J.R.R. Tolkien - Ventana a la Tierra Media – Minotauro: lo que es bueno para uno debe serlo para todos

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A uno le da cierta vergüenza escribir sobre esto. Sin embargo, como estoy perplejo por lo ocurrido… pues eso, que lo digo y ya está.

Todo esto es, verdadera y francamente lo digo, incomprensible.

En realidad, lo que molesta es que, queriendo hacer las cosas bien… en fin… pues que no haya manera de que puedan hacerse.

Bueno, pues a la cosa.

Corría, creo recordar (hace tantos meses…) el mes de enero de este año del Señor de 2019 cuando, el que esto escribe, con la mejor intención del mundo (la legal y la de querer difundir la obra de J.R.R. Tolkien) se dirigió a la editorial que, en España, adquirió los derechos para, digamos, explotar lo escrito por nuestro profesor y obtener, como es su derecho, los mayores beneficios posibles.

Eso es propio, por decirlo así, del mundo económico, del negocio. Y, hasta ahí, nada que objetar.

Bien sabemos, por otra parte, que cuanto mayor sea el conocimiento que se tenga de un autor, mayor es la posibilidad real de que se adquieran las obras que el mismo haya escrito. Y esto también es lógico y normal. No puedo decir que el que esto escribe sea poco perseverante. Es más, pesado lo soy un rato cuando creo que debo perseguir determinado fin. Y tal es el caso de la obra del profesor de Oxford.

Con esto quiero decir que no han sido varios los medios a través de los cuales me he dirigido a la editorial susodicha (cuyo nombre no voy a decir porque, al parecer, no quiere que se diga nada de la obra que vende y promociona). Es decir, que no me he limitado a enviar un correo electrónico como se me sugirió a través de las redes sociales. Y eso hice. Y lo hice varias veces.

Al parecer (y eso lo entiendo) hay quien no tiene la más mínima intención, siquiera, de responder con cierta educación a quien le pregunta o le pide algo pues sólo ha habido alguna comunicación de la que nunca más se supo nada. Y eso es bastante triste. A lo mejor es que están muy ocupados y no hay nadie que, a lo largo de los meses transcurridos desde entonces, haya podido decir, por ejemplo:

1. Señor, no puede usted utilizar lo publicado por nuestra editorial porque tenemos los derechos adquiridos.

2. Señor, puede usted utilizar lo publicado por nuestra editorial mencionando la misma cada vez que haya uso de lo publicado por nosotros.

Como podemos ver, no es nada difícil responder de una forma o de otra pero, al menos, responder. Pero, al parecer, y eso lo comprendo, el que esto escribe es persona de poca importancia y tampoco van a molestarse en decir nada porque, al fin y al cabo, “habiendo días enteros para qué vamos a hablar con medios días…”

Todo esto me ha producido, por decirlo de forma fácil de entender, un malestar que cualquiera puede comprender. Y es que no espera, al menos, en fin, algo, un algo, alguna palabra o, en fin, una simple respuesta.

Al parecer, no vale la pena que haya quien quiere hacer las cosas legalmente y no proceder, por ejemplo, a publicar citas sin ton ni son sin decir de dónde vienen aunque todo el mundo sepa de dónde vienen. No. Aquí, según decimos, no vale querer hacer las cosas bien. Y eso tiene consecuencias tales como que llevo desde entonces escribiendo sobre la obra de un autor como J.R.R. Tolkien sin poder citar muchas cosas que podrían citarse. En fin…

De todas formas, es más que posible que si hay alguien de la editorial a la que nos referimos que lea esto o que le digan lo que aquí se ha puesto, que monte en cólera y no quiera, siquiera, responder a lo preguntado hace tantos meses. De todas formas, los libros que ha publicado la misma los he comprado en bastante número sin importarme, para nada, este absurdo desdén y olvido.

¡Ah!, que eso es lo que ha pasado. Entonces, el que esto escribe no pierde nada por decir las cosas como son y tratar, al menos tratar, de hacer ver que hay ciertos comportamientos que son, simplemente, incomprensibles.

Por cierto. Hay, de todas formas, un escritor que mediante correo electrónico me dijo que la citada editorial estuvo seis meses sin decirle nada de nada sobre el libro que le habría presentado y que otra editorial supo entender el valor de su obra. Y ya comprenderán ustedes que no diga a quién me refiero aunque él, seguramente, si lee esto, se habrá sentido identificado…

Y, claro, tal forma de comportarse creemos no es fácil de entender. Vamos, digo yo, si ustedes me entienden, como diría Sam.

 

    

 Eleuterio Fernández GuzmánErkenbrand de Edhellond  

 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Hay mundos que, sin duda alguna, nos llevan más lejos del que vivimos, nos movemos y existimos.

………………………….
Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

1 comentario

  
Hechos
D. Eleuterio, lamento profundamente el vació de respuesta que le hace la mencionada editorial.

Desde un punto de vista pragmático, me parecen bastante necios, por decirlo suavemente, ya que usted les haría una magnífica publicidad de sus libros y de gratis, y francamente, teniendo en cuenta que con internet las editoriales van a la ruina en publicaciones en papel escrito, y que el uso del e-book no ha logrado calar en España como en el resto de Europa; los responsables de la editorial actúan para arruinarse.

Muchos ánimos D. Eleuterio. aunque la actitud de esta editorial limite sus magníficos artículos (de usted) sepa que usted cuenta con un grupo importante de fieles lectores, entre los que tengo el privilegio de figurar, que esperan sus post (de usted) con auténtica satisfacción.

¡Saludos cordiales y muchos ánimos D. Eleuterio!

Ps. El que espera cristianamente nunca desespera.

EFG

Muchas gracias por sus palabras. Y de desesperar... nada de nada. Eso no es cosa de hijos de Dios.
13/09/19 9:23 AM

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