Eppur si muove - ¿Pueden ir las religiosas católicas contra la Iglesia católica?

Por la libertad de Asia Bibi y Youcef Nadarkhani.

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No me negarán que hay cosas que resultan curiosas, llaman la atención y son, como poco, semilla que el Mal siembra entre los discípulos de Cristo, aquí católicos, para ver qué pasa y si consigue lo que no puede de otra forma.

También hay personas que se empeñan, por activa y por pasiva, en hacernos ver que el negro no es el negro, que el blanco puede ser amarillo y que el sol sale por donde se esconde cada día…

Este el caso de unas religiosas americanas de América del Norte que quieren que creamos que lo que dicen y hacen tiene que ver con la Iglesia católica. Resulta, pues, importante preguntarse si tales religiosas pueden ir, directamente, contra la doctrina de la Santa Madre Iglesia a la que dicen pertenecer.

Dicen las crónicas religiosas que mil religiosas de los Estados Unidos de América (Conferencia de Líderes de Congregaciones Religiosas -LCWR-) se reúnen para ver qué piensan acerca de determinados temas que en la Iglesia católica son importantes. Ellas quieren que lo sean aún más y ponen el dedo allí donde pueden molestar haciendo hincapié en lo que, a lo mejor, deberían mantener el corazón cerrado y la boca como cuando se pone para que no entren moscas.

Pero no. A ellas les va eso de poner en solfa a la jerarquía, ciscarse de la doctrina de la Iglesia a la que pertenecen y, además, hacer como si nada y como si, en realidad, aquí no pasara nada y sólo se tratara de una cuestión de matiz que sólo los cortos de entendederas no llegan a cubicar correctamente.

Dicen que no mantienen diferencias doctrinales sino sobre el gobierno de la Iglesia. Claro, y por el mar corren las liebres y por el monte las sardinas, tralará.

Pero bueno ¡creen que tenemos un grado de idiocia tan grande que no nos damos cuenta de lo que dicen y lo que pretenden!

Pues sí, deben creerlo, porque si a esto:

-Pedir la ordenación sacerdotal femenina,
mayor tolerancia del Vaticano en la homosexualidad,
mayor tolerancia del Vaticano en cuanto al aborto
y
su “lucha” por la “justicia social

no se le puede llamar establecer claras diferencias doctrinales entre unas religiosas y la Iglesia católica… que venga Dios y lo vea aunque bien sabemos que no hace falta que venga porque ya está aquí y, en todo caso, lo ve todo a la perfección.

Al parecer, se reúnen para decidir qué hacer al respecto de lo que proponen. No tienen, según puede apreciarse, muy claro ni a qué Iglesia pertenecen ni lo que supone tal pertenencia ni lo que es la obediencia ni nada de nada.

Lo de la obediencia viene del hecho que hace un tiempo no muy lejano la Congregación para la Doctrina de la Fe les dijo que mantenían una serie de reivindicaciones que causaban graves problemas con lo que la Esposa de Cristo sostiene y mantiene sobre lo que plantean. Y eso no lo quieren entender y se reúnen para ver si siguen lo que les dicen que tiene que seguir o si miran para otro lado como si nada que es, precisamente, lo que vienen haciendo desde hace demasiado tiempo.

Pero lo más gracioso es que dicen que creen que el Vaticano (se refieren a la jerarquía y, en suma, al Papa) las tiene por una “especie de mano de obra eclesiástica” y eso no les gusta nada de nada porque, a lo mejor, creen que tal forma de proceder atenta contra su dignidad de religiosas.

Sin embargo, lo que parece que pasa es que han olvidado su función dentro de la Iglesia católica y que consiste, esencialmente, en mantener un elevado espíritu de oración y en llevar a cabo las labores que cada una de ellas tenga asignadas por capacidad y conocimiento. Y si una de ellas es, por ejemplo, enfermera, pues que ejerza de enfermera; si es maestra, de maestra; si es, digamos, cocinera, pues de cocinera que es lo que es espera de quien integra una orden religiosa y, en general, de cada católico. Y si a eso le quieren llamar “mano de obra eclesiástica” pues deberían estar orgullosas de estar al servicio del prójimo y, sobre todo, de la Iglesia católica.

Pero eso, claro, en ciertos espíritus feministas, no entra como tendrían que entrar siendo tan fácil de entender…

Por eso pregunto que si pueden ir las religiosas contra la Iglesia católica. Y, al parecer, si pueden.

En realidad todo esto tiene una explicación que ellas mismas ponen sobre la mesa. Lo digo porque dicen que la visión que tienen sobre sus propias vidas y las que tienen “ellos” (dicen “ellos” para referirse a sus pastores) no están “en el mismo planeta”.

Y eso es, en verdad, más que cierto porque no es necesario que se vayan a otro planeta sino que basta con que digan que no pertenece, la tal visión, a la misma religión.

Y, entonces, ya saben qué tienen que hacer.

Eleuterio Fernández Guzmán

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