Ventana a la Tierra Media - El Silmarillion: principio y fin
En realidad, aquel escritor que iba a ser, lo que quería era que su Principio fuera como fue. Y así fue El Silmarillion…
Es cierto y verdad que esta obra escrita fue, por decirlo así, el embrión de todo aquel ser literario que sería subcreado por J.R.R. Tolkien. Y desde el mismo momento en el que nuestro autor empezó a escribirlo, podemos decir, lo que tenía que venir llegó a ser por su propia naturaleza.
Sabemos, también, que refleja el principio de todo aquello que sería la Tierra Media. Y, por tanto, que todo lo que, con el tiempo, llegó a ser una obra literaria, refleja la voluntad de quien sabiendo lo que quería hacer… lo hizo y bien que lo hizo.
Por otra parte, decimos arriba que aquello es el “Principio” porque, en efecto, desde aquel momento todo empezó a tener explicación.
Resulta curioso, de todas formas, que no fuera hasta muchos años después de haber empezado a escribir lo que acabaría siendo “El Silmarillion” cuando conocimos aquel principio aunque en sus obras posteriores como son El Hobbit y El Señor de los Anillos es obvio que hay referencias a los primeros tiempos de donde viene, precisamente, el Anillo Único y las demás joyas redondas entregadas a Elfos, Hombres y Enanos. Es decir, de la obra misma que lleva el título al que nos referimos, es de suponer, nadie sabía de su totalidad hasta que Christopher Tolkien fue capaz de armar, por así decirlo, todo el esqueleto que había dejado su padre y dar a luz aquella obra, ahora sí, conocida como “El Silmarillion”. Y lo hizo, seguramente, lo mejor que pudo aunque, como suele pasar, siempre hay quien crea que a lo mejor se “nota” mucho su mano en lo que al final resultó de todo aquello.
De todas formas, tampoco podemos negar que el resultado obtenido de los muchos escritos que tendría de su padre no fue nada malo y podemos pasar por alto lo que, de suyo, haya podido poner allí para hilvanar bien un tejido tan complejo como es El Silmarillion. Y es que, para empezar, ahora podemos llevarnos a los ojos y al corazón lo que fue, para J.R.R. Tolkien la intención de subcrear un mundo, la Tierra Media, y cómo lo quiso desde el mismo momento en el que empezó a escribir sobre el mismo.
Hay quien ha escrito (y muchos lo han hecho y hacen) mucho mejor que el que esto escribe acerca de esa obra de la que ahora hablamos. Sin embargo, nos basta con sostener lo que creemos es nuestra idea acerca de este asunto pues es sabido que el mundo de Tolkien padre es muy adaptable al corazón de cada cual. Y no siendo esto una excusa para poder seguir escribiendo sin avergonzarnos… al menos baste para poder hacerlo.
Para nosotros El Silmarillion es, claro, el principio de todo pero también es el final, por así decirlo.
En cuando a lo primero, no descubrimos La Comarca si decimos que, en efecto, con aquello empezó todo, con aquella música, con los Ainur… y con Melkor, como muy bien sabemos. Y, en cuanto a principio, es el lugar perfecto donde debemos acudir o, algo así, como la fuente donde debemos abocar nuestra sed cuando queremos saciar el ansia de conocimiento. Y como tal es, verdaderamente, inconmensurable, gigante y, como poco, digna de ser tenida más que en cuenta por todo aquel que quiera conocer y saber los primeros pasos de todos los seres allí aparecidos…
Francamente, a nosotros nos gusta y más que nos gusta perdernos por los recovecos de los caminos que encierra El Silmarillion. Es decir, ponernos en situación tal que nos sintamos insertos (si se puede decir así la cosa) en las idas y venidas de los personajes que se enseñorean de una Tierra, la Media, porque es suya y porque se les ha entregado para hacer, como diría Gandalf luego, lo que puedan hacer con el tiempo que se les ha dado. Y se les dio un tiempo muy extenso y en el mismo hubo de todo, como en botica: andares comunes, aventuras, batallas, guerras, ansias de poder, robos de joyas, caídas de ciudades de ensueño, etc. Y no falta de nada porque todo huele a inicio, a no saber cómo va a continuar todo aunque hayamos sabido, al final de toda la escritura de J.R.R., en qué acabó todo y veamos, en la distancia de milenios, a los que parte de los Puertos Grises para una mejor vida…
Pero también es final esta elegante obra de Tolkien padre puesta en la calle por uno de sus hijos que, como sabemos, fue el que más cerca estuvo del profesor (como sería el propio Christopher) y escritor (como bien podemos considerar al propio Christopher) Y decimos que es el final porque en ella encontramos una voluntad expresa de que todo termine bien y de que no triunfe el Mal sobre lo bueno y mejor.
Y decimos, seguros estamos de esto, que J.R.R. Tolkien, que nos cautiva con El Silmarillion de un forma casi sobrenatural, ha puesto en nuestros corazones un ansia consistente en anhelar haber estado allí, como mirando, cuando los Ainur colaboraban en lo que podían con su música e, incluso, en poder haberle afeado a Melkor su mala conducta, de hijo rebelde que no se conforma con lo que tiene sino que prefiere no ser y sí tener, sólo, en exclusiva, sobre toda obra buena anhela la mala…
Y sí, podemos ver cómo aparecen montañas, ríos, bosques y cómo, en la distancia, hay quien despierta mirando las estrellas como Primeros Nacidos. Y lo que está por venir… desde aquí, desde este Principio donde nace toda aventura, ventura y gozo.
Eleuterio Fernández Guzmán- Erkenbrand de Edhellond
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Tierra Media: otra Tierra, esta Tierra.
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
7 comentarios
Es abrupto, críptico, denso y confuso muchas veces. Yo sigo esperando una versión extendida con notas, referencias y comentarios en cada página.
Pero es la base de Tolkien. Leer el Silmarillion hace que la lectura posterior del Hobbit o el Señor de los Anillos tenga una profundidad y entendimiento mucho mayor.
Además yo veo muchos paralelismos entre El Silmarillion y la Biblia. Salvando las distancias creo que el primero es un hermoso y poético homenaje al segundo.
Christopher Tolkien hizo mucho bien publicando este libro, por mucho que se le criticase. Y me imagino la ardua tarea que tuvo que ser. Cualquiera que haya visto o leído acerca de la forma de trabajar de Tolkien padre se dará cuenta que El Silmarillion fue un puzzle complejo a más no poder. Menos mal que la mano sabia e invisible de Illuvatar dio la guía para resolverlo.
EFG
Estoy totalmente de acuerdo con lo que usted dice. Este libro es fundamental para entender toda la obra de Tolkien y lo que hizo su hijo para que saliese a la luz es verdaderamente impagable.
Leer este libro de Tolkien es darse cuenta de lo bien que se puede llegar a hacer algo.
Y, por cierto, también yo veo ahí la mano de Eru pues otra cosa no puede querer el Creador que no sea que todo se diga como fue.
Por lo que veo usted tiene cierto interes en el tema de la "magia" y la obra de Tolkien.
Tolkien era un escritor católico. Y eso se nota en su obra. Si sabe por supuesto leer entre lineas.
Al contrario que en la mayoría de las ficciones de fantasia donde la magia se puede considerar algo material y una mercancía, un modo de alterar la realidad a voluntad del mago, en Tolkien toma otro camino.
Los magos, como Gandalf, eran enviados de los Valar. Por tanto su naturaleza y su esencia mágica, o acciones, serían equivalentes a cuando en la Biblia aparecen ángeles y otras manifestaciones divinas. Ellos no hacen magia, transmiten la voluntad de su creador.
Oiga, que Moises separa nada menos que un mar. En la Biblia sale. Por si no la ha leido o comprendido.
Esas manifestaciones "mágicas" serían equivalentes en su lado malvado. Los siervos de Melkior tienen poderes que bien son dados por su señor o tomados de el. Le recomiendo videos del conocido sacerdote Fortea acerca de los demonios y sus "poderes" para que vea la analogía. Se lo pongo fácil:
Satan = Melkior (de hecho ambos comparten origen)
Demonios = siervos de Melkior.
Y así con todo.
En el único escrito donde si aparece algo más de magia al estilo más clásico, pagano y/o popular es en El Hobbit. Pero ese libro fue muy primigenio en la obra de Tolkien y escrito/planeado con otro tono. Por tanto no lo tendría mucho en cuenta. Creo que el propio Tolkien habló precisamente de ello en algunas de sus cartas.
Y para terminar, si tuvieramos hoy un papa como San Pio X no se si quemaría el libro o no. Pero si se que si tuvieramos un papa como Alejandro VI el Vaticano sería un lupanar lleno de corrupción.
Como ve las analogías y los birli birloques históricos son ridiculos en estas argumentaciones.
PD: no soy ningún fanático de Tolkien pero me gusta su obra.
1) NO, en ningún sitio de El Simarillion dice que los hombres tienen la capacidad de hacer magia
2) Quiero recordar que es una obra de ficción: lo que sucede en esta obra es tan ficticio como la malvada madrastra de Blancanieves (aunque existen las madrastras malvadas en el mundo)
3) Hay en El Silmarillion varios hombres que intentan meterse en magia, y a todos les va mal (numenóreanos negros, espectros del anillo, etc...)
4) Este verano me leí la biografía "definitiva" de Pío X. ¡Muy interesante! Le cogí cariño. Campesino pobre, persona muy concreta, nada dado a la imaginación, buen estudiante pero de cultura muy sencillita. No tenía ni idea de literatura...¡¡¡y mucho menos de literatura fantástica del s.XX!! Es como intentar medir aromas con amperiómetros: no se hace así.
Bueno, bueno. Para no ser un experto de Tolkien y no haber leído el Silmarillion está usted muy puesto en lo que dicen que decían que hacía Tolkien.
Y en esa magia inexistente que usted dice que existe. Si no conoce el libro, ¿por qué afirma con tanta vehemencia lo que afirma?
Ay, ay, ay, que cousiñas que dicen en las tierra de mi esposa.
Por cierto, ya le hemos respondido dos personas sobre la "magia" en el Silmarillion. No se vaya usted por los cerros de Úbeda y deje de sacar encíclicas y responder.
Y para terminar. Que Tolkien se pusiera al CV II demuestra que era más respetuoso con la doctrina que muchos que hoy dicen defender a Cristo. Empezando por los de la pachamama y sus cuatreros.
A mi me parece estupendo que en este portal católico se hable de Tolkien, un escritor católico que ha influenciado para bien con su obra a mucha más gente que todos los inquisidores de sacristía que desgraciadamente pueblan, poblaron y poblaran la fé.
Para terminar, leyendo toda esa lista de encíclicas y textos que usted nombra para libros la mitad de lo que ha escrito Bergoglio tendría que haber sido quemado. Por no hablar de las deposiciones constantes con las que nos alegran la existencia, es un decir, Martin y tanto cura modernista.
PD: espero que el autor del post no deje de escribir sobre Tolkien si no que lo haga más a menudo. No puedo comentar sus post tanto como quisiera pero los leo siempre. Y es de lo mejor que hay en este portal.
Sigue con sus falacias y sus cosas que no llevan a nada. Yo he visto augurios cristianos, horóscopos de los apóstoles y cartas astrales de San Pedro.
¿Culpamos al Cristianismo de eso? No, ¿verdad?. De hecho usted pensará, eso es ridículo. Pues igual de ridículos que sus argumentos, citas y libros/encíclicas sacadas de contexto.
Para terminar porque está claro que usted es, o un fanático o un polemista. Y no me gusta perder mi tiempo.
Ya le hemos explicado dónde está la magia que sale en el Silmarillion. No ha contestado. Solo que ha visto cartas en Amazon con esos personajes. Por cierto, solo tiene que ver la inmensa cantidad de artistas que en España usan la imaginería católica y cristiana para soltar sus sandeces. Le repito, ¿culpa del cristianismo?
Pues es lo mismo. Deje de arrimar el ascua que le interesa a su sardina. Deje de usar argumentos de mercachifle evangélico.
Ya le he explicado como usando sus argumentos una gran cantidad de altos cargos de la jerarquía católica, empezando por Bergoglio, vería sus escritos arder. Es más en según que época y territorio ellos mismos habrían acabado en la hoguera. O no le suena el tal Martin, jesuita, que día si y día también aprovecha su posición para ilustrarnos sobre las maravillas de la homosexualidad. O en Roma más de uno con ídolos paganos pachamámicos.
Y crítica usted que Tolkien renegaba del CV II?
Siguiendo sus argumentos ridículos.
¿Links? ¿Sabe usted cuantos links puedo darle acusando a los curas y monjas de pedofilia, robo de niños y malversación? Cientos. Miles.
En fin. Usted a lo suyo. Yo a lo mío.
Eso, que lo siento pero creo que es necesario.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.