Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – A la tentación… ni agua
Presentación
Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.
El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.
Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que mucho. Y, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro “Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.
Frases que bien valen la pena – A la tentación… ni agua
“A la tentación sólo cabe darle la cara desde un equilibrio fiel de nuestra naturaleza, con la razón y el conocimiento como vigías, con el instinto y los sentidos encasillados dentro de sus limitaciones, pero ¿nos aceptaría ella comerciar así?” (Beato Lolo, de su libro Dios habla todos los días)
Me parece recordar que es San Josemaría quien dice que con la tentación no hay, siquiera, que dialogar, a saber:
“No dialogues con la tentación. Déjame que te lo repita: ten la valentía de huir; y la reciedumbre de no manosear tu debilidad, pensando hasta dónde podrías llegar. ¡Corta, sin concesiones!" (Surco, 137)
Y eso es lo que nos dice Lolo aquí mismo en cuanto al resultado de tal encaramiento: no caer en ella.
Es cierto y verdad que muchas veces estamos sometidos a tentaciones y que no siempre somos capaces de evitarlas o, sencillamente, de caer en ellas. Y podemos suponer que Manuel Lozano Garrido se vio sometido también a tal tipo de “presiones” espirituales que lo podían haber hecho caer…
Decimos arriba que San Josemaría tenía muy claro que con la tentación no hay nada que hablar. Pero Lolo, consciente de cómo somos nosotros plantea la cosa desde el punto de vista de sí, ahí tenemos la tentación y, al parecer, no somos capaces de no entablar “conversación” con ella. ¿Entonces… qué?
Como es de esperar, el Beato de Linares pone sobre la mesa una forma de hacer las cosas en el caso de ser tentados. Y no podemos decir que se nos pida poco..
Bien.
Vemos que Lolo nos propone, ante la tentación, esto que sigue y que entiende él que es la única forma de hacer las cosas en esto:
- Debemos mantenernos equilibrados en cuanto a lo que somos: fieles hijos de Dios.
- Debemos hacer uso de esos bienes que Dios nos entregó como son la razón y el conocimiento.
- Debemos tener en cuenta que nuestros cinco sentidos han de tener unas lógicas limitaciones…
Es cierto y verdad que según nos aconseja nuestro hermano Manuel la cosa no resulta tan fácil como podría parecernos. Y es que, conociendo como conocía el ser de sus hermanos, las propuestas que nos ofrece Lolo han de ser tenidas en cuenta según un corazón fiel y un alma limpia pues, de otra manera, poco efecto van a tener de cara a enfrentar con la correspondiente lucha interior a la tentación.
En cuanto a lo primero… ¿Cuántas veces no descuidamos nuestra necesaria filiación divina y nos vamos por otros derroteros?
En cuanto a los segundo… ¿En cuántas ocasiones a la razón la dejamos de lado y del conocimiento que tenemos de la Ley de Dios no queremos saber nada?
Y, ya, por fin, ¿Cuántas veces damos rienda suelta a nuestros sentidos…?
Podemos darnos cuenta de que lo que Lolo nos aporta en cuanto a la lucha contra la tentación es, sí, difícil de llevar a cabo porque muchas veces somos necios y no queremos hacer lo que deberíamos hacer bien por comodidad o por simple ignorancia. El caso es que nuestro amigo Manuel Lozano Garrido sabía muy bien lo que nos haría, valga la redundancia, bien en nuestro devenir espiritual y no nos haría caer en la tentación como, por cierto, tantas veces decimos en el Padre Nuestro porque otras tantas veces estamos sometidos a ellas…
En todo caso, aquí, como decimos en el título de estas letras, a la tentación no hay que darle ni agua porque ya no es que sea enemiga nuestra sino que es, en mala cosa, mucho peor que eso porque nos puede perder para siempre.
Eleuterio Fernández Guzmán
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Entender el sufrimiento es un bien más que importante.
Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (78)
“Si con todas las cosas que ocurren hacemos como son las calcomanías, despegarlas inmediatamente, siempre encontraréis en todo la idéntica figura de un Padre. ”
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Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
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