La Palabra del Domingo - 24 de marzo de 2024
Como es obvio, hoy no es domingo 24 de marzo de 2024 sino sábado, 23. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, de domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.
También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.
Mc 15, 1-39
1 Pronto, al amanecer, prepararon una reunión los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y todo el Sanedrín y, después de haber atado a Jesús, le llevaron y le entregaron a Pilato. 2 Pilato le preguntaba: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» Él le respondió: «Sí, tú lo dices.» 3 Los sumos sacerdotes le acusaban de muchas cosas. 4 Pilato volvió a preguntarle: «¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan.» 5 Pero Jesús no respondió ya nada, de suerte que Pilato estaba sorprendido.
6 Cada Fiesta les concedía la libertad de un preso, el que pidieran. 7 Había uno, llamado Barrabás, que estaba encarcelado con aquellos sediciosos que en el motín habían cometido un asesinato. 8 Subió la gente y se puso a pedir lo que les solía conceder. 9 Pilato les contestó: «¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?» 10 (Pues se daba cuenta de que los sumos sacerdotes le habían entregado por envidia.) 11 Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente a que dijeran que les soltase más bien a Barrabás. 12 Pero Pilato les decía otra vez: «Y ¿qué voy a hacer con el que llamáis el Rey de los judíos?» 13 La gente volvió a gritar: «¡Crucifícale!» 14 Pilato les decía: «Pero ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaron con más fuerza: «Crucifícale!»
15 Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera crucificado. 16 Los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir, al pretorio y llaman a toda la cohorte. 17 Le visten de púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñen. 18 Y se pusieron a saludarle: «¡Salve, Rey de los judíos!» 19 Y le golpeaban en la cabeza con una caña, le escupían y, doblando las rodillas, se postraban ante él. 20 Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron la púrpura, le pusieron sus ropas y le sacan fuera para crucificarle. 21 Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, a que llevara su cruz. 22 Le conducen al lugar del Gólgota, que quiere decir: Calvario. 23 Le daban vino con mirra, pero él no lo tomó. 24 Le crucifican y se reparten sus vestidos, echando a suertes a ver qué se llevaba cada uno.
25 Era la hora tercia cuando le crucificaron. 26 Y estaba puesta la inscripción de la causa de su condena: «El Rey de los judíos.»
27 Con él crucificaron a dos salteadores, uno a su derecha y otro a su izquierda. 29 Y los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: «¡Eh, tú!, que destruyes el Santuario y lo levantas en tres días, 30 ¡sálvate a ti mismo bajando de la cruz!» 31 Igualmente los sumos sacerdotes se burlaban entre ellos junto con los escribas diciendo: «A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. 32 ¡El Cristo, el Rey de Israel!, que baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.» También le injuriaban los que con él estaban crucificados. 33 Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. 34 A la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: = «Eloí, Eloí, ¿lema sabactaní?», - que quiere decir - = «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?» = 35 Al oír esto algunos de los presentes decían: «Mira, llama a Elías.» 36 Entonces uno fue corriendo a empapar una esponja en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber, diciendo: «Dejad, vamos a ver si viene Elías a descolgarle.» 37 Pero Jesús lanzando un fuerte grito, expiró.
38 Y el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo. 39 Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.»
COMENTARIO
Morir para salvarnos
Hoy es un día más que especial en la historia de la salvación. Y es que hoy, Domingo de Ramos, el Hijo de Dios entra en Jerusalén de forma triunfal. Sin embargo, no recordamos aquel momento glorioso sino, precisamente, el final de aquella corta semana que llamamos Santa porque lo fue y lo sigue siendo.
En el itinerario que sigue Jesús desde que lo prenden hasta que exhala su último aliento en la cruz manifiesta, en más de una ocasión, lo que quería el Padre Dios para Su Hijo y, así, para la humanidad que lo acepta como Hijo y como Mesías.
Jesús nada tenía que responder a quien se mostraba tan esquivo con la verdadera Ley de Dios (el Amor) y, por eso mismo, permanece callado ante Pilato que debería estar en la seguridad de que aquel hombre al que traían para que juzgara era inocente. Sin embargo, se sentía muy presionado por el populacho que pedía la vida de Jesús a cambio de la del preso que él mismo les había mostrado y que respondía al nombre de Barrabás.
Aquel asesino público representaba el Mal al que prefieren los que acusan a Jesús de ser enemigo de blasfemar y de todo lo de malo se les pasa por la mente. Pero Pilato no estaba muy convencido de tener que acusar a quien todos acusaban de haber hecho algo para que le gobernador no entendía. Y cede. Lo hace preocupado por su cargo y no por la verdad que debe defender.
“¡Crucifícale!”. Aquella terrible e infamante pena que se pide para Jesús va más allá de lo que puede soportar Pilato. Está atado de pies y manos por su mismo poder. Y cede. Entrega a Jesús a sus soldados para que lo azoten. Así, a lo mejor, se apiadan de aquel hombre al que, de forma inexplicable para él, quieren matar.
No había, sin embargo, nada que hacer. Todo estaba escrito y todo se estaba cumpliendo a rajatabla. Lo establecido desde la eternidad se estaba llevando a cabo y Jesús cumplía, para Él, lo que Dios tenía dispuesto en su persona y que consistía en perdonar a los que lo injuriaban y estaban dando muerte.
La crucifixión de los dos ladrones junto a Jesús nos muestra las opciones que, en determinadas ocasiones, podemos escoger. Así, un ladrón se burla de Jesús y no ve en aquel compañero de fatigas, a uno que nada podía hacer para salvarse. Sin embargo, el otro, llamado por eso “buen ladrón” comprende la situación injusta por la que está pasando Jesús y le pide salvación eterna.
Por otra parte, el grito de Jesús dirigido a Dios acerca del abandono en el que, al parecer, lo había dejado, no era más que la constatación del Amor de su Padre hacia Él mismo. Cristo no muere abandonado por el Creador sino que, al contrario, lo conduce hacia la resurrección con su mano amorosa de Padre. Y eso, claro, no era comprendido por aquellos que sofrían la misma cruel muerte.
Y todo esto fue hecho para que “al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es Señor para gloria de Dios Padre” (Flp 2, 10-11).
PRECES
Pidamos a Dios por todos aquellos que huyen de su cruz.
Roguemos al Señor.
Pidamos a Dios por todos aquellos que no ven en la cruz de Cristo la causa de su salvación.
Roguemos al Señor.
ORACIÓN
Padre Dios; ayúdanos a tener la cruz como compañera de viaje hacia tu definitivo Reino.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
Eleuterio Fernández Guzmán
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Es que murió por nosotros, por nosotros y para nosotros, por nuestra salvación eterna.
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
1 comentario
Jesucristo fue engendrado y crecido hasta madurar cómo hombre,para ser juzgado y condenado a muerte por los sumos sacerdotes,escribas y fariseos. El pueblo secundó la condena a muerte de Jesús , gritando:" crucificale ,crucificale . Fue azotado de manera cruel ,y torturado sicológicamente burlándose de Él. Todos sus Discípulos le abandonaron , excepto las dos personas que más lo amaban ; su Madre María ,y su amante y amado Juan : " Madre , ahí tienes a tu hijo. Hijo , ahí tienes a tu Madre.
Todo estaba profetizado por los Profetas . El Mesías tenía que sufrir mucho y cargar con los pecados del pueblo . Juan el Bautista lo designó por inspiración del Espíritu Santo cómo el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Jesús el Hijo Amado de Dios iba a ser el artífice del nuevo pacto de Dios con los hombres. La salvación de todo ser humano iba a ser por medio del Sacrificio Propiciatorio de Jesucristo en la cruz.
El pueblo judío que lo condenó a muerte ; está totalmente exculpado , porque así estaba previsto y profetizado . El destino de Jesucristo no era ser educado por los sumos sacerdotes en el Templo de Jerusalén . Debía ser juzgado y condenado por las autoridades religiosas de Israel ; y por ésto Jesús debió volver con sus padres a Nazaret hasta cumplidos los 30 años.
Los sumos sacerdotes ,las autoridades políticas ,y el pueblo de Israel están totalmente exculpados por la Pasión y Muerte de Jesucristo. Todo estaba profetizado ,y debía de ser así.
Lo que no se entiende ; es que después de más de dos mil años de la muerte de Jesús ; el Talmud judío siga enseñando a los niños judíos que Jesucristo fue el más influyente y peligroso de todos los falsos profetas que ha conocido el pueblo de Israel..... No se entiende que el Espíritu Santo de Dios ,procedente del Padre y del Hijo ; todavía no lo haya recibido el pueblo de Israel . No se entiende de otra manera ; porque cómo dicen las Sagradas Escrituras :" nadie puede afirmar que Jesucristo es el Señor y Mesías de Dios ; si no es por la acción del Espíritu Santo . Ésta es la cuestión . Si el pueblo de Israel no ha recibido el Espíritu Santo ; es imposible que puedan creer en Jesús cómo el Mesías de Dios .
| Tenemos que rezar mucho por el pueblo judío que reside en Israel ,y por todos los judíos que viven en todas las naciones de la tierra, para que Yave Dios les conceda el Don del Espíritu Santo. Y de ésta manera acepten a Jesucristo cómo el Mesías y Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. !
Muchas gracias don Eleuterio Fernández Guzmán .y feliz Semana Santa y Pascua del Señor.
EFG
Muchas gracias a usted y también le deseo una muy feliz y provechosa Semana Santa con su Pascua incluida.
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