Eppur si muove - La Iglesia católica está en la sociedad
Hay que comprender que determinadas realidades no sean del gusto de aquellos que quisiesen que fueran de otra forma.
En realidad lo que importa de la verdad no es que exista sino que no tiene remedio y que se ha de aceptar por el bien que le trae a quien así piense.
Por ejemplo, la Iglesia católica, mal que les pese a muchas personas, está en la sociedad. Sí, es cierto que es una verdad como la copa de un pino pero hay personas que no quieren ver ni al pino ni, muchos, a la copa del mismo tan alta como está…
Conviene leer esto:
“Es evidente que la Iglesia de Dios no existe para sí, ni puede vivir encerrada en sí misma acaparada por sus problemas internos, o satisfecha en la contemplación de sus propias prerrogativas. Como San Pablo en su tiempo, los católicos españoles estamos llamados ‘a anunciar a los gentiles la inescrutable riqueza de Cristo… para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada… mediante la Iglesia, conforme al previo designio eterno que realizó en Cristo Jesús, Señor nuestro’ (Ef 3,8-11).
Al mirar las circunstancias reales de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad, al examinarnos a nosotros mismos en relación con la trama real de nuestra vida, surgen muchas preguntas sobre las cuales hemos reflexionado y consultado largamente: ¿cómo hablar de Dios y de su Reino en el mundo actual? ¿Cómo suscitar en nuestros hermanos cristianos un mayor dinamismo evangelizador y misionero? ¿Como intensificar nuestro servicio al mundo en que vivimos?”
Estos textos pertenecen a la reflexión “Testigos del Dios vivo” que emanó de la XLII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española. El año, algo lejano, al parecer: 1985.
Nada, sin embargo, ha cambiado para quien se siente y dice católico.
Es decir, la Iglesia católica y, así, sus fieles, son testigos en el mundo. Pero lo son no de nada sino de Dios que, como bien sabemos, está vivo y permanece vivo.
A este respecto, en el documento citado arriba se dice que “La esperanza cristiana no favorece, sin embargo, un falso espiritualismo ni nos lleva a desentendernos de los problemas reales de la vida temporal o a menospreciar las cosas de la tierra. La verdad es que el cristiano, liberado para Dios y para su prójimo, está en condiciones de ser dueño y no esclavo de las cosas de este mundo, adquiriendo así una libertad nueva para el amor y la fraternidad. Por otra parte, quien espera de verdad la vida eterna valora las cosas de este mundo a la luz de la vida que espera y trata de irlas conformando constantemente a la vida reconciliada y fraterna que espera más allá de cualquier logro histórico” (cf. GS 39).
Por eso no debería molestar que la Iglesia católica defienda una doctrina y una verdad, la Verdad, que tiene encomendada defender y transmitir. En Pentecostés Jesucristo podría haberse limitado a derramar el Espíritu Santo a sus discípulos. No lo hizo de tal forma sino que los envió al mundo haciéndolos, así, testigos de su vida y, sobre todo, de su hacer y decir.
No debería, repito, molestar que la Iglesia católica haga lo que tiene que hacer y no quede muda ante lo que pasa en el mundo aún a sabiendas de que puede no ser bien visto que así actúe. No tiene más remedio.
Ahora bien, al menos lo que sí se puede pedir es que se respete lo que hace aún reconociendo que hay determinados espíritus que el respeto lo tienen como palabra que no encaja en sus vidas ni en su vocabulario.
Por cierto, el último documento citado (el de 1985) lleva como subtítulo el siguiente: “Reflexión sobre la misión e identidad de la Iglesia en nuestra sociedad”.
Misión en cuanto obligación; identidad en cuanto definición de sí misma.
Y de nada de eso se puede prescindir. De nada.
Eleuterio Fernández Guzmán
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11 comentarios
Fuera de la Iglesia si hay salvacion como lo va a demostrar el Papa en una ceremonia interreligiosa en Asis el proximo mes de octubre.
La Iglesia es la humanidad entera.
Ni aun por esas. Esa sólo es otra de sus frases.
De todas maneras hay que tener en cuenta que BXVI es un tipo más consciente, más diplomático y en definitiva mucho más listo que por ejemplo... ¿estos infocatólicos?
Eso explica casi todo lo demás.
En cualquier caso es verdad que podía ser admisible si se mantuviera en los límites de la legítima proposición. Sin embargo, como no es así, como nunca hasta ahora ha sido asi, como de ninguna manera se admite por parte de la iglesia ninguna clase de contrapartida en un plano de igualdad, pues acaba siendo una perversión o un juego de ventaja. Es decir; una forma de interactuar en la sociedad, muy al modo del Islam, en la que todas las reglas posibles las pone una de las partes.
No es de extrañar pues, yo al menos no me extraño, que se pueda ver como una forma de agresión moral, especialmente si el momento histórico colabora minimamente. Dicho de otra manera, Vicente: como una declaración de guerra.
Y la guerra es la guerra.
por un lado alaba al Papa y por otro echando tierra a los infocatolicos,
Mario,Mario..con quien te meterías si no existiera Infocatolica?
Vicente
llevas razón,que nunca nos dejemos contaminar por ESTA sociedad.
pedimos que vengas a nosotros,
pero cuando llegas,nos resistimos a seguirte;hasta Juan Bautista parecía desconcertado.
La imaginación popular creía y sigue creyendo,que la gloria divina sería luz deslumbrante,siempre hemos buscado apariciones maravillosas,milagros indiscutibles que apabullen a todos,castigos espectaculares contra los que no creen.
Pero tú Jesús,apareces compadeciendote de los débiles,abriendo los oídos para escuchar el amor del Padre,reconciliando a cada uno consigo mismo,con los otros,con Dios,
ayúdanos Señor,a comprender tu verdadera gloria.
(Rufo gonzalez pérez)
Usted no espera el Mesias Glorioso. Usted se contenta con una religion donde todo esta dicho y todo esta hecho.
Pero Dios le puede sorprender como un ladron que entra por la noche en su casa.
CARLO
insinuas que puedo morirme?claro todos los que estamos vivos,PERO QUE POCA CLASE TIENES.
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