Eppur si muove - ¿De verdad la Iglesia católica estaba tan mal?

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Lo que queremos, demasiadas veces, no tiene nada que ver con la voluntad de Dios que creemos dominarla por el simple hecho de ser infieles.

Y, ahora, el artículo de hoy.

Uno, que debe vivir en Babia, parece que no se ha dado cuenta de nada de nada.

Cuando uno mira a su alrededor puede ver una Iglesia, la que Cristo fundó que, con sus fallos, ha ido caminando por el mundo desde que el Mesías entregó las llaves de las mismas a un pecador como Pedro.

Es fácil apreciar que la Esposa de Cristo tiene una organización y, dentro de la misma, determinados hermanos en la fe que tienen, como misión, llevar a la grey de Dios hacia el redil santo del Padre.

Es más, cuando uno se para a pensar un poco más de lo normal y trata de ver lo que ha pasado y lo que pasa se siente, de inmediato, feliz al ver que forma parte, como piedra vida que da fuerza y consistencia al edificio espiritual que es la Iglesia católica, de una comunidad de creyentes que saben lo que creen aunque, a veces, lo olviden pues es cosa de seres humanos ser, también, olvidadizos con Dios.

Pues bien, parece, como he dicho arriba, que uno se encuentra en algún lugar que, en el fondo desconoce. Esto lo digo porque, desde que fue elegido el Arzobispo de Buenos Aires como Papa llamado Francisco, puede dar la impresión de que todo lo que creíamos que era la Iglesia católica, todo lo que hemos visto y hemos vivido en su seno y todo lo que, en el futuro, podía esperarse, es falso porque, en realidad, todo estaba mal y, peor aún, iba camino del abismo.

Han tenido que venir los disidentes eclesiales, llamados a veces progres, a veces, simplemente, descarriados, a abrirnos nos ojos y a que sepamos, de una vez por todas, que esto, la verdad, tiene que cambiar. Y cambiar mucho porque, aunque no lo supiéramos, la Iglesia católica estaba a punto de caer por el barranco de la desesperanza.

Así, dicen que la Iglesia católica tiene, digamos, esto:

- 1.200 millones de fieles,
- un ejército de más de 1.000.000 de sacerdotes y religiosos,
- con 114.736 instituciones asistenciales en el mundo;
- 5.246 hospitales;
- 74.000 dispensarios y leproserías;
- 15,208 residencias de ancianos incurables;
- 1.046 universidades;
- 205.000 colegios;
- 70.000 asilos nido con 7.000.000 de alumnos;
- 687.282 centros sociales y
- 131 centros de personas con sida en 41 países.

Y lo dicen como si no existiera ya, ahora mismo o como si hubiera sido un descubrimiento de la verdad.

¿Qué hay de nuevo en esto? Nada de nada sino la entrega de una institución creada por Cristo que, a lo largo de los siglos, ha dado lo que tiene para los más necesitados.

Y dicen, también, que la Iglesia católica ha encontrado un líder como ahora necesita “Y no un líder místico, encerrado en sus rezos, con una visión arcaica y autoritaria de la fe” pues, al parecer, el Papa Francisco no va a rezar nada de nada y, por lo tanto, no va a confiar nada o casi nada a la Providencia de Dios y, claro, tampoco va a tratar de que se cumpla lo que tiene establecido la Esposa de Cristo en sus normas, códigos y doctrinas. Eso no, de eso nada de nada sino que, al parecer, todo lo va a innovar pero en la dirección que quieren los disidentes y los herejes que hay en el seno de la Iglesia católica y que, de forma inexplicable, siguen medrando en ella.

Pues, al parecer, la Iglesia católica se ha encontrado, hasta ahora, dando “palos de ciego” porque, según creen algunos, no sabe comunicar el mensaje que Cristo le encomendó comunicar. Y ellos saben que con el Papa Francisco todo va a cambiar y, a partir de ahora, y gracias a otra forma de hacer las cosas, lo que era malo, será bueno y lo que era perjudicial, benéfico.

Sin embargo, lo que pasa es que la Iglesia católica ha sabido soportar a pájaros de mal agüero como demuestran que son aquellos que pretenden manipular al Papa Francisco en beneficio exclusivo de sus intereses-sembradores-de- cizaña.

Pero, miren ustedes, a mí me parece que el tiro les va a salir la culata y les va a hacer daño. Pero mucho.

Eleuterio Fernández Guzmán

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
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