Poesía católica: “Desde mi fe”
Reconozco que los frutos de este blog de InfoCatólica son abundantes. No me refiero, claro, a que el que esto escribe sea muy bueno o magnífico en escribir. Es más, más bien es lo contrario.
Sin embargo, de tanto en tanto, alguna persona, que tiene a bien ocupar su tiempo leyendo a este humilde servidor tiene a bien dirigirse a mí para hacerme alguna pregunta, pedir oraciones o, como es el caso de hoy, enviarme unos poemas cristianos.
Se trata de una serie de poesías enviadas por Mari Carmen Hurtado Chamorro y, por parecerme bien hacer esto, traigo aquí para disfrute y gozo de quien quiera disfrutar y gozar.
El que esto escribe no es, tampoco, crítico literario. Tampoco quiero serlo. Sin embargo, como sencillo en la fe que me considero creo que pueden ser del gusto de los lectores estos versos que llevan, como título general, “Desde mi fe” y dicen lo que sigue:
La Cruz
Con calma hoy te he mirado
en la cruz en que estás izado
¡cuantas veces la he mirado!
Mas nunca había reparado
esa serena belleza
del Cristo que yace exhausto.
Sobre el pecho reposada
la cabeza está inclinada
abiertas tiene las manos
clavadas al leño están
abierto tiene el costado
y la herida está sangrando
traspasado por un clavo
tiene un pié sobre otro pié.
Se ve en su cara dolor
mas se vislumbra dulzura
que te induce al contemplarlo
a sentir amor y paz.
Mirándolo he pensado
inclinaste tu cabeza
para levantar la mía
tienes los ojos cerrados
para que los míos vean
extendidos están tus brazos
abiertos de par en par
dándole cobijo a todos
nadie fuera ha de quedar
clavadas tienes las manos
dejando libres las mías
para tenderlas a otros
haciendo las tuyas mías.
Tu pecho ha quedado abierto
sangrando siempre la herida
esa sangre derramada
recoge y sana la mía
la que dejó en el camino
las heridas de mi vida.
Tus pies inmóviles están
para que corran los míos
a llevarle tu Palabra
al cansado y abatido.
Como imagen de Dios
Desde siempre estaba en tu mente
con infinito amor Tú me creaste
tu huella y tu imagen en mí plasmaste
y en la palma de tu mano me grabaste.
No permitas mi Dios que se oscurezca
la imagen que de ti he heredado
cuando en la más inmensa oscuridad me halle
no dejes que se apague y resplandezca.
Tu huella y tu imagen es luminosa
llena de paz de amor y de ternura
que sabio es quien guardándola perdura
y necio quien la gasta con presura.
Con fe con esperanza y alegría
espere que todo me venga de tu mano
sabiendo que solamente Tú
mis deseos podrás solo colmarlos.
Que yo camine en tu verdad sin pretensiones
tan solo necesite mirar cada mañana
el sol radiante que amanece al nuevo día
y venga como venga yo siempre te dé gracias
Ya sean penas, sufrimientos, alegrías
todo cuanto el nuevo día conlleve
en Ti aunque todo desfallezca
confiada siempre espere.