La Palabra del Domingo – 21 de julio de 2024
Mc 6,30-34
“30 Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. 31 Él, entonces, les dice: ‘Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco.’ Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. 32 Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. 33 Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. 34 Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.”
COMENTARIO
Estar como oveja sin pastor
Podemos imaginar que, en un mundo donde el pastoreo era una actividad muy importante, que el Hijo de Dios haga uso de determinadas palabras, era cuestión principal y que sostenía su predicación.
Lo que pasa en este texto bíblico es síntoma de necesitar mucho más que alguien a quien escuchar. Muchos buscaban porque, en realidad, no habían encontrado a quien pudiera iluminar sus caminos.
También es más que cierto que el pueblo judío se sentía oveja de un Pastor grande que era Dios. Y a él debían seguirlo. Y eso es lo que quieren hacer bastantes con aquel hombre que enseñaba con autoridad y que muchos conocían, ya, en su casa de Nazaret.
Muchos de ellos, por tanto, no encontraban el camino para llegar al definitivo Reino de Dios. Y seguían a Jesucristo porque veían, en aquel hombre sabio, a un verdadero Mesías, al Mesías. Y eso, como bien sabemos, no le venía nada bien a Quien todo lo iba a dar por sus hermanos y, sobre todo, por los más pobres y necesitados.
También es fácil imaginar que aquel mundo, aquellas tierras de oriente, no eran, en territorio, demasiado extensas. Todos se conocían y no es nada extraño que supiera dónde podía estar Cristo e, incluso, dónde se podía dirigir cuando quería estar a solas con sus Apóstoles para ensañarles. Pero había muchos otros que querían aprender y no podían dejar la oportunidad de escuchar al hijo de María y del carpintero José.
¡Qué dedicación no tendría Cristo que, como se nos dice aquí, no tenía tiempo ni para comer! Y es más que seguro que no hacían remilgos cuando alguien le pedía alguna merced o veía que se necesitaban sus manos y su corazón.
Al parecer no había forma. Y es que fueran donde fueran siempre había gente esperando al Hijo de Dios. Seguramente serían de los más sencillos de entre los del pueblo elegido, aunque no podemos descartar que también estuvieran allí gentes notables y de importancia no pequeña.
Dice el Hijo de Dios que creían que aquellos que allí estaban parecían como ovejas sin pastor. Y eso era más que importante.
Jesucristo conocía y reconocía la situación por la que muchos de aquellos que querían escucharlo no era buena. Muchos eran de los sencillos, de los que lloraban, de los que querían justicia o, en fin, de aquellos a los que se dirigía con un amor más que importante aquel Maestro bueno.
Ellos eran como ovejas, pero no tenían quien las dirigiese. Y querían que fuese Jesucristo quien las condujese a su redil y, también, quien les enseñara a orar y a buscar mejor camino para llegar a Dios.
Ante aquella situación… ¿qué hacer?
Más de uno de aquellos Apóstoles debió pensar que tampoco iban a descansar en aquella ocasión. ¡Y ellos eran hombres como otros que también necesitaban el reposo! Pero aquel Maestro parecía que nunca se cansaba y no dejaba de enseñar. En realidad, era para lo que había venido al mundo. Y lo cumplía de forma más que eficaz.
PRECES
Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren seguir a Cristo.
Roguemos al Señor.
Pidamos a Dios por todos aquellos que están perdidos en el mundo.
Roguemos al Señor.
ORACIÓN
Padre Dios; ayúdanos a querer siempre a tu Hijo.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
Eleuterio Fernández Guzmán
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Querer buscar a Cristo es, en cierto sentido, haberlo encontrado.
…………………………….
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
1 comentario
La gente tenía hambre y sed de justicia , y de escuchar la Palabra de Dios de boca del Mesías. Se subieron a una embarcación para apartarse a un lugar solitario para meditar y descansar ; y antes de que llegaran a la otra orilla ,ya estaba la multitud esperando a su Mesías.
No había mucho para comer ,o no tenían tiempo para comer ; pero la gente saciaba su alma escuchando a Jesús de Nazaret ; acudían
desesperados como ovejas descarriadas que no tienen pastor.
Ésta situación que nos narran los Evangelios en los días de Jesús ,no difiere mucho de la situación de la sociedad hoy día. La gente anda deambulando de aquí para allá ,votando a éste o a aquel partido político. Yendo a los estadios de fútbol para ver jugar a su equipo favorito. Saltando con entusiasmo a las calles para aclamar a la selección española de Fútbol ; buscando saciar el hambre y sed espiritual ,que sólo Dios puede satisfacer de verdad. Y ahora el Vaticano nos abre otra puerta de esperanza con la " Agenda ,20,30". Acaso vendrá Jesucristo dentro de ocho años. ?....
Quiera el Señor que muy pronto llegue el Juicio de Dios a todos los pueblos y naciones de la tierra. Y el Reino de Dios venga muy pronto a todos los habitantes del planeta ; para solucionar todos los problemas que la sociedad tiene planteados sobre la mesa.
VEN SEÑOR JESÚS !!!.
Muchas gracias don Eleuterio Fernández Guzmán ,y feliz Domingo para TODOS.
Dejar un comentario