Inesperados apuntes – Al que madruga…
En realidad, son cosas que pueden pasar un día cualquiera y sin tener que haber sido preparadas. Momentos son que pueden originar una reflexión o algo así como un pensamiento que se alarga más o menos según sean las circunstancias y el pasar y ser de las mismas.
En realidad no se trata, esto, sino de unos inesperados apuntes.
Al que madruga…
Es verdad que hay refranes que nos cuesta un poco entender o, en fin, asimilar, porque no los comprendemos o porque el tema del que tratan no es de nuestro agrado o, simplemente y como se dice por lo popular, nos resbala…
Para los no creyentes, decir eso de “Al que madruga, Dios le ayuda” viene a ser algo así como hacer un brindis al sol o, mejor, como un querer que no se les predique en su desierto. ¿Qué tendrá que ver, pensarán, una cosa con la otra?…
Sin embargo, para otras muchas personas, creyentes en Dios Todopoderoso, saber que se tiene al Creador al lado desde tan temprana hora es, como se dice en la Sagrada Escritura, miel sobre hojuelas, lo mejor de lo mejor… Vamos, el no va más y nada mejor se puede esperar de un día si sabemos, si estamos seguros, que lo estamos, que eso pasa y que no se trata de la letra de una frase popular puesta ahí porque sí sino, justamente al contrario, porque es sí su ser mismo y que tantas y tantas veces nos sirve y nos viene la mar de bien en el devenir de la existencia nuestra.
De todas formas, y para empezar, sabemos que madrugar cuesta un poco y si es en vacaciones… más que más. Y, por tanto, hay quien niega la mayor del tal refrán, así de sencillo. Y, por lo tanto, negado el madrugar… ¿dónde queda Dios?
Pero hay, creemos que sí hay personas que, por creyentes, son capaces de tener por verdad que Dios les ayuda cuando madrugan por mucho que les cueste y por mucho esfuerzo que eso suponga en sus vidas pues, dadas nuestras circunstancias vitales es probable que el madrugar no nos lo quite nadie, ¿o no?
El caso es que, si lo pensamos bien y vamos al meollo de la cosa, otra realidad más real que esa no hay. Y es que Dios, que siempre está con sus hijos si sus hijos quieren tenerle a su lado es cierto y verdad que cuanto antes estén en el mundo… mejor que mejor. Y sí, esto puede parecer una verdad de las llamadas de Perogrullo pero verdad es y más que verdad que nos puede ayudar mucho en las intenciones que cada día echamos a volar desde que amanecemos que, como dice aquel, no es poco.
Y aquí les dejo, hasta un nuevo apunte.
Eleuterio Fernández Guzmán
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Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Es inesperado todo lo que por inspiración nos llega.
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