Ventana a la Tierra Media – Cartas a Christopher: 1- De ciertas opiniones políticas de Tolkien padre y del reflejo que tienen en su obra
Como suele ser habitual en J.R.R. Tolkien, para alguien que quiere escribir sobre su obra, es la misma una fuente y corriente inagotable de temas. Y, en concreto, sus “Cartas”(Edición de Minotauro, debemos decir para hacer justicia) son un una que, como dice el Salmo 41 ("Como busca la cierva corrientes de agua…), es de agua vivificante para todo lector y admirador del maestro de Oxford y, en concreto, para su alma.
Como se trata, por tanto, de una posibilidad más que amplia, hemos pensado que sería buena cosa, elegir algunas de las dirigió a su hijo Christopher cuando se encontraba el mismo en plena Segunda Guerra Mundial de la que, gracias a Dios, volvió con vida como hizo su padre en la otra, la Primera, de la que no sólo salió parte de su obra sino mucho del sentido que le dio a la misma. Y la cosa durará, como podemos imaginar, hasta que dure, si ustedes nos entienden…
Pues bien, corría el 29 de noviembre de 1943, cuando Tolkien padre dice esto que sigue:
“Mis opiniones políticas se inclinan más y más hacia el anarquismo (entendido filosóficamente, lo cual significa la abolición del control, no hombres barbados armados de bombas o hacia la monarquía ‘inconstitucional’. Arrestaría a cualquiera que empleara la palabra Estado (en cualquier otro sentido que no fuera el reino inanimado de Inglaterra y sus habitantes, algo que carece de poder, derechos o mente) y después de darle la oportunidad de retractarse, ¡ejecutarlo si se obstina en no hacerlo!”
No podemos negar que apuesta fuerte Tolkien padre en lo que dice pero, como es lógico, aquí hay mucho que matizar para que nadie se lleve a engaño. Y es que no conviene andar por el camino equivocado sin llegar a lugar alguno y errando el paseo intelectual por esto se caiga por algún barranco donde algún dragón ideológico esté esperando para devorarlo…
Pues bien, de estas palabras de J.R.R. bien podemos creer que, en cuanto a pensamiento político nuestro escritor era, en esencia, liberal pues nos muestra una de las razones de ser del liberalismo: cuanto menos intervención estatal mejor.
Y aún estando nosotros totalmente de acuerdo con esto no se trata aquí de mitinear sobre tal asunto sino ver si, acaso, tal forma de pensar se refleja en su obra escrita pues eso demostrará no poca coherencia y ningún intento de tergiversar su pensamiento por intereses, digamos pecuniarios.
Algo que no era del gusto particular del autor de El Hobbit (etc.) era, precisamente, lo que supone el control que, desde el Estado, puede llegar a ejercerse sobre la población que lo constituye.
Un ejemplo de esto lo tenemos cuando, en el año 3019 T.E. sucede algo en La Comarca que marca más que bien el pensamiento de Tolkien sobre esto.
El caso es que en aquella tierra tranquila que era la de nuestros amigos los Hobbits, aprovechando la marcha de Frodo y sus compañeros hubo un intento de instalar un estado policial por perversión ejercida por Saruman. Y todo apuntaba a que tal iba a ser el destino de aquella tierra por la proliferación de fuerzas policiales con la única intención de subvertir el modo de ser y vivir de La Comarca. Y, como es de esperar en estos casos (José María Miranda Boto lo llama en su libro El Derecho en Tolkien, “La tentación totalitaria” en p. 120 ss.) la voluntad expresa de aquel poder extendido y extremo era reprimir a la población.
Sin embargo, aquella forma, digamos, de dirigir la vida de La Comarca tuvo un fin más que bien pensado con lo cual, con su Saneamiento, se ponía punto y final al intento de dar forma a un Estado, podríamos llamar, mediano (por lo de los Hobbits…)
Pues bien, Miranda Boto (en el libro citado arriba) nos dice que “El Saneamiento de la Comarca recoge, indudablemente, el descontento de Tolkien con los mundos policiales, modernos y mecanizados de sus días…”
Veamos, de todas formas, un ejemplo de esto. Y es que, en realidad, una figura que, quizá de lejos, podría recordar la constitución de algo así como un “mando” (propio de un Estado que tiene poder) es la del Alcalde de La Comarca, también llamado Alcalde de Cavada Grande (o al revés) que era adjudicado cada siete años en el tiempo de celebración de la Feria Libre de las Quebradas Blancas a mediados de verano.
En realidad, tal cargo era el único cargo público, digamos que de forma real, ejercicio en aquella tierra. Pero no vayamos a trasladar la figura del Alcalde de hoy día a la del que lo era de La Comarca. Y es que, por decirlo pronto, era un cargo que tenía, casi exclusivamente, la función de presidir los banquetes en las fiestas (y en una Feria es nombrado…) que pudiesen haber en su tierra. Y, siendo los Hobbits como son, ya podemos imaginar que no será él solo quien se inmiscuyera en tales asuntos…
Eso sí, podemos decir que la persona del Alcalde ostentaba otros cargos como eran el de Primer Oficial y el de Jefe de Correos(como apuntamos abajo) y por eso mismo era quien organizaba tanto a los servicios de policía como a los mensajeros.
Y, es más, con tan larga que fue la historia de La Comarca tan sólo se citan dos Alcaldes en El Señor de los Anillos que son, a saber, Will Pieblanco (damnificado con la llegada de la tentación totalitaria a la que nos hemos referido arriba) y quien le siguió en el cargo que fue, nada más y nada menos, que Sam Gamyi. ¡Sí, nuestro Sam!, que ocupó tal cargo hasta el año 56 de a Cuarta Edad aunque no podemos olvidar que el mismo Frodo Bolsón ejerció tal cargo, en forma de Suplente, entre 3019 y 3020 de la Tercera Edad…
De todas formas, eso no quiere decir que los Hobbits no tuvieran organización alguna pues es cierto y verdad que (dice Miranda Boto) “habían desarrollado, pues, un servicio postal, una fuerza de policía y una guardia de fronteras”. Y, entonces apunta algo que es muy importante y es que si esto se pudiera considerar algo así como una organización estatal (que no por cómo funcionaba la cosa y el sentido que los Hobbits le daban a la organización) eran, en todo caso, “elementos propios de una civilización más avanzada que ella Edad Media en la que parece vivir el resto del continente”.
Es decir, que J.R.R. Tolkien, muy fiel a su pensamiento, consideraba de poca importancia dotar a La Comarca (su mundo y lugar ideal, digamos de paso) de una organización puramente estatal y prefirió que rigiera en ella el libre albedrío no sin tener en cuenta que algo, “algo”, debía de organizarse pero no un Estado en cuanto tal…
De todas formas, el ideal de Tolkien padre lo deja bien claro cuando dice que, en todo caso, “Estado” tiene relación para él, con el reino “inanimado de Inglaterra y sus habitantes, algo que carece de poder, derechos o mente” pues debe carecer de lo primero, para ejercerlo; de lo segundo, sobre otros y, por fin, de mente para pensar en hacer el mal aunque el Mal ejerza un poder que nadie le ha dado y lo haga sobre otros con voluntad maliciosa como, por otra parte, es de esperar.
Esto es, digamos, lo que podría esperarse de alguien que tiene al Estado como un ente que, al fin y al cabo, procura el poder por el poder mismo. Y nos referimos al propio J.R.R. Tolkien de quien, por otra parte, no se podía esperar otra cosa ni, en justicia, querríamos que sostuviese en su obra algo distinto a lo que creía.
Bien sabemos, por otra parte, que sobre esto puede haber y hay muchos otros pensamientos aunque, claro, aquí se trata del suyo con el que estamos, por cierto, más que de acuerdo.
Eleuterio Fernández Guzmán
Socio de la STE (Sociedad Tolkien Española) con el número 1714
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Tierra Media: otra Tierra, esta Tierra.
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
4 comentarios
En relación a lo presentado, también muy recomendable el siguiente vídeo del instituto Xoan de Lugo en donde repasan las ideas de Tolkien sobre la religión, política, etc.
"El legado de Tolkien - Conservando la cabeza (ep.33)",
https://www.youtube.com/watch?v=8fxl2JRmQLg
Un saludo.
Qué les pasa a los hobbits, ¿es que no hay violadores y asesinos entre ellos? Pues misteriosamente parece que no, y tampoco en la mitología de Tolkien se habla de un pecado original. No sé qué necesidad de estado pueden tener, cuando la misión original del estado es ejercer la violencia y la venganza en lugar de los particulares. Tampoco hay ninguna de las otras circunstancias que han dado origen al estado: necesidad de grandes obras públicas, canalizaciones, fauna hostil (leones, cocodrilos), no hay religión alguna establecida ( templos), no hay monarquía (palacios), no hay socialismo (silos, graneros). Pues tienen un alcalde gordinflón al que nadie toma en serio y que te puede arreglar un camino a cambio de un pastel de manzana y una botella de Viejos Viñedos. Los funcionarios de este estado son de dos tipos: los carteros y los monteros, que responden a la pasión de los hobbits por intercambiarse cartas y a su desconfianza hacia los extranjeros y que no parecen entresacados de las mejores familias.
En la misma línea, hay unos buenos postcasts del historiador y divulgador Tom Woods sobre el tema:
- "The Vision of Freedom that Tolkien Got and the West Forgot"
https://www.youtube.com/watch?v=nT8KLdb5QaU&t=928s
- "Mythology, Tolkien, and Liberty"
https://www.youtube.com/watch?v=RsUqx2Oc9kY
-" Tolkien and C.S. Lewis: The Friendship"
https://www.youtube.com/watch?v=ojwFU6MNLME
Un saludo.
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