Jorge Loring, el jesuita que quiere que nos salvemos
El que esto escribe tuvo conocimiento de la existencia de un tal Jorge Loring a través de la red de redes. Así supe que había escrito un libro de muchas ediciones titulado “Para Salvarte” y que era una especie de enciclopedia católica en la que cualquiera creyente podía satisfacer sus ansias de conocimiento y formación católicas.
Sobre su libro escribe él mismo que “Éste te enseñará a vivir felizmente. Te enseñará a vivir felizmente, porque te enseñará a vivir cristianamente, y nadie es en este mundo más feliz que el buen cristiano”.
Y es cierto.
Luego supe de sus conferencias, de lo que había escrito acerca de la Sábana Santa, de sus Homilías y de sus miles de intervenciones en medios de comunicación católicos.
Sin duda alguna, Jorge Loring, jesuita atípico porque es católico, digamos, ortodoxo y aplica la ortodoxia en todo lo que hace, tiene una intención que sale por los poros de todo lo que lleva a cabo: quiere que nos salvemos.
Salvarse es, para un católico, algo esencial. Sabiendo que esta vida es perecedera y que, en un momento o en otro (sin saber cuándo) seremos llamados para comparecer ante el tribunal de Dios, Jorge Loring no calla para que estemos en la seguridad de que podemos salvarnos y que, es más, es obligación grave para un hijo de Dios, salvarse. Y él, por su parte, pone todo lo que de los talentos que Dios le ha dado, ha sabido hacer producir porque en su caso la semilla cayó en tierra fértil que no se ha secado por el efecto del sol ni ha abandonado su vigor por el atractivo del mundo ni por haberse entregado a las futilidades del siglo.
Por eso, acudir a quien ha hecho, de su vida, un ejemplo de entrega al hermano en la fe, ha de ser, para nosotros, un asidero para llevar, nuestra vida, por el camino de la salvación.
Se me ocurrió, a raíz de una intervención suya en un programa de televisión (no era en EWTN, claro, la televisión de la Madre Angélica sino una española dada a lo vulgar) de hace unos días en el que fue zaherido por atreverse a plantear las cosas como son y no huir haciendo uso de un lenguage políticamente correcto o acomodado a la superficialidad de la audiencia, hacerle una pocas preguntas para conocer, un poco mejor, a una persona de la que todo lo que se diga de bueno y benéfico es poco.
Amablemente me ha contestado lo que sigue:
Eleuterio Fernández Guzmán/InfoCatólica: ¿Quién es, en cristiano, el Padre Loring?
Jorge Loring: Soy un jesuita que tiene la ilusión de salvar almas, con la ayuda de Dios.
EFG/IC: ¿Cómo cree el Padre Loring que se puede salvar un cristiano?
JL: Guardando los mandamientos, y haciendo el mayor número de buenas obras que se pueda.
EFG/IC: ¿Qué formas mejores hay, hoy día, para hacer apostolado?
JR: Aprovechando todas las ocasiones de evangelizar de palabra, por escrito, y dando testimonio.
EFG/IC: ¿Qué motivos tenemos para creer?
JL: Creo en Dios viendo las maravillosas leyes de la naturaleza que son obra de un ser inteligente.
Creo en Cristo porque los Evangelios son dignos de todo crédito, estudiados científicamente y demuestran que Cristo es Dios.
Creo que la Iglesia Católica es la única fundada por Cristo porque tenemos la lista de los Papas desde San Pedro al Papa actual.EFG/IC: ¿Podría darnos, al menos, 3 consejos espirituales que pudiesen servir al cristiano para vivir en un mundo como el que nos ha tocado vivir?
JL: Tres consejos:
A.-Nunca cometas un pecado mortal.
B.- Si tienes la desgracia de cometerlo, confiésate cuanto antes.
C.- Y si no puedes confesarte enseguida, di tres veces de corazón: “Dios mío perdóname.”Así, Jorge Loring Miró se pronuncia desde una fe profunda y demostrada creencia y da a entender, a la perfección, cómo se puede ser católico sin tener que avergonzarse ni mirar para otro lado y, así, salvarse para siempre, siempre, siempre.
Personas como ésta valen, de verdad, la pena.
Eleuterio Fernández Guzmán
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17 comentarios
Dios lo bendiga por su humildad y por su claridad. Siempre que le he consultado me contesta. No puedo más que bendecir a Dios por su dedicación a la salvación de las almas. Gracias Señor por el Padre Loring.
Yo le tengo que dar muchas gracias, no sólo por su libro, al que tengo puesto un link en "mis favoritos"- porque se puede consultar on line- sino porque en una ocasión le escribí, sin conocerle personalmente, sobre una cuestión doctrinal que me hacía sufrir mucho. Increiblemente me respondió aclarando mi duda. No sé de dónde saca tiempo para responder, pues supongo que debe tener decenas de emails cada día o quizá centenas. Pues no sólo me respondió, sino que al cabo de varios meses me volvió a responder, por si se le había olvidado hacerlo o no me hubiera llegado su respuesta.
Es encomiable el celo por Dios y por la salvación de las almas que el Padre Loring tiene, aún a su edad. Uno suspira por la vuelta de estos "viejos" y fieles jesuitas
Por cierto, hace quince días me regalaron, sin saber su valor espiritual, una vieja edición de su libro, cuando éste era áún una décima parte de lo que hoy es.
Dios le pague su celo, ya que en la tierra ninguna universidad católica le concederá ninguna distinción
Una broma que me contó un judío en EE. UU.: "Jesus saves; Moses invests." :)
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Uy, ya lo tenía olvidado...
Dios bendiga al Padre Loring por su incansable labor en predicar la sana doctrina.
De un delicioso libro suyo poco conocido, "Anécdotas de una vida apostólica", entresaco una de ellas relativa a su apostolado entre obreros de las fábricas:
"Me avisaron de un hombre que estaba gravemente enfermo y había vivido muy apartado de Dios. Fui a verle varias veces. Al principio siempre me echaba de su casa con fuertes insultos. Poco a poco me fue aceptando. Por fin aceptó confesarse y recibir el viático. Al decirle yo que se lo iba a llevar privadamente me dijo:
- No. Con campanilla. Que todo el mundo se entere que muero como un cristiano"
Su fidelidad a la Iglesia y amor al prójimo le han convertido en instrumento para la salvación de miles de criaturas. ¡Que Dios le bendiga, Padre!
Que Dios bendiga al Padre Loring, SJ.
Me gustaria ora por la conversión de mi esposo José Apitz y mi hijo de 29 años Jesús Enrique porque estas almas no quieren ir a misa y ni rezan yo oro por ellos y les invito pero nada he conseguido aun.
Denos su Bendición le quiere Ana Rita
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