Dios castiga, ¿y qué?
No quiero que se me olvide que hoy celebramos es la festividad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. Bueno, antes se celebraba hoy y, de hecho, el Papa Francisco así lo hará en Roma. Es uno de los tres jueves que más lucen del año. Lo es y, a pesar de todo, lo será siempre. ¡Y sigue luciendo!
“Señor que nos haces participar del milagro de la Eucaristía: te pedimos que no te escondas, que vivas con nosotros, que te veamos, que te toquemos, que te sintamos, que queramos estar siempre junto a Ti, que seas el Rey de nuestras vidas y de nuestros trabajos.
Señor mío Jesús: haz que sienta, que secunde de tal modo tu gracia, que vacíe mi corazón…. para que lo llenes Tú, mi Amigo, mi Hermano, mi Rey, mi Dios, mi Amor!”
(San Josemaría)
Y, ahora, el artículo de hoy
-Otra vez se lanza usted a la piscina…
-Es cierto. Sin embargo, hace tiempo que aprendí a nadar.
Bueno. La cosa está que arde y no voy a ser yo quien eche leña al fuego que, luego, ya se sabe lo que pasa.
Hay debates que son difíciles de llevar por la paciencia que necesita quien quiera sacar algo en claro del asunto.
El problema es cuando el debate se genera por la equivocación flagrante de una de las partes. Entonces lo que pasa es que la que cree que tiene la razón, aquí véase la Verdad, ha de acumular dotas grandes de paciencia y de bondad del corazón.
Y eso pasa en este muy particular y, al parecer, preocupante caso.
Se ha dicho mucho sobre si Dios castiga o si Dios no castiga.
La cosa es que cuando alguien ve que son las doce de la mañana y que el sol está en lo más alto a nadie se le ocurriría decir que es de noche y que se va a dormir.
Pues en este tema ha pasado que siendo las doce de la mañana en materia de fe y ver que el sol hace de las suyas con los sudores de los que lo soportan aún hay personas que se han empeñado en decir que es noche cerrada y ¡hala! a debatir con el prójimo.
El caso es que si la realidad no fuera tan cierta y sencilla de entender daría la cosa como para repartir con el látigo con el que Jesús echó a los cambistas de cosas y escamoteadores del sentido exacto de la fe…
La verdad es que uno, el que esto escribe, como ha dicho muchas veces, no es teólogo ni nada por el estilo pero para esto tampoco hace falta tener muchas luces. Bueno, a lo mejor sí que hace falta y eso es lo que falta en algún caso. Por eso aquí no van a ver elucubraciones ni nada por estilo y, aunque pueda parecer poco formado o algo por el estilo tampoco voy a aportar dato más allá de lo que se diga aquí pues ya hay personas, en esta misma casa, mucho mejor preparadas que yo y han hecho lo que tenían que hacer. A cada uno, pues, lo suyo, que es la definición exacta de lo que es el derecho y, en cuanto a tal, también nos toca a los sencillos en la fe decir, sencillamente pero con claridad, lo que creemos de esto.
Pues empecemos por el principio.
Dios castiga a Adán y a Eva por haber incumplido su mandato de no comer de aquel árbol; Dios castiga a Caín por haber matado a su hermano Abel…
No parece difícil de entender que pasar, por ejemplo, de vivir en el Paraíso a ganar el pan con el sudor de la frente, morir cuando llegara el momento y no volver más al Paraíso donde estaban la mar de bien… parece un buen castigo. Lo mismo podemos decir del caso de Caín… castigado a vivir siempre con el remordimiento de conciencia de haber matado injustamente a su hermano Abel. No parece, tampoco un premio por haber hecho una buena acción…
En fin…
Debemos suponer, por tanto, que Dios, que es bueno y es misericordioso y es justo dejó de castigar al hombre por sus pecados cuando hizo aquello con Adán, Eva y Caín. Vamos, hombre, eso es como para aceptar cualquier cosa por el mero hecho de aceptarla y ya está. Vamos, que no hay quien se lo crea.
A mí me parece que alguien se ha hecho la pregunta equivocada. En vez de preguntar, para responder que no, si Dios castiga tenía que haberse hecho otra pregunta que, seguramente, iría más con la realidad de las cosas espirituales de nuestra fe.
No debería olvidar nadie, sobre todo los evangelizadores más formados que son, a su vez, formadores, que el empecinamiento en lo falso no va a ninguna parte salvo, seguramente, a recibir alguna reprimenda divina.
Y es que hay un dicho famoso que dice que “todo el mundo es bueno” y hay alguien que, a lo mejor, se lo ha creído siendo la verdad que Bueno, Bueno, sólo es Dios.
-Lo ve, usted, que la cosa no ha ido tan mal.
-Bien pensado, sí que es fácil eso de que Dios castiga…
Eleuterio Fernández Guzmán
La Editorial Stella Maris convoca el I Premio de Ensayo REVISTA EL PENSADOR.
Las bases son las que siguen:
1.- Editorial Stella Maris convoca el I Premio de Ensayo REVISTA EL PENSADOR, conforme a las presentes bases.2.- Podrán concurrir al Premio cualesquiera obras inéditas de ensayo, en lengua castellana, cuya temática verse sobre “De Franco a hoy: evolución de España desde 1975 a 2013″ desde el punto de vista social, cultural y/o moral. Esta temática podrá ser abordada en conjunto o desde cualquier aspecto concreto.
3.- Las obras tendrán una extensión mínima de 150 páginas y máxima de 300. La tipografía a utilizar será el Times New Roman, tamaño 12, espaciada a 1,5. Se presentarán dos copias impresas en papel y se adjuntará una copia en formato word.
4.- Los autores, que podrán ser de cualquier nacionalidad, entregarán sus obras firmadas con nombre y apellidos, o con pseudónimo.
En el caso de que la obra venga firmada con nombre y apellidos, es obliga-torio incluir fotocopia del documento oficial de identidad, una hoja con los datos personales (nombre y apellidos, dirección postal, teléfono y email), un currículum vitae detallado del autor, así como un certificado firmado en donde se haga constar que la misma es propiedad del autor, que no tiene derechos cedidos a o comprometidos con terceros y que es inédita.
En el caso de que la obra sea presentada bajo pseudónimo, se incorporará una plica (con el título de la obra y el pseudónimo utilizado), en cuyo interior se incluirá la documentación referida en el párrafo anterior. Las plicas sólo serán abiertas en el caso de que la obra fuera premiada. En caso contrario serán destruidas junto a los originales presentados.
5.- Se admite la presentación de obras colectivas, pero en este caso el premio se repartirá a prorrata entre los autores. Y la documentación exigida en la cláusula anterior regirá por cada uno de ellos.
6.- Las obras presentadas al Premio no podrán ser editadas, reproducidas, cedidas o comprometidas con terceros, hasta el fallo definitivo. El ganador y, en su caso, los accésits ceden, por el mismo acto del fallo y de manera inmediata, los derechos exclusivos y universales de edición durante quince años a favor de Stella Maris.
Ninguna obra presentada al Premio podrá ser retirada del concurso hasta el fallo del Jurado.
7.- El Premio consistirá en:
* 6.000 euros en concepto de anticipos de derechos de autor.
* Publicación de la obra en una de las colecciones de Stella Maris.
* El 7% sobre las ventas, en concepto de derechos de autor.8.- El Premio puede ser declarado desierto. Asimismo puede otorgarse un Accésit por cada una de las siguientes modalidades: Ciencias Sociales, Cultura y Filosofía.
El premio de cada accésit será un diploma acreditativo. Stella Maris se reservará el derecho de publicación de cada accésit y, en este caso, el otorgamiento de un 7% sobre ventas en concepto de derechos de autor.
9.- El plazo máximo de presentación de obras que opten al Premio comienza el 1 de febrero y finaliza el 29 de diciembre de 2014 a las 24 horas.
Las obras deberán presentarse por correo certificado a la siguiente dirección:Stella Maris
(PREMIO “REVISTA EL PENSADOR")
c/. Rosario 47-49
08007 Barcelona10.- El Jurado estará compuesto por cinco profesores universitarios e intelectuales de reconocido prestigio, designados por Stella Maris. La composición del Jurado se hará pública al mismo tiempo que el fallo del Premio.
11.- El premio será fallado el 27 de febrero de 2015 y será publicado al día siguiente, comunicándose directamente además al ganador y accesits. El fallo del jurado será inapelable.
Las obras no premiadas serán automáticamente destruidas y no se devolverán en ningún caso a sus autores. Stella Maris no están obligados a mantener correspondencia con ninguno de los aspirantes al Premio.
12.- La concurrencia al Premio implica la aceptación expresa de las presentes bases de convocatoria.
……………………….
Por la libertad de Asia Bibi.
……………………..
Por el respeto a la libertad religiosa
……………………..
Enlace a Libros y otros textos.
……………………..
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
¡Castigo de Dios! Si hasta lo dice una afamada canción española.
…………………………….
Para leer Fe y Obras.
…………………………….
InfoCatólica necesita vuestra ayuda.
Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:
Y da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7), y haz click aquí.
15 comentarios
Pues en este tema ha pasado que siendo las doce de la mañana en materia de fe y ver que el sol hace de las suyas con los sudores de los que lo soportan aún hay personas que se han empeñado en decir que es noche cerrada y ¡hala! a debatir con el prójimo.
...
Me he partido de risa tras leer esos dos párrafos, :)
El problema es que este asunto no es para reírse, porque andan involucrados algunos dogmas de fe. Y negarlos pertinazmente es herejía.
---
EFG
Pues eso... que más claro, agua.
Sí que es cierto que en el Antiguo Testamento,(en las diferentes tradiciones, Yahvista, Elohista, Sacerdotal, deuteronomista), aparece una imagen de Dios que se enfada, se indigna...y castiga. Esto no se puede negar.
Pero estamos hablando de una revelación progresiva, donde Dios se da a conocer poco a poco, no de "golpe y porrazo".
Hasta llegar al Nuevo Testamento. Cristo no castiga a nadie, sí que habla de un infierno para los que se han excluído voluntariamente del Reino de Dios y de un juicio (la Iglesia considera un juicio particular después de la muerte personal y universal o final al final de los tiempos).
Pero ¡atención! de un juicio, (categoría teológica para orientarnos)en el que se muestra la orientación de la libertad humana, pero no de un castigo.
La "sentencia" de ese juicio se podía interpretar como castigo, pero Dios no castiga, sino que es consecuente con el uso de esa libertad humana.
---
EFG
Usted lo puede ver desde ese punto de vista pero si de un juicio se deriva un castigo y no un premio a eso sólo se le puede llamar "castigo" y si quien juzga es Dios, entonces...
Sí que es cierto que el que juzga es DIos, pero no condena a nadie al infierno, en el juicio se ratifica el uso de la libertad humana, es como si dijéramos: "tú has querido seguir este camino desde tu libertad que respeto; estas son las consecuencias"; pero jamás "yo te condeno a..."
El infierno está hecho para el demonio y sus ángeles, no para el hombre; si el hombre se condena, es por el mal uso de su libertad, no por un castigo divino por haber sido malo.
Quizá no es más que un problema de matices y lenguaje, pero es bueno distinguir estas cosas para no llamarnos a equívoco.
---
EFG
No creo que se trate de matices sino de esto que sigue y que recoge San Mateo en su Evangelio (25)
31 «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria.
32 Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.
33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
34 Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis;
36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme."
37 Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?
38 ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?
39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"
40 Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."
41 Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.
42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
43 era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis."
44 Entonces dirán también éstos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"
45 Y él entonces les responderá: "En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo."
46 E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.»
Es cierto que pudiera parecer que eso no es así pero, en verdad, es así.
---
EFG
Es muy cierto que Dios es misericordioso y que, muchas veces, su misericordia se pone por encima de justicia y perdona más de lo que cualquier ser humano estaría dispuesto a perdonar. Pero que Dios castiga está visto y más que visto.
En este texto del Evangelio de San Mateo que indicas(Que no es exactamente una parábola,aunque algunos la denominan parábola del juicio final)se viene a poner de manifiesto claramente que la salvación o condenación del ser humano tiene claramente relación con el comportamiento que hayamos tenido con nuestro prójimo, especialmente el más pobre y necesitado (el hambriento, el sediento,etc). Eso está claro.
Pero, por favor, no lo interpretemos de forma literal,la izquierda, derecha, pastor, ovejas, cabritos, etc son imágenes simbólicas.
¿Quiere decir que es falso esto? De ninguna manera, pero quedémonos con el mensaje de fondo, que es el importante y no con el ropaje literario.
"El primero, al parecer, es un individuo de Bélgica que aprovechó la celebración de una primera comunión para vociferar micrófono en mano que lo que había pasado era algo así como “un aviso de Dios” y que, al fin y al cabo, Dios castiga a los que no se comportan de acuerdo a su voluntad.
Sin embargo, el castigo de Dios no puede serlo en el sentido de enviar males a la humanidad sino, en cuanto justicia divina, cuando la misma se lleve a cabo. Y, aunque eso pueda chirriar un poco porque pueda dar la impresión de que me manifiesto, por ejemplo, contrario a la doctrina de existencia del cielo y del infierno, esto no es así porque, en realidad, lo que pretendo decir es que Jesús vino a corregir el pensamiento judío según el cual una persona estaba enferma porque había cometido un pecado ella o su familia. Eso lo corrigió el Hijo de Dios porque era Dios hecho hombre."
---
EFG
Reconozco que eso lo escribí en aquel artículo sobre el terremoto de Lorca. Siento no haberme sabido explicar pues lo que quería decir es que lo que no era correcto es creer que una persona estaba enferma porque había cometido un pecado sin, efectivamente, saber eso. Es decir estableciendo una relación directa, digamos, "de oficio".
Pero, en cuanto a lo demás, reconozco que, por ignorancia, me equivoqué en parte del artículo.
Que María Reina te arme con toda la paciencia.
Es cierto que esa objeción que indicas es muy común.Del "ojo por ojo y diente por diente" del Antiguo Testamento hasta "poner la otra mejilla y perdonar hasta 70 veces 7" del Nuevo Testamento hay una gran diferencia y contraste. Y las dos son Palabra de Dios.
Pero es que la revelación se va dando en un desarrollo progresivo, en una historia en la que el ser humano debe ir madurando a la par que Dios se le va manifestando cada vez de una forma más perfecta, la mentalidad de la venganza y de la batalla que corresponde a un estadio de la humanidad mas antigua debe ir dando paso a otra concepción mas espiritual y verdadera de las cosas y de Dios.
Por eso los cristianos decimos que el NT. supera al AT, los dos son revelación de Dios pero responden a una situación de la humanidad diferente que debe de ir madurando y perfeccionándose.
Señores: el problema ya no es sí Dios castiga o no, el problema es el RECHAZO del MAGISTERIO, si ustedes rechazan pertinazmente el magisterio, entonces ustedes NO tienen la fe divina y católica, ustedes no son católicos.
El catolicismo es 100% teocéntrico, la voz del magisterio no es la voz de carne y hueso alguno, es la Voz de Cristo: Quienes a ustedes escuche, a Mí me escucha, quienes a ustedes rechaza, a mi me rechaza.
No creo que nadie esté negando una verdad de fe, sino eligiendo un término u otro para expresarla.
Aunque estoy totalmente de acuerdo con todo lo que ha dicho Roberto, y aunque creo que Gerardo no tiene razón al suponer que se está negando una verdad de fe, de este debate he sacado la conclusión de que no se debe decir rotundamente ni que Dios castiga ni que no castiga, porque es un "castiga" con comillas, muy diferente al castigar del ser humano y por tanto tienen muy buenas razones los que prefieren matizar el término o dejar de utilizarlo, pero respetando las buenas razones que tienen otros para seguir utilizando la palabra "castigo".
Pero nadie está negando una verdad de fe.
Simplemente cuando un profesor justo emite un juicio objetivo sobre el examen de un alumno y lo suspende, yo no considero que el profesor castigue al alumno. Y eso es así aunque el justísimo profesor sea el que ha establecido los criterios, los objetivos mínimos, la forma de conseguirlos...y más cuando lo ha puesto al alcance de todo el que mostrara un mínimo interés en prepararse para aprobar.
Pues al final de la vida nos examinarán de amor, y quien no cumpla los mínimos demostrará ser alérgico a Dios e incapaz de vivir su Vida, porque Dios es Amor.
Eso se puede expresar de mil modos diferentes, y quizás no hay que empeñarse en hablar de castigo. Pero tampoco negarse rotundamente a que se hable de castigo.
Eso respecto al infierno y cielo.
Si se trata de la vida aquí y ahora, como los partidarios del castigo disuasorio reconocen que no saben cuando se puede considerar que un mal es castigo de Dios y cuando no, lo más sensato sería que dijeran simplemente que Dios puede castigar, si quiere o no quiere, eso ya es otra cosa.
El que sufra males puede refugiarse en Dios, los considere castigos, premios, pruebas o cosas que Dios permite que pasen en este imperfecto mundo porque respeta su autonomía.
La cuestión es que todo es para nuestro bien.
Saludos cordiales
Y respecto a catolicismo o no catolicismo, no veo que nadie esté negando las verdades de fe fundamentales ni el magisterio.
Sabemos que recibiremos según nuestras obras, al final de la vida. Y en la actualidad, todo es para nuestro bien, si amamos y nos sentimos amados por Dios.
Pero Dios deja crecer juntos el trigo y la cizaña, hasta la siega.
Al menos no corremos el riesgo de caer en la tesis calvinista de que el éxito en este mundo, el que te vayan bien las cosas, es un signo de que estás predestinado a la salvación.
Tampoco corremos el riesgo de "judaizar" en versión "amigos de Job" y amargarle la vida a los que ya sufren bastante sin necesidad de sufrirnos a nosotros.
Al menos eso creo yo.
Antonella Palermo, de «Radio Vaticana».
(…)
--¿Qué es el castigo en la lógica de Dios?
--Cardenal Ratzinger: Dios no nos hace el mal; ello iría contra la esencia de Dios, que no quiere el mal. Pero la consecuencia interior del pecado es que sentiré un día las consecuencias inherentes al mal mismo. No es Dios quien nos impone algún mal para curarnos, pero Dios me deja, por así decirlo, a la lógica de mi acción y, dejado a esta lógica de mi acción, soy ya castigado por la esencia de mi mal. En mi mal está implicado también el castigo mismo; no viene del corazón, viene de la lógica de mi acción, y así puedo entender que he estado en oposición con mi verdad, y estando en oposición con mi verdad estoy en oposición con Dios, y debo ver que la oposición con Dios es siempre autodestructiva, no porque Dios me destruya, sino porque el pecado destruye.
(…)
Dejar un comentario