Santos e Inocentes; Inocentes y Santos
Cada año recordamos,
el 28 de diciembre,
la muerte de los que llamamos
Santos e Inocentes.
¿Acaso a tal edad
puede uno santo ser?
¿Acaso sin proceso
y con poco que ofrecer?
Errado anda quien piensa
en bromas y risas falsas,
y mancilla aquella sangre
tan inesperada y santa.
Es cierto y verdad
y podemos así decirlo,
que con meses pocos cumplidos
no se ha tenido razón
y ni siquiera motivo
para subir pronto a los altares
aunque ejemplo haya en el Cielo
de alguno aún no nacido
que ha alcanzado la Gloria
sin la luz haberla visto.
El caso es el presente,
aquellos niños,
aquel matarife errado,
ciego, vengativo,
que quiso matar la Vida
por miedo de lo dicho.
Iba a nacer un rey,
vamos que ya había nacido,
cerca de donde gobernaba
aquel nigérrimo tipo.
Y ni corto ni perezoso,
como si pudiera hacerlo,
como si la vida fuera suya
siendo, en verdad, del otro,
ordenó una matanza
aunque pudiera creerse escasa
hubiera bastado la sangre
de un solo de los nacidos
para que fuera aberración
y desvergüenza grande.
Aquellos Santos que dieron su vida
poco hicieron, eso es cierto,
apenas unos meses habían pasado
desde su nacimiento
pero quiso el mundo,
y con él la inquina y la soberbia,
que la espada saliera rauda
a sangrar lo que pudiera.
Santos e Inocentes,
aquellos niños primeros,
mártires por testigos,
luz entre los luceros.
Santos e Inocentes,
¿qué culpa ellos tuvieron?
Santos e Inocentes
aquellos niños primeros,
tuvieron que dar su sangre
por el vicio y el anhelo
de aquel que no comprendió
el mensaje de unos Magos
que habían llegado de oriente
en busca del Bien anhelado.
Santos e Inocentes,
recordamos su presencia,
están con Dios en su Casa
y en nosotros su esencia.
Santos Inocentes, rogad por nosotros.
Eleuterio Fernández Guzmán
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Perdón os pedimos Inocentes cuando somos indignos de vosotros.
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
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