La Palabra para el domingo - 12 de junio de 2022
Como es obvio, hoy no es domingo 12 sino sábado 11 de junio de 2022. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.
También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.
Jn 16, 12-15
“12 Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. 13 Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. 14 El me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros.”
COMENTARIO
La Promesa del Espíritu Santo
Jesús era consciente del tipo de personas que había escogido para que fueran sus apóstoles. Y es que no era personas, precisamente, bien formadas, si hablamos de lo intelectual. Muchos de ellos es hasta posible que fueran analfabetos.
Sin embargo, el Hijo de Dios no buscaba a los sabios de su mundo sino a los que pudieran recibir su mensaje y su doctrina con un corazón tierno y preparado para ser sembrado.
Decimos esto porque cuando dice, en este texto del Evangelio de San Juan, que tiene mucho que decirles pero que no pueden con tales realidades, lo dice porque, al conocerlos, sabe que no ha llegado el momento para que puedan entenderlo todo a la perfección. Y es que Él, que les estaba enseñando desde hacía, al menos, tres años, era consciente de la verdad y la realidad de todo aquello.
Sin embargo, algo sí les puede decir que, además, les vendrá muy bien ante los momentos tan terribles que se avecinan acerca de la Pasión del Señor y de su terrible muerte. Y es que les habla del Espíritu Santo.
Hasta entonces, queremos decir en las Sagradas Escrituras, el Espíritu Santo-Dios no es que no hubiera sido considerado por los autores inspirados (cosa difícil al haber estado inspirados por Dios mismo) sino que no se le había dado la consideración que Jesús le da a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. Y es que sabe que va a ser crucial para la historia de la humanidad que va a salvar con su muerte.
El Espíritu Santo es Espíritu de Verdad. Quería decir con eso que, al ser parte de Dios, no podía ni mentir ni engañar y que, por eso mismo, les iba a guiar los por difíciles caminos del mundo teniendo en cuenta, además, que sabían que iban a ser perseguidos como Él lo había sido.
Que el Espíritu Santo no hable por su cuenta o, lo que es lo mismo, que no les fuera a decir lo que quisiera, era porque, sencillamente, era Dios mismo como Él, el Maestro, también lo era. Por eso Jesús atribuye al Espíritu Santo una serie de potencialidades que le son propias por ser, precisamente, el Espíritu del Todopoderoso.
Que el Espíritu Santo vaya a decir al ser humano lo que ha de pasar no es nada extraño ni obra de magia ni nada por el estilo. Lo dirá porque, sencillamente, lo sabe al ser Dios pues para Quien todo lo ha creado no hay secreto ni el pasado, ni el presente ni, sobre todo, en el futuro. Todo, pues, lo ha de decir el Espíritu Santo-Dios porque todo está en la mano y en el corazón del Creador. Y tal Espíritu será quien guie al hombre.
Pudiera parecer como si el Espíritu Santo fuera, digamos, por libre. Y es que Jesús dice que “recibirá de lo mío” y eso pudiera hacernos pensar que, en efecto, recibirá de lo de Cristo y luego actuará por su cuenta. Sin embargo, la verdad más cierta es que Jesús, que sabía que muchos no comprenderían que se trata de Dios mismo, Él y el Espíritu Santo, entiende más fácil para ellos (hace bien poco les ha dicho que hay cosas con las que no pueden…) que crean que, en cierto modo, el Espíritu Santo da de lo que recibe. Aún, claro, no están preparados para comprender un misterio tan grande como el de la Santísima Trinidad.
Todo, de todas formas, será dicho y explicado, al corazón y con mociones espirituales, por parte del Espíritu de Dios. Y eso sí podían comprenderlo.
PRECES
Pidamos a Dios por todos aquellos que no aceptan al Espíritu de Dios.
Roguemos al Señor.
Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren atender a las mociones del Espíritu Santo.
Roguemos al Señor.
ORACIÓN
Padre Dios; ayúdanos a escuchar con atención lo que, a través de tu Espíritu, nos dices.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
Eleuterio Fernández Guzmán
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Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Espíritu Santo, llévanos al definitivo Reino de Dios llamado Cielo.
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