Ahogar a la Iglesia católica a como dé lugar

Cuando alguien quiere hacerse el ciego y no ver las cosas como son suele llevar a cabo lo que, de otra forma, no haría. Y, aunque es bien cierto que las personas aquí traídas hoy suelen tener tendencia a provocar animadversión por lo que hacen, a lo mejor podrían haberse quedado calladas.

Sabemos que cada año la Conferencia Episcopal Española, desde unos cuantos, elabora una campaña para que las personas que así lo entiendan, pongan la famosa “x” en la casilla de la renta correspondiente a la Iglesia católica.

Es de esperar que tal campaña aparezca en los medios de comunicación para los que, lógicamente, se hace.

Sin embargo, algunos quieren molestar, en este aspecto, a la Iglesia católica y hacen lo que pueden para poner palos en las ruedas de la bicicleta.

Ahora ha sido en Televisión Española donde, por cierto, han tenido el buen gusto de eliminar la publicidad que hacía imposible (como en las demás televisiones, por cierto) ver algo con una tranquilidad mínimamente admisible.

Sin embargo, algo de mensajes sí que se permiten que aparezcan que son los relacionados con lo que es el patrocinio cultural o deportivo o, por ejemplo, lo que tiene que ver con los denominados programas de responsabilidad social corporativa (RSC).

Parece, de todas formas, que algunos consejeros no quieren que aparezca la campaña “Xtantos” porque les debe dar grima que la Iglesia católica quiera cumplir con su misión que es, como es sabido, eminentemente social.

¿A quién puede molestar esto?

Pues a quien era de esperar que actuara así: consejeros del PSOE y de Izquierda Unida son los que tratan de impedir que la Iglesia católica diga a los españoles que es buena cosa que el tanto por cierto legalmente establecido lo destinen a los fines para los que se propone tal campaña.

Puede dar la impresión de que la Iglesia católica pretende lucrarse al hacer tal tipo de campañas cuando, en realidad, el objeto de las mismas no es otro que el de beneficiar a los destinatarios de su acción social. Nada mejor, pues, para que se considere una responsabilidad que, de tal tipo, adquirió y administra desde hace siglos, al menos 20, la Esposa de Cristo.

Y esto, sin duda, no puede gustar a los adalides del paganismo y defensores de otras formas de comportamiento social que no saben aplicarse aquello de “vive y deja vivir”.

Por eso resulta bastante vergonzoso, de vergüenza ajena, tener que volver a traer a colación el apartado 3 del artículo 16 de la constitución española aún en vigor: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”.

“Las creencias de la sociedad española”… eminentemente católica.

“Consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica”… por ejemplo, a través de los espacios publicitarios de Televisión Española.

Al parecer, los servicios que de lo jurídico entienden en Televisión Española les han respondido que, por ahora, no se puede hacer desaparecer tal campaña informativa de la Conferencia Episcopal Española.

Sin embargo me temo lo peor porque alguno ha sugerido que ha de ser estudiado el concepto Responsabilidad Social Corporativa para ver “qué se mete” dentro de RCS que, más o menos, ha de querer decir que con casi toda seguridad definirán la cosa de tal forma que no pueda aparecer la próxima campaña “Xtantos”.

El tiempo, de todas formas, suele dar y quitar razones aunque también es cierto que con este tipo de personas, siniestras, las razones tiene que ver mucho con su especial forma de ver las cosas.

Y creo que me explico.

Eleuterio Fernández Guzmán

—

Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:

Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).