¿Qué supone comulgar?
A raíz de algo que ha escrito el cardenal Cañizares en el Obsservatore Romano sobre la posibilidad de tomar la primera Comunión a los 7 años, algunos creyentes han dado en criticar que tal eventualidad no supondría nada bueno para la Iglesia católica y que, además, sería como dar un paso hacia atrás.
Puede resultar fácil, por ser vos quien sois (es decir Cañizares) rasgarse las vestiduras cuando se propone que, al igual que se estableciera en los concilios IV de Letrán y de Trento se reciba la primera comunión cuando se tenga uso de razón y esto se entiende que es, más o menos, a los siete años.
A lo mejor el problema es, precisamente, que referirse a tales concilios puede suponer un alimento demasiado difícil de ingerir por determinados espíritus modernos. Pero lo que hay es lo que hay y que, por las razones que sean, se haya retrasado tal momento hasta los nueve o diez años no quiere decir que esté bien lo que ahora está bien.
En verdad lo que, en este particular caso, tenemos que tratar de discernir es lo que supone la Comunión, como Sacramento pero, también, como incorporación a la Iglesia católica, como iniciación, de los fieles que así lo llevan a cabo. Eso es lo que ha de importar.
Entonces… recibir a Cristo ha de suponer un gozo para quien lo recibe; tenerlo dentro de nuestro corazón ha de ser un privilegio para aquellos que nos consideramos hijos de Dios y entre los cuales no podemos preterir a los niños que, bautizados o no, forman parte de una comunidad de creyentes.
Además, yo pregunto, a quien quiera responder desde una opción distinta a la que propone el cardenal Cañizares, que cuántos adultos y, por eso mismo, de muchos años de “comuniones” tomadas, tienen conciencia de lo que significa que el Cuerpo de Cristo entre en el suyo y si reconocen, en la transubstanciación, algo fundamental para sus vidas.
Entonces, si tales adultos no reciben a Cristo de forma plena y satisfactoria para sus espíritus, ¿Cuál puede ser la razón para que los infantes no lo reciban a los siete años?
Esto lo digo porque se dice que es necesario un tiempo de maduración importante para que se comprenda qué significa esto.
Pues yo digo que, al igual que se bautiza a los niños a edades, o meses, muy escasos sin que tengan, ellos, discernimiento alguno de lo que tal bautizo significa pero sabiendo, padres y demás personas que participan en tal Sacramento de iniciación, que no se les puede privar de tan salvífico momento por escrúpulos modernos o cuestiones de edad pertenecientes a otras opciones religiosas, tampoco se puede hacer otro tanto con el tema de la primera comunión.
Dice el prefecto de la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos que “¿Cómo retrasar, pues, a los niños, este encuentro con Jesús, que son, sus mejores amigos, los especialmente queridos por Dios, el Padre, objeto de especial cuidado de la Iglesia, madre santa?”
A lo mejor recibir a Cristo no es nada importante para algunos creyentes sino, a lo sumo, la participación completa en la Santa Misa. No van, pues, más allá de lo que tan especial momento ha de suponer para su fe.
Pero los demás, los que estamos de acuerdo en que recibir a Cristo, estamos en la seguridad que la primera comunión no es final de una etapa espiritual sino, en todo caso, el principio de un camino de unión con el Hijo de Dios, con Dios mismo y con los creyentes que formamos la Iglesia que Cristo fundó.
“Yo soy el camino, la verdad y la vida” dijo Jesucristo para hacernos ver qué de importante había en seguirlo. ¿Quiénes somos nosotros, o quien sea, para privar de una unión total a unos fieles que, desde edad escasa, pertenecen a su feligresía y esperan el momento adecuado para serlo con plenitud?
Nadie, no somos nadie para impedir tal momento porque ni es nuestro derecho ni podemos atribuirnos tan imposible derecho.
A lo mejor se sostiene que resulta retrógrado ir al siglo XVI donde Trento formuló tales cosas. Sin embargo, aún tenemos que retroceder más tiempo, allá por el siglo I de nuestra Era para que un Maestro dijera aquello de “Dejad que los niños se acerquen a mí”.
Y es que la fe tiene cosas como las que suponen creer en lo que se dijo porque ¿alguien no quiere ser como los niños?
Eleuterio Fernández Guzmán
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11 comentarios
Abusos litúrgicos consentidos..
http://cristoesliberacion.blogspot.com/2010/08/las-romaxes-gallegas-llegan-al-vaticano.html
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EFG
Está más que claro que el caso de las romaxes gallegas es un tema sobre el que alguien tendría que tomar cartas en el asunto.
gracias por traer este tema de gran trascendencia. Su punto de vista es de una gran sensatez.
Si S.E.R. monseñor D. Antonio Cañizares apunta en esta línea de adelantar la edad de la 1ª Comunión a los niños, seguro que ha sido después de muchas consideraciones y muchas horas de oración. Don Antonio es sabedor como pocos de los tiempos que corren y sabe perfectamente que hoy en día la adolescencia se ha adelantado muchísimo y la pérdida de la inocencia de los niños también. Jóvenes y niños son el primer objetivo de Satanás. Muchos créen erróneamente que un niño, por el simple hecho de serlo es libre de cometer actos libres graves, es decir, pecados mortales, y en una presunción de misericordia, se crée también de forma errónea que un niño no puede ir al infierno. Y aunque sea duro aceptarlo, esto no es cierto, es decir, un niño de 7 años comprende muy bien la diferencia entre el bien y el mal y puede hacer un acto de contrición perfecto. ¿Para qué privar a los niños de acercarse a Cristo, si es lo que Él más desea? -como bien apunta usted, Eleuterio-.
Vivimos tiempos de gran peligro y sólo María y la Eucaristía van a ser las firmes columnas que nos libren de la zozobra.
Ayer, a mi hijo de 4 años le compramos una Primera Biblia de la Ed. San Pablo en el Corte I. de Portal del Angel. Los niños nos sorprenden con su genialidades espirituales, de hecho, son casi casi como ángeles ... aunque tremendos y pillos. Como tiene que ser.
Un abrazo a todos.
¿Para quién y desde qué punto de vista?
-Desde el punto de vista del "Cuerpopan" de Cristo. Yo entiendo que por la parte del Cristo supone el renovar y someterse al calvario del morir y resucitar de éste su "Cuerpopan" digna o indignamente dentro del cuerpo del comulgante.
-Y ciertamente: Si del viejo se pueda decir hipocresías y maldades:
-¿Quién, según la inocencia de un niño, puede decir del mismo otro que verse pasivamente consubstanciado del beneficio moral de la Común-unión de entre el cuerpo del niño y el "Cuerpopan" de Cristo?
De aquí que se puede llegar a la conclusión, que en tanto y cuanto el niño sea consciente de que para comulgar es necesario el tragar, que es ingerir e ingestar: Cuanto más niñó, y más inocente sea el comulgante mejor tanto para el niño como para el Cristo en su "Cuerpopan".
Cuánto más se retrase la edad de la Primera Comunión,más posibilidades habrá de que la ilusión descienda.
A nosotros -nuestra generación- con unos meses bastaba.Ahora parece que van a salir "licenciados"-cuatro años-.
La Iglesia debiera acercar a la gente a sí,no forzando los cuatro años,sino con otros atractivos.
Un niño de 4 años puede conocer que una acción es "mala", porque desagrada a sus padres, y "buena" si le alaban por ella.
Pero es incapaz de captar que las acciones son buenas o malas ,según DIOS las quiera o no; no puede captar las ideas abstractas de virtud y pecado.
Como regla, se establece la edad en que por lo común, un niño accede al uso de reazón a los 7 años.
Pero pocos niños son "el niño común", tanto mental , como físicamente, unos se desarrollan más deprisa o más despacio, que la media,
Es RESPONSABILIDAD de padres y educadores, determinar cuando el niño ha alcanzado edad suficiente para recibir el Sacramento de la Sagrada Eucaristia.
Las personas enfermas mentalmente que hayan perdido todo contacto de la realidad no pueden comulgar.
Por lo tanto como mínimo, una persona debe saber y creer las verdades divinas que son imprescindibles para la salvación.
1- el conocimiento de DIOS, UNO Y TRINO
2-DE JESUCRISTO, DIOS Y hombre nuestro Redentor
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EFG
Tal es un interesante tema de discusión. Gracias por proponerlo.
Yo recibí la Comunión a los 7 años y sinceramente no tengo ningún recuerdo de que yo en ese momento fuera consciente, ni siquiera mínimamente, de la Presencia Real de Jesucristo bajo los accidentes de las especies sacramentales.
Yo no digo que los niños sólo estén atraídos por el carácter festivo de la ocasión, no. Suele suceder que los que están atraídos por el jolgorio festivo son los padres. El problema es que los niños están ahogados en un jolgorio festivo que las más de las veces no entienden en absoluto: no entienden ser el centro de atención, no entienden los disfraces de comunión... están ahogados y bastante tienen.
Lo de comulgar a los 7 años, o a los 4, o a los 2, o en el momento del Bautismo como los Orientales, está bien. Pero la Igleia debería actuar de tal manera que en ese día los niños estuviesen libres de tanto entorpecimiento.
Yo no sé cómo, no lo sé.
Sólo sé dos cosas:
a.-Para mí lo más importante de ese día, según recuerdo, no fue ni la Comunión, ni la bici, ni el banquete, ni el disfraz... fue que me sentaron al lado de la niña de la que yo andaba por entonces "perdidamente enamorado", jeje.
b.-La Primera Comunión de mis hijos será a los 7 años o antes o después o cuando la Iglesia lo prescriba, pero no habrá ni disfraz, ni misa-fiesta, ni nada parecido.
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EFG
Muy de acuerdo con eso que dice Ud. al respecto en lo excesivo de la "celebración" poco religiosa que, a veces, se hace.
Lo que sí apuntaría es que los niños no deberían recibir la primera comunión cuando todavía creen en los Reyes Magos pues luego podrían hacer una especie de equivalencia (los Reyes Magos no son tales, son los padres; la primera comunión no es tal, es pan y vino)
Alguien ha comentado que el niño tiene más ilusión por lo misterioso. Quizás la primera comunión ha de llegar justo en el momento en que el niño esté preparado para pasar a una fe más formada.
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