La Palabra del Domingo .- 22 de abril de 2012
Por la libertad de Asia Bibi y Youcef Nadarkhani.
Enlace a Libros y otros textos.
……………………..
Lc 24, 35-48
35 Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan.36 Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» 37 Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. 38 Pero él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? 39 Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo.» 40 Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies. 41 Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: «¿Tenéis aquí algo de comer?» 42 Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. 43 Lo tomó y comió delante de ellos.
44 Después les dijo: «Estas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: “Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí."» 45 Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, 46 y les dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día 47 y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. 48 Vosotros sois testigos de estas cosas.
COMENTARIO
Jesús ha resucitado y es cierto
Aquellos discípulos atribulados que caminaban hacia Emaús se habían dado cuenta de que aquel hombre que partía en pan para ellos era Jesús y cuando desaparece ante sus ojos no pueden hacer otra cosa que lo que hacen: vuelven a Jerusalén, a tan solo 10 km., para transmitir lo que habían visto y oído.
Sus hermanos en la fe continuaban con miedo. No acababan de creer lo que les decían las mujeres acerca de la resurrección de Cristo cuando llegaron los de Emaús a decirles que habían visto a Jesús. Algo estaba pasando porque eran demasiadas coincidencias las que se estaban dando acerca de la resurrección del Maestro. Su fe empezaba a abrirse paso entre las dudas y el porvenir incierto.
Cuando Jesús se presenta ante ellos no lo hace reprochándoles que le hubieran abandonado y que alguno, como Pedro, lo hubiera negado. Muy al contrario actúa al darles la paz y tratar de que no se turbarán sus corazones como un Pastor Bueno que ama a sus ovejas.
Jesús no quiere que sus discípulos tengan dudas. Es Él quien ha resucitado y ahora se presenta ante ellos. No es un fantasma y, por eso, les pide algo de comer. Es cierto que las apariciones fantasmagóricas no pueden ingerir alimentos porque no tienen cuerpo físico. Pero Jesús sí puede. Algunas dudas empezaban a disiparse y otras preguntas, muchas, a surgir de sus corazones.
Pero Jesús no se limita a hacer tal tipo de signos para que sus discípulos se convenzan de que es Él mismo quien ha vuelto. Necesita que aquellos que tanto le habían seguido y que tantos buenos momentos habían compartidos con el Hijo de Dios, comprendan lo que ha pasado y que, sobre todo, lo lleven por el mundo para que muchos se conviertan y crean en el Evangelio.
Lo mismo que les había hecho ver a los discípulos de Emaús acerca de lo que estaba escrito sobre Él les dice ahora a los que allí están reunidos: todo lo que ha pasado estaba escrito y mucho habían dicho los profetas y otros sobre Jesús y sobre lo que le tenía que pasar. Todo, pues, era verdad y eso era lo que tenían que transmitir.
Jesús les pide que transmitan que ha de haber conversión para que haya perdón de los pecados. Y lo hace incluyendo no sólo al pueblo judío sino a todas las naciones. Aunque tengan que empezar por la Ciudad Santa, para recuperar a las ovejas descarriadas, luego tendrán que andar los caminos del mundo para hacer lo mismo con todo el que se encuentren. Ellos, dice Jesús, que son testigos de lo que ha pasado, tendrán que serlo, muchas veces, ante muchos.
Así los envió por primera vez, antes de Pentecostés, a cumplir con su misión santa de evangelizar a todo el que quiera dejarse evangelizar.
PRECES
Por todos aquellos que tengan el corazón turbado y lleno de dudas espirituales.
Roguemos al Señor.
Por todos aquellos que no quieran cumplir con su particular misión de evangelizar.
Roguemos al Señor.
ORACIÓN
Padre Dios. Tu Hijo resucitó para terminar con su labor evangelizadora. Ayúdanos a tenerlo como Maestro y como Tú mismo hecho hombre.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
Eleuterio Fernández Guzmán
…………………………….
Para leer Fe y Obras.
…………………………….
InfoCatólica necesita vuestra ayuda.
Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:
Y da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7), y haz click aquí.
Todavía no hay comentarios
Dejar un comentario