Un amigo de Lolo – Cristo Médico – 2
Presentación
Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.
Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.
Con la ayuda de Dios vamos a dar cabida en este blog y, en concreto, en el lugar donde le corresponde que no es otro que el que se refiere al #beatoLolo, lo mismo que hicimos en lo referido a Lolo, periodista, a lo refiere el capítulo de su “Mesa redonda con Dios” de título “El Médico”.
Y no, no se trata de que en sus ratos libres Lolo fuera médico sino que el susodicho capítulo viene referido a Jesucristo como Médico, donde el alma tanto va a tener que ver.
Cristo Médico – 2
Con la ayuda de Dios estamos dando cabida en este blog y, en concreto, en el lugar donde le corresponde que no es otro que el que se refiere al Beato Manuel Lozano Garrido, lo mismo que hicimos en lo referido a Lolo, periodista, a lo que refiere el capítulo de su “Mesa redonda con Dios” de título “El Médico”.
Y no, no se trata de que en sus ratos libres Lolo fuera médico sino que el susodicho capítulo viene referido a Jesucristo como Médico, donde el alma tanto va a tener que ver.
“Porque fuiste el mejor médico de hace veinte siglos, yo vivo el alto honor de colaborar con tu ciencia, el privilegio de esas las veinticuatro horas del día en la salud y en la consolación de los hombres” (Mesa redonda con Dios, p. 77)
¿Cómo se siente Lolo y a Quién se acerca Lolo para llevar a cabo la misión de la que habla en este artículo y, en concreto, en este párrafo?
Aquí aparecen una serie de palabras que muestran el sentido de todo esto y que, en el fondo, encuadran al Beato de Linares (Jaén,España) dentro de una situación espiritual más que especial:
Ciencia
Privilegio
Consolación
En efecto, son sólo tres de las, digamos, bastantes que componen este apartado de su visión del Médico. Sin embargo, son tan cruciales e importantes que vale la pena detenerse en cada una de ellas para comprender lo que Manuel Lozano Garrido entiende de esa profesión médica tan especial de Cristo.
En cuanto a la “Ciencia” de la que habla Lolo, es cierto y verdad que el Hijo de Dios hacía de su medicina una verdadera “ciencia” en cuanto a lo que la misma significa. Es decir, el saber humano que encierra la ciencia y a través del cual se manifiesta su ser y su hacer estaba al alcance de Jesucristo pues era Dios hecho hombre. Y Lolo quiere “colaborar” con tal ciencia.
Es claro que el linarense universal sabe más que bien que nunca podrá ser más que su Maestro (esto mismo lo dice Cristo en un momento determinado del Evangelio) Pero, al menos, en su leal saber y entender quiere hacer lo posible para colaborar con esa ciencia del amor, del perdón y de la curación del alma de la que es Maestro el Maestro.
En cuanto al “privilegio” que supone para Lolo hacer las veces de ayudante del Médico que es Cristo, es cierto y verdad que para nuestro amigo se siente privilegiado por poder hacer la parte que le corresponde en el devenir de su prójimo.
Que Lolo se sepa privilegiado es porque tiene conciencia de que puede colaborar con Cristo en la mejora de la situación de aquellos hermanos suyos que necesitan que se les eche una mano porque su vida no está pasando por buenos momentos. Y ahí es donde Manuel se siente “privilegiado”. Y así se siente porque sabe que está más que bien ser aceptado como colaborar de un Médico, no sólo, como fue Cristo sino como sigue siendo ahora mismo y lo seguirá siendo siempre, siempre, siempre.
Pero no es eso todo porque Lolo quiere “consolar” a los que necesitan consolación. Y es que, como podemos imaginar, Lozano sabía que muchas personas necesitaban auxilio, también, espiritual y estaba dispuesto, en la medida de sus posibilidades (que eran más de las que podía parecer a primera vista), a ser quien consolara a los necesitados de consolación.
Es verdad, a este respeto, que lo que dice Lolo en principio, que es un “honor” poder hacer lo que luego dice y refiere, lo tiene muy claro: merece honor a Quien se dirige y, por tanto, para él, para Manuel, es algo así como querer permanecer en Cristo que, como Médico del alma, reconforta en los duelos, alegra en las tristezas y llena de esperanza a quien la haya podido perder.
Y eso quiere hacer Lolo, así quiere ser. Y, ciertamente, lo fue.
Eleuterio Fernández Guzmán
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
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