El que Ama a Dios cumple sus mandamientos. Imagino por que a Peces le gusta mas el derecho "positivista"....le permite en cada momento variar la "ley y el Derecho" a sus antojos a los del gobierno de turno. Por eso no se puede sostener el Derecho" sobre la ley escrita... porque el hombre tiene muchas maneras de borrarla y no siempre para mejorar........Hitler lo hizo "democráticamente". También España está apunto de hacerlo "seudo-democraticamente", por la puerta fácil del manjeo ideológico, para "liberalizar" el crimen del aborto por motivos turbios. democraticamente, dicen, aprobarán una ley "inicua". Queréis que nos crucemos de brazos, mientras, con alianzas interesadas, se "restablece" la pena de muerte para los niños concebidos. Es un bien?. La justicia y el derecho tienen por finalidad "procurar y defender el bien de las personas. Es un bien matarlos?
Un saludo.
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