Aído y aborto: lo mismo da que da lo mismo
Seguramente lo peor que hay en la vida es manifestarse, cuando se ignora determinada cosa, con la superioridad que da saber que, en todo caso, nada de lo que se diga o haga tendrá repercusiones. A eso bien se le puede llamar cierto abuso de poder.
La ministra de igualdad (¿?) es un ejemplo claro y eficiente de esto.
Ha hablado sobre el aborto.
Lo ha hecho al respecto del Discurso inaugural que el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y por razón de ser, además, Presidente de la Conferencia Episcopal Española, pronunció el pasado lunes, 20 de abril.
Entre lo dicho por uno y por otra hay una diferencia, como poco, abismal.
El Cardenal dijo, entre otras cosas, lo siguiente:
Trayendo a colación esto dicho por el filósofo Julián Marías (“La aceptación social del aborto es, sin excepción, lo más grave que ha acontecido en este siglo que se va acercando a su final“) apoyó tal manifestación porque nada más cierto hay porque supone que el ser humano se manifiesta de acuerdo con la eliminación de otros miles de seres humanos sin sufrir, al parecer, ningún cargo de conciencia.
Además, dijo, también que:
“El crimen del aborto ensombrece desde siempre la historia de la humanidad. Pero ha sido precisamente en el siglo pasado cuando amplios sectores sociales han empezado a considerar públicamente que eliminar a los que van a nacer no sería algo de por sí reprobable y cuando tal mentalidad ha encontrado eco en legislaciones que han dejado de proteger de modo adecuado el derecho de todos a vivir“.
Esto dicho no parece muy desatinado porque responde a la realidad más cruda. No hay nada que haya puesto, de su parte, el Presidente de la CEE que se le pueda achacar como exacerbado ni, tampoco, como dicho en contra de nadie.
Y, sin embargo, ante esto, la ministra Aído ha manifestado lo que, en realidad, se podría esperar: poco o nada; más de lo mismo.
“El gobierno sabe que en una cuestión como esta no podemos contentar a todo el mundo“, dijo.
Efectivamente, sólo legisla a favor de los abortistas. Sólo a gusto de unos porque, en este caso, no es posible legislar a favor de quienes se encuentran bien con la muerte ajena y, a la vez, a favor de quienes entienden tal cosa como una aberración grave.
“Estamos trabajando en hacer una ley más segura, equilibrada, y sensata que ofrezca garantías para las mujeres y los profesionales que las asisten“
Segura, ¿Para quién?; ¿Equilibrada?, siendo imposible un equilibrio entre la vida y la muerte; y, por último, sensata cuando, en realidad, tiene un sentido de la sensatez algo extraño y muy alejado, precisamente, de la realidad más sensata.
Pero, donde se delata perfectamente es cuando dice que, en todo caso, la legislación, se elaborará “Desde luego, sin tener en cuenta criterios religiosos“.
Desde luego. El criterio religioso no se tiene en cuenta porque en contra está de la perversión de la norma que se está trajinando.
Aquí el único que se sigue es el criterio progre, el laicista y el que más alejado esté de la consideración de la vida humana como digna y sagrada.
Por último, el Cardenal y Presidente de la CEE entendió importante hablar “del don inestimable de la vida de cada ser humano y del derecho de todos a vivir”
Sin embargo, a la ministra Aído prefirió hablar de legitimación legislativa y de obligación de aceptación de las leyes que son intrínsecamente perversas.
Y es que entre una persona y otra hay una diferencia algo más que notable.
45 comentarios
Mientras estaba el PP en el Gobierno de Españaa el cardenal Rouco no perdíó ni un minuto en hablar del aborto. Son ustedes unos hipócritas oportunistas, unos inmorales de ocasión.
Tal es una cantinela muy repetida. Sin embargo, ni antes era bueno el aborto ni tampoco lo es ahora.
De todas formas, es mejor ser inmoral de ocasión que no inmoral siempre.
Un gran día para la humanidad y una nueva vuelta de tuerca para los iluminados.
http://www.publico.es/ciencias/salud/220489/sanidad/autoriza/seleccion/genetica/embriones/prevenir/cancer/mama
Pero quiero recordar que el Magisterio de la Iglesia siempre ha sido el mismo con respecto a las prácticas abortivas. De condena. En ningún momento se ha dejado de alzar la voz contra el asesinato de seres humanos. Que no se hiciesen campañas como la del lince no quiere decir que los cristianos, en función de quien gobierne, aceptemos o no el aborto. Lo que está sucediendo ahora es que este gobierno de analfabetos morales pretende despenalizar un delito, para contentar a todos aquellos que hacen negocio con la muerte y al lobby feminista -ciertamente exiguo pero que a base de repetir reiteradamente las mismas tonterias parece que son muchas las tiorrillas que lo apoyan-.
Lo de siempre. Populismo barato por parte del gobierno, en este caso de la tiorrilla Aido y manipulación del mensaje de la Iglesia que siempre ha sido el mismo: defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
Yo no tengo nada en contra de que las personas se puedan curar de sus enfermedades.
Ahora bien, hay que tener en cuenta eso que dice que el fin no justifica los medios, por muy dura que pueda ser la situación de las personas.
Mucha razón tiene Ud. en lo que dice. Si se hizo mal entonces, no por eso se puede justificar lo de ahora ni apoyar, en tal actuació anterior lo de ahora.
Efectivamente, la defensa de la vida desde su concepción hasta la muerte natural es algo de lo que nunca se ha apeado la Iglesia católica.
Y, por otra parte, no estoy yo tan seguro que no se hiciera o dijera nada sobre el aborto durante los gobiernos del Partido Popular.
Sería, tal tema, uno bueno para un artículo por si se puede desmentir tal afirmación de la inacción eclesial.
Excepto cuando organizan cruzadas, queman herejes o justifican y alientan guerras civiles.
Aquí le dejo dos enlaces que demuestran que la Iglesia siempre ha hecho pública su condena del aborto, incluso cuando gobernaba el PP:
http://www.corazones.org/moral/vida/aborto/aborto_pildora.htm
http://www.elmundo.es/1999/07/07/sociedad/7N0075.html
De todo eso, cuando gobernaba el hombrecillo insufrible nada de nada; y se abortaba con la cobertura de, practicamente , la misma ley que hasta ahora.
Unos lo llaman diplomacia vaticana.
Otros lo llamamos hipocresía y oportunismo.
Gracias, ya tengo preparado el artículo para pasado mañana en el que se
demuestra que la especie según la cual durante los gobiernos del PP nada
se dijo por parte de la CEE es, simplemente, mentira.
Vivimos en un Estado acofensional en donde rige la estrica separación Iglesia-Estado.
La Iglesia desde un punto de vista civil es un actor más en la sociedad, que tiene perfectamente derecho a expresar su opinión acerca de las leyes y proponer alternativas como todo hijo de vecino.
Con su actitud de responder continuamente a cualquier palabra de la Iglesia, el Gobierno demuestra una tendencia carca tendente al más exarcebado clericalismo, son incapaces de vivir sin mentar a los sacerdotes día sí y día tras otro.
¡Qué felices hubieran sido en el Medioevo!, el siglo XXI les queda muy grande.
Cada cosa pasa en el tiempo que pasa. Y, por supuesto, lo pasado no puede definir el presente porque de tal forma, a cualquiera se le podría decir lo mismo.
Sí, la verdad es que lo que se pretende es callar a la Iglesia católica que ni puede hacerlo ni debe hacerlo.
Y, además, tampoco podrán callar a los fieles.
No creo yo que eso sea relativismo moral porque no digo yo que dé lo mismo lo que se hubiera hecho o que cualquier cosa valga.
Lo que pasó, pasó. Eso no es nada relativo, precisamente.
Y, además, lo que está mal hecho lo está (o lo estaba, claro)
Es falso decir que la Iglesia haya condenado siempre la interrupción provocada del embarazo desde el comienzo. Algunos Padres de la Iglesia no lo consideraron delito si lo concebido no tenía forma humana. Cierto que esto no hace bueno el aborto, pero la verdad
no debe alterarse a conveniencia.
Quien se haya tomado la molestia de informarse por su cuenta de la posición de la Iglesia sobre el aborto sabe que no fue siempre la misma de ahora.
Ya tenemos un nuevo principio moral:
"Vale más ser inmoral de ocasión, que no inmoral siempre".
De verdad que no entiendo ti planteamiento.
Vale, retiro la posibilidad de ser inmoral algunas veces. La inmoralidad no resulta conveniente nunca. Resulta que tal inmoralidad (la de no decir nada según quien gobierno) no es tal.
Pasado mañana lo demostraré.
Luego, eliminada la circunstancia de la posible inmoralidad, retiro lo dicho.
En esa época ustedes se dedicaban a las bodas fastuosas en el escorial.
No hizo la vista gorda, sino que tanto la VIllalobos como Ana Pastor favorecieron el aborto, aunque eso sí, lo cambiaron de nombre, en lugar de llamarlo aborto lo llamaba IVE (interrupción voluntaria del embarazo).
.....
Pero lo promocionaron de tal modo que pasó de unos 46.000 abortos en el 1996 a casi 82.000 en el 2008. O sea que con eel PP el incremento fue mayor que cpon el PSOE.
Sigo. Condenan el aborto los Santos Padres San Jerónimo y San Agustín, los Concilios de Elvira (306), Ancira (314), II de Braga (572), Trullo (692), y desde luego el Vaticano II (1964), así como los Papas Gregorio III, Esteban V, Sixto V e Inocencio XI, Pío XI, Pío XII, Pablo VI y Juan Pablo II.
Como verá la doctrina de la Iglesia, en este tema, es UNANIME. Y les aconsejo que utilicen a Santo Tomás para cosas más útiles y santas que para justifificar lo injustificable.
La IC en su catecismo justifica el acto de matar en los casos de defensa propia, guerra justa y pena de muerte justa.
Pues ,lo siento mucho, pero si la vida es sagrada, tan sagrada es mi vida como la del otro.
Si los primeros cristianos hubieran tenido el mismo catecismo que el Papa Juan Pablo II, en lugar de mártires en el circo romano habríamos tenido un grupo guerrillero como los celotes.
¿Murieron ellos perdonando a Nerón o lamentando no haber quemado de verdad Roma entera?
Así que ralativismo y cultura de la muerte, ustedes también.
Eso es lo que pasó. Por eso tenemos que en cuenta lo que cada cual ha hecho en según qué circunstancias.
Yo creo que no se puede comparar el aborto con la legítima defensa, por ejemplo. En realidad nada es igual en tal caso porque en el aborto no puede haber defensa por parte de la persona atacada y en la legítima defensa sí.
Algo parecido puede decirse en el caso de la guerra justa y la pena de muerte justa.
La defensa de la vida no admite excepciones. Lo que pasa es que para que haya verdadera defensa de la vida una de las partes resulta, por así decirlo, indefendible. Es decir, que no se puede defender. Tal es el caso del nasciturus o cuando, aprovechando una enfermedad se aplica la eutanasia.
Al contrario, en el caso de la defensa propia, de la guerra justa y de la pena de muerte justa no se trata, precisamente, de alguien que no tuviera defensa sino de alguien que, en determinadas circunstancias, ha provocado su propia muerte infiriendo daño a otros y a otros.
Creo que me he explicado: en el aborto no hay posibilidad de defensa por parte del nasciturus. Por eso es injustificable e indefendible.
La reserva "si puede" es inelegante y algo chulkesca. Si puedo y quiero. Verbigracia, un suponer, Tertuliano no lo tenían tan claro como usted, y de San Jerónimo sólo ha leído la cita que le interesa, pero hay otra en la que demuestra sus dudas. No se extrañe de esto porque los teólogos no creían entonces que Dios infundía el alma en el feto en el momento de la concepción, sino con posterioridad ...
¿Tiene posibilidad de defenderse la población de una ciudad bombardeada?
¿De qué manera han provocado su propia muerte los habitantes de gaza, p.ej.?
¿Se puede ser católico y estar en contra del aborto, pero a favor de la guerra preventiva contra Iraq o Palestina?
¿Y ahora me vendrá con que el nº de abortos es mayor que el de las víctimas de bombardeos?
¿Y es más grave eliminar a un cigoto con una pastilla, que matar a alguien ya nacido con una bomba?
¿Sólo cuentan como crímenes de guerras los palestinos muertos dentro del vientre de sus madres?
2)
Difícilmente tendrá capacidad de defenderse el que no tiene conciencia de su propia existencia.
Es la madre la que hasta que el embrión se desarrolle decide por el futuro hijo. Repito, futuro.
Óvulo, cigoto, mórula, no son definiciones de ser humano.
¿San Jerónimo dudoso contra el aborto?
San Jerónimo trata la situación de la mujer que muere mientras procura abortar a su criatura, diciendo cosas como:"Algunas, al darse cuenta de que han quedado embarazadas por su pecado, toman medicinas para procurar el aborto, y cuando (como ocurre a menudo) mueren a la vez que su retoño, entran en el bajo mundo cargadas no sólo con la culpa de adulterio contra Cristo sino también con la del suicidio y del asesinato de niños. ”
(San Jerónimo, Carta a Eustoquio)
En lo demás, hay dos cuestiones diferentes: 1º la ignorancia de los Padres (y del mundo entero hasta el siglo XIX y XX) en temas de biología y genética 2º.- Las opiniones particulares que determinados cristianos pudieran tener acerca del momento en que Dios infundía el alma al feto. Como le comenté antes, la opinión de santo Tomás (sin duda la más citada -y manipulada- por los grupos proabortistas) diferenciaba el feto según tuviese un alma vegetativa, sensitiva o intelectiva, y en base a ello diferenciaba la gravedad del delito de aborto (pero en todo caso -eso es lo importante- lo consideraba un pecado y grave). Y toda esa diferenciación de santo Tomás es inaceptable para la ciencia moderna. Por último, Santo Tomás tenía opiniones que han diferido del magisterio de la Iglesia como el dogma de la Inmaculada Concepción. El Magisterio de la Iglesia (independientemente de que alguien pueda haber dicho algo inadecuado en algún momento y a título propio) es invariable.
Dicho esto, entiendo la defensa de la vida pero no con odio, sino con argumentos. Sin olvidar de dónde partimos, que partimos de una postura de indiferencia, con lo cual no podemos erigirnos en lo mejor de lo mejor, cuando fuimos tibios de remate. Humildad es a lo que me refiero.
Busque en el tratado 'de anima' de Tertuliano y verá que sólo considera un delito el aborto desde el momento en que el feto tiene figura humana. Parecer que sigue San Jerónimo en otra carta distinta a la que usted cita. Como sabe latines no le será difícil encontrar la cita, pero las referencias exactas están en el Lexicon für Antike und Christentum, s.v. Abtreibung. Por lo que toca a la opinión de la ciencia sobre el caso, me importa un pepino: las cuestiones morales no se resuelven con planteamientos científicos:
si la ciencia demuestra que el feto no es ser humano de ello no se seguiría la licitud moral del aborto.
En cuanto a San Jerónimo, la realidad es que no encuentro la cita. La única que he encontrado es la ya citada "Carta a Eustoquio" donde hace una condena sin paliativos del aborto. Pero en todo caso, insisto, la opinión particular de alguien no es ni el magisterio ni la Tradición de la Iglesia.
En los primeros siglos de la Iglesia no había ni podía haber unanimidad sobre ese delicado punto: en el Nuevo Testamento no aparece ninguna condena explícita del aborto. Claro que la opinión de un particular no es el Magisterio, pero tampoco un canon del Concilio de Elvira.
En cuanto al Concilio de Elvira y el Magisterio, éste es consiste en las enseñanzas de los papas y los concilios, las de los obispos y las conferencias episcopales. Por lo cual, lo que se fije en un concilio de la Iglesia sí forma parte de su Magisterio
Claro, como en el NT no hay condena de la pederastia entonces los obispos, que se proclaman maestros de la moral natural y revelada, encubren a los curas que ponen sus puercas manos encima de la pureza de los niños. ¿Es esto también magisterio? Y una pregunta para su ilustrada conciencia: si la vida es inviolable desde el inicio hasta el fina naturall, ¿por qué la Iglesia no condena de una puñetera vez y con toda claridad la pena de muerte?
Empezó la discusión insultándome y sale de ella llamándome resentido. Se nota que tiene usted distinción espiritual y alta moralidad. Seguro que dormirá tranquilo con el deber cumplido.
¿Que le he llamado resentido? Hombre, si estamos hablando -entendía que con seriedad- del aborto, y yo aludo a una serie de pecados que no están contemplados expresamente en el N.T. y Vd. aprovecha para (sin ser ese el tema) burlarse sarcásticamente de la Iglesia ("encubren a los curas que ponen sus puercas manos encima de la pureza de los niños. ¿Es esto también magisterio?"), entiendo que "resentido" es algo que describe esa actitud, no es un insulto.
El insulto no está en el reto sino en insinuar ("si puede") que el retado no sabría sostener su afirmación con alguna prueba seria, es decir, que hablaba por no estar callado y de paso fastidiar. Resentido es la fórmula con que los católicos como usted descalifican moralmente al que dice algo que no les gusta. Pero ya sé que hay quien llama a esto descripción, pero a servidor no le parece buen romance.
Quede con Dios.
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