Eppur si muove - Homeopatía y cristianismo
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El cristianismo y, por eso mismo, el cristiano, se encuentra con una serie de prácticas con las que, desde su fe, puede avenir o no. Es decir, realidades como, por ejemplo, el Reiki o, por ejemplo, la Homeopatía, pueden ser practicadas o recibidas por aquellos que se consideran hijos de Dios y dicen, al parecer, entender su fe.
Es posible que más de uno pueda preguntarse qué es eso de la “Homeopatía”. No se debería preocupar porque hay muchos católicos que, seguramente, no lo saben y, entre otros, el que esto escribe hasta hace bien poco.
Si acudimos a la definición de tal término, la Real Academia de la Lengua nos dice que se trata de un “Sistema curativo que aplica a las enfermedades, en dosis mínimas, las mismas sustancias que, en mayores cantidades, producirían al hombre sano síntomas iguales o parecidos a los que se trata de combatir” y esto, así dicho, no parece mala cosa porque, al fin y al cabo, se trata de sanar a quien padece alguna enfermedad.
La Doctora Concepción Callejo Peredo, a la sazón directora de la página sobre homeopatía dice que “La AEMN ( se refiere a la Asociación Española de Médicos Naturistas) ha representado un papel crucial en la creación de Secciones colegiales de Medicina Naturista, Acupuntura y Homeopatía en los Colegios Oficiales de Médicos”.
Algo, entonces, empieza a escamar cuando se ponen al mismo nivel las llamadas “medicinas alternativas” que son, para que nos entendemos, la rama supuestamente médica de la Nueva Era (como bien se indica en punto 2.2.3 del documento vaticano Jesucristo, el Portador del Agua Viva). Y algo debería, entonces, ponernos en guardia.
La homeopatía, los remedios homeopáticos, se pusieron de moda en la era actual (pues en la página citada arriba se dice que “ésta técnica ya se usaba desde tiempos de Hipócrates, fue Samuel Hahnemann, quien, a finales del siglo XVIII, puso a punto la preparación y manera de administrar estos medicamentos”) cuando un médico alemán, Samuel Hahnemann, al parecer, según consta en el diccionario Larousse del Siglo XX, afirmó que había recibido la homeopatía “… por revelación de poderes sobrenaturales”.
¿En realidad, qué pretende la homeopatía?
Pues, según dicen sus partidarios, “activar las propias defensas de nuestro organismo y llegar suavemente a la mejoría o curación de las enfermedades”.
Sin embargo, se puede leer esto que ilustra bastante:
“Gloria era una preciosa bebe de 9 meses, que desarrolló una condición seria de eczema a los 4 meses, la cual no tiene cura pero puede ser tratada con un sin número de tratamientos existentes. Hoy, Gloria tendría 6 años, si sus padres la hubieran llevado a un médico o un dermatólogo.
Pero sus padres no lo hicieron, porque decidieron tratarla con métodos homeopáticos que son una farsa, y por ende, Gloria murió a su temprana edad de 9 meses.
Esto significa que esta pobre bebé sufrió por 5 meses de esta dolorosa condición que le quitó la vida. En el juicio, el jurado escuchó como la bebé se encontraba malnutrida y su sistema inmunológico agotado porque su cuerpo utilizaba todos los nutrientes para combatir la infección causada por su condición en la piel.
Pero la historia tiene un final que aunque no es feliz, es un poco reconfortante. Los padres de Gloria ahora enfrentan 25 años de cárcel al ser acusados de incumplir con su deber como padres al dejar a la bebé morir y no proveerle tratamiento médico real.
Continuaré diciendo la verdad aquí. La homeopatía, la acupuntura, el reiki y todos y muchos de estos tratamientos naturales o new age son una farsa. Mientras no existan experimentos serios e independientes que demuestren que estos proveen un resultado positivo no diferente al efecto placebo, continuaré condenándolos, pues son los causantes de muchas muertes y se alimentan de las esperanzas y del dinero de personas desesperadas por sanarse de sus condiciones de salud.
El desconfiar de la industria farmacéutica no convierte automáticamente a otros tratamientos en alternativas viables”.
Es más que posible que mucho de lo que hayan podido escuchar sobre la homeopatía se vaya hundiendo, poco a poco, en los recovecos de la verdad.
Lo fundamental de la homeopatía es que dice poder sanar haciendo uso de cantidades ínfimas de sustancias curativas y no sometiendo el cuerpo humano a las que, de ordinario, se le administran. Sin embargo a nadie se le ocurriría pensar que, por ejemplo, si añade menos azúcar a un café el mismo se vuelve más dulce o sabroso ni que el resultado de diluir un colorante se la obtención de un color más intenso.
Entonces, ¿Qué puede hacer pensar que la homeopatía es, en verdad, un remedio al daño que se pueda estar sufriendo por padecer determinada enfermedad?
Sin embargo, en Australia se formó una comisión (cf. Branson Hopkins, Homeopathy-some things are not what they seem, Jubilee-Wellington, New Zeland, p.1) que concluyó, por ejemplo, que “no existe ni un solo ejemplo en toda el área de la farmacología en el cual una sencilla dilución de un medicamento pueda inducir un aumento de la respuesta del mismo” para lo cual, por cierto, tampoco hacía falta que nada se formara porque es de sentido común que con lo menos no se puede obtener lo más.
Si esto es, digamos, la parte primera de la concepción de la homeopatía (que con poco de algo se puede curar) que puede ser, en sí mismo, una simple tomadura de pelo vía placebo, la segunda parte de tal “ciencia” es mucho peor: todo tiene su origen, o se basa, o se fundamenta, en una “energía” cuasi mágica (“ley de la dinamización”) que, al parecer, existe en la preparación homeopática y que tiene mucha relación con un concepto muy sospechoso: el de “energía universal” que, no por casualidad, tiene mucho que ver con las filosofías orientales y esotéricas, siendo lo más curioso que tal energía no es comprobable sino que existe porque así lo dicen los defensores de la homeopatía. Y los demás, claro, somos locos que no creemos en lo que pasa…
Decía, a este respecto, Mirella Poggialini, el 26 de septiembre de 1996, en un artículo publicado en “Avvenire”, el periódico de la Conferencia Episcopal Italiana, que “cuando ya no está presente la materia que está a la base del remedio, queda, sin embargo, (dicen los homeópatas) el espíritu del remedio” que es algo que, en sí mismo, está en las antípodas del cristianismo y de la fe cristiana.
Es más, para sostener tales extraños pensamientos, George Vitoulkas, autor de libros sobre homeopatía dice (cf. George Vithoulkas, Homeopathy, The Holistic Health Handbook, Berkeley Holistic Health Center, Berkeley, Calif., And/OrPress 1978, p. 89) que no se trata de lo material lo que cura sino que, en realidad, se trata de “una energía” que, como hemos dicho arriba, no es comprobable sino que, en todo caso, está en la creencia de quien en tales cosas cree.
Y para que no vaya a pensarse que lo traído aquí trátase de posiciones cristianas que no aceptan la homeopatía, el propio Hahnemann escribe, en su Organon der Rationellen Heilkunde sobre la “fuerza vital” que la misma “sostiene todas la partes del organismo en una admirable armonía vital” (Organon, nº 9) y que “desde el momento en que le falta la fuerza vital, no puede sentir, ni obrar, ni hacer cosa alguna para su propia conservación” (Organon, nº 10). Además, “Sólo la fuerza vital desarmonizada es la que produce las enfermedades… Por lo mismo, la curación… tiene por condición y supone necesariamente que la fuerza vital esté restablecida en su integridad y que el organismo entero haya vuelto al estado de salud” (Organon, nº 12).
Todo, como puede verse, muy mágico y que suena, perfectamente, en armonía con los cantos de sirena de la Nueva Era, embaucadores en busca de desesperados y necesitados de quien les quiera escuchar y sepa poner su mano en el bolsillo ajeno con ínfulas de benevolencia y ganas de hacer algo bueno.
Y hemos llegado, entonces, al meollo de la cuestión, al centro del tema y, en fin, a lo que no debe ser posible aceptar por un cristiano, aquí católico.
No debería extrañar, por eso mismo, que los homeópatas sostengan que la homeopatía no es la medicina “de los órganos” pero sí “de la persona” porque es una forma bastante evidente de diferenciar lo que hay entre real y ficticio, entre real y mágico y queda meridianamente claro que quien se dice católico no puede estar de acuerdo con tales prácticas porque se enfrentan, directamente, contra su fe.
Pero, abundando en este punto esencial para el católico, podemos extraer de lo dicho por Maria Suszczyńska, en un artículo publicado en Love One Another lo siguiente:
Que “La gente que recurre habitualmente a los remedios homeopáticos padece problemas espirituales”. Y que los estudios llevados a cabo por el médico y sacerdote el P. Miroslaw Nowosielski indican que “los que recurren a remedios homeopáticos sufren una falta de confianza en Dios Padre.”
Además, también, que “Las observaciones nos permiten afirmar con plena certeza que la homeopatía, ya sea eficaz o no, va siempre acompañada de problemas como aridez espiritual, ausencia de paz y alegría, desórdenes espirituales, depresiones, sentido fútil de la vida, desánimo y resistencia hacia la oración…”.
Bien podemos ver que no se trata de cosa baladí sino, muy al contrario, de una que lo es muy importante y ante la que deberíamos prestar más atención que la que consiste en creer que la homeopatía puede curar. Si eso se hace, en caso de que así suceda, sin tener en cuenta principios cristianos, seguramente se esté entrando en un mundo muy peligroso para la fe de quien así actúe.
Por eso, cuando podamos ver algo así como “remedios homeopáticos”, medicina “homeopática” o cosa por el estilo, antes de aceptar, sin más, sus posiciones, deberíamos tentarnos un poco la ropa del alma no vaya a ser que, además de esquilmados económicamente resulte dejado nuestro espíritu en regiones muy alejadas de las que Dios ocupa en nuestro corazón.
Recordemos, ya para terminar y con palabras que deberían decir mucho al creyente católico lo siguiente: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas”.
Ya lo dijo San Pablo en su Epístola a los Colosenses (2, 18). Y eso fue hace mucho, pero que mucho tiempo para que vengan ahora, los de siempre, con cosas tan fatuas.
Eleuterio Fernández Guzmán
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27 comentarios
En fin, creo que no hay la mejor duda de que cuando un medicamento se convierte en una sustancia mistérica y se degluta con tal acto de fe, pues se está bebiendo más y más de aguas sucias, manchadas de REBELDÍA contra Dios, Uno y trino, y concretamente contra Cristo, por Quién todo fue hecho, el Único por Quien se vive, el Único por quien somos salvos y el Único que puede devolver la salud al mundo gentil. ¡Y vaya si estamos enfermos!
El miedo a envejecer, al dolor, a la muerte, al ridículo. La obsesión por lo "sano", la "belleza", la "perfección", la "apariencia", el "equilibrio", lo "natural", "las modas orientales", "la paz quietista", los "bifidus"... En fin, todo esto es terreno sembrado para charlatanes de todo tipo, es decir: homeópatas o políticos demagogos. Y contra esta clase de hongos: Fe, Oración y Sacrificio -qué curioso, todo lo que pide la Santísima Virgen allá donde se aparece-.
Gracias Eleuterio por llamar la atención sobre este tema, que seguro escocerá más de una cicatriz "mal cerrada". Pero si escuece, cura.
Tras la cal viene la arena.
"...siendo lo más curioso que tal energía no es comprobable sino que existe porque así lo dicen los defensores de la homeopatía. Y los demás, claro, somos locos que no creemos en lo que pasa… "
Pues siento decirle que eso mismo es aplicable al alma o al mismo Dios en los que ustedes creen.
“cuando ya no está presente la materia que está a la base del remedio, queda, sin embargo, (dicen los homeópatas) el espíritu del remedio”
Lo mismo dicen ustedes del alma tras la muerte y se quedan tan a gusto.
Por último, no sé si será casualidad pero los que más críticos son con todas estas estafas seudomédicofilosoficas y otras del estilo ( mancias varias, etc... ) somos los ateos, escepticos por naturaleza, sólo hace falta darse una vuelta por Internet para comprobarlo. Y es que quien está dispuesto a creer en algo tan fántastico como la existencia de Dios, está predispuesto a creer en casi cualquier cosa, lo que obviamente no es el caso de los ateos.
Un saludo.
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EFG
Muchas gracias por sugerirme unos cuantos temas para "Eppur si muove".
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Yo diría: queda meridianamente claro que quien se dice humano no puede estar de acuerdo con tales prácticas porque se enfrentan, directamente, contra la razón natural.
Le conmino a todo aquel que quiera profundizar más en el tema a que lea el artículo de la wikipedia sobre homeopatía, no tiene desperdicio.
Un saludo en Cristo.
Lo de la homeopatía, aún alejándose de chorradas de equilibrios energéticos (todos somos cepsa, por lo visto)pero eso sí, muy ecológicos y próximos a la pachamama, suele dar resultados pésimos; conozco casos de personas que pretendiendo solucionar por esos métodos "menos nocivos" que la medicina tradicional ciertas dolencias, han acabado con varios problemas de salud, en vez de con uno. Para que luego digan que no son generosos repartiendo, y a unos precios incomparables, además.
Lo malo es que muchas veces caemos por pura estupidez o desesperación en esas tonterias y otras similares.
Con lo bueno que es para alcanzar ese "equilibrio" que tanto predican estas nuevas religiones ateas (pese a quien pese)rezar a Dios y a la Santísima Virgen. Mejor y muchísimo más eficaz.
Un saludo.
Un saludo.
Gabar, yo no he hablado ni de mejores, ni de más listos, ni de nada de lo que usted cita, me he limitado a constatar lo que cualquiera puede comprobar por sí mismo. Y es evidente que ni todos los ateos están libres de creencias absurdas de algún tipo, ni todos los creyentes en Dios creen en cualquier cosa, el artículo de Eleuterio es una prueba. ¿ De qué nos justificamos los ateos según usted ?
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Este Universo en la parte y el todo de si mismo está compuesto de dos partes (menos+más=menos) antagónicas entre sí que forzadas a convivir mientras éstas sean como tal conforman lo que es tenido por Uiverso. Dos parte sea: menos lo que no es Dios, más lo que es Dios:igual a menos mundo que no es Dios.
Para algunos: Una de estas partes es positiva porque procede de Dios; y otra parte, para estos mismos, es negativa porque no procede de Dios.
Y viceversa: Para otros, los que no creen en Dios, la parte negativa es la de los que creen en Dio; y la parte positiva solo es aquello que procede del universo que es su único dios.
El dilema se presenta cuando a un elemento x pretendenmos separar -diluir- estos elementos. Y en la medida que podemos lo administramos. Sea:
Si a la parte positiva del nuevo administrado,le añadimos más parte positiva, acallamos la parte negativa de éste; Y podemos hacer desaparecer el mal del cuerpo e incluso del espíritu. Ejemplo: Cristo en sus milagros.
Y viceversa: Si a la parte negativa le añadimos más parte negativa podemos hacer del nuevo administrado una bestia insensible a su propio dolor y muerte y por ende a los que les rodean.
De lo que se deduce que el dilema de esta homeopatía consiste en cómo y hasta dónde no es permitido diluir, dividir; y cómo podemos administrar la susodicha disolución.
En definitva estas energías que conforman el todo Universo, según se las entienda, desprecie o aprecie, tienen tanto poder positivo o negativo como fuere el lugar de donde proceden. Sean de Dios o del mundo.
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EFG
Como pasa con tantas cosas se trata, más bien, de lo que pretende la misma, del fin que se busca.
Respecto a la homeopatía, si creyeras que hay un mundo espiritual, te interasaría saber donde va a parar la energía de la homeopatía o el espíritu del remedio. Mira este video de una cadena ocultista brasileña.
http://video.google.com/videoplay?docid=-3739051660552552744#
Le dedican todo un programa a la relación del espiritismo y la homeopatía. Mantienen que la homopatía cura el periespíritu, una especie de aura o capa que liga el cuerpo humano con su espíritu. Por supuesto los católicos tenemos vedado todo contacto espiritista.
Aportaré sin embargo una curiosidad Bíblica: (Éxodo 32: 19-20) [Cuando Moisés llegó cerca del campamento y vio el becerro y las danzas, ardió en ira, arrojó de su mano las tablas y las hizo añicos al pie del monte.
Luego tomó el becerro que habían hecho, lo quemó y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció en el agua, y se lo dio a beber a los israelitas.]
Bien pues resulta que esta fórmula del aurum diluido, no sé si con algo más, es una receta homeopática para los hijos rebeldes que no obedecen a los padres, que se aplica hoy, por lo que dicen algunos que la primera receta homeopática la expidió Moisés, y está en la Biblia. Creo que es una interesante curiosidad.
Saludos y Bendiciones.
En el lenguaje escrito/hablado, a diferencia de p.e. en matemáticas, el orden en que se pongan las cosas, sí puede alterar el resultado.
Así, de sus frases;
"No se como te atreves a decir que creer en Dios es algo fantástico. Te puedo asegurar que de fantástico no tiene nada."
Se podría interpretar que la creencia en Dios es algo pésimo y negativo para los creyentes, y, supongo, no es eso lo que quería usted transmitir.
Lo que yo dije es que creer en algo tan fántastico como la existencia de Dios, puede predisponer a otras creencias tanto o más fantásticas, cosa que la última parte de su mensaje ( que reconozco me ha resultado poco clara, no sé si es usted fan de la homeopatía o todo lo contrario ) parece confirmar.
En mi experiencia, la homeopatia funciona muy bien, pero es un sistema de curación más lento que los fármacos químicos; ambos tipos de farmacología son complementarias y no excluyentes. Con todos los respetos, me parece una estupidez y una ignoracia supina, decir que "los que recurren a remedios homeopáticos sufren una falta de confianza en Dios Padre”, como me parecería una estupidez decir lo mismo de los fármacos químicos.
Los precios de la homeopatia en España son tan caros porque son libres y no están regulados por el Ministerio de Sanidad, en Francia los mismos productos estan a mitad de precio.
Igualmente la medicina natural, se basa en ingerir plantas, que tienen principios activos, con propiedades curativas. No olvidemos que muchos fármacos han nacido de estos principios activos que tienen las plantas, pero en concentraciones muy altas, que por tanto tienen una reacción inmediata y mucho más fuerte que consumir la planta curativa, que tiene dosis más pequeñas.
No dudo que haya gente que mezcle la medicina natural y homeopatia con rollos pseudo espirituales y falsas energías, pero creo que se aprovechan de las propiedades de estos elementos para su pseudo espiritualidad.
Esto de que los ateos son los más críticos con las medicinas new age, me parece pura suposición:
Primero: la laicista Francia, está aceptada la homeopatia como medicina cientifica (cosa que segun usted es un camelo)
Segundo: la gente que he visto que son aficionados a chamanes, tarotistas y otros camelos, son gente muy alejada del cristianismo que intentan suplir las ansias de espiritualidad que tiene cualquier ser humano, con sucedáneos.
Tercero: La Iglesia católica, es la primera que está en contra de tarotistas, chamanes y camelos.
La Iglesia católica es mucho más racional de lo que usted supone, por esto creó las universidades, por esto inició muchas de las ciencias que existen hoy en día. Lea un dia, si tiene tiempo, los dialogos entre Ratzinger y Habermas, sobre la fe y razón, son muy buenos.
No es extraño que el evangelio de S.Juan identifica Cristo con el Logos, o sea la razon. El Dios verdadero es creador de un mundo racional. Lo que pasa que mucha gente, en especial los ateos, confunden lo incomprensible con lo irracional, pero evidentemente no es lo mismo.
Otra cosa es la homeopatía administrado por un médico titulado, que frente a una dolencia o enfermedad, dirá si esta medicina no tradicional sirve mucho, algo o nada. Y si no sirve nada, este propio médico no recetará ningún producto homeopático.
Por su comentario es fácil deducir que no tiene ni la más remota idea de en que se fundamenta la homeopatía y su método de las disoluciones. Y es que la cuestión no es, como usted afirma falsamente al querer establecer una comparación con las vacunas, si es eficaz o no una ínfima cantidad de principio activo, no, es que en los preparados homeopáticos no queda ni una sola molécula del principio activo. Se supone que el agua usada en las distintas diluciones, conserva en su "memoria" ( cualidad del agua refutada por todos los estudios riguroso que se han efectuado al respecto ) el recuerdo de ese principio y cuando mayor ha sido la dilución más poderoso será el efecto. Toda esta memez, no ha superado ni un sólo estudio independiente usando doble ciego, ni uno, y lo más parecido a un resultado favorable, no supera lo que estadísticamente se podría esperar dejándolo en manos del azar (curación espontánea, algo perfectamente conocido en medicina ).Si quiere entender mejor de lo que hablo puede empezar familiarizándose con el número de Avogrado y luego aplíquelo a las diluciones que se usan en esa farsa/estafa seudocurativa y verá en que se queda el supuesto medicamento, lo mire por donde lo mire, faltan moléculas, los números no salen.
La frase de Chesterton demuestra su ignorancia sobre quienes no creen en Dios. Resulta tan absurda como lo sería afirmar que los que no gustan de la ópera acaban escuchando cualquier tipo de música.
"Esto de que los ateos son los más críticos con las medicinas new age, me parece pura suposición"
No amigo mío, suposición es lo suyo, que escribe sin haberse tomado la molestia de verificar lo que dije ( y eso que les invité a comprobarlo ).
Cada uno es libre para tirar su dinero y su salud como quiera ( incluyendo a los franceses y a sus autoridades sanitarias, curiosamente Boiron, el principal laboratorio que comercializa productos homeopáticos es francés al igual que el "descubridor" de la falsa memoria del agua Dr.Benveniste que tuvo que salir por la puerta de atrás después del ridículo ), pero convendrá que cuando la salud de la gente está en juego, se deba exigir algo más que conjeturas y testimonios personales, saltándose a la torera todos los protocolos establecidos para aprobar los tratamientos terapéuticos.
En cuanto a los estudios, hay muchos, solo le citaré uno: Revista Lancet 20Sept1997 K.Linde, N.Clausius, G.Ramirez ¿Are the clinical effects of homeopathy placebo effects? Este artículo explica que, de una selección de 86 casos, los tratamientos homeopáticos conseguían 245% más de efectividad que el efecto placebo. Y concluye que, aunque faltan más estudios al respecto, en ningún caso la homeopatía se puede sostener que es un efecto placebo.
En toda la Unión Europea, los productos homeopáticos son medicamentos regulados por los correspondientes Ministerios de Sanidad. Y empiezan a existir bastantes universidades que tienen cursos de homeopatía para médicos. Por tanto, a no ser que los Ministros de Sanidad Europeos y estas universidades se hayan vuelto locas, la homeopatía tiene fundamento científico.
Pero en fin, la homeopatía no es un problema de fe, o funciona o no funciona, y si cada vez hay más estudios y pruebas que funciona, y solo faltan conclusiones definitivas, pues entiendo que ya llegarán. A M. Patarroyo le tumbaron su primera vacuna antimalaria porque solo curaba un 20% de los casos, pero como él dijo, prefiero curar a un 20% de los enfermos que a ninguno.
La frase de Chesterton no es nada absurda, sino muy lógica. La historia de la humanidad demuestra que todo ser humano tiene ansias de espiritualidad, y que si estas ansias de espiritualidad no encuentran al Dios verdadero, se quedan en cualquier sucedáneo, como también demuestra la historia humana. Y esto también se aplica a los humanos de hoy en día que han convertido en su dios al dinero, a la ciencia, al tarot o a ellos mismos.
Mire, se lo explicaré.
Las diluciones homeopáticas se elaboran mediante sucesivas disoluciones del principio activo en forma de polvo o tintura en alcohol de 70º y desde ahí se repite una y otra vez la operación, diluyendo cada vez más la solución que se va obteniendo.
A este método se le conoce como "centesimal hahnemanniana" (CH), también se usa en algunos casos la dilución decimal.
Existen otro sistemas, pero se basan en formas de proceder muy similares y que varían en cuestiones marginales del fundamental comentado.
Otro método que podemos encontrar y que es igual de absurdo y estrambótico es el de las diluciones korsakovianas (K).
Nos centraremos en el CH que suele ser el más habitual.
Una dilución al 1CH significa que el principio activo se ha diluido en un factor de 10¯² (diez elevado a menos dos).
2CH nos da un factor de dilución de 10¯3, con 3CH ya nos ponemos en 10¯6 y cuando llegamos a 12CH el factor se dispara hasta 10¯24.
Bueno, recuerda que le comenté que debería informarse sobre qué es el número de Avogrado y su significado (ya veo que a ignorado mi recomendación).
Bien, paciencia, lo que muestra dicho número es que en un mol de sustancia hay un número específico de átomos o moléculas, ni más, ni menos de 6,02 x 10²³.
Para ahorrarle tiempo, un mol es el peso molecular de una sustancia expresada en gramos. Por ejemplo, el de agua, que está compuesta por H2O, tiene un peso de algo más de 18 g y por tanto en esos 18 g "caben" 6,02 x 10²³ moléculas de agua.
Si en vez de un líquido tuvieramos un gas el valor sería el mismo pero para un mol de gas, que equivale a 22,4 l a 0º de temperatura y a 760 mm de presión.
Si me ha seguido hasta aquí, ya falta poco para que termine, verá a donde quiero llegar.
Cualquier dilución a partir de 12 CH, se queda sin una sola molécula del principio activo y esto es un hecho comprobado y demostrable, no una opinión.
Teniendo en cuenta que la homeopatía puede usar diluciones de hasta 30 CH, ya me explicará usted cómo funciona.
En cuanto a su cita de "Lancet", sólo hace falta darse cuenta de una cosa. Dice usted que "los tratamientos homeopáticos conseguían 245% más de efectividad que el efecto placebo", bien, analicemos que significa esto.
Si un placebo resulta inefectivo, tendrá un 0% de efectividad. Por otra parte, si tiene existo total, tendrá un 100% de efectividad. ¿ Que significa tener un 245% de efectividad ?, ¿ que el enfermo se cura más aún, una vez ya curado ?.
Termino, infórmese sobre una de las estrellas del universo homeopático el fantasmal "oscillococcinum" ( registrado y comercializado por, una vez más Boiron ), a ver si le aclara algo.
Sería bueno un poco más de rigor para debatir, en vez de tachar a los demás de falta de racionalidad.
Un saludo.
Lo que quería decir es que creer en Dios no es una fantasía, una ilusión, es algo real. Pero por supuesto que creer en Dios es también fantástico, estupendo, maravilloso, en el sentido de que tienes un Padre que te cuida, que te mima, que ha muerto por tí y que es todopoderoso.
Por supuesto que estoy en contra de la homeopatía por ser algo totalmente ocultista. Ningún homeópata habla nunca del principio activo que tenga alguna medicina de este tipo. La homeopatía como bien dice el artículo afecta al plano espiritual. Yo añadía que los espiritistas (práctica totalmente prohibida en la Biblia) recurren a la homeopatía para sus curaciones. Los espiritus que responden a los espiritistas son normalmente ángeles caídos, demonios, que son los que supuestamente efectúan las sanaciones esotéricas. De esto siempre debe huir un cristiano.
"Interpretation Biases are present in placebo-controlled trials of both homoeopathy and conventional medicine. When account was taken for these biases in the analysis, there was weak evidence for a specific effect of homoeopathic remedies, but strong evidence for specific effects of conventional interventions. This finding is compatible with the notion that the clinical effects of homoeopathy are placebo effects."
http://www.scribd.com/doc/66220104/Homeopathy-Fail
El que tenga oídos...
http://www.mojpribeh.sk/pribeh/mudr-emilia-vlckova/?lang=en
Desde muy chica fuuimos tratados con homeopatia por mi tíio médico quienera caballero de Colón y católico, sacerdotes mi ciudad Guadalajara, Jalisco, México eran también homeópatas. Siempre hemos sido sanaados con homeopatía.
La homeopatía se basa en la experimentación empirista y miniciosos estudios de los medicamentos, tal como se hace con la medicina alopática.
El problema ético se presentó por causa de las Nueva Era que encasilló a la homeopatía en su mezcolanza y perversión de las creencias y la metió en lo que llamaron medicinas alternativas y holiísticas. Igual metieron a Nuestro Señor Jesucristo como uno de los avatares (así los llaman) como Buda, Confucio y otros y no por eso voy a dejar de creer en CRISTO como nuestro DIOS y Salvador, solo que no permitiré que se deforme su Nombre. Igual con los ángeles porque los han rebajado a seres cuasimágicos que nos sirven para atraernos beneficios, no voy a dejar de creer en los ángeles, pero de la forma en que nos los presenta nuestra Iglesia Católica.
Hasta ahora no he encontrado argumentos valederos que invaliden a la homeopatía y además me baso en la frase de JESUS: "No daña al hombre lo que entra por su boca sino lo que sale de su corazón"
EFG
Nadie dice que sea algo más que una opinión. Sin embargo, eso no quiere decir que no pueda decirla... como usted.
se puede usar homeopatia , esa medicina
natural fue creade hace mucho tiempo
y es equivoco decir que es medicina
de la nueva era.
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